Disclaimer: No soy dueña de Yuri on ice. Pertenece Kubo-sensei. Solo lo utilizo para calmar mi alocada imaginación. Gracias

PROLOGO

"PROBLEMAS"

Barcelona, España.

"No. Lo. Puedo. Creer"

Ese es la linea de pensamiento de Katsuki Yuuri en este preciso momento. Katsuki Yuuri, el ganador más improbable del Grand Prix Final a manos de Victor Nikiforov como su entrenador.

Mientras tanto Yuri Plisenstky miraba desde el podio del segundo lugar a Katsuki Yuuri o como el lo había apodado hace unos meses atrás, cerdito japones. Yuri observaba al japones con detenimiento, algo en el había cambiando desde el entrenamiento de esa misma mañana y el ruso al sumar dos más dos, se dio cuenta. Yuuri estaba más erguido y sus ojos brillando e inquietos, como si estuvieran buscando algo pero que ni ellos sabían que era, hasta su aroma había cambiado, el aroma del cerdito se lo podría describir como una combinación a sal oceánica y a especias pero muy sutil, como lo era normalmente en un Omega sin haber pasado aún su primer celo.

"El muy idiota" pensó el Ruso, el japones no se había dado cuenta. Estaba por pasar su primer celo, eso significaba una cosa, su cuerpo reconocía que su compañero de vida estaba cerca, ahora el hada rusa se preguntaba quien sería el pobre diablo que estaba destinado al cerdo, pero otro pensamiento se cruzo por la cabeza. Victor Maldito Nikiforov. Hace dos días el Ruso de 27 años había declarado en una cena que estaban comprometidos. El hada ruso dirigió su mirada a Victor, preocupado, aunque en el exterior proclamaba odio e irritación por la pareja de idiotas, les tenia cariño, además, las incontables veces que lo vio llorar por desamor, engaños y otros desaires porque sus parejas solo querían la fama y las ventajas que conllevaba ser la pareja del gran Victor Nikiforov. Pero se sorprendió al ver al peliplateado, Victor estaba igual que Yuuri, girando la cabeza por todo el predio, buscando algo, pero de una manera más desesperada que la del cerdo, al menos el hada tenía que reconocer que el japones era más discreto, pero eso era por la naturaleza de cada uno, Victor siempre fue de naturaleza alborotada, siempre tratando de llamar la atención, un efecto secundario de la atención que recibía por sus habilidades mientras que Yuuri, en el poco tiempo que tuvo de convivencia pudo llegar a la conclusión que el cerdito era más tranquilo, sereno y sensato en sus acciones pero eso se debía a su timidez. Yuri tuvo que enfocar sus ojos hacia el entrenador del cerdo, Victor en ese instante había cerrado los ojos y se podía observar como sus fosas nasales se expandían y sus ojos se abrieron de repente y sus manos se apoyaron sobre la pared de la pista, apretando con fuerza, se podía ver como los nudillos resaltaban de los guantes, mirando al ganador del Grand Prix Final, pero no de la manera de un entrenador orgulloso de su estudiante, sino como un depredador hambriento observando con detenimiento a su presa. "Mierda, mierda, mierda"