Huoolaaasss, os traigo un fic mega chachi pistachi de la pareja PoisonApple. De Ever After High me leí el primer libro y me gustaría leerme más, pero la pasta es la pasta y los libros son caros, así que de momento me conformo con hacer fics que os dejo a vosotros mis amadisimos lectoes. Desde ya aviso que no es un fic largo, seguramente lo deje en unos tres capítulos de una longitud similar al de esta. Pero bueno, lo importante es disfrutar.

Ya sabéis que yo respondo a todos los reviews que me dejais, y si no lo sabéis es porque no habéis leido mis otras historias, muy mal, ¿que haces que no los has leído ya? Vale, vale, ya me callo. Espero que os guste ^^

Disclaimer: personajes de Ever After High no me pertenecen.

Lo que el destino nos depare.

Capitulo 1

Raven entró en la habitación dando un portazo que hizo retumbar la escuela entera, se dirigió a la cama y hundiendo la cara en la almohada chilló con todas sus fuerzas. Apple mientras, la observaba con cara de asombro, no sabía si preguntarle o no cómo había ido la visita de su madre, aunque intuía la respuesta así que esperó. A los pocos minutos y tras inspirar hondo Raven se incorporó y se sentó en el borde de la cama mirando al suelo. Apple iba a hablar pero antes de poder articular palabra su compañera saltó de la cama y se puso a dar vueltas alrededor de la habitación.

-No me lo puedo creer! No hay un día que vaya a verla y no acabemos discutiendo ¡y siempre por lo mismo! Estoy cansada de que todos me digan que debo seguir mi destino y tal, ¡¿pero que encima me exijan que debo ser la próxima más malvada de la historia?! ¡¿Qué quiere, que destruya Nunca Jamás como ella se cargó el País de las Maravillas?! ¡Pues no me da la gana! - Esta última frase la dijo gritando a pleno pulmón debido a que había ido subiendo el tono de voz a medida que su retahíla avanzaba.

Apple la miró y obligandose a morderse la lengua, sabía que si decía lo que estaba pensando Raven se pondría más furiosa, pero no nos engañemos, estamos hablando de Apple White, la perfecta y prepotente Apple White.

-Pero Raven, - dijo con su voz de sabionda - tu madre en el fondo no dice nada malo, el camino que debes seguir es el de darme una manzana envenenada, no te digo que te cargues medio mundo, pero no p..

En ese momento Raven le lanzó una mirada llena re odio que dejó a Apple sin palabras, jamás le habían mirado como si quisiesen matarla y fuesen a disfrutar de ello. Ella sabía que Raven Queen, descendiente de la madrastra malvada de Blancanieves, su madre, era digna del destino que tenía que seguir, pero Raven se negaba a aceptarlo.

-Me voy con Maddie, al menos ella respeta mis decisiones y me apoya. - Le dio la espalda y salió del cuarto dejando a la Real con la boca abierta.

OoOoO

-¿Más té? - Dijo Maddie levantando la tetera.

Raven negó con la cabeza sonriendo a su mejor amiga y al ratón que llevaba sobre su extravagante sombrero.

-Muchas gracias por entenderme Maddie.

-¿No es que cuida la osa a sus oseznos?

Raven sonrió a su amiga, acostumbrada ya a escucharle hablar en su peculiar idioma, el maravilloso, aunque a veces no entendiese ni la mitad.

-La verdad no entiendo muy bien a esa chica, no para de recordarme cuál es mi destino, no desaprovecha un momento para echarme en cara que no firmé el Libro del Destino y que por mi culpa ahora los Reales y los Rebeldes no dejan de pelear.

-¡Exactamente cierto! Los Rebeldes también queremos ser felicitosos por los siempres jamases.

Raven suspira pensando en el único real que no le juzgó por la decisión que tomó y justo en ese momento le aparece un mensaje en el móvil de el ya mencionado Real.

-Maddie, nos vemos luego, Dexter quiere verme. - Dijo extendiendo el brazo hacia la cara de su amiga para que leyese el mensaje.

-Awww, Dex puede ser igual que un ratoncillo, ¡nos vemos!

De repente unas orejas redondas asomaron por la parte de arriba del sombrero de Maddie, que sacaba la cabecita para mirar a la chica sintiendose aludido.

OoOoO

Raven llegó al balcón el cual solía ser su sitio favorito y se encontró a su novio esperándole. Al verla sonrió y le regaló una alegre mirada a través de sus gafas de pasta. La verdad es que cualquiera que los viese juntos se extrañaría, él con un aspecto bastante hipster y ella... bueno, a ella podrían tomarla como a alguien salido de una secta satánica o algo así. Pero eso a ellos les daba exactamente lo mismo, Dexter quería a Raven como era, a pesar de ser la "peor Rebelde" dada su ascendencia. No llevaban tampoco mucho, siquiera llegaban al mes y es que Dex era demasiado vergonzoso, incluso tuvo que pedirle ayuda a Cupido para pedirle salir, la cual, aunque le doliese (estaba enamoradísima perdida del chico) tuvo que ayudarle pues quería su felicidad.

-¡Hey Raven! - Dexter se levantó y le dio un torpe abrazo a la chica.

Raven se rio, siempre le pasaba lo mismo, no sabía exactamente cómo actuar con ella todavía, le podían los nervios.

-¿Qué tal Dex? - La chica le dio un beso en la mejilla, se sentó en el banquito y sonrió al ver cómo su novio se ponía tan rojo que casi se podía ver humo saliendo de sus orejas.

En ese momento se fijó en la cesta que había a sus pies y miró de forma curiosa a Dexter.

-Esto... me gustaría que fuesemos de picnic al bosque, sé que te gusta estar por allí y bueno... - Se rascaba la cabeza mirando al suelo.

-Por supuesto, me encantaría. - Dijo sonriente.

Mientras se dirigían hacia el bosque Raven iba pensando en lo bueno que era el chico. La chica de mechas moradas en realidad no estaba buscando estar en una relación, pero tampoco se cerraba a ello y encima Dex le agradaba mucho. Llegaron a un claro y montaron el mantel para sentarse a comer, en cuanto el chico empezó a sacar cosas de la cesta el estómago de ella comenzó a rugir.

-Veo que alguien tiene hambre.

Raven rio.

-Sí, es que iba a desayunar con mi madre, pero he acabado tan enfadada que no he probado bocado al final.

-Oh, pues menos mal que he traído comida de sobra. - Sonrió mientras sacaba fiambreras llenos de deliciosa comida, en ese momento los ojos de la chica brillaron, había traído hasta tarta de arándanos para el postre, la cual le chiflaba a Raven.

Pero un par de ojos azules observaba la escena desde una de las ventanas de los dormitorios y sus cejas cada vez estaban más juntas.

OoOoO

Raven se despidió de Dexter en la bifurcación que había para subir o a los dormitorios de las chicas o a los de los chicos, se lo había pasado muy bien.

Al entrar en la habitación lo primero que vio fue el sol del ocaso reflejado en el cabello rubio casi platinado de su compañera de cuarto, el cual parecía que iluminaba el resto de la habitación, pero al levantarse de la cama pudo ver que Apple tenía cara de pocos amigos.

-¿Qué he hecho ahora? - Dijo Raven harta ya de las riñas de la rubia.

-¿Se puede saber qué hacías con Dexter en el bosque?

La cara de Raven era todo un poema al escuchar esto.

-¿Cómo que qué...? ¿Comer?

Apple se masajeó las sienes, símbolo que demostraba cuan cansada estaba ella también de intentar hacerle entender a su compañera que debía aceptar su destino.

-Raven, no deberías de salir con nadie, según la historia tú te deberias casar con mi padre y...

-¡¿Quieres cerrar el pico de una vez con lo del puto destino?! Primero, ¿tú te escuchas cuando hablas?, ¿cómo coño pretendes que me case con TU padre? ¡Tengo la misma edad que tú, joder Apple! Cosa que también implicaría la muerte de tu madre, por si no te habías parado a pensarlo, porque creo que no lo has hecho. Y todo eso para que yo intente matarte por ser más "hermosa" que yo, ¡por favor! ¿De verdad me crees tan vanidosa?

La que ahora se había quedado a cuadros era Apple, la verdad es que nunca lo había pensado desde ese punto de vista, puesto que ella únicamente quería su "Vivieron felices y comieron perdices".

-Se-seguro que esa no es la marena de que se cumpla el destino... mi madre no puede... - La cara de la chica cada vez iba tomando una expresión más triste.

-Exacto, esto es lo que provocaría tu "maravilloso" destino, genio. - Dijo com la voz cargada de hiriente sarcasmo.

-Pero... es lo correcto...

-¡Apple! Mírame a los ojos y dime que es lo correcto. - Raven exasperada agarró a la chica por los hombros y acercó su cara a escasos centímetros de la suya.

Mientras ellas discutían el sol ya se había escondido tras los árboles y apenas quedaba luz en el cuarto, pero Apple podía distinguir los grandes ojos de su compañera perfectamente, era capaz de ver hasta la última pestaña llena de rimel y diferenciar todos y cada uno de los tonos de morado que contenía su iris. Un leve fruncimiento en el ceño de Raven le indicó que estaba tardando demasiado en responder, se había perdido en sus pensamientos.

-Tus ojos... hechizan... - Dijo en apenas un audible murmullo, el cual captó la otra chica por estar a tan poca distancia de ella.

-¿Eh? - Raven se apartó extrañada por la declaración de Apple.

-¿Eh? - Repitió esta, la verdad es que estaba igual de confundida que la chica de mechas moradas, puesto que lo había dicho sin pensar en absoluto.

Raven suspiró dejando el tema pasar.

-Mira, haz lo que te de la gana, pero a mí déjame en paz, no te aguanto cuando te pones así de pesada, voy a crear mi propia historia y punto. - Dicho esto se metió en el baño para cambiarse de ropa.

Al no haber encendido la luz de la habitación no se había encontrado con una Apple de mirada perdida y completamente sonrojada, quieta como si no pudiese moverse y es que literalmente no podía.

En el momento en el que Raven salio del baño con su pijama ya puesto y enfundada en unas pantuflas peludas de conejitos rosas y vio que Apple seguía exactamente como la había dejado unos minutos atrás, supo que la había vuelto a cagar. Fue corriendo a encender las luces y se acercó a la rubia bastante preocupada, apenas notó que su pecho se movía dando claros signos de respiración se relajó un poco, pero aparte de eso la muchacha no movía ni los ojos.

-No, no, no, no, ¿por qué a mí? - Se lamentó.

Cuando hacía este tipo de cosas sus profesores y Apple solían felicitarle porque sería algo propio de una reina malvada, cosa que a ella le sentaba como el culo. Suspiró y se le pasó por la cabeza dejar a la chica así, de esa manera no le daría el coñazo, pero una punzada en el estómago, la cual identificó como culpa, se lo impidió. Ahora tenía que comerse la cabeza para ver cómo se deshacía de lo que había provocado. Tras unos minutos dando vueltas por la habitación se acordó de las palabras de Apple, "Tus ojos hechizan.", en ese momento sintió cómo una bombilla se encendía encima de su cabeza.

Por si acaso miró hacia arriba porque no sería la primera vez que una bombilla de verdad hubiese aparecido, pero al comprobar que no había nada se acercó a Apple dispuesta a desencatarla y volvió a mirarle fijamente a los ojos desde cerca. Después de unos instantes en los cuales Raven empezaba a dudar de que fuese a funcionar, los parpados de Apple comenzaron a cerrarse y sus pupilas iniciaron un ligero movimiento ascendente tras lo cual de golpe el cuerpo de la rubia se desplomó y gracias a sus reflejos su compañera pudo sostenerla por la cintura. Al pasar por aquella experiencia parecía que su cuerpo no lo había aguantado y se había quedado inconsciente. Raven cargó con ella hasta colocarla en su cama y le arropó, sabiendo que lo único que necesitaba Apple era descansar. Ella se metió en la suya propia apagando la luz y antes de quedarse profundamente dormida pensó en lo ocurrido y en algo que no le había pasado desapercibido, el intenso rubor de las mejillas de su compañera, el cual se había mantenido desde que Raven la hubiese hechizado.

A la mañana siguiente Apple se levantó quejándose de un fuerte dolor de cabeza, pero parecía que no recordaba lo que había pasado por la noche y Raven tampoco se molestó en refrescarle la memoria, mejor así.

ero lo que la chica sí recordaba era la intensa discusión que había tenido con cu compañera y se pasó toda la mañana dándole vueltas a eso en vez de prestar atención a sus clases.

¿Podría tener ella su "felices para siempre" si rechazaba su destino como la próxima Blancanieves? No lo sabía la verdad. Estaba claro que Daring sería quien la salvase del hechizo de la manzana, pero fuera del cuento... bueno, no estaba segura de cómo acabaría lo suyo con Daring, el mayor de los Charming era la perfecta descripción de un príncipe encantador, pero había un problema y es que lo que más amaba ese chico era a sí mismo. Claro que quería a Apple y Apple a él, pero la chica estaba cansada ya de que Daring fuese siempre el centro de gravedad de las conversaciones cuando estaba con él. En resumen, la única posibilidad que veía era seguir en sus trece con la idea de cumplir su destino.

Al terminar las clases se fue directa a su habitación y cuál fue su sorpresa al entrar cuando vio el suelo lleno de pedacitos de cristales y a Raven recogiéndolos con cara de urgencia. En ese momento la que se encontraba en el suelo vio unos zapatos que conocía muy bien y tragando saliva levantó la vista para encontrarse con la sorprendida mirada de Apple.

-Eh... esto... yo, lo siento, no lo hice aposta, de verdad, ha sido un accidente, lo arreglaré, lo prom...

-Raven, tranquila, no está mal lo que has hecho, bueno sí, pero se supone que es lo que tienes que hacer.

La cara de Raven pasaba de la incredulidad a la ira. Ella preocupada porque se había cargado el espejo mágico de Apple y la otra idiota no hacía otra cosa que decirle que "es lo que tiene que hacer". De repente la razón de Raven se fue de paseo y ahora su cuerpo y sus palabras eran guiados por una rabia inmensa.

-Oh, así que tengo que ser mala, que hacer cosas malas, ¿no? - A medida que hablaba se acercaba más a Apple, la cual iba retrocediendo cada vez más asustada de la cada vez más oscura mirada de la chica con la que compartía historia. - ¿Sabes? Hay muchas formas de ser malo y tengo la sensación de que no querrías verlas todas.

Raven seguía avanzando y sonrió con crueldad cuando la espalda de Apple chocó contra la pared.

-¿Qué... qué me vas a hacer? - Dijo intentando controlar el pánico en su voz, nunca había visto a Raven actuar de aquella manera.

-No te preocupes princesita, solo voy a hacer lo que se supone que "tengo" que hacer, lo que se supone que "debo" ser. - El tono de su voz era duro y transmitía rencor y rabia.

El cuerpo de Apple se sacudió en un escalofrío de terror cuando, atrapada entre el cuerpo de la chica y la pared, estas palabras sonaron tan cerca de su oido que pudo sentir el aliento de Raven rozar su oreja. Al notar esto sonrió todavía embriagada de ira.

-¿No te gusta? Bien, eso significa que estoy siendo muy mala, pero lo puedo ser más aún.

Dicho esto la mano que no tenía apoyada en la pared a un lado de la cabeza de Apple se coló bajo la blusa que vestía ese día, tocando la pálida y suave piel de su abdomen, ante lo cual Raven soltó un ronroneo de satisfacción que habría sido digno de Kitty Chesire. El cuerpo de la rubia bajo el contraste de temperaturas reaccionó solo y encogió su tripa, pero Raven no apartó la mano de donde estaba. La cara de esta se encontraba enterrada en el cuello de Apple, estaba tan pegada a ella que notaba las veloces pulsaciones de su corazón. Se rio suavemente de una forma bastante siniestra.

-Puedo ser peor aún si quieres... - Tras decir estas palabras la mano que tenía en el interior de la blusa ascendió siguiendo las curvas de su cintura y sus costillas hasta que tocó la parte baja del sujetador de la otra chica. A Apple al sentir el recorrido de la mano y los labios de Raven rozando su cuello al hablar se le escapó un gemido ahogado, puesto que tenía el labio inferior mordido con fuerza. Ante esto Raven alzó la cabeza y miró a la chica a la cara. Lo que vio le causó una extraña mezcla de sentimientos, por una parte sintió una fuerte descarga eléctrica al ver el labio de Apple mordido de esa forma, el claro sonrojo en sus mejillas y al sentir su respiración agitada. Pero lo que más sintió fue culpa, se odió al ver los enrojecidos ojos de la chica, humedos, de los que salían dos hilos de lágrimas.

En ese momento Raven se dio cuenta de lo que había hecho y lo que había estado apunto de hacer y con cara de horror y sin decir una sola palabra salió corriendo de la habitación.

Hasta aqui el primer capítulo chicuelos, ¿qué os ha parecido? Contadmelo en los reviews y nos vemos en el capítulo siguiente. ¡Chao Pescao!

Bisu! (^3^)

Yomi.