pre style="word-wrap: break-word; white-space: pre-wrap;"-Yoshikage, hemos dejado mi calle atrás. -Como pudo se apoyó en su brazo medianamente sano para ver a través de la ventanilla como la entrada a la intersección iba quedando atrás sin titubeos por parte del conductor. Josefumi, confundido volvió a dejarse caer sobre el asiento apenas su magullado cuello dolió por el esfuerzo, miro a Kira quien continuaba conduciendo sin intenciones de responder o tan siquiera mirar por el retrovisor para cerciorarse de su "error"; ya sabía lo que pasaría, en cierto punto volvía a elevar los ánimos en Kujo pero al mismo tiempo odiaría sentirse una carga por tanto tiempo, tenía sentimientos encontrados, sabía que luego de un par de días tal vez el ambiente entre ambos se volviera demasiado tenso- La próxima semana tienes planeado zarpar… -murmuró en un tono inocente mientras desviaba su mirada adrede hasta el paisaje borroso.
-No iré –respondió inmutable. Por primera vez despegó su vista del camino para poder mirar al chico que le acompañaba, por fortuna lo encontró distraído y no haciendo una mala cara que probablemente le haría sentir culpable.
-No tienes por qué faltar, sabes, tengo mi propia casa. –como quien no quisiera la cosa debía recordárselo, eran muy unidos, contaban siempre con el otro, pero él mismo se sentía en la necesidad de imponer algún limite, este hecho desafortunado debía afectarle solo a él, estaba vivo, estaba completo, de cualquier otra cosa se encargaría el resto- Estoy seguro que podré valerme por mi mismo. –Intentando no retractarse tomó una bocanada de aire, solo llenar su pecho de improvisto de esa manera resulto un poco doloroso para sus costillas; sintió la mirada del hombre sobre él apenas un leve quejido escapó de él- Estaré bien –replicó.
-Te propongo una manera de decidirlo. –Apenas la resolución de una propuesta quedó expuesta ambas miradas se cruzaron al instante manteniéndose apenas un segundo antes de que Kira, quien debía cuidar del camino volviera a clavar su vista en este- Al llegar, bajaré y pondré la silla de ruedas a tu disposición. Si logras sentarte en ella sin caer te llevaré de inmediato de vuelta a tu casa.

Pero no podía hacerlo, aún con la silla situada a su disposición tal y como Kira lo había propuesto, no podía hacerlo, se tambaleaba solo intentándolo, solo sacar su brazo y alcanzar un extremo de la silla había resultado agobiante, lo era aún mas sentir la mirada del mayor sobre él, tan soberbia, tan serena, estaba siendo observado mientras fallaba. Claro que no se dejaría mostrarse tan afectado por algo como esto, hacía alguna broma casual acerca del estado de su brazo buscando aminorar la carga en el ambiente que les separaba a ambos, no obstante Yoshikage permanecía inmóvil e inmutable, nada cambiaba en él ¿realmente anhelaba verle fallar en eso? Odiaba sentirse necesitado de ayuda, odiaba sentir que con cada día que pasaba le debía más y más a ese peculiar hombre.

-Puedo hacerlo –Replicó exasperado, perdiendo al instante todo deje de buena actitud y seguridad, de hecho aquella afirmación se había escuchado mas como una resignación.
Kira mantuvo silencio, sus cejas apenas y se elevaron cuando el chico dio su "impulso final" así le había llamado desde un principio, resultó ser un intento bastante patético por escapar del auto. Acabó cayendo del auto sobre su hombro mal logrado; quedó desparramado sobre el suelo como si el automóvil acabase de pasarle por encima.
Totalmente indignado alzó su vista hacia Yoshikage quien desde la altura podía apreciarse aun sus expresiones anhelantes de un buen intento, sin embargo ya no había nada más para dar. Josefumi dejó escapar un pesado suspiro antes de hundir su rostro también en el pavimento, suponía y era cuestión de tiempo antes de que Kira fuese en su rescate nuevamente, debía lucir patético, vistiendo ropas holgadas, dos extremidades inútiles por el momento, e incluso su cabello era un asco desarreglado en ese momento.

-Lo siento. –murmuró en cuanto escuchó las pisadas del otro aproximándose, odiaba mostrarse en esa forma, en su verdadera forma, odiaba ser y sentirse vulnerable, más con él, con quien le había cuidado por tanto tiempo, con quien estaba seguro haberle causado más de un dolor de cabeza; recién en ese momento caía en cuenta de la estupidez que había hecho en el hospital, ardía de la vergüenza, de la impotencia, tanta impotencia ¿Tan patético había sido? Definitivamente, lo suficiente patético para que Kira se apiadara de él y no se apartara en el acto.
-No hay nadie ahí para ti, Josefumi. – Pasó uno de sus brazos por debajo de uno de los hombros del chico ayudándole lentamente a ponerse sobre su único pie disponible por el momento. Josefumi lo sabía, no era estúpido, o al menos no tanto como estaba seguro de que los demás lo percibían, sabía que en ese lugar que llamaba falsamente hogar no había nada para él, solo un colchón húmedo, pero eso podría tenerlo en cualquier otro lugar; había sido abandonado desde siempre, por todo y por todos.
-Solo quedas tú –murmuró sin ninguna convicción, con el pensamiento en su aturdida mente de que al día siguiente podría ser abandonado también por él sin problemas, por el hombre que idolatraba ciegamente. "¿Por qué haces todo esto por mi?" Era el pensamiento más recurrente del chico justo antes de dormir cada noche. Un hombre con grados y trabajos prestigiosos y exitosos ¿Qué provecho sacaba de un adolescente como él? No había ninguna responsabilidad inducida, no había nada "¿Entonces por qué?" Se preguntaba mientras sin haberlo notado se hallaba sumido en el inmenso mar que representaba la mirada oscura de aquellos ojos, los cuales brillaban en un halo que jamás había podido apreciar antes, como si el propio Yoshikage acabase de sentirse revelado.
-No. –replicó con total convencimiento- Estamos solos, tu y yo.

Nunca el camino desde la entrada hasta el sofá de la sala le había resultado tan largo e interminable, Kira había insistido en llevarle por si mismo sirviendo de apoyo para el chico, se detenían a cada bocanada de aire que Josefumi debía tomar. "¿Estás bien?" Era lo que siempre preguntaba y Josefumi se sentía un inútil al deber responder que sí. Le dejó finalmente ahí descansando mientras iba por algunas otras cosas al auto, sin más nada por poder hacer, Kujo se limitaba a detallar (mas de lo que ya había hecho con anterioridad) las pertenencias del mayor, la verdad era que su hogar lucía siempre impecable hasta que el llegaba y sin notarlo volvía todo un pequeño desorden, el hogar de Kira era bastante peculiar, de hecho, todo en ese hombre lo era, le resultaba más que intrigante, suponía y debían parecer un chiste, ellos dos, tan opuestos y tan unidos.

Perdió la vista en la réplica de la Mona Lisa frente a él, Yoshikage solía admirarle con bastante frecuencia y aunque Josefumi no supiese demasiado de arte intentaba descifrar que era lo que al otro le intrigaba, sospechaba y serían sus manos, pues justo bajo ella yacían dos esculturas hechas a molde de las propias manos del hombre, si, así de excéntrico era, era todo un narcisista perfeccionista obsesivo, pero en cierta medida le entendía, pues sus manos eran realmente hermosas y haciendo la comparación, nada tenían para envidiarle a las manos del recuadro.

Había preparado sopa una vez más, como siempre, y a diferencia de las anteriores esta sabía mucho mejor, suponía y esto se debería al hecho de que Kira se la daba directamente a la boca mientras le mantenía recostado en su propia cama, Josefumi no podía disimular su rostro gustoso que Yoshikage de vez en cuando observaba a ojos entrecerrados. Sentía que su relación iba haciéndose más profunda, que esto realmente les unía mas de lo que hubiese imaginado aunque el ambiente seguía algo tenso entre ellos, Kujo sabía muy bien de que se trataba, un asunto inconcluso que jamás habían optado por conversar.

-Yoshikage… -comenzó luego de algunos suspiros, dejó al otro con la cuchara tendida en el aire, atento y ansioso a lo que fuese que tuviera por decir. Ciertamente no existía algo como un momento "oportuno" para hablar de esa situación- aquella noche… en el hospit-
-¿Fue tu primera vez cierto? –interrumpió de improvisto casi arrancándole un alarido al ya sonrojado Josefumi, le miraba incrédulo por ser capaz de llegar a esa conclusión tan abruptamente, aunque cierta de todas maneras. Yoshikage sin embargo le miraba bastante sereno, sin ningún deje de entusiasmo.

"¿Cómo podría tenerlo?" se reprochaba a sí mismo por vivir siempre en una nube. Desvió la mirada a algún otro lugar distante antes de continuar, simplemente no soportaba verse rechazado por mas infantil que se sintiese.

-Lo siento. –prosiguió- Supongo que estaba muy drogado –se encogió levemente de hombros queriendo convencerse de eso así mismo.
-No lo suficiente, aun lo recuerdas. –su intención no era reprocharle, por el contrario, buscaba alivianar lo que fuese que Josefumi sintiese, Kira sabía muy bien cuan frágil podía llegar a ser así no se mostrase de esa manera, dejándose ver siempre tan enérgico y dispuesto lograría engañar a los demás, pero no a él, nunca a él, lo conocía al derecho y al revés luego de todo- No fue tan malo, si eso es lo que te aqueja –intentó bromear un poco quitándole importancia a algo a lo que a él mismo le había causado estragos en todo su ser.

Acababa de refrescar una cucharada para llevarla también a los labios del joven, pero una mano algo temblorosa se situó sobre la suya obligándole a detenerse en el acto. Josefumi lucía abatido y avergonzado, con algo que decir justo en la punta de su lengua mientras sus labios entre abiertos le incitaban a hacerlo, pero nada escapaba, nada decía. Kira suspiró resignado dejando el plato a un lado en la mesa, sabía que este tema eventualmente sería tocado,

-Josefumi, podemos hablar de esto en cualquier otro momento, ahora vives bajo mi techo, realmente cualquier otro momento estará bien.
Pero Josefumi estaba cansado de siempre esperar, siempre esperando casi se le había ido la vida, eso había sido lo que realmente le había llevado a actuar tan impulsivamente, haberse ido como un cobarde, como alguien incapaz de expresar lo que realmente sentía, como un borrego que solo seguía la corriente que le convenía en el momento. Yoshikage luciendo siempre tan comprensivo y estoico ¿Acaso no tenia sentimientos? ¿Carecía de eso? De ser así ¿No comprendía entonces que el mismo si los tenía? La frustración se descargaba a través de su mano apretando la muñeca del hombre. Si, había sido su primera vez, con todo el destello que desprendía Kira había sido incapaz de mirar en alguna otra dirección, era frustrante, era abrumante, estar encandilado por alguien como él, alguien que podía retenerle sin cadenas, y peor todavía, volverle adicto sin ser retribuido.

Su pecho se hallaba en un hueco, sentía que esa parte de él faltaba y con esta, por supuesto, fallaba su respiración, aun se aferraba a Kira con la vista clavada en el agarre al que le sometía, quería detenerse, no verse de esa manera. Él no tenía nada por exigir, había obtenido de ese hombre cosas que jamás debió haber obtenido y aún así, se sentía con el derecho de exigir siempre más, como si fuese una mina inagotable de suplementos para las carencias que padecía en el fondo de su corazón.

-Lo siento, Josefumi –el aludido alzó su vista para encontrarse con unos ojos que jamás había visto, tan cálidos y llenos de compasión, jamás se habría imaginado que aquel hombre fuese capaz de denotar tanto en una de sus siempre frías miradas.- No sé como… como responder…
-No me mires así –suplicó interviniendo, no soportaba ser visto de esa manera, no por él, lo que menos deseaba era ser merecedor de su lastima, por mucho tiempo se había sentido alguien relevante solo con él, solo con él había logrado sentirse a gusto, encajando en algún lugar como un igual- ¿Acaso fue así como me miraste al verme llegar al hospital?
-No. No me importabas en lo mas mínimo cuando vi tu cuerpo atravesando las puertas del hospital –Josefumi frunció su entrecejo en total desconcierto, ante esa confesión, sinceramente hubiera preferido siéndose visto con lastima antes de con indiferencia. Sin embargo Kira posó su otra mano sobre la del chico, intentando tranquilizarle entre unas muy suaves caricias.- sinceramente eras un incordio, no por algo en especifico, todo para mí lo era a esa edad ¿Podrías creerlo? Yo solo quería ir con mi madre a ver la función del Titanic, y ahí estabas tú, estorbando. –Los ojos de Josefumi se desorbitaban ante la confesión, el no sabía nada de ese día, jamás lo habían conversado antes, el mismo no quería recordarlo, luchaba por no recordar la mirada de su madre abandonándolo a su suerte.
-¿Es… cierto…? ¿Es cierto todo esto..? –Su voz se quebraba y su cuerpo comenzaba a estremecerse por completo, emociones reprimidas durante años comenzaban a filtrarse hasta la superficie ¿Por qué ahora? Intentó apartar su mano pero Kira la retuvo con más firmeza, solo intentaba escapar de todo ello, solo hallar una salida a tantas cosas que no estaba preparado para afrontar, quería huir lejos de ese lugar y lejos de ese hombre, pero era imposible, irónicamente se encontraba postrado junto a él.- Tú, eventualmente… también me abandonarás. –Su voz, quebrada sin remedio, solo daba paso a las lagrimas contra las cuales luchaba, gimotear dolía, solo sentir como sus ojos se llenaban de lagrimas dolían en su cuerpo y en su orgullo.
-Es cierto –Respondió incrementando el estado de desasosiego del otro, se encontraba hundido en sí mismo, como si acabase de ser abandonado por el mundo entero.- Pero de igual manera debí hacerlo ¿Sabes? Solo para procurarle un agrado a mi madre –Murmuró mientras tomaba el valor para llevar una de sus manos y posarla sobre una de las mejillas del afectado chico, apenas entró en contacto con su mejilla este retrocedió instintivamente hundiendo aun mas su cabeza entre sus hombros, mordía notoriamente su labio inferior intentando evitar desplomarse ahí mismo.- Pero ya no hay nadie que me obligue a hacerlo. Mi madre me ha dado muchas cosas Josefumi, regalos y lecciones de vida. –Nuevamente intentó tocarle, esta vez mas decidido, sin darle oportunidad a retroceder, Kujo solo giró un poco su rostro mientras su pecho subía y bajaba violentamente.

Yoshikage abandonó su asiento yendo al encuentro con el chico, sujetó su rostro entre ambas manos manteniéndole inmóvil cuando juntó su frente con la del menor, clavaba su vista en aquellos ojos tan aturdidos y lastimados. Intentaba transmitirle calma aunque bien sabía el caos que debía ser su mente en ese momento.

-Ese día aprendí una gran lección –prosiguió- y en recompensa te obtuve a ti y a todo lo que representas. –Josefumi no sabía si quiera qué o como responder, su mente era un revoltijo, Kira sin dudas era algo torpe para hacerse entender en estos temas, contrastaba totalmente con su manera habitual de ser, siempre tan directo y claro, ahora se encontraba frente a él intentando hallar la manera correcta de decir las cosas- En ese momento estuve a punto de abandonarte, eras un caso perdido para mí. Pero prometo… -tomó una pausa intentando aclarar sus pensamientos mientras el propio chico había aferrado su mano a una de las del mayor, ansioso por sus palabras- me prometí muy poco tiempo luego de eso, jamás volver a abandonarte. –Josefumi exhaló dejando escapar en ese gran suspiro una gran parte de su carga emocional, como si el hombre a quien recién descubría amar le correspondiera en todo el sentido de la palabra, sabía que no era así, sabía que era solo la euforia del momento, el hecho de sentirse al menos querido por alguien. En ese momento de sinceramiento para ambos, sus miradas compenetraban a la perfección.- Así que, si, Josefumi. La segunda vez que te vi cruzar la puerta de un hospital acostado sobre una camilla, mi rostro y mi sentir era de autentico dolor, estaba aterrado, pensé perderte, que fuera yo el abandonado.

Desfigurar el rostro de Kira haciendo denotar otra cosa que no fuese total indiferencia era sin dudas un merito que solo Josefumi podría atribuirse, solo él lograba sacar a relucir el lado más humano de Kira. Destilaba puro dolor y preocupación, se mantuvieron así por un instante, suponía que el suficiente para calmarse a sí mismo; atrapó a Kira desviando su mirada de manera continua hasta su brazo maltratado; Josefumi en cambio, buscaba aminorar la preocupación restregando su mejilla contra el suave tacto que le ofrecía la mano del hombre.

-Estaré bien. –murmuró en cuanto colocó en respuesta su propia mano sobre la mejilla de Yoshikage, este se estremeció por un momento devolviendo su mirada a la de Kujo, lucia algo desconcertado- Más aún si eres tú quien cuida de mi.

El chico se aproximó tomando la iniciativa, quería besarle, esta vez totalmente lucido y en un lugar donde para Yoshikage sería imposible huir, debían enfrentarse a esto y aclararlo, cualquiera que fuese su respuesta, Josefumi deseaba conocerla, ya se veía tal vez dolido por un posible rechazo, pero no arrepentido, eso jamás, no volvería a estar pendiendo de un hilo con la pregunta dando rondas en su cabeza "¿Qué habría pasado sí…?" Notó como Kira de pronto se tensó al ya no hallar distancia entre ellos pero no hizo nada por apartarse, era una victoria casi segura, no sabía lo que pasaría luego de eso, ni siquiera sabía que sucedería durante el acto, pero cada cosa a su tiempo, lo primordial era hacerlo.

-¿Puedo? –si bien no era secreto para nadie su naturaleza impulsiva, también sabia el mal carácter del otro, como todo debía ser preguntado y concedido, quería evitar que luego de ser correspondido en este beso (que sospechaba que así sería) el otro luego hallara excusas justificándose y culpando al más joven. Acariciaba apenas su mejilla con el pulgar notando como sus labios se entreabrían y sus ojos seguían sumidos en el desconcierto.
-No. –finalmente respondió, en el mismo tono sobrio que habría respondido cualquier otra cosa, así era él, definitivamente ninguna situación merecía ser tratada de distinta manera sin importar las circunstancias para Yoshikage.
Pero continuaba sin apartarse, seguía allí, inclinado sobre el chico con el rostro entre sus manos; parecía que por primera vez el cerebro y el cuerpo de Kira no lograban hacer conexión por completo. Josefumi le tomó sin más dudas, no había nada que cuestionar, las palabras poco importan cuando tus acciones indican lo contrario. Corrió su mano hasta la parte posterior del cuello del hombre obligándole a apegarse a él, justo como había sucedido en el hospital; esta vez Yoshikage no se mantuvo inmóvil solo recibiendo lo que fuese que Kujo tuviese urgencia de brindarle, le sorprendió paseando su lengua por toda la comisura inferior de su boca; el chico sentía que se desvanecería de un momento a otro, claro, después de haberle estallado la cabeza por toda la sangre acumulada en ella, este sí podría considerarlo su primer beso, al menos el correspondido. Intentaba no quedarse atrás, si bien era un inexperto no dejaría que eso le tomase y afectase, quería responderle de la misma manera, con la misma pericia; introdujo su lengua sin vacilaciones en la boca del otro estrellándola de lleno contra los dientes de Yoshikage, totalmente apenado abrió sus ojos encontrándose inmediatamente con una mirada divertida por parte del otro, si, era un crio intentando corresponder a un adulto con quien sabría cuanta experiencia más que él.

Decidió retirarse del campo por el momento, había sido suficiente, bastante corto pero suficiente para él, estaba totalmente avergonzado por su fallido intento de demostrarse a la par al menos en ese asunto, sin embargo Yoshikage no podría tener intenciones más distantes de esas; le sujetó con autoridad llevando ahora él su lengua al encuentro con la del chico, enroscándola con la suya con total naturalidad, como si besar a Josefumi fuese una tarea de todos los días, le chupaba e incitaba a volver a intentarlo, por su lado, Josefumi se encontraba demasiado embelesado con la vista que obtenía de Kira, sus cejas cruzadas y un leve rubor apoderándose de sus pronunciados pómulos, jamás le había visto de esa manera, era un poco estúpido entenderlo justo en ese momento, pero si, el realmente estaba siendo aceptado y mucho más que eso, correspondido, los sentimientos de ambos eran verdaderos aunque fuesen un fracaso al intentar expresarlo en palabras.

En cierto momento Josefumi gimió más allá del placer que sentía, lo hacía de una leve corriente de dolor, Yoshikage le había mordisqueado el labio inferior y ahora se relamía solo por ver la expresión en el rostro del chico, Josefumi se sentía expuesto a esa mirada tan lasciva y fulminante. Como si le faltara la ropa a pesar de llevarla puesta.

-Esto no te conviene, Josefumi. –apenas murmuraba mientras se ganaba sobre su cuerpo quedando sentado sobre su abdomen. El chico se contrajo en el acto a la espera de dolor pero este nunca apareció, Kira sabía ser muy delicado cuando se lo proponía.
-¿Por qué no? –Tartamudeaba intentando asimilar la imagen del hombre sobre su abdomen, como se mantenía erguido mirándole totalmente dominante desde la altura, las contradicciones entre las palabras del hombre y sus acciones opuestas le desconcertaban, no sabía que sentir o pensar, pero los estímulos físicos de manera definitiva le ganaba a todos los demás.
-Apenas sientas tu deuda saldada no te quedará nada más de esto –volvió a inclinarse quedando sobre él, posó solo un casto beso sobre sus labios instantes antes de que Josefumi pensase con que refutar.
-No es cierto –reprochaba mirando determinado los ojos que se encontraban a centímetros de los suyos.- Esto viene… de mucho antes… -admitió bastante avergonzado, más aún cuando no vio ninguna señal de sorpresa en la expresión de Kira.
-Ya lo sabía –suspiró abatido antes de dejar caer su rostro sobre el pecho del chico, aquella noche, en aquel sueño, había anhelado hacer eso, sentirle tan cerca, escuchar como su corazón seguía latiendo- Solo necesitaba escucharlo finalmente de ti. –Ocurrió un extraño silencio entre ambos, Josefumi mantenía su vista en el techo intentando averiguar a donde se dirigía todo esto.
-Yoshikage… -murmuró rompiendo el silencio lo más rápido que pudo hacerlo, no quería que ese momento se desvaneciera, de ocurrir así, sabía que jamás se le presentaría otra oportunidad.- Me gustas, mucho. –intentaba relajarse, no pensar en todo lo que implicaba esa confesión, sabía que Kira debía estar evaluando los latidos de su corazón, no quería parecer tan desesperado o perdido por él.
-Dime por qué. –Inquirió casi de inmediato mirándole desde la comodidad del pecho del chico.- ¿Qué podría gustarte de alguien como yo? Tan soberbio y egocéntrico como aseguras que soy, con hábitos más desagradables que los tuyos según dices siempre.- Parecía ofuscado por algo más que simple intriga, su mirada realmente demandaba una respuesta y Josefumi sabía que de no pensar bien sus palabras echaría todo a perder ¿Estaba siendo acaso Kira inseguro? ¿En realidad eso era algo posible en él? Quizás solo le ponía a prueba.
-Solo yo te conozco, Yoshikage –Intentaba hacerse escuchar tan sincero como en realidad era, estaba convencido de eso, de que nadie más aparte de él le conocía a tanta profundidad. Había conseguido la total atención del hombre.- Conozco todos esos… hábitos que tienes –miraba al techo sin variar la posición de su vista ni un instante, sentía como toda la sangre de pronto se estancaba en sus mejillas, de verle no podría continuar, simplemente permanecía estático entre el colchón y Kira.- Conozco también tus defectos, los que los demás ni siquiera podrían imaginar –se detuvo un momento para tomar otra bocanada de aire- y aun así estoy enamorado de ti… no es una de…
-¿Enamorado? –Interrumpió enseguida arrastrando su cuerpo un poco más arriba sobre el pecho de Josefumi, enredaba ambas manos entre los cabellos del chico impidiendo el escape de su rostro ante la pregunta, se aseguraba de abarcar todo su campo visual.

El otro apenas asintió en respuesta, totalmente atontado por el reciente roce de ambos cuerpos, no sabía cómo Kira era capaz de lograrlo, pero aun sin cambiar sus expresiones de pronto su mirada podía transmitir tantas cosas diferentes, desde antipatía y frialdad, hasta el deseo ferviente que podía notar creciendo a través de ellos.

-¿Puedo… tocarte?
-Hazlo. –más que un permiso concedido era una exigencia.
Titubeante llevó su mano hasta la espalda del hombre buscando ser también quien guiara el beso esta vez, imitaba todo lo anteriormente aprendido pero poco pasó antes de que Yoshikage volviese a estar al mando, no quedaba otra opción, era mejor así, solo debía resignarse y al menos poder disfrutar del momento. Sus besos eran bastantes castos mientras Kira demandaba todo de aquella boca, su lengua, sus labios e incluso sus comisuras, todo lo lamía y disfrutaba cada gemido que ella emitía, halló en cierto punto la erección de Josefumi ya bien formada bajo su propia entrepierna, solo con besarle de esa manera era suficiente para volverle loco.

-Si aquel fue tu primer beso, imagino entonces que esta será también tu primera vez con otra persona. –Volvió a erguirse sobre el chico asegurándose de juntar ambas caderas mientras Josefumi se retorcía ante la sensación, ardía solo de escuchar sus palabras "su primera vez" sí, eso es lo que era, y había fantaseado tantas veces de que ocurriera con Kira que estaba maravillado de que resultara así. Yoshikage se sacó la polera dejando al otro en medio de un suspiro ahogado- toca cuanto quieras.

Le admiraba como si se tratase de una escultura justo sobre él, le tocaba con una delicadeza tal que pareciese que su pálida piel simplemente se quebraría bajo sus caricias, no oponía resistencia en ninguna parte, acariciaba libremente su cuello y paseaba su dedo meñique por el hueco de su clavícula, Yoshikage sereno como siempre se limitaba a observarle entre las penumbras. El mayor llevó ambos pulgares hasta el orillo de la cintura de su pantalón introduciéndoles dentro, estirando de ellos apenas lo suficiente para que Kujo entendiera que estaba permitido tocarle también en esa zona; el chico hacía un esfuerzo enorme por no apresurarse, odiaría verle divirtiéndose con su inexperiencia pero por más que decidiera no apresurarse sus manos actuaban solas, bajaron apenas acariciando aquel abdomen tenuemente marcado, era encantador, tan hermoso que sentía deseos irremediables de arremeter contra él, quizás si no se encontrase en ese estado lo habría hecho sin pensarlo tanto, por el momento no quedaba otra opción que luchar con la erección que dolía contra su pantalón.

-Por favor, tócame también –Había llegado hasta su pantalón, liberaba el botón y la bragueta del hombre con solo un par de dedos, esperaba pronto sentir las manos de Yoshikage sobre él pero nada sucedía, miró hacia arriba una vez más en busca de alguna respuesta, tal vez a Kira todo esto no le ponía de la misma manera.
-No. –siempre tan decidido a demostrar su negativa. Josefumi estuvo a punto de retirar su mano, quizá había mal entendido todo el asunto o de lleno aquel hombre solo jugaba con su paciencia.- Acabarías enseguida –se explicó.
-¡¿Qué?! –Frunció el entrecejo y también sus labios en una mueca de disgusto ante semejante acusación. Podría ser la primera vez que mantuviese un encuentro de ese tipo, pero definitivamente no sería la primera vez que su miembro fuese atendido.- Lo he hecho muchas veces –Casi se lo gritó a la cara, como si fuese la prueba suficiente para mantener el orgullo que el otro de pronto parecía querer derrumbar.
-¿ah si? –Alzó una ceja mientras una sonrisa ladina se dibujaba entre sus labios. Josefumi habría preferido que se lo tragara la tierra antes de tener que soportar esa mirada tan arrogante sobre él. Sentía que su rostro se incendiaba- entonces no habrá problemas en confiar que hagas bien tu trabajo.

Decidido bajó el pantalón del hombre de un solo manotón hasta la mitad de sus muslos, dejando a la vista su ropa interior oscura, solo instantes atrás nada parecía alzarse entra ambas piernas pero ahora definitivamente algo ahí había, le avergonzaba no poder tener el mismo autocontrol. Tomó el miembro sin vacilaciones encontrándose aún bajo la tela. Kira no denotaba ningún cambio en su expresión, miraba la obra pero no parecía afectado por lo que acontecía, Josefumi prefería consolarse pensando que Yoshikage era de esos hombres de poco escándalo.

Retiró la ropa interior apenas lo suficiente para que la erección comenzara a alzarse fuera de esta, dejándola al descubierto en su totalidad, jamás había visto el miembro de otro hombre de esa manera. Estaba totalmente erecto y era por él, le estimulaba el simple hecho de recordarlo; le tomó con cuidado, apenas acariciando toda la longitud con dos de sus dedos mientras su pulgar comenzaba a presionar la punta sintiendo el liquido pre seminal que recién comenzaba a salir, acariciaba de arriba abajo una y otra vez, era demasiado suave al tacto, temía hacerle daño a aquella piel tan fina, podía sentir incluso bajo ella las venas recién hinchadas. Un suspiro escapó de los labios de Kira e inmediatamente Josefumi elevó su mirada entusiasta para poder verle, si, había suspirado, sus labios entreabiertos le delataban junto a esa mirada definitivamente más interesada en lo sucedido. Yoshikage tomó la mano de Kujo llevándole a cerrarla en torno a su eje y moverla con más firmeza y seguridad, cada vez que aquella erección ajena palpitaba, Josefumi podía sentir como la suya dolía cada vez más, urgía por ser atendida y lo habría hecho él mismo de tener su otra mano a disposición, se negaba a volver a pedirlo, debía tener ya su ropa interior con una notoria mancha de pre. Los movimientos de su mano se volvieron erráticos en cuanto sintió la necesidad de retorcerse por el dolor y la necesidad, era insólito, ni siquiera le habían tocado y ya sentía la imperiosa necesidad de acabar, Yoshikage tenía razón, esto era totalmente distinto a hacerse una rápida oculto en el baño, esto demandaba el 100% de sus sentidos; intentaba poner su mente en blanco e incluso pensar en algo medianamente desagradable para poder volver a concentrarse en brindar de placer al hombre sobre él, bombeaba con prisa llegando con violencia hasta la base y luego una vez más hasta la punta, todo su puño estaba ocupado en el acto pero aun de esa manera el miembro del otro comenzaba a desfallecer lentamente.

Le miró como un cachorro perdido, transmitía con su mirada la incertidumbre en la que se encontraba sumido, no quería decepcionarle en algo así, era frustrante, definitivamente había sido un error si quiera pensarse a la par con Yoshikage en algún asunto, muchísimo menos en algo como esto. Para su terror el hombre le miraba desaprobatoriamente despegándose un poco de su cadera.
-No, espera. –Le retuvo de inmediato tomándole de la cadera e incitándole a volver a sentarse- sé que no soy bueno pero… puedo mejorar –la exasperación se notaba en cada una de sus palabras y la manera en que las arrastraba.
-No eres malo, Josefumi. –suspiró divertido por las conclusiones del chico, le resultaba tan dependiente como cada día que compartían juntos, ya resultaba extraño no hallar esa mirada luego de un rato. Una vez más alzó sus caderas y retrocedió un poco haciéndose espacio para desabrochar los pantalones del chico.- solo te falta práctica. Solo de ver lo que ocurría, el menor podía sentir como todo su cuerpo comenzaba a tensarse totalmente ansioso y anhelante, deseaba eso, sería mejor si era él quien le tocaba, ya no dudaba en que acabaría rápido, solo esperaba que no resultase patético la brevedad con la que podría ocurrir. Apoyándose de su brazo logró alzar un poco la parte inferior de su torso permitiéndole a Kira bajar sus pantalones y ropa interior de un solo tirón, bajo aquella escases de claridad podía aun afirmar que su pene no lucia ni la mitad de estilizado que el de Yoshikage, no era de extrañar, todo en la apariencia de ese hombre era impecable y acorde con el resto. Sin embargo Kira no lucía tan desanimado como Josefumi, por el contrario, se relamía gustoso de la vista; le tomó con pericia entre cuatro de sus dedos con solo el meñique extendido empujando cuanto pudiese hasta la base.

-¡Dios! –Exclamó Josefumi arqueando la espalda cuanto el dolor se lo permitía, debió apretar fuerte sus parpados y comenzar a reprimir todo lo que sentía, sabía que acabaría pronto de seguir así.
-Te enseñaré como se hace. –Dicho esto llevó la misma mano con la que le había acariciado hasta su boca, introduciendo en ella los cuatro dedos al mismo tiempo. Josefumi alcanzó a mirar lo que consideraba una escena levemente grotesca y aún así tan excitante, podía ver como la lengua de Kira se paseaba libremente por cada uno de los espacios de entre los dedos asegurándose de humedecer todo, acabado eso se dio algunas lamidas más en la palma manteniendo la vista fija en la de Josefumi.

Nuevamente la sensación ahora húmeda de aquella mano tan suave sobre él acabaría por enloquecerle, subía y bajaba en torno a él con tanta facilidad, como si no fuese la primera vez que se lo hacía. Yoshikage bombeaba la erección alternando el ritmo y velocidad, siempre al llegar a la base giraba su muñeca arrancando alaridos por parte del chico, esos escandalosos gemidos fueron todo lo que Kira necesitó para volver a formar su erección, sabía que Kujo no resistiría demasiado, la manera en que la mano del chico se agarrotaba sobre la sabana le delataba, se retorcía y contraía cuanto podía con su rostro fruncido entre tanto placer.

Se ganó sobre él juntando ambos miembros y reteniéndoles en una de sus manos provocando un leve roce al mínimo movimiento de sus caderas.

-¡ngh! ¡No! –Simplemente era demasiado para él tener a Yoshikage de esa forma encima de él, provocándose placer de esa manera- ¡Yoshikage! –suplicaba entrecerrando sus ojos e intentando ocultar su rostro del otro.
-Haz silencio, Josefumi. Las paredes son delgadas –No mentía, probablemente al otro lado podrían ser escuchados pero no era eso lo que quería evitar, solo quería ver al chico mordiéndose el labio una vez más, y así ocurría, Josefumi sentía que dejaría marca.

Comenzó una vez más a estimular no solo con sus manos sino también con el movimiento de ambos cuerpos; como podía Josefumi también se había unido al vaivén de una manera algo torpe debido a su condición, el propio Kira se hallaba suspirando y dejando escapar uno que otro quejido cerca del oído del chico mientras aprovechaba de besar el largo de todo su cuello, se tomaba el atrevimiento incluso de dejar sobre su clavícula pequeñas marcas entre sus besos, él realmente había esperado demasiado por un momento así, negarlo por mera moral suponía estaba bien, se había reprimido tanto para no hacer nada como esto con Josefumi, sin embargo habían acabado irremediablemente en la cama, y sumado a eso, recién confesados.

Era de él, siempre lo había sido pero ahora lo reafirmaba, ahora tenía la total certeza, a pesar de todas las inseguridades que pudiese sentir el chico, era él quien no se sentía suficiente, incapaz de poder satisfacer todo lo que el otro necesitara, demasiado inexpresivo para alguien que demandaba tanto de él cada día, no le molestaba, por el contrario, no se imaginaba vivir sin esa mirada de cachorro sobre él, sin los abrazos por las noches y esas miradas conspirativas que se lanzaban entre ambos, era el único que podía arrancar semejante tontería en Yoshikage, y ahora le tenía, vivo, prontamente sano y totalmente dispuesto a lo poco que podía darle pero que le entregaría con gusto.

Hundió su lengua tras la oreja del chico provocando otro gemido desesperado, esta vez el chico buscaba su boca angustiado y dispuesto a acabar en cualquier momento, como fuese estaba bien, ya no le interesaba su "racha" ni quedar como un primerizo, solo deseaba que Yoshikage le llevara a la cúspide de todo lo que alcanzaba a sentir.

-Si no estuvieses en esa condición… -susurraba junto a su oído presionando aún más ambos miembros uno contra otro mientras sus caderas se movían más insistentemente, podía sentir como el calor y sudor de entre ambos pares de muslos comenzaban a mezclarse- estarías amarrado a la cama. –Josefumi dio un trago largo ante la imagen que se asomó en su mente, encontrándose totalmente tendido y a merced de su compañero, la sola idea de estar totalmente disponible a lo que fuese que Yoshikage planeaba hacerle le excitaba a un punto que no hubiera imaginado- o quizás lo esté yo.

Hasta cuatro hilos de su semilla salpicaron sobre su abdomen y la mano de Yoshikage, esa sola imagen había sido más poderosa que cualquier otra cosa que hubiese podido imaginar por cuenta propia, un Kira totalmente dispuesto para él era más de lo que podía manejar, maldecía por estar incapacitado en ese momento, aun con toda su inexperiencia se habría esforzado de verdad por complacerle a cabalidad, definitivamente esa era una nueva meta a alcanzar. Aun se retorcía entre los espasmos del orgasmo cuando sintió a Kira apresurado sobre él para correrse también, recostaba su frente en la base del cuello del chico solo intentando dejarse arrastrar por un pronto orgasmo.

-Josefumi… -suspiraba- te dije que sería demasiado pronto… -Solo de ver acabar al chico de esa manera tan escandalosa, sentía que de un momento a otro le ocurriría lo mismo.
Aun era muy pronto para que Kujo se repusiera pero intentaría ayudarle, unió también su mano al embiste siendo ahora dos quienes se movían a ritmos diferentes sobre la erección de Yoshikage, este no decía nada, ni siquiera daba a asomar su rostro, Josefumi podía sentir como todo el sudor de la frente de aquél hombre bajaba rodando hasta su pecho. Era un encanto viéndose tan vulnerable suspirando sobre su pecho, esto no era más que una manera de descargar las frustraciones que ambos tenían acumuladas, deseaba fervientemente hacer el amor con Yoshikage a la brevedad posible, quería colmarle de besos y hacerle sentir verdaderamente amado tal cual era, las diferencias de edades no importaban, estaba seguro de que Kira pediría discreción ante toda esa situación, pero a puertas cerradas procuraría hacerle olvidar todas las preocupaciones del exterior ajeno a ellos.

-Te amo, Yoshikage –Si fue un pensamiento o si realmente salió de su boca, Josefumi no estaba seguro de ello. Lo que lo confirmó fue el fuerte gemido que escapó del aludido antes de dejarse desparramar también sobre Josefumi.
Miró enfurecido aquel rostro de niño confundido que Kujo mantenía ante la reacción del mayor por aquellas palabras, le habían hecho acabar en el acto, no necesitó nada más, solo sentía como su corazón se colmaba e intentaba escapar por la garganta. Un "lo siento" fue todo lo que Josefumi ofreció esperando no haber llegado demasiado lejos con sus anteriores palabras, ambas cejas cruzadas y sus ojos con aquel extraño brillo como de quien estuviese a punto de llorar le imposibilitaba a Yoshikage ser siquiera severo. No le había molestado lo que había escuchado de sus labios, por el contrario, era una sensación bastante extraña y gratificante a la vez; varias veces le habían asegurado amor pero bien sabía Kira que era algo meramente banal y pasajero, sin embargo, con Josefumi, era una verdadera promesa de amor, le creía y correspondía sin dudas, solo temía por no ser suficiente o con el tiempo irremediablemente acabar aburriéndole. Se consideraba un ser bastante simple, rutinario y aburrido de hecho.

Puso los ojos en blanco en respuesta intentando que el bufido que produjo fuera cargado de exasperación.- Esas cosas no deben decirse por primera vez en la cama –Le comentó en un tono suave antes de dar un beso en su frente y otro más en sus labios. Kujo intentó retenerle para extender la duración de aquel beso tan consolador pero al mayor le asqueaba verle bañado en semen como si nada- Buscaré algo para limpiarte.

-Puedes limpiarme luego –comentó apresurado e insistente.
-No. –hizo una pequeña pausa manteniendo por un segundo su mirada desde la altura- ahora.
No perdió más tiempo y se apartó de encima acomodando su pantalón de inmediato a su lugar, Josefumi hizo un pequeño puchero en resignación, ya no había más que hacer, le hubiera perseguido por la mera necesidad de besarle pero no estaba en condiciones de hacerlo. Kira desapareció apenas un instante volviendo con un paño húmedo entre las manos. El pobre chico aun luchaba por también subir y ajustar su pantalón.

Yoshikage se mantuvo al pie de la cama aguardando por que el otro acabase solo su labor, no planeaba ayudarle en absolutamente cada cosa que debiera hacer, mientras más rápido entendiese que debía valerse por sí mismo, menos tiempo permanecería en cama o en una silla de rueda. Una vez acabado el proceso, Josefumi se dejó recostar nuevamente agotado, le pedía a Kira recostarse a su lado apenas acabara de limpiarle a lo que el hombre respondía solo con una sonrisa y una mirada cálida. El niño definitivamente se derretiría solo mirando los rostros tan amenos que era capaz de producir ese obstinado.

-…Yoshikage.
-¿Hmm? –Levantó apenas su vista para atender al llamado del chico recostado a su lado.
-¿Qué somos ahora? –Le miró de reojo bastante avergonzado por la pregunta, por lo poco que alcanzaba a ver del rostro de Kira, este no comprendía la pregunta- ¿Eres… -Tartamudeaba sintiéndose incapaz de murmurar cierta palabra- …Eres mi pareja ahora? –Sentía que su rostro se incendiaría, nuevamente mordía su labio solo deseando desaparecer un momento o que su corazón estallara, cualquier cosa estaría bien mientras acabara rápido con la ansiedad.
-¿TU pareja? –Preguntó divertido, a Kujo se le desorbitarían los ojos, reía ¿eso que era? ¿Bueno? ¿Malo?- juraba que era yo el posesivo de esta extraña relación. –Alzó un poco su rostro dándole cabida a una de sus manos de servir de soporto, definitivamente debía ver a ese Josefumi tan impaciente y sonrojado.
-¡Cierra la boca! –Masculló desviando su vista en dirección totalmente opuesta a la del hombre a su lado, moría de la vergüenza y el otro pretendía armar un show con su acelerado corazón.

Yoshikage llamó de vuelta su rostro sosteniéndole por el mentón y obligándole a dar la vuelta, se encontró con unos ojos envueltos en falso odio y una mueca bastante divertida y forzada en los labios de Josefumi, le parecía absurdo como con solo hacerle ver tal acto infantil era suficiente para ablandar por completo su corazón. Dio un rápido beso en su mejilla antes de buscar su mano y besarla también entre sus nudillos. Aunque no fuera capaz de confesarlo, no había nada más en ese mundo que añorara en mayor medida que al chico con el compartía cama esa noche.

-Mientras te mantengas leal a mí, seré de exclusividad para ti.

No había sido quizá tan romántico como Josefumi lo hubiese preferido, pero sabía que contadas cosas en esa relación lo serían, conocía la incapacidad del otro por exteriorizar sus verdaderos sentimientos, como su orgullo le ganaba y sobrepasaba todo lo demás, pero no importaba, Kujo se sentía en la certeza de saber sobrellevarlo, sabía que esas palabras y esa mirada tan confiada que ahora Yoshikage le regalaban eran una verdadera petición por querer permanecer a su lado. Y le parecía perfecto, un trato justo que jamás se rompería, pues Josefumi jamás había amado ni amaría a otra persona que no fuese Kira.

/pre