06.

-¿Tenemos el auditorio? -preguntó Umi asombrado al escuchar a su amigo.

-Así es-respondió Honoka animado-, fue muy difícil conseguirlo pero he logrado que nos presten el auditorio para un concierto.

-¿Cómo lo conseguiste?

-La verdad es que no lo hice sólo, en realidad lo conseguí gracias a Kotori -dijo y soltó una risita nerviosa-. Gracias a que ella habló con su madre logró convencerla para dar el concierto.

-¿En serio?-dijo y la chica de dedicó un sello de la victoria con sus dedos-. Bueno, el cómo lo conseguimos no importa. Lo que sí que importa es que lo hemos conseguido.

-¡Es verdad!-exclamó Honoka-. ¡Ahora nuestro mayor objetivo es prepararnos!

-Deberíamos ir y decirle a los demás la noticia -dijo Kotori con una sonrisa y su amigo se mostró de acuerdo en su idea.

Partieron hacia el tejado con los ánimos por las nubes. Lo único malo de todo aquello era que no tendrían mucho tiempo para prepararse, ya que el concierto estaba programado para dentro de no mucho tiempo, pero eso a Honoka le daba igual, para él era como si tuvieran el concierto mañana mismo, aceptaría el desafío y lo superaría con fuerza, como todo lo que hacía.

En el camino se encontraron a los alumnos de primero, quienes se dirigían también al tejado. Durante los primeros segundos Honoka y Maki se quedaron mirando a los ojos fijamente sin apartar la mirada, mientras que Kotori y Rin miraban aquella escena con sonrisas en sus rostros pero sin decir nada. Ambos apartaron por fin los ojos del otro y continuaron su camino sin decir nada de nada.

A medida que se aproximaban cada vez más al tejado podían apreciar una leve melodía, al principio no sabían que era pero al final descubrieron asombrados que se trataba de música. Los de segundo y primero se miraron entre ellos confundidos. Gracias a esto apuraron más el paso y cuando llegaron al tejado se encontraron a Nozomi, quien estaba mirando hacia un punto mientras que una sonrisa adornaba su rostro. Para los demás era cualquier sonrisa de la chica pero Kotori pudo notar que aquel gesto era forzado, como si estuviera escondiendo lo que en realidad sentía. Confundida, la chica de segundo se acercó a su senpai y antes de poder decirle algo se dio cuenta de porqué sonreía así: ahí, frente a todos, Eli y Nico estaban haciendo una rutina de baile, aunque más que hacer era Eli diciéndole a Nico cómo hacerlo. A priori esto no tendría que significar nada, ya que entre todos los miembros del club siempre practicaban diferentes rutinas para mejorar la sincronización entre ellos. Pero esta vez la rutina era una totalmente diferente a todas las anteriores, Eli y Nico bailaban muy pegados el uno al otro y había veces incluso que la pelinegra rozaba parte de su cuerpo por otras partes de las del rubio.

Nadie dijo ninguna palabra, simplemente se colocaron junto a Nozomi y contemplaron a los dos bailar.

-La canción es de la película favorita de Nicocchi -dijo Nozomi rompiendo el silencio de repente.

-¿En serio? -preguntó Kotori.

-Sí... a ella le encanta esa película, recuerdo que siempre nos la hacía ver a Ericchi y a mi antes -dijo y soltó un suspiro.

Nadie dijo nada más. La canción terminó y los dos dejaron de bailar.

-Nico, aún tienes mucho que mejorar si quieres...-dijo y la pelinegra se alejó de él antes de que pudiera terminar-. ¡Hey! -exclamó enfadado.

-¿Has visto Nozomi? ¿A que he mejorado? -preguntó Nico emocionada.

-S-Sí... seguro -respondió Nozomi tratando de sonar natural, aunque esto no pasó desapercibido por la peligris, quien se limitó a mirarla discretamente.

-¡Nico es la más genial del mundo!-dijo la pelinegra orgullosa de sí misma-. ¡Muy pronto bailaré como ella en la película!-dijo y se dio cuenta de la presencia de los demás-. Chicos, ¿cuándo habéis llegado?

-Ahora mismo -se apresuró a responder Kotori.

Nico se alejó de las dos y se acercó a los chicos, con quienes empezó a presumir de sus supuestas habilidades como bailarina. A pesar de que estaba hablando había dos de los chicos quienes simplemente estaban imaginándose en la posición del rubio.

Kotori quiso decirle algo a Nozomi pero ella se le apresuró.

-Nicocchi... Ella... ella es peligrosa... -dijo y se acercó hacia su amiga.

-''¿Peligrosa...?'' -se preguntó Kotori una vez que su senpai se alejó.

...

Una hermosa tarde se cernía sobre la ciudad. Ya todos los alumnos se habían marchado y sólo unos cuantos restaban en el edificio. En una de las clases de tercero dos figuras se estaban mirando fijamente a los ojos. El primero, un chico, el más popular de su clase y la segunda, una chica que a pesar de no ser tan popular como el primero se había ganado cierta fama en su escuela. El chico se había citado con la chica al acabar las clases, después de que todos se hubieran ido para que ambos pudieran tener tiempo para ellos.

-¿Te preguntó algo Nozomi antes de irse? -preguntó Nico después de un rato en silencio.

-Sí, me preguntó porqué debía quedarme, pero me excusé diciendo que uno de los profesores me necesitaba para algo -respondió Eli.

Nico se acercó lentamente al rubio y una vez se encontró frente a él el chico la abrazó y la presionó contra él.

-Creo que sospecha algo -dijo Nico mientras abrazaba a Eli.

-Puede ser, pero nunca lo descubrirá.

-Me siento un poco mal por ella sabes, después de todo ella siente algo por ti... -dijo Nico y Eli colocó uno de sus dedos en sus labios.

-Yo también lo siento por ella, pero no puedo hacer nada si la que me gusta eres tú, Nico -dijo y empezó a acercar su rostro al de la pelinegra, quien hizo lo mismo que el chico.

Sus rostros estaban apenas a unos centímetros de distancia y se acercaban cada vez más hasta que...-

-¡Alto ahí! -exclamó Nozomi de repente y se dio cuenta de que se encontraba en su cama en medio de la noche.

-''¿Un sueño...?''-pensó una vez calmada, soltó un largo suspiro y volvió a acostarse-. Sólo fue un sueño... -repitió casi murmurando pero aquello no la calmó, todo lo contrario, lo único que consiguió fue estar menos segura que antes.

Se quedó mirando el techo de su habitación hasta quedarse dormida.

...

A la mañana siguiente Nozomi estaba como en las nubes. Durante todo el día no estuvo al cien por ciento tanto en los estudios como en sus labores en el consejo estudiantil. Como resultado tanto Eli como Nico se dieron cuenta de que algo le pasaba a su amiga pero esta se mostraba reacia a decir lo que le pasaba. Cada vez que Nico se acercaba a ella con la intención de hablar Nozomi la evitaba inventando alguna excusa que no convencía a nadie.

Preocupados por este comportamiento Eli y Nico se reunieron en secreto para poder discutir las formas de descubrir qué le pasaba a su amiga, pero no tenían idea de qué le podría estar sucediendo a la chica del tarot.

-¿No eres tú el chico que le gusta? ¡Haz algo! -dijo Nico molesta.

-¡N-Nico, baja la voz! No es mi culpa que Nozomi no quiera decirme nada. Además, ¿no eres tú su amiga de la infancia? Se supone que debes conocerla mejor que nadie.

-Esto y eso son cosas totalmente distintas. ¡Tú eres el que le gusta por lo que tu...! -dijo y de repente se quedó callada.

-¿N-Nico...? -preguntó el rubio temeroso ante el silencio de su amiga, si algo había aprendido en todos los años en que la había conocido era que cuando la pelinegra parecía estar calmada era cuando estaba a punto de estallar.

-¡Lo tengo!-exclamó de repente-. Ya sé porqué está así.

-¿En serio?-preguntó animado-. Dime, ¿qué es?

Nico se llevó su dedo a sus labios y una sonrisa se dibujó en su rostro. Eli estuvo a punto de preguntarle qué le pasaba pero ella se le adelantó.

-No puedo decirte qué es, porque es algo de mujeres -dijo y pasaron varios segundos hasta que Eli entendió de qué se trataba y de repente su rostro se tornó de un profundo rojo.

-E-Entiendo... bueno, será mejor que no interfiera. Nos vemos -dijo y se alejó a toda velocidad.

-''Apuesto lo que sea a que no has entendido'' -pensó Nico con una sonrisa al ver al ingenuo de su amigo alejarse.

...

Las clases acabaron y ahora todos los alumnos se dirigían a sus casas. Pero había una chica que no se iba, simplemente se quedó en su sitio mirando sus libros fijamente mientras que una expresión de tristeza se mostraba en su rostro.

-''Supongo que es lo mejor...'' -se dijo a sí misma-.''Ahora tenemos reunión en el club pero no me siento con ganas de ir. Creo que diré que no me siento bien y me iré...'' -metió sus libros en su mochila y cuando estuvo a punto de irse una voz la interrumpió.

-Así que aquí estabas -dijo y Nozomi se giró al escuchar aquella voz.

-Nicocchi... -dijo casi murmurando.

-Sabes, durante todo el día Eli y yo hemos estado preocupados por ti porque no sabíamos qué te tenía tan preocupada-dijo y al escuchar el nombre del rubio la chica sintió una punzada en su pecho-. Y he descubierto qué te pasa.

-¿E-En serio...? -preguntó temerosa al verse descubierta.

-Así es-dijo y la señaló con su índice-. ¡Y he descuierto que estás en esa época del mes! -exclamó y Nozomi se sintió totalmente fuera de lugar.

-¿Eh...? -fue lo único que pudo decir.

-Así es. Y si lo miras detenidamente todo tiene sentido, el porqué nos evitabas, tus cambios de humor, todo. De verdad que Nico Nii es una genio -se dijo a sí misma.

-¡N-No es eso! ¡Estás equivocada! -exclamó Nozomi avergonzada.

-¡Por supuesto que lo estoy!-exclamó Nico con un tono de voz completamente diferente-. Hay que ser idiota para pensar eso.

-¿C-Cómo dices...?

-¿Te crees que no sé porqué estás así?-dijo y se colocó frente a Nozomi-. ¿Te crees que no sé que has estado así todo el día porque te sientes insegura de tu relación con Eli? Lo sé Nozomi, sé que crees que entre nosotros hay algo.

-Yo no creo que... -quiso decir pero fue interrumpida por Nico otra vez.

-Oye, que puedas engañar al idiota de tu novio no quiere decir que puedas hacer lo mismo conmigo.

-Él no es ningún idiota, es un poco distraído pero nada más...

-Lo que quiero decir es que no tienes de qué preocuparte-dijo pero su amiga no dijo nada, simplemente desvió la mirada-. Veo que no puedo convencerte. De acuerdo, escóndete ahí -dijo y señaló la taquilla que estaba en clase.

-¿Que me esconda ahí...? ¿Por qué?

-Tú sólo hazlo -dijo y empezó a empujar a la chica, quien después de haberse resistido cedió al final y se metió ahí con su mochila y todo.

Nozomi estuvo a punto de preguntar a qué se debía aquello pero la puerta de su clase se abrió y Eli entró. La chica del tarot se quedó sin palabras al ver al rubio allí, ella creía que estaría con los demás en el tejado.

-Supongo que sabes porqué te he llamado -dijo Nico después de unos segundos.

-Eso creo... -respondió el rubio no muy seguro.

Nico desabrochó unos botones de su camisa y abrió sus brazos.

-Eli, ya no lo puedo soportar más, ¡por favor hazme tuya! -exclamó la pelinegra.

Nozomi se llevó ambas manos a la boca al ver aquello.

-¿Para esto me has llamado? -preguntó Eli al ver a su amiga.

-La verdad es que no-dijo y volvió a acomodarse su uniforme-. El cumpleaños de Nozomi está cerca, ¿has visto esa tienda que te dije?

-S-Sí -respondío avergonzado.

-¿Y has visto algo bueno?

-Pues... Cuando fui vi que tenían un juego de collares que son dos por separados, pero que cuando los juntas formas una figura entera.

-Qué cursi eres Ayase -dijo Nico aguantando las ganas de reír.

-¡N-Nico! -exclamó el rubio.

-Seguro que cuando le des eso la tendrás para ti-dijo la chica y el rostro de su amigo se volvió completamente rojo-. Seguro que te dirá que puedes hacer lo que quieras con ella, apuesto a que has estado fantaseando con es, ¿verdad?-al ver que su amigo estaba a punto de estallar debido a la vergüenza que sentía en aquel momento empezó a reír-. Tranquilo, sólo estaba bromeando.

-Eres muy mala conmigo...

-Es tu culpa por ser tan denso. Pero no te preocupes, si las cosas no salen como planeas me tienes a mi para consolarte.

-Estás llevando la broma muy lejos -dijo el rubio completamente serio.

-No eres divertido-dijo Nico después de soltar un suspiro-. Una cosa más: ¿aún tienes pensado confesarte cuando le des el regalo?

-Claro, aunque no sé si resistiré tanta presión. ¿Y si me dice que no? No sé qué haría si me rechaza...

-Seguro que todo sale bien, llevas mucho tiempo planeando esto, y si ella te rechaza es porque es idiota.

-Bueno, que sea lo que tenga que ser-dijo y se dio media vuela-. Debo irme, los demás deben estar esperándonos, ¿no vienes?

-Dentro de un rato, estoy esperando a la tonta de tu novia-dijo y el rostro del rubio se tornó rojo de nuevo-. Nos vemos, Ericchi.

Eli salió de la clase dejando a la pelinegra sola. Nico soltó un largo suspiro y esperó a que Nozomi saliera de su escondite. Pasaron varios segundos hasta que por fin Nozomi salió de la taquilla, la chica no dijo nada, simplemente se quedó mirando sus pies fijamente.

-¿No te lo dije? Aunque me siento un poco mal por Eli, se supone que lo de tu cumpleaños iba a ser una sorpresa.

-Nicocchi... yo... -intentó disculparse pero Nico la interrumpió.

-No hay que decir nada. Después de todo es normal que hayas estado confundida al ver a la gran Nico Nii en acción -dijo y Nozomi empezó a reír al escuchar a su amiga hablar así-. Eso no es muy amable de tu parte.

-Lo siento, es que... -dijo y no pudo evitar el hecho de que algunas lágrimas se escaparan de sus ojos.

Nico se acercó a ella y la abrazó cariñosamente, su amiga imitó el gesto y ambas se quedaron así durante un par de minutos mientras que Nozomi se calmaba.

-Oye... ¿No dijo Honoka que tenía algo importante que decirnos? -preguntó Nico después de un rato.

Nozomi se quedó mirando a la pelinegra hasta que por fin rompió a reír por el hecho de haber olvidado a los demás durante un rato.

Pero aquello no importaba, ya que había logrado resolver un asunto aún más importante.

...

Ya quisiera yo que Nico se me ofreciera :v