Una vez fui un ángel

.Dedicado a Ludmila H.


Así que no importa si ahora no puedo comer sola, si he olvidado la mitad del abecedario y necesito los dedos para contar. Una vez fui un ángel, ¿sabe, doctora Gorski?

Claro que sabe…usted es la única que sabe. Acá, por lo menos.

Una vez fui un ángel. Pensé que era la protagonista de la historia pero yo era una cosa, un ingrediente, un arma. Y por eso no amé nunca a nadie, salvo a esas amigas mías, algunas que ahora están tan dañadas como yo o muertas.

Pero no tiene importancia. Éramos como páginas de un libro, como tinta, una cubierta del cuento de alguien más, de la que logró irse.

Así que yo sí que fui útil. Capaz que no para mi hermana, pobrecita. Pero pienso que incluso en un mundo gris como este en el que nos tocó vivir, se puede encontrar algo de luz pura. Y yo fui eso un rato para alguien, aunque ahora use pañales y haya que ponerme camisa de fuerza, llenarme las venas de sedantes y los oídos de promesas de una mejora que sé que solo vendrá cuando deje de respirar.

Yo fui eso. Ella se ahogaba y yo la saqué, le di mis últimas fuerzas, mi aliento, mi oportunidad de protagonismo.

¿Por qué? Y…porque aunque yo hubiera salido, ¿había algo afuera para mi? No. Dos tumbas a las cuales llevar flores, un padrastro que no hubiera dejado de buscarme hasta que uno de los dos muriera. ¿Y para qué matarlo? ¿Por mi? Eso era como salir a cenar sola, no, yo no mato por mi, para no compartir nada.

Hubiera matado por mi hermana pero ella ya no está en este mundo, así que morí por mi amiga. Morí en vida, ya lo sé. Ahora solamente tengo estos sentimientos, esta voz dentro de mí que apenas suena como mía y de la que no me despego aunque tampoco pueda transmitirla para aliviarme.

Yo era un ángel, así que vuelvo a ver una y otra vez esas preciosas imágenes del recuerdo. Porque fui un ángel, fui una heroína, fui esencial, no solo otra chica loca y triste, con o sin dinero heredado para que lo maneje un desnaturalizado como mi padrastro.

Así que valió la pena.

Y ahora a esperar a volver al cielo del que caí, doctora.