Akatsuki no Yona no me pertenece, es de Mizuho Kusanagi.


~Sunburn

«Ella quema como el sol y él no puede mirar a otro lado. [AU]»


Capítulo 12. Deja la verdad salir

Todos los periódicos y noticieros lo anuncian esa mañana: fraude millonario.

Sucede en una ciudad anticuada, casi puritana, en la que las nuevas noticias se esparcen como pólvora. Dos establecimientos de entretenimiento siendo clausurados y resultando con las detenciones de sus dueños y algunos colaboradores.

Cuando los cargos son presentados, las esposas de sus clientes frecuentes se preguntan de cuales de ellos fueron cómplices sus maridos. ¿Prostitución a menores? ¿Abuso de drogas? Ellas sólo pueden imaginar.

Dos hombres son los principales detenidos, Yoon sólo puede levantar una ceja al ver la fotografía de su antiguo jefe en todas partes. Por otra lado, el rostro del misterioso Soo-Won lo sorprende. Rubio, joven, apuesto. ¿Qué tan podrido estaba por dentro?

Ordena una copa -Brandy- recibiendo una mirada reprobatoria ¿Tan temprano? Inseguro de si debe maldecir o agradecer a Hak. Inseguro también de lo que el futuro le depara.

Es un mundo cruel, después de todo. Yoon espera no ser masticado y escupido por su ciudad. Él es inteligente, joven, astuto. Sabe bien que se las arreglará.

Quizá le irá mejor que a Hak. El chico sabe que él nunca pisará una prisión, no al menos siendo el condenado.

Las estimaciones son soltadas: 25 a 65 años de prisión si los crímenes son comprobados. Toda una vida, piensa Yoon.

Bueno, él hizo su parte. Se lo advirtió una y otra vez. ¿Cuál fue tu ganancia, Hak? ¿Ella lo valió?

Yoon sabe que la respuesta es no.

—Es increíble lo imbéciles que pueden llegar a ser algunos —masculla Yoon, comenzando a sentir la exaltación que su copa le ofrecía.

—Es verdad —contesta una voz femenina detrás de él.

Yoon la mira con algo de sorpresa, pues no esperaba recibir respuesta. Sosteniendo un vaso con agua, ella no despega su rostro del televisor. Se esconde detrás de una chaqueta con gorra mientras golpea levemente el vaso entre sus manos.

Unas orbes violetas lo miran de regreso, adornando un bello rostro ensombrecido por la tristeza.

—Pero sin importar qué, todos reciben lo que merecen —agrega ella.

Yoon le sonríe y desvía la mirada, incómodo, dejándose envolver por el murmullo de las conversaciones alrededor de él.

¿En verdad hizo todo lo que podía?

Un vaso es vaciado y unas monedas tintinean al chocar contra la barra. La chica se levanta y atraviesa aquel sucio y casi desolado bar hacia la puerta, cruzándola y continuando su camino sin mirar atrás.


Fin.


N/A: ¡Terminó! Aunque no fue en noviembre… pero aún así. Esta historia fue un reto porque, a pesar de que la tenía planeada en mi cabeza, me tuve que obligar a sentarme y terminarla pronto. Además de eso, quiero agradecer eternamente a todas las personas que se dieron tiempo de leer y de dejarme palabras de aliento siempre que podían.¡Espero que el final no fuera demasiado deprimente!

¡Nos leemos!