Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto.


Ella y su oscuridad

I. Imperceptible


Ella estaba empezando a despertar del profundo sueño en el que la habían metido. Estaba dentro de un contenedor de vendas malolientes, sintiendo asco y muchas ganas de vomitar, le faltaba el aire puro, su mano derecha buscó a tientas al lado de su pierna del portakunais, intentando sacar uno para liberarse, pero no fue necesario ya que ese vendaje se rompió y sin previo aviso cayó de lleno en el suelo rocoso.

Sintió un terrible dolor en el rostro, aún más en la mandíbula; había caído de frente contra la tierra dura. Se arrodilló inmediatamente para librarse de su encierro, quitando con desesperación todas las vendas que la tocaban. Llevó ambas manos a su boca done tenía los labios pegados, los separó con algo de dolor, se dio cuenta de que en sus dedos había mucha sangre, lo que quería decir que su boca estaba hecha un desastre. Con las mangas sucias de su blusa negra de manga larga se limpió la boca y no pudo ahogar un grito pequeño de dolor. Pensó en curarse a sí misma pero se dio cuenta de que no tenía casi nada de chakra así que se dijo que buscaría un medic-ninja de emergencia.

Se puso en pie y un terrible mareo la invadió tan profundamente que cayó de bruces. De repente empezó a escuchar voces, quejidos, lamentos. Volteó hacia atrás con miedo y cuál fue su sorpresa al darse cuenta que había miles de ninjas cayendo de esas grandes ramas de árbol. Se sintió mejor, al parecer no era la única.

Pequeños flashes empezaron a iluminar brevemente su mente.

Madara. Los kages. El jubi. Monstruo. Sangre. Neji. Naruto. Pelea. Alianza shinobi. Una luna roja. El árbol de chakra. La diosa. Encarcelamiento. Sueño profundo. Ella tenía una cita con Naruto. Y luego todo se volvió blanco. Despertar. Asco. Caída. Dolor. Confusión.

Realidad.

Ahora lo sabía. Estaba en la realidad. Había sido parte de los muchos shinobis que fueron atrapados por el tsukuyomi infinito. Y si ahora estaba a salvo, en su realidad, significaba solo una cosa.

"Naruto-kun ha vencido" pensó con felicidad, sintiendo su corazón cálido, sintiendo que incluso su chakra se incrementaba levemente.

Con fuerza se levantó otra vez, ayudándose con sus manos. Se preguntó dónde estaría Naruto en esos momentos, necesitaba verlo, saber que estaba bien. Caminó torpemente a donde había una conglomeración de ninjas. De repente se iba despejando para permitir que el héroe pasara.

El equipo 7 venía en camino.

Hinata sonrió al ver a Naruto… pero enseguida su sonrisa se desvaneció. Naruto venía cargando el cuerpo muerto de Sasuke Uchiha. A su lado, inamovible como siempre, aparecía Sakura Haruno, y detrás estaba el sensei de ellos; Kakashi Hatake. Los tres cabizbajos, con heridas en sus rostros, con sus miradas algo perdidas y cansadas, vacías.

Hinata iba estorbarles el paso así que se hizo para atrás. Cuando Naruto pasó por un lado de ella, Hinata abrió la boca para decirle algo, pero él ni siquiera reparó en ella, ni él ni ningún miembro del equipo 7. Con tristeza los vio partir, vio sus espaldas, vio sus ropas rotas, era sencillo; estaban destrozados.

Apretó los labios con fuerza para no llorar pero fue inútil, sus ojos empezaron a verse vidriosos y el agua contenida en ellos empezó a arder así que no tuvo más remedio que dejarla escapar. Fue entonces que recordó que ella también estaba destrozada.


-o-


La reconstrucción de la aldea estaba tomando su tiempo. Todos los ninjas y los civiles ayudaban con gran diligencia. Por ahora casi no había misiones para ninguna aldea, al menos ninguna que fuera una real misión shinobi, pues solo se trataba de conseguir recursos materiales para reparar las aldeas o de conseguir víveres. Ninguna aldea estaba cobrando por servicios ahora, todos se estaban auxiliando sin ningún precio.

Los territorios Hyūga no fueron tocados por la mano de la destrucción, así que casi todos sus miembros salían por las mañanas para ver en qué podían ayudar. Hinata era una de ellas y todos la admiraban y le profesaban respeto porque a pesar de que ella no tenía ninguna obligación de salir para ayudar dado que era la princesa Hyūga, a ella parecía preocuparle más que la casa de los Tsubaki continuara sin techo o que aún hubiera escombros por recoger en las calles, que su propio estatus social.

—Hinata-sama, estamos bien ahora, gracias por tu ayuda. ―exclamó la señora Miyu cuando por fin terminaron de poner el techo de su casa ―. Ahora deberías ir a descansar.

—No puedo hacer eso, Tsubaki-san. ―sonrió ―. Buscaré algo más qué hacer.

—Escuché que necesitan personal en el hospital, en el área de recuperación.

—¿En verdad? Entonces iré para allá inmediatamente. Con su permiso.

—Oh, por favor espera, Hinata-sama. Toma, es poco pero al menos te servirá para mantenerte en pie. —musitó la señora entregándole una bola de arroz envuelta en plástico.

Hinata agradeció gentilmente y caminó rumbo al hospital de Konoha mientras se comía el pequeño alimento. Si lo pensaba bien, desde hace dos semanas sabía que Naruto estaba en el hospital y no se atrevía ir a verlo pues sabía que su equipo estaba con él, pero ahora tal vez ya era tiempo de que se reencontrara con ese rubio. Quería verlo desde hace mucho tiempo pero no se atrevía, no se sentía lo suficientemente importante para él.

Su corazón palpitó un poco más fuerte cuanto más se acercaba al hospital.

—El área de recuperación está en el segundo piso, gracias por cooperar. ―Agradeció amablemente una de las enfermeras.

Hinata subió las escaleras al tiempo en que se ponía un gafete sobre su chaqueta lila que decía "Ninja ayudante". En cuanto llegó al piso una enfermera la interceptó.

—Al fin, más gente ayudando. ―vociferó la enfermera como enojada por no recibir más ayudantes ―. Ve al cuarto 14 y cámbiale los vendajes del pecho al paciente y suminístrale este suero. ―habló rápidamente, entregándole una bolsa mediana con suero, manguera, aguja y cinta ―. Cuando termines me buscas para darte más instrucciones.

—Hai. ―respondió Hinata pero antes de que siquiera lo dijera la enfermera ya se había ido a paso veloz. Hinata caminó por uno de los pasillos encontrándose con que todas las puertas estaban descorridas, era normal debido a que el personal médico buscaba ahorrar tiempo para cuidar a los heridos y movilizarse más rápido entre las habitaciones.

"Cuarto 14, cuarto 14" se repetía mentalmente para que no se le olvidara. Cuando encontró esa habitación vio que no había nadie, la cama estaba desarreglada, alguien había dormido allí pero ya se había ido, el cuarto estaba completamente solo. Hinata se sintió más nerviosa aún, tenía que terminar pronto para recibir más instrucciones de la enfermera así que optó por preguntar a los cuartos contiguos del 14 a ver si habían visto al paciente o si sabían quién era.

Fue a la habitación 13, ahí se encontraba Shikamaru durmiendo pacíficamente, mejor no despertarlo así que probó ir a la habitación 15. Caminó lentamente y se disponía a articular un "Disculpe" cuando su voz se secó al instante. Sus ojos se quedaron viendo a esas dos figuras. Como una vez lo pensó Hinata ahí estaba la inamovible Sakura Haruno.

—¡Al fin has despertado! —Lloraba un rubio de ojos azules abrazando el cuello de una Sakura pálida y ojerosa. Había caído en un profundo sueño de cansancio del que no la habían podido despertar con nada. Era natural que colapsara debido a las extenuantes cantidades de chakra a las que su cuerpo fue sometido.

Hinata se quedó como una estatua observándolos. Ellos no la veían, no reparaban en ella, como siempre. Ella tan imperceptible.

—¿Espiando? ―susurró una voz masculina a solo un centímetro de su oído y Hinata saltó tirando todas las cosas al suelo.

El ajetreo hizo que Naruto volteara y viera frente a la puerta a una Hinata sonrojada y detrás de ella estaba un hombre de cabello plateado.

—¿Qué están haciendo aquí, Hinata, Kakashi-sensei? ―preguntó Naruto enojado, mirando a ambos con el ceño fruncido.

"¿Kakashi-sensei?" pensó Hinata y volteó para corroborarlo. Efectivamente Kakashi-sensei estaba detrás de ella. Parecía más un civil que un ninja. Solo traía el pantalón y la camisa de manga larga y la máscara, todo aquello de color negro. Sus pies blancos estaban descalzos.

—Estábamos espiando. ―sonrió Kakashi con aire de bromista.

Hinata abrió grandes los ojos y volvió su vista hacia Naruto.

—¡No! ―gritó Hinata enseguida hecha un manojo de nervios y vergüenza.

—¡Silencio! ―gritó Naruto ―. Vayan a molestar a otra parte. ―reclamó enojado y se levantó para cerrar la puerta en sus narices con fuerza.

Hinata se quedó por un momento quieta como una estatua, sin poder creer que había sido Naruto quien le cerrara la puerta de esa manera a ella. Se arrodilló para recoger con sus manos temblorosas las cosas que se le habían caído al suelo y al mismo tiempo rectificaba su posición.

—Yo no estaba es-espiando, s-solo quería preguntar s-sobre el paciente de la habitación 14. —explicaba entre tartamudeos y sonrojos.

—¿Qué es lo que quieres saber del paciente 14?

—Quiero saber dónde está, n-necesito curarlo y ponerle suero. ―Se levantó finalmente después de recoger todo ―. Con permiso, Kakashi-sensei, t-tengo cosas qué hacer. ―agregó queriendo desaparecer lo más rápido posible de ahí así que caminó a paso veloz por el pasillo.

—Hinata-chan, me temo que yo soy el paciente de la habitación 14. ―exclamó con voz divertida.

Hinata se detuvo en seco al escucharlo y cerró con fuerza los ojos creyendo que solo se trataba de un mal sueño pero cuando los abrió seguía donde mismo y con su típica y maldita suerte que siempre la ponía en vergüenza. "¿Por qué?" gimió en su mente y se obligó a dar media vuelta para estar de frente con Kakashi, él lucía divertido y fresco jugando con ella.

Hinata puso la mejor sonrisa que pudo que en realidad era más bien una extraña mueca que decía ¿Por qué tengo que estar aquí?

—Andando, andando, que mis pectorales necesitan de tus cuidados. ―Se mofó de ella entrando en la habitación.

Hinata en ese momento era simple y sencillamente un tomate mareado. Sabía que ese hombre no le iba a dejar la tarea tan fácil. Lo conocía un poco, tuvo un par de misiones con él y era del tipo bromista.

—Permíteme desnudarme. ―especificó el peliplata.

"¿Por qué lo tiene que decir de esa manera?" se quejó Hinata internamente volteándose a otra parte para no verlo. No entendía por qué estaba jugando con ella, no eran cercanos, no habían cruzado palabras más que las estrictamente necesarias cuando estaban en misión, entonces, ¿por qué ahora?

—Ay, vamos Hinata-chan, solo me estoy quitando la camisa. Además, en algún momento vas a tener qué voltear.

Hinata intentó ignorarlo y mantenerse en calma así que prefirió concentrarse en otra cosa. Recordó la manera en que Naruto se había enojado con ellos y tenía todo el derecho de hacerlo, qué tonta había sido, se había quedado embobada viendo a su Naruto-kun abrazando a Sakura, llorando por ella, en vez de haberse ido inmediatamente, era por demás obvio que Naruto se molestara al ser visto en ese momento tan íntimo. Seguramente él la estaría odiando.

—He dicho que ya estoy listo. ―Escuchó tras su espalda y se giró asustada. Tenía a ese hombre a escasos centímetros. Lo había visto de lejos anteriormente y no le había parecido tan alto, pero ahora era diferente, tuvo que alzar su cabeza para ser capaz de sostenerle la mirada y se sintió pequeña e indefensa ante la altura de Kakashi.

—B-Bien, sien-siéntese, por favor. ―Kakashi obedeció y se alejó de ella para sentarse en la cama, dejando que Hinata lanzara un suspiro de alivio. Había tenido a Kakashi-sensei muy cerca de ella, esa era la segunda vez.

O Kakashi no estaba respetando su espacio personal, o ella era una paranoica.

Se acordó de la enfermera estricta que de seguro la estaría esperando para darle más órdenes así que mejor se apresuró a poner todas las cosas en la mesita de luz que estaba colocada al lado de la cama. Ahí mismo había una botella con antiséptico y algunas gasas para limpiar.

Hinata volvió con Kakashi. Tenía todo el pecho vendado y ella buscó el inicio de la venda para empezar a quitarla. Gracias al cielo por el resto de la tarea Kakashi no habló para nada, se mantuvo serio y tranquilo, dejando que ella hiciera su trabajo. Una vez que terminó de quitarle el vendaje Hinata se sorprendió de la herida de Kakashi, incluso sin darse cuenta se quedó viéndola con asombro, era una herida en forma de X sobre el pecho, una herida que según por la profundidad que podía ver Hinata nunca iba a desaparecer del todo. La cicatriz iba a quedar muy marcada. Hinata se sintió cohibida al darse cuenta de la manera en que se había quedado viendo el pecho del mayor y cuál fue su sorpresa que al levantar la mirada se encontró con los ojos negros de Kakashi observándola fijamente y sonriendo de medio lado. Hinata dio un respingo y bajó la mirada enseguida al tiempo en que se apresuraba a tomar el antiséptico y una gasa para limpiarle la herida, intentando no caer en una crisis nerviosa o que su sonrojo se elevara a niveles insospechados.

"¡¿Qué estoy haciendo?!" se escandalizó Hinata mentalmente.

—Lo siento si arde un poco. ―Advirtió ella. Él le dijo que no se preocupara.

Una vez terminado eso, tomó el rollo de venda y empezó a despegarlo y vendar de nuevo a Kakashi. Tomó el inicio de la venda y lo puso sobre una costilla de Kakashi.

—Detenga aquí, por favor. ―Pidió amablemente. Kakashi obedeció mientras ella llevaba el rollo del vendaje por detrás de la espalda de él. Kakashi sintió que de repente las manos de ella le rozaban la piel y observó su rostro en busca de un sonrojo, pero buscó en vano pues Hinata no estaba para nada sonrojada, al contrario, lucía concentrada en su tarea. Kakashi volvió a sonreír de medio lado ―. Listo. ―exclamó satisfecha por su impecable trabajo ―. Por favor recuéstese, tengo que administrarle el suero.

Kakashi volvió a obedecer. Mientras Hinata preparaba todo, Kakashi veía el techo blanco del cuarto con actitud pensativa.

—Me preguntaba… ―Empezó a hablar el sensei ―, por qué no habías venido a visitar a Naruto en el hospital. Salió hace tres días, aunque se ha quedado aquí por Sakura.

Aquella pregunta la tomó totalmente desprevenida y se cuestionó si debía responderla. Si se ponía lista, aquello resultaba más bien un pensamiento en voz alta, un comentario simple, pero aun así quiso contestar.

—Yo… no quería molestarlo con mis problemas en su recuperación. Además, es-estaba ocupada. ―respondió sin voltearlo a ver, preparando la aguja.

—Él nunca preguntó por ti. ―declaró aun mirando el color blanco del techo, Hinata bajó su mirada al suelo, deteniendo su labor por un momento ―. Estaba muy preocupado por Sakura, ella se puso muy mal por una semana. Su cuerpo estaba rechazando los medicamentos y el chakra curativo de Shizune. Al parecer Sakura desarrolló una especie de barrera de chakra que expulsa todo lo que para ella representaba un posible peligro, y como estaba dormida ella no sabía qué era peligroso y qué no.

—Comprendo.

Hinata se reprendió por dejar que eso le afectase y continuó con su labor. Tomó el catéter y lo introdujo en la vena de Kakashi, después el suero.

—Está todo listo, Kakashi-sensei. —Caminó hacia la salida.

—Gracias por tu ayuda, Hinata-chan. —Le dijo antes de que se fuera.

Hinata se detuvo sin voltear a verlo y con una voz seria y un tanto triste agregó:

—Gracias por su sinceridad.

Después se fue de allí, siguiendo su camino.

Kakashi se sintió un poco mal, tal vez no debería haber dicho aquello. Pero era la verdad, mejor que esa chica se hiciera a la idea. La verdad dolorosa siempre era mejor que una mentira agradable.


-o-


"— ¿Qué están haciendo aquí, Hinata, Kakashi-sensei? ―preguntó Naruto enojado, mirando a ambos con el ceño fruncido."

Recordar esa mirada de él para ella en verdad la hacía pensar en cosas muy negativas. Él había llorado por ella, ¡Por Sakura! Por más que Hinata quería recordar alguna vez en que Sakura haya salvado a Naruto, no lo lograba. Como buena persona que era Hinata, quería justificarla, pero no encontraba cómo, solo encontraba coraje y confusión.

"— ¡Al fin has despertado! ―Lloraba un rubio de ojos azules abrazando el cuello de una Sakura."

¿Por qué? ¿Por qué Naruto nunca podía verla a ella? ¿Por qué siempre a Sakura? ¿Por qué siempre era Sakura? Sakura esto, Sakura lo otro. Siempre la inamovible Sakura Haruno.

Transitaba por un pasillo algo solitario cuando se detuvo de inmediato al darse cuenta de que estaba llorando. Se apresuró a limpiar sus lágrimas antes de que alguien la viera, no quería preocupar a nadie, además tenía trabajo qué hacer.

Dio un par de pasos más pero no lo soportó, sus ojos volvieron a llorar.

"— Él nunca preguntó por ti".

—Ya basta. —declaró con voz trémula y débil mientras se limpiaba las lágrimas con desesperación.

De repente un pensamiento oscuro pasó por su mente.

"Nunca serás nada para él… ni para nadie".


¡Hola, KakaHinistas!

Heme aquí 7 de diciembre del 2016 con un nuevo fic que tenía empolvado en mi ordenador desde el 2015. He decidido sacarlo a la luz porque ya tengo seis capítulos escritos desde hace mucho, y tal vez la presión y los reviews me hagan terminarlo. Como pudieron darse cuenta, éste fic nació cuando el manga de Naruto aún estaba en continuación, y cuando algunos (me cuento) pensaban que Naruto o Sasuke iban a morir. Yo hacía mis apuestas por Sasuke muerto en aquellos lejanos tiempos, jaja, así que espero que se puedan ambientar un poco a este… no sé si llamarlo, What If.

Sin más, espero que les agrade éste escrito. Tengo 6 capítulos terminados por lo que empezaré actualizando continuamente. Por cierto, sobre mis otros fics, no los dejaré, ya tengo avanzados los próximos capítulos. Si se quedan conmigo en esta kakahina aventura, bienvenidos sean.

Adiós, corazón.


Nos leemos luego… si tú quieres.