¡Hola! Aquí tenéis el siguiente y último capítulo de esta historia.

Quién lo diría, hasta yo pensaba que tardaría mucho más en acabarla, pero me ha tomado apenas un mes acabarla. Que se acabe este fic no significa que nos despidamos del Blu dotado de habilidades únicas, por cierto.

Sin más dilación, disfrutad del último capítulo.


Capítulo 16 – Un nuevo comienzo


'No hay noche, por larga que sea, que no encuentre el día.'

-William Shakespeare

Tulio y Linda iban montados en un coche de la policía, estaban siendo escoltados por estos.

"¡No, en serio, prepáralo todo ya!" Dice Tulio, enfadado, mientras hablaba por teléfono. "¡Hazme caso, Javi, ambos están muy heridos y nosotros dos solos no vamos a conseguirlo!"

"Demonios, de acuerdo." Dice Javier, al otro lado de la línea. "Llamaré al resto, pero están en el carnaval, no es seguro si vendrán."

"¡Al menos inténtalo!" Grita Tulio. "El futuro de la especie depende de ello."

"Bien, nos vemos pronto." Finaliza Javier, colgando la llamada.

Tulio guarda el móvil en su bolsillo mientras observa a Perla, quien reposaba en su regazo.

"Tranquila, te salvaremos a ti y a Blu." Dice Tulio con suavidad.

Linda se mantenía callada entre sollozos mirando a Blu, quien está totalmente inconsciente y lleno de heridas por la espalda, pecho, incluso su ojo izquierdo.

"¡Oficial!" Alguien llama por la radio del coche de policía.

"Le recibo, agente." Dice el oficial, quien se encontraba de copiloto en el coche. "¿Qué sucede?"

"El avión contrabandista está aterrizando." Dice.

"¡¿Qué?!"

"Como le estoy diciendo, el avión contrabandista está aterrizando en la pista." Dice el agente. "¿Cuáles son sus órdenes?"

"Dejad que aterrice e inspeccionadlo." Ordena.

"Recibido, señor, corto."

Perla suspira aliviada, pues Rafael y compañía iban a conseguir aterrizar el avión sin mayor problema.

"¿Cuánto queda, agente?" Pregunta Tulio, nervioso.

"Estamos a diez minutos, señor Monteiro." Informa el conductor.

"Por favor, vaya lo más rápido que pueda." Pide Tulio, preocupado por las dos aves Spix.

"Voy lo más rápido que puedo." Asegura el conductor.


Mientras tanto…


"¡Lo conseguimos!" Celebra Pedro, viendo como Rafael acababa de aterrizar el avión.

"¡Buen trabajo, Rafa!" Dice Nico.

"Eh, sí, claro…" Dice Rafael, dándose cuenta de que había aterrizado sin bajar el tren de aterrizaje ni frenar el avión en sí, simplemente lo había frenado con el rozamiento con el suelo.

"Oh, oh." Pedro mira por la ventana y ve a varios policías con sus armas desenfundadas. "Hay que irse de aquí."

"Tienes toda la razón." Confirma Rafael, saliendo de la cabina de piloto volando. "¡Vamos, chicos!"

Las tres aves salen volando por la compuerta que seguía abierta desde que Blu se fue. Justo tras irse, Marcel comienza a despertarse.

"Qué demonios…" Marcel mira a su alrededor, viendo la cabina de piloto vacía, la puerta abierta y la compuerta de la bodega abierta, mientras entraban varios agentes de policía.

"¡Marcel, estás rodeado!" Informa el agente. "¡Sal con las manos en alto y sin hacer movimientos extraños!"

Marcel se levanta y sale de la cabina con sus manos levantadas.

Uno de los agentes se acerca, apuntándolo con su pistola, mientras su compañero lo cubre.

"Marcel, estás detenido por extorsión, tráfico ilegal de animales y atentar contra la vida de las personas." Informa el agente, mientras baja sus brazos por detrás y lo esposa.

"Espera, espera, ¡yo no he matado a nadie!" Se defiende Marcel.

"Ya, explícaselo al juez." Dice el agente, llevándose a Marcel del avión rumbo a un coche policial para llevarlo a la cárcel.

"Revisa el avión, a ver que encuentras." Ordena, antes de irse con Marcel.

"En ello." El otro agente comienza a revisar todo el avión en busca de algo, pero lo único que encuentra son una gran cantidad de boquetes con forma de ave en las paredes de la bodega.

"Muchas gracias por todo, agentes." Agradece Tulio, bajándose del vehículo junto a Linda.

"No hay de qué. Si necesitan algo más no duden en llamarnos."

"Tenlo por seguro, ¡gracias de nuevo!" Dice, antes de que los dos policías se fueran.

Tulio y Linda corren adentro del centro de conservación con Blu y Perla en sus brazos. Se dirigen a la izquierda y tumban a Blu y Perla en camillas.

"¡Javi!" Llama Tulio, gritando.

Javier acude a la llamada.

"¡¿Dónde están todos?!" Pregunta Tulio, histérico.

"Están viniendo lo más rápido que pueden." Dice Javier. "No les debe quedar mucho."

"Demonios…" Maldice Tulio, tenía que elegir a quién intervenir primero.

"Tulio, tienes que decidir." Javier mete prisa a Tulio.

"Vamos con Blu, tenemos que ver si está bien." Dice Tulio. "Ha usado esa habilidad por mucho tiempo, temo lo peor."

"¡Tulio!" Llama Linda. "¡¿Qué hacemos con Perla?!"

"¡Mis compañeros están al llegar!" Dice Tulio, entrando a la primera sala quirúrgica. "¡Quédate con ella y mantenla calmada hasta que lleguen!"

Linda no puede responder puesto que Tulio entra a la sala con Javi, dispuestos a intervenir a Blu.

Linda se sienta al lado de Perla y le pone una manta por encima.

Perla gruñe levemente, pero está muy débil como para hacer nada.

"Tranquila…" Linda trata de calmar a Perla. "Seguro que Blu se recupera." Añade.

Tanto Perla, como la propia Linda, sabían que no era seguro lo que ocurriría con Blu.

El tiempo pasa, Linda y Perla siguen sin saber noticias de Blu. Esperan, en silencio, mientras observaban el amanecer en Rio.

Linda escucha la puerta abrirse y varios pasos dirigiéndose hacia ella. Unos cuantos veterinarios entran.

"¡¿Dónde está?!" Pregunta uno de los veterinarios, exhausto.

"Aquí." Señala Linda.

El veterinario coge a Perla, quien estaba dormida, y se la lleva a la segunda sala de quirófano, entrando con otros dos veterinarios.

Y ahora Linda se había quedado sola. Decide descansar un poco y se reclina sobre la silla, cerrando los ojos.


"Linda…"

Linda sigue durmiendo.

"Linda, despierta." Dice Tulio, tratando de despertarla.

Linda abre con pereza los ojos.

"¿Hm?" Linda mira su reloj, eran las 9:22. "¿Cuánto he dormido?"

"Un par de horas." Dice Tulio. "Hemos acabado la intervención."

"¡¿Qué?!" Linda se sobresalta inmediatamente. "¡¿Cómo está?!"

Tulio suspira y se levanta, invitando a Linda a acompañarlo a la sala de quirófano.

Al entrar, Linda ve a Blu tumbado en la camilla, inmóvil, con vendas por todos lados y con los ojos cerrados.

"Blu…" Linda se acerca a la camilla y se pone de rodillas, mirando a Blu, y comienza a llorar. "E-Está…"

"No está muerto." Dice Tulio, acercándose a la camilla de igual manera. "Me temo que Blu está en coma."

"No…" Linda comienza a llorar desconsoladamente. Tulio la abraza, Linda corresponde el abrazo. "Mi Blu…"

"Los comas son extraños." Dice Tulio. "Puede durar un par de días, semanas, o años…" Añade, con inseguridad.

"¿N-No podéis despertarlo de alguna manera?" Pregunta Linda, sollozando.

"No se puede hacer nada por él, Linda." Dice Tulio. "Sólo nos queda esperar…"

"¿Y todas esas vendas?" Pregunta Linda, rompiendo el abrazo.

"Son heridas que ha recibido." Explica Tulio. "No sé cómo, pero estaba bastante herido por todos lados, incluido en el ojo."

"¡¿El ojo?!" Linda se temía que Blu perdiera el ojo también.

"Sí." Dice Tulio. "Afortunadamente no ha tocado nada importante de su globo ocular, no perderá el ojo y recuperará su visión en este. Si despierta, claro está…" Añade, algo desanimado.

Linda se queda unos momentos más para despedirse de Blu. Tulio la espera fuera.

"¿Y Perla?" Pregunta Linda, saliendo de la sala de quirófano uno.

"Ella está mejor." Informa Tulio. "Los chicos han intervenido y han logrado salvar su ala, pero pasará un tiempo y mucho esfuerzo hasta que pueda volver a volar."

Linda suspira, aliviada por Perla, aunque deprimida por la situación de Blu.

"Perla está sedada, despertará en unas horas." Dice Tulio. "Deberías descansar, no has dormido en toda la noche."

"Sí, creo que voy a intentar dormir un poco más…" Dice Linda. "Avísame si pasa algo, ¿vale?"

"Vale."

Linda se dirige a la vivienda del centro, sube las escaleras y va a su habitación, tumbándose encima de la cama, desplomándose con cansancio, e intenta dormir un poco.


Perla se despierta. Estaba mareada, aunque el ala no le dolía. Intenta estirarla, pero su cara denota sorpresa cuando ve que la tiene unida a un trozo de algo sólido con vendas por encima.

"Mi ala…" Perla trata de moverla, pero no puede, estaba completamente unida e impedía todo movimiento.

Mira a su alrededor, estaba en una especie de cama, con todo tipo de artilugios extraños.

"No recuerdo nada…" Perla trata de hacer memoria de cómo llegó ahí, pero no consigue recordar nada.

Trata de moverse, pero está muy mareada y tropieza con facilidad, decide esperar en la camilla.

Al poco rato, uno de los veterinarios, Javier, entra y la ve. Sorprendido para bien, se acerca para acariciarla.

"Has despertado." Dice Javier, acercando sus dedos a su cabeza. "¡Au!" Se queja ante el picotazo de Perla.

"¡Tulio, ven!" Llama Javier, acariciándose el dedo herido.

"¿Qué ocurre?" Pregunta Tulio, entrando a la sala y viendo a Perla despierta. "¡Estás despierta!" Añade, acercándose a ella.

Perla gruñe con antipatía, Tulio capta el mensaje y aleja sus manos de ella.

"Has dormido bastante." Dice Tulio, mirando el reloj de la sala. "Doce horas, para ser exacto."

Perla abre los ojos sorprendida.

"Supongo que estarás muy confusa." Dice Tulio. "Es efecto de los antibióticos y sedante, se te pasará en poco tiempo." Aclara Tulio.

"¿Dónde está Blu?" Pregunta Perla.

Tulio, naturalmente, no entiende nada, pero deduce lo que quiere al ver a Perla graznar continuamente buscando algo por toda la sala.

"Supongo que quieres ver a Blu…" Deduce Tulio con desgana. "Te llevaré a su habitación." Añade, extendiendo su mano sobre la camilla.

Perla no se fía, rechaza la mano de Tulio.

"Oye, si quieres ver lo que le ocurre tienes que confiar en mí." Dice Tulio.

Perla gruñe y sube a la mano de Tulio a regañadientes.

Tulio la saca de la sala de quirófano y la lleva por el centro de conservación hasta la sala en la que Blu se encontraba.

"Eso que tienes en tu ala es para que se recupere." Dice Tulio, viendo como Perla movía su ala rota y picoteaba lo que sea que fuera lo que tenía ahí. "No lo toques ni hagas movimientos bruscos, en poco tiempo tu ala estará sanada."

Tulio se detiene en frente de la puerta y mira a Perla. Esta corresponde la mirada antes de volver a concentrarse en la puerta, y lo que podría haber al otro lado.

"Por favor, dime que estás bien…" Piensa Perla en su cabeza.

Tulio atraviesa la puerta y ahí estaba Blu, inconsciente, en coma, tumbado sobre una camilla.

Perla es incapaz de pensar. Tulio despliega su mano sobre la camilla y Perla baja de esta, situándose al lado del inconsciente Blu.

"¿Blu?" Pregunta Perla, esperando una respuesta que nunca llega.

Tulio mira desgarrado a Perla tocando y hablándole a Blu, esperando alguna reacción.

"¿Q-Qué le pasa?" Perla se gira hacia Tulio a punto de llorar.

"Él está en coma…" Dice Tulio, triste. "No sabemos cuándo despertará."

"No…" Perla se arrodilla ante el cuerpo de Blu. "Blu…" Lágrimas comienzan a brotar de los ojos azules de Perla.

"Vendré a por ti en un rato, te mereces un tiempo a solas." Dice Tulio, cabizbajo, retirándose de la sala.

"¡Blu…!" Perla abraza a Blu, quién estaba frío. "No me dejes…" Dice, entre lágrimas que mojaban las suaves plumas de Blu.

Aprieta a Blu con fuerza, lamentando la muy probable pérdida de su mejor amigo y futura pareja.

Llora sin consuelo, sin detenerse. Era en ese tipo de momentos cuando Blu la tranquilizaría y apoyaría, pero estaba sola. Hunde su cabeza en el pecho de Blu.

Nota los débiles latidos de su corazón. "M-Me prometiste que nunca me abandonarías…" Dice, a duras penas, ahogada en su pena.

Nota como los latidos se vuelven más intensos y rápidos. Y entonces, siente unas alas correspondiendo su abrazo.

"¡Bl…!" Perla es incapaz de hablar por un beso que Blu le da por sorpresa.

Lágrimas brotan sin parar de la cara de Perla, pero no son de tristeza, sino felicidad, pues su querido Blu estaba vivo.

Tras el largo beso, se despegan y Perla, aún llorando, aprieta el abrazo con Blu.

"¡Bluuuu!" Grita Perla, entre lágrimas. "¡Estás vivo!"

"Sí, pero creo que no lo estaré si sigues haciendo tanta fuerza." Dice Blu con esfuerzo, pues Perla le estaba haciendo daño con su abrazo.

"Perdón…" Perla afloja su agarre. "Yo… Pensaba que ibas a morir, que nunca volverías a despertar…"

"Todo está bien ahora, Perla." Dice Blu, comprensivo, tratando de levantarse. "¡Au!"

"¿Estás bien?" Pregunta Perla, preocupada.

"Más o menos." Dice Blu. "Maldito Nigel, mírame, parezco una momia."

Perla deja de llorar y se ríe ante el comentario de Blu.

"¡Oye, tu ojo!" Perla estaba tan emocionada por ver a Blu a salvo que no se percata de la venda que rodea su ojo izquierdo.

"Cielos, es cierto…" Dice Blu, tocando levemente la venda del ojo con su ala. "No he salido ileso…" Añade, desanimado.

"Perla…" Tulio entra por la puerta, esperando encontrar únicamente a Perla. "Tenemos que…"

Tulio se queda inmóvil al ver a Blu. Se quita las gafas y las limpia con su bata blanca, volviéndoselas a poner. Abre su boca, sorprendido.

"¡Blu!" Tulio corre hacia Blu y abraza. "¡Estás bien, has despertado!"

Blu celebra con alegría junto a Tulio y Perla.

"Demonios, Blu, has estado en coma por menos de veinticuatro horas." Dice Tulio, tras acabar el festejo. "¡¿Sabes lo raro que es eso?!"

Blu no responde, sino que simplemente sonríe.

"Oh, respecto a tus heridas." Dice Tulio, recordándolo. "Necesitas reposo y no hacer movimientos bruscos. Tienes golpes por todo el cuerpo, un par de arañazos y lo más grave es el ojo, aunque no lo perderás."

"Tengo que decírselo a los chicos." Vuelve a decir Tulio, eufórico. "¿Por qué no vas a despertar a Linda, Blu? Ayer se fue muy triste a dormir."

Tras decir esto, Tulio desaparece y al cabo de un poco tiempo se le escucha gritando.

"¡Blu ha despertado!"

Todos gritan y celebran. Mientras tanto, Blu y Perla bajan de la camilla y salen por la puerta, dirigiéndose a la mansión del centro de conservación.

"Yo te espero aquí abajo." Dice Perla, subiendo de un pequeño salto al sofá.

"¿Segura?" Pregunta Blu.

"Sí, sabes que no me gustan los humanos." Aclara Perla. "Además, es tu amiga, no la mía."

Blu asiente con la cabeza y sube las escaleras con lentitud, puesto que aún estaba cansado y herido.

"¡Pondré la cosa esta de mientras!" Avisa Perla, cogiendo el mando de la televisión y empezando a presionar todos los botones que ve.

Blu ríe en voz baja mientras la ve. Sigue subiendo las escaleras y se dirige a la habitación de Linda, entrando y subiendo con suavidad al respaldo de la cama.

Blu se detiene por un momento a observar a Linda. Tenía ojeras, estaba durmiendo profundamente. Le quita las gafas y comienza a emitir ruidos como si de un despertador se tratase.

"¡¿Ah?!" Grita Linda, sobresaltada, mirando a todos lados. "No veo nada…"

Pasa la mano por la mesita en busca de sus gafas o de la alarma. No encuentra ninguna de las dos cosas.

"¿Qué demonios?" Se pregunta Linda.

Entonces, mira hacia arriba, y descubre a Blu sujetando sus gafas con la pata.

"¿Perla?" Linda entrecierra los ojos, con el objetivo de ver algo mejor. "¿Qué haces aquí?" Añade, cogiendo las gafas de la pata de Blu con suavidad.

Al ponerlas, da un gran grito que se escucha por toda la casa.

"¡Bluuu!" Grita Linda, abrazando a Blu con fuerza, mientras soltaba lágrimas de felicidad. "¡Has despertado!"

"Me alegro de verte también…"

"Pensaba que no ibas a despertar nunca…" Linda rompe el abrazo y comienza a acariciar a Blu con su dedo índice. "Tulio me dijo que era raro que despertaras en tan poco tiempo…"

Blu cierra los ojos agradado por las caricias de Linda.

"¿Has visto ya a Perla y a Tulio?" Pregunta Linda, quitándose las escasas lágrimas que tenía en la cara.

Blu asiente con la cabeza.

Linda sonríe. "Me alegro tanto de que estés bien…" Dice, levantándose de la cama. "Ven, vamos al comedor." Añade, extendiendo su brazo.

Blu se sube al brazo de Linda y ambos bajan al comedor, encontrándose con Perla, quien había conseguido encender la televisión tras mucho esfuerzo.

"Ah, hola Perla." Saluda Linda, sorprendida de ver a Perla viendo la televisión.

Linda deja a Blu en el sofá y se sienta al lado.

"¡Has conseguido encenderla!" Alaba Blu.

"Me ha costado." Admite Perla. "No sé ni que estoy viendo, es lo que aparece al encender la cosa esa."

"Deja que me encargue de las cosas de mascotas yo." Dice Blu.

"¡Ja, incluso tú lo admites!"

Blu no responde, sino que simplemente se ríe.

Y así, Blu y Perla, en compañía de Linda, se quedaron viendo la televisión un buen rato.

"Blu, Perla, tengo que hablar con vosotros." Dice Tulio, apareciendo en el salón.

Ambas aves prestan atención.

"Veamos." Dice Tulio. "Perla, tu ala estará recuperada en aproximadamente cuatro semanas. Las dos primeras serán para unir los huesos rotos, mientras que las otras dos serán para que recuperes la fuerza en el ala."

Perla mira confundido a Tulio. "Ya te lo explico luego." Dice Blu.

"Y tú, Blu." Dice Tulio. "Te encargarás de ayudarla con todo. Podremos quitarte tu vendaje en una semana, aproximadamente."

"Bueno, podría ser peor." Dice Blu, optimista.

"Asi que, por esta primera semana, podéis relajaros aquí." Concluye Tulio. "No podéis salir sin pedirnos permiso, ni tampoco hagáis grandes riesgos. ¿Entendido?"

Blu asiente con la cabeza. Perla mira con enfado al doctor.

Tras concluir con la situación, Tulio se marcha, y Linda se va con él a ayudarlo con sus cosas.


Tal y como Tulio dijo, Blu y Perla estuvieron en reposo durante un par de semanas. Blu ayudaba a Perla con todo lo que necesitaba. A los pocos días, sus amigos consiguieron volver a encontrar el centro de conservación y los visitaron y vitorearon la victoria de Blu sobre Nigel, entre otras cosas.

Las semanas pasaron con tranquilidad y sin ninguna aventura más. Después de que sus vendas fueran quitadas, incluida la del ojo, Blu volvió a usar su don después del accidente. No notó ningún cambio en particular, por lo que pudo seguir disfrutando de su maravillosa habilidad. Perla, a las dos semanas, finalmente pudo mover su ala izquierda, aunque no podía volar por no tener fuerza en esta. Sin embargo, eso no era problema pues Blu se ofrecía voluntario para llevarla a cualquier sitio con su don, o sin él.

El tiempo pasaba, Linda y Tulio comenzaron una relación amorosa y le dieron una plaza fija en el centro de conservación a Fernando. Tras pasar tiempo con los humanos, Perla les perdió el miedo y comenzó a ser más sociable con ellos, solo con ellos tres.

Y, finalmente, tras cuatro semanas, Perla fue liberada a la naturaleza, volando por primera vez tras mucho tiempo. Blu, de igual manera, se despidió de Linda, y con ello decía adiós a su antigua vida de mascota, para comenzar una nueva vida junto al amor de su vida.

Y así, Blu, dotado de una habilidad sobrenatural, encontró al amor de su vida y la salvó en numerosas ocasiones, junto a sus amigos. Y ahora era feliz, y disfrutaba de la selva, de su amante y de sus amigos. Y, además, de todas las aventuras y experiencias nuevas que lo aguardaban.

Porque, después de todo, lo que parece ser el final, suele ser en realidad un nuevo comienzo.


Fin


Creador: GermanTheWriter

Inspiración: watch?v=CkdXmxa9Qf4

Agradecimientos: A Carlos Saldanha por crear esta fantástica saga que ha influido en mi vida, a todo el mundo que me ha apoyado a través de este proyecto, y a cada persona que ha leído la mi historia. Muchísimas gracias a todos.

Señoras y señores, la travesía ha sido larga, pero con esto acaba Especial. He disfrutado escribiendo cada letra, cada palabra, cada capítulo de esta historia, y estoy realmente orgulloso de acabar mi primera historia. Echaré de menos escribir sobre Especial, sin duda, pues al principio fue una idea vaga de mi mente y acabó siendo uno de mis grandes proyectos. A pesar de que Especial haya acabado, esto no es un adiós, sino un hasta pronto.

Soy German, y con esto acaba Especial. Un saludo, y nos vemos en la próxima historia.