Prólogo.

-¡Artemisa-Sama, han llegado!- Dijo una joven vestida con lo que parecía una especie de armadura.

-Bien, puedes retirarte- Respondió desde un trono una hermosa mujer rubia, la cual poseía unos curiosos ojos negros que evocaban a los de un insecto, poseía una marca de media luna y andaba vestida con una armadura, pero a diferencia de la que poseía la joven, esta evocaba una elegancia mucho mayor, ya que estaba cubría muchas más partes de su cuerpo, además de contar con unos símbolos más exuberantes.

Las puertas del salón del trono se abrieron y seguidamente entraron 3 personas que aparentaban la misma edad que la Artemisa.

Él primero era un hombre joven, el cual no aparentaba más de 25 años, con un flamante cabello rojo cómo el fuego, vestía una túnica blanca que recordaban a las que usaban los grandes reyes de la Antigua Grecia, adornada con unas hombreras de oro, poseyendo también unos penetrantes ojos del color de su pelo, además de tener una diadema color dorado adornada con un rubí en el centro en la frente

El segundo hombre aparentaba la misma edad. Este joven, a diferencia del anterior, vestía una imponente armadura color negro, sus ojos y su corto cabello también poseían el mismo color. Podía apreciarse que en la espalda de su armadura colgaba una lanza.

La tercera persona, a diferencia de los dos jóvenes anteriores, era una mujer de la misma edad. Poseía el cabello azul hasta la espalda y ojos del mismo color. Vestía una túnica color escarlata, portando unos zarcillos azules y con los labios pintados del mismo color. Sin embargo, su característica más curiosa era que poseía una piel mucho más pálida de lo usual.

-Síganme- Se limitó a decir Artemisa mientras se volteaba para que la siguieran.

Llegaron a lo que parecía una sala de juntas y se sentaron en la enorme mesa, la cual albergaba varios platillos repletos de abundante comida.

La amplia habitación poseía unos pilares de unos siete metros de alto. También habían por doquier centenares de banderas decoradas con unos antiguos símbolos griegos, otras poseían una media luna.

-Que detalle de tu parte servirnos la cena, hermanita- Dijo con tono de burla el joven de armadura.

-Silencio, Ares- Respondió el pelirrojo.

Por respuesta, este le mandó una mirada gélida, pero decidió callar. Ahora era momento de centrarse en asuntos más importantes.

-Todos saben la razón por la que nos hemos reunido- Comenzó Artemisa-. Athena y sus caballeros han cometido la misma blasfemia una vez tras otra: Desafiar a los dioses. No podemos quedarnos de brazos cruzadas ante tales infamias.

-Estoy de acuerdo- Dijo el pelirrojo-. Sin embargo, todos los aquí presentes sabemos a la perfección que dicha tarea no es nada fácil. Es por esto que Artemisa y yo decidimos proponer una alianza con ustedes.

-En verdad has de estar desesperado, Apolo. Mira que proponer hacer una alianza con Ares y conmigo- Dijo la peliazul sonriendo burlona.

-¡Ja! Concuerdo contigo, Eris- Dijo Ares.

-Esto es lo que haremos. Una vez que derroquemos a Athena, nosotros cuatro nos dividiremos él planeta y lo gobernaremos. Crearemos humanos que no se atrevan a desobedecer a los dioses- Dijo Artemisa.

-Hmp. Ustedes jamás hacen nada a la desesperada, Apolo y Artemisa. Imagino que tendrán un plan- Dijo Eris mientras comenzaba a comer.

-Estas en lo correcto, Eris. Díganme, ¿Han escuchado del Milenio de Plata?- Preguntó Apolo.

-¿El Milenio de Plata?- Preguntó Ares frunciendo el ceño- ¿Te refieres a ese antiguo reino que estaba aquí, en la luna, y que se extinguió hace siglos?

-Exactamente- Respondió Artemisa también comenzando a comer.

-¿Qué tiene eso que ver con su plan?- Preguntó Eris frunciendo el ceño.

-Mucho. Si conocen el Milenio de Plata, imagino que por tanto también han de conocer la leyenda del Cristal de Plata- Respondió Artemisa.

-Sí. Es un cristal que otorga un inmenso poder a quién lo posee- Dijo Eris.

-Pues verán. Así cómo nosotros y nuestros ejércitos somos capaces de reencarnar. La princesa Serenity, el rey Endimion y sus protectoras han reencarnado en esta época. Han estado enfrentándose a antiguos enemigos con ayuda del Cristal de Plata bajo el nombre de las Sailor Scouts, haciéndose llamar cada una Sailor Moon, Sailor Mercury, Sailor Mars, Sailor Jupiter, Sailor Venus, Sailor Uranus, Sailor Neptune, Sailor Pluto y Sailor Saturn; contando también con la ayuda del rey Endimion, quién se hace llamar Tuxedo Mask- Explicó Artemisa.

-Básicamente, todo lo que tenemos que hacer es deshacernos de las Sailor Scouts, obtener el Cristal de Plata y liquidar a Athena junto a sus caballeros, ¿Correcto?- Dijo Ares.

-No es tan sencillo cómo suena- Dijo Apolo negando con la cabeza-. Las Sailor Scouts tienen un nivel equiparable al que poseen los Caballeros Dorados. Necesitaremos a nuestros mejores guerreros para cumplir nuestros planes.

-No lo esperaba de otra forma. Mis berserkers están sedientos de pelea- Dijo Ares sonriendo con malicia.

-Hare valer el hecho de que me hayan resucitado. Por fin podre vengarme de Athena y esos malditos Caballeros de Bronce- Dijo Eris también con malicia y sonriendo ante el hecho de poder tomar venganza por haberle clavado esa estúpida Golden Arrow (Flecha Dorada) en la frente- Preparare a mis dryads.

-Creo que hemos terminado por ahora- Dijo Apolo-. Mejor será que vaya a preparar a mis solaris.

Todos se levantaron y se fueron a cumplir con sus respectivas tareas.

-"Lo siento, hermana. Pero tus pecados no tienen nombre. Debes morir"- Pensó Artemisa.

ooo

Mientras tanto, en el hospital perteneciente a la Fundación Graud, un grupo de 3 jovenes y una joven yacían junto a una cama de hospital, la cual albergaba a un cuarto joven.

-¿Qu... qué pasó?- Preguntó Seiya despertando.

Todos sonrieron. Hacía varias horas que sus signos vitales se habían estabilizado, ya solo era cuestión de tiempo antes de que despertase.

ooo

Ajeno a esto, en Cabo Sunion, Tethis de la Sirena se hallaba visitando la tumba de sus fallecidos compañeros.

Después de la destrucción del Santuario Submarino, Tethis fue capaz de cambiar a su estado de sirena y recuperar los cuerpos de sus compañeros.

Sorrento y ella se habían encargado de enterrar sus cuerpos en la costa de Cabo Sunion, cómo un recordatorio de que fueron dignos marinas hasta el final.

-No esperaba verte aquí, Tethis.

La rubia volteó y se encontró con Sorrento.

-Alguna vez fueron mis amigos también, Sorrento- Respondió Tethis.

Mientras ambos miraban con tristeza las tumbas de sus compañeros, apareció un resplandeciente brillo azul, el cual envolvió las tumbas de los marinas.

-¿¡Pe... pero que carrizo!?- Exclamó Sorrento cubriéndose los ojos.

Una vez que desapareció el brillo, Tethis y Sorrento solo atinaron a decir:

-No puede ser...

Dos horas antes.

Julian Solo se hallaba examinando unos papeles de la caridad a la que se había estado dedicando desde que pararon las inundaciones.

Ni siquiera él sabía por qué, pero sentía la obligación de ayudar a todas las familias que habían sido afectadas por ellas.

Entonces súbitamente, un brillo azul iluminó toda su oficina.

-¿¡Qué demonios!?- Exclamó cegado por el resplandor.

Cuando desapareció el resplandor, Julian pudo apreciar que frente a él se encontraba un hombre joven.

Cabello largo hasta la cintura y del mismo color que Julian, ojos también azul, solo que uno mucho más profundo. Vestido con lo que parecía una especie de armadura color dorado y una diadema decorada con el símbolo de un tridente. Era bastante parecido a Julian, pero este hombre aparentaba unos 25 o 27 años y sus facciones eran distintas.

-¿Qu... quién eres?- Es todo lo que el joven Solo fue capaz de decir.

-Tranquilízate, no te hare daño. Además, te aclarare todo en breve- Respondió el joven de armadura.

Antes de que Julian pudiese preguntar a que se refería, el de armadura levantó su dedo índice y le mandó un hilo de energía color azul, el cual le traspasó su cabeza.

Entonces, Julian recordó todo.

Recordó todo lo que paso.

Desde manipular a Hilda de Polaris, a secuestrar a Saori Kido, no, mejor dicho, Athena.

-No... no me lo creó, ¿Yo causé todo ese cataclismo?- Dijo Julian sintiendo un enorme cargo de conciencia. Al fin entendía la razón por la qué sentía la responsabilidad de ayudar a los que fueron damnificados por las inundaciones.

-No del todo, lo hiciste estando bajo mi control- Respondió el de la armadura.

-¿Ba... bajo tu control? ¿Entonces tú eres...?

-En efecto. Soy Poseidon, el dios de los mares.

-Ma... maldito- Murmuró Julian fulminándolo con la mirada- Me hiciste cometer un genocidio.

-Lo sé, y estoy arrepentido de ello- Respondió Poseidon entrecerrando los ojos.

-¿A qué te refieres?- Preguntó Julian confundido.

-La pelea entre Athena y Hades e el inframundo me hiso abrir los ojos. La humanidad no es totalmente corrupta, y cómo un dios olímpico que soy, es mi deber hacer distinción de los buenos y los malos.

Aunque Julian estaba bastante sorprendido por la revelación, aún tenía una duda que quitarse de la cabeza.

-¿Se puede saber que hace aquí, Poseidon?- Preguntó Julian frunciendo el ceño.

-Necesito hablar contigo. Dime, ¿Qué dirías si te ofreciese una forma de compensar todo lo que te hice hacer?

-¿De qué está hablando?

-Por desgracia, la paz no durará mucho más tiempo. Se avecinan nuevamente tiempos de guerra.

-¿Otra guerra? ¿¡Athena y sus caballeros apenas acaban de derrotar a Hades y ya apareció un nuevo enemigo!?- Exclamó Julian.

-Me temo que así es- Respondió Poseidon con pesar.

-Aún así, sigo sin ver mi papel en todo esto.

-Es fácil. Para prepararnos para la inminente guerra, es necesario que nuestros ejércitos estén completos. Por lo tanto, utilizando todo mis cosmos, voy a resucitarlos. Sin embargo, esto agotara demasiado mis energías. Por tanto, encerrare mi alma en tu cuerpo para qué seas capaz de aprovechar mi cosmos y guíes a los marinas.

-¿E... enserio piensa que podré con semejante responsabilidad?- Preguntó Julian atónito.

-Así es.

-Pe... pero espera un segundo, ¿Porqué hace rato dijiste "nuestros ejércitos"?

-¿Qué no es obvio? Esta será la más temible de todas las guerras qué se hayan visto hasta ahora. Los marinas solos no podrán ganar esta guerra. Por lo tanto, no solo resucitare a los marinas, sino a los dioses guerreros, los caballeros y los espectros caídos. Incluso, necesitaré resucitar a mi hermano, Hades.

-¿Se... seguro que resucitar a Hades y sus espectros es buena idea?

-Seguro que conocerás el refrán "el enemigo de mi enemigo es mi amigo". Tendrás que adaptarte, Julian.

Julian pensó lo ocurrido a toda velocidad. Al final, optó por hacer lo que Poseidon le estaba pidiendo.

-Está bien, Poseidon-Sama, ¿Qué necesitas que haga?

-Primero lo primero. Introduciré mi alma en tu cuerpo. Una vez qué ocurra, tú sabrás que hacer.

-Está bien- Respondió Julian asintiendo con la cabeza.

Entonces, un nuevo brillo azul inundó la habitación y el cuerpo de Poseidon se transformo en una especie de espectro, el cual se introdujo directamente en el cuerpo del joven Solo, obligándolo a arrodillarse.

Una inmensa aura de cosmos azul envolvió el cuerpo de Julian.

Una vez que se disipó, Julian se puso de pie y dijo:

-Lo primero que debo hacer, es proponer la paz con Asgard, Athena y Hades. Mejor será que no les contemos la situación a nuestros guerreros hasta que sea imprescindible.

El santuario.

-¿Qu... qué pasó? ¿Estamos vivos?- Preguntó un atónito Milo de Escorpio, paseando su mirada por la sala del patriarca donde se encontraban sus compañeros.

-No tengo idea- Respondió un rejuvenecido Shion de Aries.

ooo

Mientras esto ocurría, en un monasterio de Tokio se hallaba una joven de cabello color azabache se hallaba meditando con tranquilidad, cuando de repente...

-¿Qu... qué rayos es esa aura?- Rei Hino se levantó y miro para todos lados, percibiendo un aura enorme.

-"¿Se aproximara un nuevo enemigo?"- Pensó Rei.

Continuara...


Nota de autor: Después del fiasco que cometí con Omega Saga de Zeus (Historia que se alejó demasiado de lo que quería hacer originalmente), decidí tratar de reivindicarme con este crossover de Saint Seiya y Sailor Moon.

Tratare de no dar demasiados adelantos de la historia, pero cómo podrán ver; caballeros, marinas, dioses guerreros, espectros y sailor scouts tendrán que unir fuerzas para detener a Eris, Ares, Apolo y Artemisa.

Les voy a aclarar algo sobre este canon: Es uno personalizado y con varias diferencias.

1) Sigue los acontecimientos de ambos animes, incluyendo solamente la ova de Eris.

2) Si bien sigue la continuidad del anime, en este canon modificado también aparecen los acontecimientos del Side Story de Hyoga (Natasha del País del Hielo), el cual jugara un papel en el futuro de la historia.

3) Pese a seguir los argumentos del anime, en esta historia se harán referencias a Episodio G, y también aparecerán las Dryads; el ejército leal a Eris en el manga de Saintia Sho.

Esperó que les guste esta nueva historia. Y les prometo que está no la voy a cancelar cómo paso con mi otro fanfic de Saint Seiya.

Sin embargo, les voy a aclarar algo. Deben ser pacientes con esta historia, puesto que los capítulos tardaran en publicarse. Esto responde a que en cuanto a mis fanfics, mi primera prioridad es Decisiones Correctas (Fanfic de School Days que está llegando a su clímax). Por lo cual, hasta que no termine Decisiones Correctas, no le podré poner la debida atención a este fanfic.

P.D: Si bien los generos que marqué son romance y aventura, tambien habrá bastente humor, parodia, familia y hurt/comfort.

Sin más que anunciar, me despido.

¡Nos leemos! ^_^