Bleach no me pertenece, es propiedad de Tite Kubo.

A Perfect End 1.1

-¡Ichigo!- Gritó la pequeña shinigami, era absurdo, pero en esos momentos no deseaba verla, era una tremenda mierda. Sentía su mirada y luego su vista se posó sobre su compañera castaña, deseaba tanto que la morena estuviera a su lado, pero como si leyera su pensamiento se alejó de él para auxiliar a su amiga.

-Inoue…

No fue consciente de todo, sólo escuchaba una que otra palabra, su vista seguía fija en ella, no había futuro, ¿era esto el fin? Todo acabaría; hueco mundo, el mundo real, la sociedad de almas, sus amigos, su familia, ella…Ella a quien quería proteger, por quien había arriesgado su vida muchas veces, ¿por qué tenía que verla de esta forma? Ella quien siempre le daba ánimos, ahora se encontraba desconcertada, ¿era su culpa por verse tan miserable? ¿por no derrotar a Yhwach y proveerle un futuro?

-¡Levanta tu trasero!- El agarre de Renji lo hizo tambalearse, Rukia salió a su defensa, pero las palabras que había dicho su amigo la detuvieron. Era obvio que no contaban con tiempo, pero tampoco tenían otra opción, algo que les diera esperanzas y ella lo sabía.

Sintió atravesarle por la espalda, ¿qué hacía Tsukishima en ese lugar? ¿Qué estaba haciendo? Unas cuantas explicaciones, Inoue "rechazando" el daño de Yhwach, Renji obligándolo a seguir y ella…sin dirigirle la mirada. ¿Tan patético se había mostrado? Hubiera deseado que le diera sus típicas palabras de aliento con algún golpe de por medio como siempre lo hacía, en cambio fue Renji quien tomó su lugar, ¿había sucedido algo?

-¿Podrás arreglártelas hasta el final, Ichigo?- Llamó el shinigami.

-Si, sólo fue un tropiezo, ya estoy bien.- No era cierto, sentía que en cualquier momento caería y no se levantaría nunca más. Volvió a sentir el agarre de Renji, exclamando otra vez que se levantara, ¿de dónde había sacado tanto valor para seguir? -Renji, ¿en serio crees que fue buena idea que hayas venido conmigo?

-¿Qué clase de tonterías estás diciendo?

-Con esas heridas en tu cuerpo…al igual que Rukia…debiste mantenerte al margen y esperar junto a Inoue.– Lo había dicho lo más tranquilo posible, no quería dañar su orgullo, solo sintió su dura cabeza golpear contra la suya seguido de múltiples golpes.– ¡Está bien, ya entendí!¡No hay necesidad de seguirme golpeando!

-Ahora mismo…aprovechando el momento me gustaría decir algo…- Lo vio pensar sus palabras, era importante para él. -Es algo que pasaba por décadas, pero se sentían como una eternidad…como si siempre hubiese sido de esa manera…Rukia y yo…- Escuchar el nombre de la shinigami lo descolocó y entendió que rumbo tomarían sus palabras. -Habíamos permanecido tan distantes el uno del otro...llegamos hasta el punto de no sólo evitar cruzar miradas sino también caminos. Pero la persona que eliminó esa distancia entre nosotros y nos regresó a como éramos antes…Fuiste tú.- ¡Vaya ironía de la vida! Ahora entendía de dónde provenía su coraje por seguir. Ellos se conocían desde hace mucho tiempo, crecieron juntos, era lógico que para Renji significaba algo más y ahora le agradecía que todo fuera como antes. -Es por eso que siempre tuve en mente que si en algún momento fueras incapaz de seguir adelante por tu cuenta, te llevaría sobre mi espalda por el camino completo de ser necesario. Incluso en una situación como esta, es por eso que de ahora en adelante, hasta que des tu último aliento, siempre te apoyaré. Si me di a entender, no cuestiones mi decisión de seguir con esto hasta el final. Ya que, por bien de ambos preferiría evitar sonar tan sentimental otra vez.

No tuvo que pensarlo mucho, Renji amaba a la shinigami tanto como él, la diferencia radicaba en que; mientras él se veía patético, Renji lucía valiente. Escucharlo de su propia voz le había causado un poco de molestia, estaba consciente que su compañera no le era indiferente, lo demostró cuando luchó para salvarla de la ejecución. Pero su declaración había cometido su objetivo, echarle en cara su falta de voluntad para proteger a los que amaba.

Decir que la pelea había sido un éxito era algo osado, aquel triunfo no había sido algo para celebrar, la muerte y devastación era lo que reinaba. Si no fuera por la ayuda que Aizen había brindado posiblemente seguirían sin un futuro por el cual seguir. Caminó por los escombros, todo estaba sucediendo tan rápido que no tenía noción de lo que pasaba a su alrededor, estaba agotado y todo simplemente se volvió oscuridad.

¿Cuánto llevaba dormido? ¿Dónde estaba? Reconoció la habitación como una de la mansión Kuchiki, le dolía horrores todo el cuerpo. Trató de incorporarse, pero algo lo detuvo…ella…Ella estaba dormida con algunos vendajes en su pequeño cuerpo. Rukia siempre transmitía una tranquilidad mientras dormía, sino conociera su carácter de los mil demonios juraría que era una persona pacífica. Acarició su cabello, estaba bien, estaba a salvo…

-¿I..Ichi..go?

-No, soy una ilusión.- La molestó un poco, era algo que le salía de manera natural con ella.

-¡No seas tonto! ¿Sabes lo preocupados que estaban todos? Y tú queriendo hacerte el gracioso.- Escuchar el reproche de la menuda shinigami lo había vuelto a la realidad, él no había tenido el coraje para protegerla.

-Lo siento…

-No tienes porque disculparte.

-Si, debo decirlo, siento no poder proteger nuestros mundos, nuestros amigos…¡lamento tanto no poder protegerte!

-¡Ichigo!- Le dio un coscorrón, verlo de esa manera tan vulnerable la hacía sentir mal. -¡No seas un cabeza hueca! Nadie sabía cuál era su poder, no te puedes culpar por todo, eso es algo tan arrogante. No es tu culpa…no lo es.

-Rukia…- Comenzó a llorar y se acurrucó en sus pequeños brazos, sólo ella lo podía hacer sentir de esa manera, sólo con ella…

-No voy a negar que perdí las esperanzas por un segundo, pero Renji tenía razón no había nada que perder.- Sus palabras eran como un susurró, también ella había dudado de si misma. –Ir contigo hubiera complicado las cosas, ¿entiendes?- La observó a los ojos, ¿acaso ella pensaba en que uno de los dos podía morir? –Creo debes estar preparado para lo que sigue, ya debes de saberlo…

-Mis poderes, ¿es eso?- La vio asentir. –Vaya mierda.

-Es lo mejor, lo hemos hablado, todos están de acuerdo. Has hecho demasiado por la sociedad de almas.

-¿Te veré otra vez?- No escuchar la afirmación inmediata de Rukia le dio la respuesta que menos deseaba. -¡Bah! Supongo que tendrás un montón de trabajo que hacer.

-Trataré de visitarlos.

-Está bien, estarás ocupada, le diré a Renji que te obligue a descansar de vez en cuando.

-¡¿Qué?!

-Ven acá.- Esta sería la única vez que le demostraría lo mucho que le importaba, era egoísta, pero deseaba llevarla consigo a Karakura. La abrazó por un rato, necesitaba de ella, de su presencia para sentirse completo; porque él no era de palabras, era de acciones.

-Ichigo…

Respiró profundo, dejarla no sería fácil, ¿podría continuar? Rukia había cambiado su vida, le dio el poder para proteger, le enseñó la importancia de ver por los demá, de no perder el ánimo...ella, esa pequeña shinigami con un gusto horrible por los conejos, era quien se había convertido en una parte importante de su vida. No la podía obligar a seguirlo, la conocía lo suficiente para saber que se quedaría en la sociedad de almas para cumplir con sus deberes de teniente. Eso era lo que le gustaba de ella, su determinación, su valor para enfrentar las cosas, Rukia era esa clase de persona que se encontraba rara vez en la vida. ¡Cuánto iba a extrañar a esa enana!

Nada iba a ser igual…

"Aunque carecemos de forma, no dejaremos de ir hacia adelante"

- Notas -

Simplemente comencé a escribir y terminó en esto. No puedo decir que este feliz por el final, de hecho considero que fue una gran trolleada de Kubo. Un poco de IR sin cambiar el final, me gustan las historias de amor trágico y creo que el IR ahora entra perfectamente.