¡Hola!

Volví a tardar muchísimo y lo siento, pero lo bueno es que he vuelto.

Agradezco a todas las que me han enviado sus buenos deseos y se han preocupado por mi, tanto por mi ausencia como por mi vida privada.

¡Les mando un beso grande a todas! :* De verdad que les tengo un cariño especial aunque no las conozca, espero que cada una de ustedes esté de maravilla.

Ahora, como he dicho anteriormente, el último capítulo marcó el inicio de un giro en la historia, así que espero que todas estén igual de emocionadas como yo. Sé que algunas ya han leido la historia original y saben que pasará, pero no está de más revivirla jaja :) Y las que no, que sé que son mayoría, espero que lo disfruten muchísimo.

Muchísimas gracias por el apoyo, por cada review y favorite, y aunque me tome hasta el año 3021 traduciré y publicaré cada capítulo hasta el final.

¡A LEER!


Capítulo 13. Rosa y Azul

¿Hermione quería actuar como una pareja divorciada normal? De acuerdo. Eso era exactamente lo que Draco le había dado.

Cassie había regresado a casa ese lunes, y Draco pasó tiempo con ella, Lyra y Scorpius todos juntos ahora que la escuela había terminado para todos. Sin su madre. Eran sólo él y los niños. Un desayuno por aquí. Ir de compras por allá. Un juego de Quidditch. Pasaron la Noche Buena con él, y todos regresaron a casa al siguiente día con pilas de regalos. Ninguno era para Hermione, aunque él de hecho, sí le había comprado uno el mes pasado y que ahora reposaba en un cajón cerrado con llave en su estudio. No era como si importara. Él tampoco recibió uno de ella. A pesar de ello, Draco la pasó muy bien, de verdad, pero le dolía en el interior ver las miradas en los rostros de sus hijos. Ellos preguntaron, sin falta, por qué mamá no podía venir. No había tenido una respuesta, (no una que los niños pudieses escuchar, de todas formas) y procuraba desviar rápidamente su atención a otra cosa.

El hijo de Astoria, Xavier, estaba también en Inglaterra para la Navidad, y durante la última semana antes de que Cassie tuviese que regresar a Hogwarts y Xavier tuviese que volver a Durmstrang, ambos adultos pensaron que sería agradable que todos se conocieran. Bueno, más Astoria que Draco. Él había estado ansioso al respecto, pero no le había revelado a Astoria que lo estaba. En su lugar, rezó más fuerte de lo que nunca lo había hecho en su vida para que todo saliera bien. Y lo hizo, o al menos tan bien como era de esperarse.

Lyra pensó que Astoria estaba "Bien…" lo cual era lo más que Draco podía pedir considerando que ella odiaba completamente la idea de su padre estando con alguien más que no fuese su madre. Scorpius pensó que ella era "Muy linda" e incluso le dio un abrazo al final del día. Cassie fue la más agradable de entre todos, y quizá eso tenía algo que ver con las pequeñas, ridículas y enamoradas miradas que continuaba enviando en dirección a Xavier. Había hecho que los instintos paternales de Draco se activaran terriblemente, especialmente cuando Xavier sugirió que se escribiesen el uno al otro cuando la escuela empezara de nuevo.

—Son adorables —Astoria le había susurrado en el oído a Draco.

Sí, yo queriendo amenazar a tu hijo es adorable, muy bien…

Pero aparte de eso, al menos Draco podía respirar ya que su primer encuentro había finalizado. Ahora estaba tropezando fuera de la chimenea de Hermione y sacudiendo hollín de sí.

Abrió la boca y llamó.

—¡Herm-!

—¡Llegas tarde! —la misma mujer por la cual él estaba en proceso de llamar le regañó. Había aparecido de la nada, alcanzándole un baúl pesado con Cassie siguiéndola de cerca. Draco la miró fijamente con confusión.

—Dijimos que a las diez.

—Y son las diez con diez, Draco.

Él se mofó.

¿En serio, Hermione? Estás por sobre mi culo… —se aclaró la garganta, recordándose a sí mismo de Cassie y corrigió— Mi trasero, por diez minutos?

Hermione jadeó.

—Sólo olvídalo.

Hubo un repentino ruido escaleras arriba y todos miraron en aquella dirección. Hermione apretó los dientes.

—¡Lyra! ¡Scorpius! ¿Qué demonios es lo que está pasando allá arriba?

—¡Nada! —se escucharon sus respuestas. Su madre entrecerró los ojos y se dirigió hacia las escaleras.

—¡Espero que de verdad no sea nada! ¡Voy a subir!

—¿Papá?

Draco apartó los ojos de la figura de su ex-esposa retirándose y se volvió hacia su hija.

—¿Si, Cassie?

Ella se movió más cerca de él lentamente. Estaba retorciendo sus manos, notó él, un hábito nervioso que había heredado indudablemente de su madre. Draco frunció el ceño.

—¿Algo anda mal?

—No mal, no, es sólo que… —Cassie respiró profundamente y soltó de golpe— ¿Por qué están peleando tú y mamá?

Draco sintió su corazón hundirse.

—Cassie, tu mamá y yo no estamos peleando.

—¿Oh en serio? —le contrarrestó— ¿Así que lo que acabo de ver es normal? Vamos, papá. Tengo doce, no soy estúpida.

Draco sonrió.

—Y eres la hija de tu madre, así que definitivamente estás lejos de ser estúpida —suspiró y corrió una mano por su cabello— Hemos alcanzado un tramo algo difícil, tu mamá y yo. Es todo.

—¿Es por esta mujer Astoria a la que has estado viendo?

Buena pregunta. La culpa cayó en su estómago y quiso golpear una pared por ello. No estaba ciego. Hermione estaba molesta todo el tiempo últimamente y hacía muy poco por ocultarlo. Pero él solo estaba haciendo lo que ella había querido. No podía culparlo por ello. No era como si eso la detuviera de culparlo de todas formas. Sin embargo, él había dejado sus sentimientos en claro y ella lo había rechazado. Era una mujer de palabra esa Malfoy, ex-Granger, y si ella quería retractarse, entonces él la escucharía. Él no iba a perseguir lo inalcanzable, o al menos así su testarudo orgullo había dicho.

—Es complicado, Cassie —dijo Draco eventualmente— Y sé que eres madura para tu edad, pero-

—¿Siguen siendo cosas de adultos? —dijo Cassie. Él asintió.

—… De acuerdo. Es sólo que no quiero que tú y mamá se odien.

—Nosotros nunca nos odiaremos. Quizá nos enojemos de vez en cuando, pero te prometo que nunca haremos eso.

—Bien. Sólo quería asegurarme.

Cassie lo abrazó después de eso, pero Draco estaba lejos de sentirse aliviado como ella perecía estarlo. Lo que había dicho le perseguía. Estaba en su mente mientras todos se amontonaban dentro del auto de los padres de Hermione quien lo había tomado prestado ese día. Estaba en su mente mientras manejaban hacia King's Cross. A la vez que arribaban a la plataforma 9 y ¾. Mientras todos se despedían de Cassie (y de James). Y mientras manejaban de regreso.

—¡Por favor, no se maten! —Hermione les gritó a Lyra y Scorpius mientras estos corrían hacia la casa. Ella suspiró y negó con la cabeza en su dirección. Parecía sorprendida de que Draco la hubiese seguido desde la cochera y hasta la cocina, ya que se debería de haber desaparecido ahora que sus tareas en conjunto habían culminado.

—Necesitamos hablar acerca de Cassie.

Hermione se dio la vuelta abruptamente con preocupación llenándole el rostro.

—¿Qué ocurre?

—Habló conmigo antes de irnos. Piensa que nos odiamos.

La mandíbula de Hermione cayó al piso.

—¿De verdad? Oh no… Eso es terrible. No quiero que piense de esa forma.

Draco suspiró.

— Yo tampoco quiero. Le aseguré que no lo hacemos, pero si ella piensa así, entonces Lyra y Scorpius tal vez-

—Hablaré con ellos —Hermione dijo rápidamente— Es algo que prometimos que nunca haríamos. Dejar que nos vieran por sobre la garganta del otro.

—Cierto. Así que, ¿Vas a dejar de ser cortante conmigo?

Hermione colocó sus manos sobre su cadera.

—Yo no he sido cortante contigo.

Él se le quedó mirando en completa incredulidad.

Sí, lo fuiste. No puedes negar que-

—¿Era Cassie todo sobre lo que querías hablarme? —lo interrumpió. Draco podía sentirse a sí mismo enfurecer, pero tenía que recordarse que sus otros hijos estaban en alguna parte de la casa y podrían escucharle.

—No. Deberías saber que voy a salir fuera del país el viernes.

Hermione trató de evitar mostrar su sorpresa.

—¿De verdad?

Él asintió.

—Sí. A Rusia. Con Astoria, por dos semanas. Volveré para el día veinte.

—Oh.

Rusia. Él se iba para Rusia. Con Astoria. Algo perfectamente normal, supuso Hermione, pero le crispaba los nervios más de lo que debería. Su boca iba más rápido de lo que ella podía controlar.

—No puedes simplemente irte y tomarte unas vacaciones cuando te plazca, Draco —dijo ella con molestia— Tienes una familia, ¿O se te olvidó? Lyra y Scorpius tienen que ser buscados en la escuela. Sabes que yo no puedo hacerlo cuando estoy en el-

—¿Cómo carajos puedes decir eso? —dijo Draco en un grito controlado— Conozco mis responsabilidades bastante bien, gracias. Te informo que mi madre aceptó en ir a buscarlos en mi lugar. Puedes ir a la Mansión para traerlos a casa una vez que tu día en el trabajo se termine. Honestamente, ¿Cómo puedes siquiera pensar que no planearía esto?

Hermione lo sabía. Draco era un padre excelente y se preocupaba por sus hijos muy bien. Y aun así se había sentido obligada a decir lo que había dicho de todas formas. Sintiéndose tan nerviosa y de mal humor, no sabía que decir ahora. En su lugar tan solo gruñó y pasó a su lado encaminándose a la sala de estar. Draco fue tomado por la sorpresa de tal forma que su boca se había abierto como la de un pescado antes de que pudo recuperar la compostura.

—¿Acaso…? ¿Acaso acabas de dejarme hablando solo? ¡Hermione! —Draco la llamó. La siguió hacia la sala de estar y la tomó por el brazo— ¿Qué es lo que te ocurre? —le preguntó Draco airadamente.

—Nada —le soltó a la vez que se torcía para remover su brazo de su agarre— Sólo estás… —Hermione hizo una pausa y colocó una mano sobre su boca— Ugh, sólo estás enfermándome.

Draco bufó.

—Oh, claro, muy maduro de tu parte.

—Oh, ya jódeme, Draco.

—Ya lo hice —se mofó— Varias veces mientras gritabas mi nombre. ¿O acaso ya se te olvidó?

La piel de Hermione se enrojecía a medida que la furia inundaba su rostro. Abrió la boca para desquitarse, pero la cerró inmediatamente cuando sintió que saldrían más que palabras de ella. Cerró los ojos y decidió sentarse en su lugar. Draco, esperando por cualquier clase de respuesta mordaz, dejó ir sus propias frustraciones a la vez que se apresuraba a sentarse a su lado.

—No bromeabas acerca de eso de estar enferma, ¿cierto? —Draco le preguntó a la vez que colocaba el dorso de su mano sobre su frente y sobre su nuca— Quizá deberías ir donde un Medimago.

—Estoy bien —Hermione dijo una vez que estuvo segura que el vómito no proseguiría— Lo prometo, de verdad lo estoy.

—¿Estás segura?

Ella sonrió mientras él seguía buscando cualquier signo de una fiebre. Sus manos eran frías al tacto, eso era un hecho, pero ella estaba bastante segura de que su temperatura corporal estaba bien.

—No tienes que preocuparte, Draco. Sólo estoy estresada —le dijo ella a la vez que removía su mano gentilmente de su cuello— Pero gracias por revisar, Medimago Malfoy.

Draco miró casualmente abajo hacia su mano. Estaba junto a la suya y era casi algo gracioso. Su mano era mucho más pequeña en comparación a la suya y solo la cubría hasta la mitad.

—Siempre me preocuparé por ti, Hermione —dijo, llevando su mirada de vuelta a su rostro— No importa que ocurra, tú y los niños siempre serán mi prioridad.

—Lo sé —le respondió suavemente— Y te amo por eso.

Draco sonrió entonces, girando su mano para sostener él la de ella en su lugar, y la elevó hacía sus labios para un beso casto.

—También te amo.


—¿Sería así de malo, realmente, si salieras en una cita con Winston? —preguntó Harry. Hermione apretó los labios. Era difícil, sin embargo, mantener sus disposiciones frustradas, cuando miraba a sus hijos y los de Harry jugar en la nieve. Estaban todos en el parque y disfrutando del pie y media pulgadas de nieve que había caído la noche anterior.

—Harry, sabes acerca de mi política sobre salir con compañeros de trabajo.

—Sí, lo sé. Salir con tu enemigo era otra, pero dejaste esa escurrir bastante fácil.

Hermione gruñó y dejó caer su cabeza hacia atrás. Harry rio y le dio palmaditas en el brazo con gentileza.

—Todo lo que digo es, Draco lo está superando… ¿Quién dice que tú no deberías también? Y parece que a Winston realmente le gustas.

Hermione se volteó hacia él con un ojo curioso.

—Lo has visto una vez.

Harry se encogió de hombros a la vez que ella jadeaba.

—Me dejó una buena impresión. Eso sin mencionar que ha estado tratando de que salgas con él desde la fiesta.

Hermione podía confirmar aquello. Winston no la estaba acosando, no. Él era más que caballeroso para presionar así sus esfuerzos. Él sí, sin embargo, le preguntaba si quería tomar el almuerzo con él de vez en cuando (para las cuales decía que sí porque ellos trabajaban juntos y compañeros de trabajo tomando el almuerzo no era nada escandaloso). Eran las invitaciones a cenar las que le provocaban hacer una pausa y hacían que ella se escabullera de ellas con experticia. Sin embargo, tendría que decirle eventualmente que honestamente ella no podría ser nada más que su amiga.

—En serio —continuó Harry— Dame una razón –fuera de tus reglas de compañeros de trabajo- del por qué salir con él sería una mala idea.

Ella tomó una pausa por algunos segundos antes de dejarlo escapar.

—Draco y yo nos acostamos la semana de la fiesta de Narcissa.

Harry sintió como si la banca sobre la cual estaba sentado se hubiese deslizado por debajo de él. Se volteó hacia Hermione lentamente y reconoció el enrojecimiento de sus mejillas como vergüenza más que motivo del frío.

—¿Estás hablando en serio? Pero… ¡Pero él está con Astoria!

—Lo sé —dijo Hermione con un asentimiento— Draco también lo sabe. Ambos los sabíamos antes y mientras pasaba, pero… no pudimos evitarlo.

—¿No pudieron evitarlo? —Harry soltó una risa— Esto es… wow es… wow.

—Definitivamente eres muy diferente de tu esposa. Ella se volvió loca cuando se enteró–¡Ey!

Harry la había punteado en el brazo.

—¿Le dijiste a ella antes que a mí? Pensé que era uno de tus mejores amigos.

Hermione se rió de su puchero mientras se masajeaba el brazo.

—¿Celoso de tu esposa? Quien, debo de agregar, me habría matado si le decía a alguien antes que a ella.

—Cierto. Pero, olvidemos eso ahora que ya lo sé. ¿Por qué Draco sigue saliendo con Astoria luego de que ustedes dos tuvieran sexo?

—Él estaba dispuesto a dejar las cosas con ella, pero yo… yo le dije que no lo hiciera.

—¿Qué? ¿Qué es lo que te pasa? —Harry le regañó— ¡Ustedes acaban de reavivar su relación!-

—¡Una noche de sexo no cuenta como reavivar! Eso fue lo que le dije a Ginny y lo que le dije a él. Yo sólo… necesitaba tiempo, Harry. Me conoces. Nunca me aventuro en nada sin pensarlo.

—Y tal vez ese sea tu problema —le dijo— Piensas las cosas. Quizá piensas las cosas demasiado.

—Ginny dijo básicamente la misma cosa —dijo Hermione suavemente a la vez que jugueteaba con sus manos— Yo sólo no quería que se cometiera un error. Recuerdas como solíamos ser. Nos separábamos por un tiempo, nos juntábamos, nos separábamos, luego nos juntábamos…no quiero hacer eso de nuevo. Y no quiero que se cometa un error con Winston tampoco. No creo en querer o amar a una persona a medias. Necesito estar allí completamente.

—Supongo. Solo espero que cuando vayas por quien quieras él esté dispuesto y libre para tenerte.

Hermione suspiró.

—Yo también.


Draco había estado fuera ya por una semana y hasta el momento su acuerdo con su madre de recoger a Lyra y Scorpius del colegio estaba funcionando de las mil maravillas. No era como si Hermione pensara que no lo haría. Sin embargo, imaginaba que su ex-suegra causaría un poco de conmoción con su apariencia real en la escuela muggle a la que sus nietos asistían. Oh bien. Esa era la última de las preocupaciones de Hermione. Ahora mismo estaba en casa de sus padres matando el tiempo. Se las había ingeniado para ser extremadamente productiva en el trabajo hoy y dejó el Ministerio temprano. En lugar de usurpar el tiempo entre abuela y nietos, decidió mostrar a su madre y padre un poco de amor.

—Sabes, hay momentos en los cuales realmente odio el hecho de que tú y papá sean dentistas —dijo Hermione mientras hurgaba entre la alacena de sus padres.

La Sra. Granger rio.

—¿Exactamente qué esperas encontrarte allí arriba?

—Algo que me de caries.

—Santo Dios. Nunca digas eso de nuevo. Especialmente no cerca de tu padre.

—Debidamente anotado —contestó Hermione con ligereza antes de dar la espalda a la alacena y dirigirse al refrigerador.

—Mamá, ¿No pudiste decirme que había un pie en este refrigerador?

—Es de frambuesa, cariño —le respondió la Sra. Granger mientras caminaba hacia ella y se sentaba en la barra— Odias las frambuesas.

—Odiar es fuerte —decía mientras sacaba el pie— "Disgustar" es más apropiado. Lo comeré, pero no es mi cosa favorita en el mundo.

—Mhmmm.

La Sra. Granger observaba a su hija mientras tomaba un cuchillo y se cortaba a sí misma una decente porción de pie de frambuesa. Fue mientras miraba a su única hija sonreírle profundamente al pie que de cualquier otra forma evitaría, que la mujer mayor en la habitación puso una expresión ya conocida.

—Hermione, amor, discúlpame si estoy completamente fuera de base aquí pero… ¿No estarás embarazada, acaso?

Hermione se detuvo a mitad de lo que estaba masticando y miró a su madre fijamente en los ojos.

—¿Disculpa? ¿No estaré acaso qué?

—Embarazada —repitió la Sra. Granger— Es sólo que, bueno, en caso de que no lo hayas notado, estas devorando un pie que tiene un sabor que tú desprecias. Eso sin mencionar que la última ocasión que tuviste un insaciable apetito por los dulces, fue cuando estabas embarazada de tus hijos. Yo sólo… pensé que debía preguntar.

—Bien, mamá, veo por qué pensarías eso, pero te aseguro que no lo estoy. Ni siquiera…-

Pensamientos de ella y Draco zumbaban alrededor de su cabeza provocando que su cuerpo se sintiese caliente.

—…Ni siquiera estoy acostándome con nadie.

—Hmm, si tú lo dices.

Sí, Hermione sí que lo decía. Ella no podría estar embarazada. Tenía treinta y siete (lo cual por supuesto no era vieja y podría tener otro hijo bastante bien, pero aun así. Treinta y siete. Treinta y siente con tres hijos ya. Y sí, había tenido sexo recientemente, pero eso había sido hace un mes ya y su periodo…

Debería estar aquí para ese momento.

Hermione continuó comiendo su trozo de pie para salvar su rostro, pero en su cabeza estaba calculando las cosas. Su último periodo había sido una semana antes del baile de Narcissa. Había pasado un mes lo cual significaba que debería de estar sintiendo las molestias de su amigo mensual para ese momento, no… devorando alegremente un pie que normalmente no comería.

Merlín, ¿realmente estoy…? No podría estarlo… Yo sólo… ¡No podría estarlo!

Tragó y bajó cuidadosamente su tenedor.

—Um, creo que estoy superando mi antojo de dulces. Además, debería irme y pasar por los niños.

—De acuerdo cariño —murmuró la Sra. Granger a la vez que le daba un abrazo a su hija antes de que se fuera— Dale a los niños mi amor.

Hermione prometió que lo haría y se marchó. Se fue por la puerta del frente y se quedó ahí en el peldaño de la entrada de sus padres por un momento porque honestamente no sabía qué hacer. No podía creer que en realidad estuviera considerando el pensamiento de que podría estar embarazada. Tenía que averiguarlo. Lo que sea por aliviar el malestar en su pecho y el inquietante revoloteo en su estómago. Pero no podía averiguarlo sola. Tampoco podía estar cerca de nadie (en caso de que realmente lo estuviera) que enloqueciera y la bombardeara con preguntas tras preguntas.

Ginny fue tachada de esa lista inmediatamente. Harry no sería tan… escandaloso al respecto, pero la cuestionaría hasta el fin. Ron aún estaba a oscuras en cuanto a ella acostándose con su ex-esposo, por lo que esas serían más preguntas de las cuales querría contestar. Y entonces ahí fue cuando le golpeó. La persona perfecta que podía estar allí para ella mientras mantenía el rostro serio.


—Hermione, llegas temprano —dijo Narcisa a la vez que saludaba a su nuera quien acababa de aparecer por la chimenea en su estudio personal.

—Sí, lo sé —respondió Hermione con nerviosismo— Trabajé algo duro hoy y pude salir antes. Visité a mis padres. Pensé que podía venir aquí después directamente, así que... —eso fue todo lo que dijo.

Narcisa observó a la castaña con prudencia mientras la joven mujer dejaba salir una risita nerviosa. Su crítica, aunque impasible mirada arribó hacía donde se encontraba de pie la mujer, la forma en la que sus manos se frotaban, la forma en la que sus ojos se encontraban con los suyos, pero sólo por un breve momento.

—¿Hay algo sobre lo cual quieras hablarme?

Ahí estaba el dedo en la llaga…

—En realidad, sí —respondió. Es ahora o nunca, Hermione. Escúpelo— Esperaba que pudieras estar ahí para mí mientras yo… —tomó un profundo respiro— Mientras yo tomo una prueba de embarazo.

Narcisa no parpadeó ni un ojo. Ella apenas y dirigió el camino fuera del estudio diciendo— Podemos usar mi baño personal en mi suite.

Hermione asintió y la siguió fuera. Narcissa tenía largos y graciosos pasos, pero los desaceleró para así poder caminar al lado de la mujer que podría o no estar cargando una criatura.

—¿El padre? —preguntó Narcissa con simpleza.

—Tu hijo.

Hermione había esperado por lo menos una reacción palpable de aquello. Pero no. La matriarca mantuvo su postura, su paso, y su ilegible expresión. Continuaron el viaje hacia la suite de Narcissa en silencio y cuando arribaron Hermione se dirigió directo al baño. Era un naufragio nervioso. Cassie había sido planeada. A pesar de que Lyra no lo había sido, Draco y Hermione, ambos, querían un segundo hijo de todas formas. Scorpius no fue planeado, pero había sido una sorpresa bien recibida. ¿Y ahora esto? Esto era tan inesperado como podría ponerse.

Hermione se mordió la lengua y se sentó sobre el sanitario. Orinó por un innumerable par de segundos, se limpió, y luego se quedó de pie al lado del sanitario. Con su varita en mano, hizo un movimiento por encima de el, murmurando un encantamiento y la colocó sobre el borde del lavabo cuando finalizó. Ahora venía la parte horrible.

La espera.

Tomaría un minuto o dos para que el líquido en el sanitario burbujeara. Para ir de entre rosa y azul hasta que finalmente se quedara de un color y liberara ya sea un signo de positivo o negativo en el aire por sobre el sanitario para ser observado. Y cuando lo hizo, Hermione casi se hundió en el piso. En su lugar, elevó una mano temblorosa hacia el pomo de la puerta y lo giró lentamente. En el otro lado miró el rostro real de Narcissa por primera vez, y la mujer se veía igual de nerviosa como ella se sentía. Sin embargo, su rostro se volvió serio otra vez rápidamente, una vez que cayó en cuenta de que estaba siendo observada.

—¿Bien?

El hábito nervioso de Hermione con sus manos estaba de vuelta.

—Bien, parece que serás abuela otra vez en algunos meses.

Narcissa sonrió abiertamente, aplaudiendo con absoluto deleite.

—¡Oh, qué maravilloso! Los bebés son un gran tesoro. Cassie, Lyra y Scorpius eran absolutamente adorables cuando estaban en esa edad.

—¿Cómo es que estás tan calmada en cuanto a esto? Es decir… —Hermione tragó— Mi situación con Draco está lejos de ser ideal. Estamos divorciados. Él tiene una relación con alguien más-

—Y aun así estás cargando a su hijo —dijo Narcissa presumidamente. Hermione quería arremeter y discutirle, pero no había nada que pudiera decir. Era verdad. Estaba embarazada con el hijo de su ex-esposo. Luego de una noche de sexo del doce.

Merlín, me estoy sintiendo mal.

—Hermione —la Sra. Malfoy original decía mientras caminaba en su dirección y colocaba sus manos sobre sus hombros— ¿Te importaría terriblemente si soy franca contigo?

—Siempre lo eres, Narcissa —Hermione sonrió— Adelante.

—Nunca creí realmente que tú y Draco estuvieran en su fin —le dijo Narcissa— Ustedes dos… superaron su pasado para estar juntos. ¿Y una vez que lo estuvieron? Se amaron tanto el uno al otro. Era algo hermoso de observar. Y luego se casaron. Y luego me dieron tres encantadores nietos. Y pronto uno más —añadió a la vez que volvía su mirada hacia el vientre de Hermione con esa misma sonrisa— Un amor como ese no desaparece. Un amor como ese te mantiene unido a pesar de los obstáculos que se presenten. Tú y mi hijo estaban destinados a estar juntos.

—¿…Tú crees? ¿Tú crees que él estará feliz, Narcissa?

—Estará sorprendido, con toda seguridad —murmuró alegremente— Pero a fin de cuentas, sí, creo que estará feliz.

—Eso espero —Hermione musitó, pero se permitió ser feliz una vez que Narcissa la atrajo hacia un abrazo maternal.


Nota Original de la Autora: Creo que es seguro decir ya que las cosas se acaban de poner un poco complicadas! Debo dedicar este capítulo a oslca35 quien a gritado por un bebé desde Merlín sabrá cuantos capítulos lol. También para todos los que han estado comentando que Hermione y Draco necesitan ser encerrados en una habitación o una caja juntos, consideren esto su caja ;).

Así que, puedo gritar ya? 500+ reviews? Qué? GRACIAS!

-WP.