Hola a todos, si se que estuve inactiva pero yo también tengo vida y estuve con algunos problemas, pero bueno. Acá les traigo un nuevo fic basado en Life or Betrayal de culinary-alchemist así que vayan a dejarles buenos comentarios. Recomiendo mucho que Lean ese fic antes que este pero si no es igual. Pronto subiré más caps solo denme tiempo ¿sí? =D. No se olviden de dejar comentarios, cuídense y Bsos.


Mikey se sentó en su cama y cerró la puerta de su cuarto.

No podía seguir sintiéndose así, le dolía y mucho, el dolor físico no era nada comparado al dolor emocional que sentía. Había momentos en los que sentía que se estaba ahogando de dolor, momentos en el que el corazón se le llenaba de dolor y desesperación.

Aun después de haber salvado a sus hermanos de un ataque del pie Donnie y Raph seguían pensando que lo había hecho solamente para luego traicionarlos, de eso habían pasado tres meses.

Y esos tres meses habían sido una pesadilla.

Mikey no sabía cuánto tiempo podría seguir con eso, no sabía cuánto tiempo más podría soportar el rechazo de sus hermanos.

Se deslizo por la puerta, estaba tan cansado, tan dolido. Solo quería que aquello acabase, solo quería que las cosas volvieran a hacer como antes.

Alguien golpeo suavemente su puerta, haciendo que sus lágrimas cesaran por un minuto.

-¿Mikey?- dijo la voz de Leo- Ya es hora de comer.

Mikey no respondió, no quería comer, no podía ver a sus hermanos odiarlo y que debido a ello Splinter y Leo pagaran las consecuencias.

-¿Mikey?- Leo intentó abrir la puerta- Mikey por favor responde.

-Vete Leo, no tengo hambre- resprondió Mikey limpiando sus lagrimas. Se levantó y se fue a la cama abrazando a su peluche como si fuera lo único en el mundo. Como si fuese lo único a lo que podía aferrarse.

-Mikey ¿Te sientes mal?

-Por favor Leo solo…vete- rogó Mikey, las lágrimas volvían a caer-Por favor estoy bien…Solo déjame.

Escuchó el suspiro de derrota de Leo.

-Está bien entonces…..Nos vemos mañana Mikey.

Mikey se recostó en la cama abrazando a su peluche y cubriéndose con las sabanas como si eso lo aislara del mundo.


-¿Dónde está Miguel Ángel?-preguntó Splinter

-Dice que no tiene hambre- respondió Leo- Se ha vuelto a encerrar.

Splinter suspiro e hizo un movimiento de mano para que Leo se sentara a comer, pudo ver una sonrisa tironear de las comisuras de Raph.

Mikey había estado salteándose las cenas, cada comida o momento en el que Raph o Donnie estaban cerca Mikey evitaba estar con ellos, aunque sabía que Mikey nunca lo admitiría pero Leo sabía que Mikey no podía soportar estar cerca de ellos, con sus miradas de odio y rechazo.

Leo no dijo nada, solamente fue hacia la mesa y comió, con un sentimiento amargo de culpa en la garganta.


Mikey se despertó gritando, pero enseguida cubrió su cara contra la almohada para ahogar los sonidos de sus gritos, como había hecho durante meses.

Una vez que dejó de gritar se quedó tembloroso en la cama y miró la hora, apenas si pasaban las diez, pero Mikey sentía que no podía más, se sentía ahogado, sentía que no podía respirar.

Saltó de la cama y corrió fuera de la habitación, fuera de la guarida, fuera de su familia. Necesitaba aire, necesitaba darle un poco de color a su mente, porque en ese momento veía y sentía todo de un color negro.

Él no supo que había salido de las alcantarillas hasta que sintió el frio en su rostro, se sentía aturdido, perdido. Corrió por las azoteas hasta que llegó a su lugar favorito en la ciudad; Central Park.