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Aclaración: Miraculous tales of Ladybug and Chat Noir no me pertenece, solo tomo prestado sus personajes para mis historias sin fines de lucro.
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Capitulo único- El mundo es plano.
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—Ganamos—Exclamo el dúo de héroes de todo París cuándo acabaron con él akuma del dia, para luego besarse.
Hace un tiempo que ladybug había olvidado su amor por Adrien y le había dado la oportunidad a Chat Noir.
Después de eso, ellos prácticamente salían todo el tiempo, a pasear o simplemente a pasar el rato juntos.
Ese dia habían derrotado a un akuma no tan poderoso, aún les quedaba energía de sobra para dar un pequeño paseo.
—Chat, ¿quieres dar un paseo?— El felino sonrió al ver, a su amada novia sonrojada— Ya que tenemos tiempo antes de que nuestra...—La tomo de la cintura, y haciendo usó de su bastón, los transporto hacía un parqué cercano sin mucha gente.
Al llegar ahi algunas personas los veían y otros solamente grababan a los dos héroes de Paris, tomados de las manos.
Era cierto que no habían hecho publica su relación, para no armar tanto escándalo, o al menos eso pensaba Ladybug.
Al pasar por unos bancas, un bulto de hombres empezaron a gritar el nombre de Ladybug, ella solamente apretó mas la mano de su novio.
A Chat Noir no le gustaba para nada las miradas que le daban a SU lady, paso una mano por su cintura y la pego más a su cuerpo.
Llegaron a la heladería y la chica detrás del mostrador casi muere de emoción.
—¿De qué sabor quieren sus helados?
Ambos lo pensaron un poco y al mismo tiempo hablaron.
—Chocolate—La chica que los atendió corrió a hacer sus helados.
Casi al instante llegó con unos muy grandes helados. Cuándo estaban a punto de pagar ella les dijo que era un regalo.
Los héroes salieron de la heladería y se sentaron en una banqueta qué había en el parqué.
—My Lady, me di cuenta de algo— Ladybug paro de saborear su helado y le presto atención a su novio.
—¿Que cosa, Chatton?—El felino sonrió y puso una mano en su mejilla, provocando así un sonrojo por parte de la catarina.
—La tierra es plana.
Ladybug rodó los ojos aburrida, y con una sonrisa pensó: "Hoy esta más idiota que de costumbre".
—Chat no, la tierra es redonda—Él rubio volvió a sonreír esta vez más felinamente.
—No, my Lady. Por que tú eres mi mundo.
La azabache tenía una boba sonrisa en su rostro. Mientras que un gracioso sonrojo teñía sus mejillas.
—Chat, yo te am...—
Algo hizo click en la cabeza de la heroína; que de un momento a otro, cambio su sonrojo por una sonrisa torcida.
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Chat Noir estaba de cabeza en la torre Eiffel. La heroína lo tenía amarrado con su yoyo, y empezó a moverlo de un lado para otro.
El rubio estaba mareado, y sólo podía rezarle a todos los dioses conocidos para él.
—¡Por Dios! ¡Por Ala! ¡Por los sietes dioses! ¡Por Asterta! ¡Por Aton! ¡Por Belcebú! ¡Por satan! ¡My Lady, bájeme de aquí!
Las palabras de Chat, solo provocaban una risa malévola por parte de su novia.
Pero, el se lo había ganado, y Ladybug estaba segura de que no lo iba a dejar ir hasta qué pagara por su insolencia.
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Bueno, debí de estar bien drogada para hacer esto.
¡Nos leemos luego!