LOS PERSONAJES DE NARUTO PERTENECEN A MASASHI KISHIMOTO. LOS DE BLEACH A TITE KUBO.

Advertencias: AU. Puede contener OoC.

Aunque no es un crossover en sí, al ser esta historia algo así como un spin off de otra que estoy escribiendo, aparecerán algunos personajes de Bleach.


UNA CHICA LLAMADA SAKURA.

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Capítulo 1.- Una chica llamada Sakura.

Esa tarde un Lexus LFA en color amarillo se detuvo en el cruce pues el semáforo se tornó rojo. Dos chicos muy atractivos iban a bordo. El piloto era un chico alto, de piel clara y cabello y ojos oscuros. El copiloto era un joven de cabello rubio, ojos azules y unas extrañas marcas en la cara.

Estaban en el carril de en medio y al costado izquierdo se podía apreciar el boulevard de la ciudad de Konoha, el mar brillaba por los reflejos del sol.

De pronto una moto Yamaha YZF R1 en color azul se estacionó en el carril derecho. El piloto llevaba una chamarra de cuero negra y un casco en el tono de la motocicleta.

Volteó a verlos pero su rostro no se distinguía.

―Bonita moto. ―dijo el chico rubio por la ventana que tenía los cristales abajo.

El motociclista asintió.

―Y es muy rápida. ―mencionó. Su voz salió un poco distorsionada por el casco.

―No más que mi carro. ―expresó el muchacho que iba conduciendo. Como siempre su orgullo salía a relucir.

―Sasuke, no. ―pidió el chico rubio volteando a verlo.

―No seas miedoso Naruto. ―dijo Sasuke. ―¿Te parece una carrera hasta llegar a la desviación? ―le preguntó al motociclista. Las luces rojas parpadearon y cambió al amarillo.

El motociclista asintió y regresó su vista al frente.

Naruto se acomodó en su asiento y se encomendó al creador. No tenía miedo a la velocidad, sino a lo bruto que podía ser Sasuke a veces.

Ambos pilotos se concentraron en el camino y en el semáforo. Los motores sonaron potentes y cuando la luz cambió a verde los neumáticos chirriaron.

Arrancaron al mismo tiempo, sin embargo el coche obtuvo una pequeña ventaja.

Sasuke sonrió victorioso mirando por el retrovisor, no obstante la sonrisa se borró cuando la motocicleta aceleró y los pasó de largo con una muy buena ventaja.

Y el humor del chico empeoró al ver al motociclista hacerle una señal de despedida con una mano antes de que doblara en la desviación hacia la derecha.

―¡Demonios! ―se quejó Sasuke frenando su coche pues de nuevo topó con semáforo.

―Teme, si hubiera manejado yo habríamos ganado. ―se jactó el rubio a su lado.

―¡Cállate Idiota! ―ordenó de mal humor.

Ese tipo lo había humillado, pero tenía tan buena retentiva que podía describir con puntos y comas la motocicleta y recitar el número de placas. Ya encontraría a ese tipo para una revancha y hacerle pagar la humillación.

El semáforo cambió de color y Sasuke avanzó.

―¿Hoy tienes practica? ―preguntó Sasuke mejorando su humor. Era sábado y quería saber si Naruto tenía planes.

―Sí. ―mencionó deprimido. ―Aunque faltan casi dos meses para el inicio de temporada Iruka está muy exigente conmigo.

―Es lógico, no confía en tus pobres habilidades. ―atacó con burla.

―¡Sasuke! ―reprochó el rubio.

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Un hombre alto, de traje gris y cabello negro hacia atrás, esperaba junto a la fuente del jardín delantero de aquella residencia. Junto a él estaba un hombre de cabello gris que usaba un cubre bocas y vestía jeans y camisa de manga larga azul.

―Ya ha tardado. ―mencionó el hombre de traje. ―quizá no fue buena idea que condujera una moto tan veloz. ―Estaba preocupado por la motocicleta, si algo le pesaba la empresa se la cobraría a él.

El hombre a su costado se carcajeó por lo irónico del asunto.

La reja negra de metal se abrió y el motociclista entró, con el vehículo azul en perfectas condiciones.

Se estacionó frente a los hombres.

―Y bien, ¿Qué decidiste? ―preguntó el hombre de cabello gris.

El piloto se quitó el casco permitiendo que los demás apreciaran su extravagante cabello rosa y sus expresivos ojos verdes.

―¡Me encantó Kakashi! ―mencionó emocionada bajándose de la moto. ―Es potente y ligera, además acelera bien.

―Ya escuchó a Sakura. ―le dijo al hombre de traje. ―nos la quedamos. ―sonrió y el otro también. Había cerrado un buen trato. ―acompáñeme para firmar los documentos. ―pidió Kakashi y guio a su acompañante al interior de la residencia Haruno.

Sakura se quedó contemplando su nueva adquisición. La acarició con delicadeza, era tan hermosa.

Recordó a los chicos que se encontró en el boulevard. Ellos también eran muy apuestos, pero lo mejor es que les había ganado. No evitó lanzar un chillido de emoción.

Habría querido ver su rostro al enterarse de que era una mujer y no un hombre contra quien compitieron, y sobre todo que les ganó.

―Sakura. ―la voz de su padre detrás de ella la sobresaltó.

―Hola papi. ―dijo con dulzura y con el tono que siempre usaba para contentarlo, pues Kizashi Haruno lucía sumamente enojado. ―¿Cómo está el mejor papá del mundo? ―preguntó sonriente.

―Jovencita, tus trucos no funcionarán esta vez. ―le dijo con seriedad y entonces ella se paró derecha y llevó las manos a su espalda. Miró hacia el suelo esperando el regaño. ―Es la tercera vez que cambias de motocicleta en lo que va del año. ―le dijo. Ella intentó replicar pero con un sonido de su boca la calló. ―Pero eso no es lo grave, puedo cumplirte tus caprichos, pero sólo te pido algo a cambio. ¿Y qué es?

―Qué me esfuerce en mis estudios. ―murmuró sin despegar la vista del suelo y haciendo un círculo en el piso con la punta de un pie.

―Y la maestra particular me ha dicho que no asistes a sus clases y cuando lo haces no pones atención. ―la regañó. ―Sakura, mírame. ―ordenó y ella lo hizo. ―Cuando me dijiste que no asistirías a la escuela y que preferías estudiar en casa para que no interfiriera con "tu gran pasión" ―dijo haciendo comillas con sus manos. ―tu mamá no estaba de acuerdo, pero acepté porque creí en ti. Pero me has decepcionado.

―Lo siento papá. ―mencionó sinceramente. ―es sólo que necesito practicar más, quiero ser mejor para un día alcanzarlo. ―dijo angustiada.

Quería que un día él la volteara a ver con la admiración que ella le tenía, quería ser digna algún día de estar a su lado, codo con codo.

―Hija, no me gusta esa obsesión que tienes por ese chico. ―mencionó Kizashi preocupado, ―no es sano. ―le puso las manos sobre los hombros. ―No quiero que sufras.

―No te preocupes papá. ―le sonrió ella. ―no es obsesión, sólo es admiración. Quiero llegar a ser como él, y que la gente me reconozca. Y te prometo que dedicaré más tiempo a mis estudios.

Sabía que no lo haría pero quería tranquilizar a su papá.

El hombre de cabello rosa la soltó y la vio con una sonrisa que no presagiaba nada bueno para Sakura.

―Claro que lo harás hija. ―mencionó. ―tu mamá ya te inscribió en el sistema escolarizado. Empiezas el lunes. ―informó.

―¡Qué! ―exclamó horrorizada. Uniformes, tener que levantarse temprano, estar rodeada de gente hipócrita. ¡No!, no lo soportaría. ―No papá, no quiero ir. Además Kakashi no lo permitirá.

―Lo siento Sakura, pero esa es nuestra condición para que sigas haciendo lo que te gusta, de lo contrario retiraremos el permiso. Recuerda que sólo tienes diecisiete años. ―declaró. ―Y Kakashi lo sabe y lo aprobó. Practicarás con él por las tardes y los fines de semana después de que termines tus tareas.

―Está bien, no me queda de otra. ―murmuró resignada. A pesar de que su papá la consentía mucho, también le ponía límites.

―Y para que no te sientas tan sola, tu madre te inscribió en la escuela de uno de los hijos de sus amigas. Y habló con ella para que él te ayude los primeros días a adaptarte.

―¡Genial! ―ironizó.

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El lunes por la mañana Naruto y Sasuke estaban en el estacionamiento de la escuela, recargados en el auto amarillo de Sasuke.

―Oye, ¿y tú castigo cuando termina? ―preguntó el de cabello negro. Apenas llevaba una semana y ya se había hartado de fungir como chofer del rubio.

―En dos semanas. ―mencionó abatido. ―Mi mamá es cruel, mira que dejar sin auto a una estrella deportiva como yo. ―dijo cruzándose de brazos.

―Para empezar no eres ninguna estrella deportiva. ―señaló el de cabello negro. ―Ni siquiera estás en la fórmula 1, y para terminar ¿cómo se te ocurre hacer fiesta el mismo día del velorio de tu pariente? ―preguntó recordando lo bochornoso que fue ver llegar aquel ataúd y la gente vestida de negro.

―Pues nadie me dijo que el velorio sería en mi casa. ―hizo un puchero. ―además a ese tío nunca lo vi en mi vida. Ni sabía que existía. ―se defendió. ―¡Y no menosprecies la GP2* ni a mí!―le gritó. ―ahí se forman muy buenos pilotos, y pronto me verás en la categoría reina. ―prometió. ―Seré el mejor piloto del mundo.

―Hmp. ―bufó Sasuke. Estando seguro de que su amigo lo conseguiría, porque era muy tenaz.

Nunca lo había dicho ni pensaba hacerlo, pero estaba orgulloso de él.

Diez minutos pasaron, tiempo en que varios compañeros de escuela caminaron frente a ellos saludándolos. Eran muy populares los dos, por su aspecto fisco Sasuke, y Naruto por ser piloto de carreras.

―¿Seguro que esa chica vendrá? ―preguntó Sasuke despegándose del carro. No le gustaba esperar.

―Sí, mamá me aseguró que llegaría. ―dijo. ―Y a cambio de que no me aumentara el castigo le prometí que la ayudaría a integrarse.

A Sasuke eso no le pareció un trato justo, pero su amigo era medio tonto a veces y se dejaba engañar por su mamá.

―Es ella. ―habló Naruto emocionado. ―tiene cabello rosa.

Sasuke miró hacia la dirección que veía su amigo.

Una chica de piel clara y no muy alta caminaba hacia ellos, tenía el cabello rosa hasta los hombros, sujeto con un pasador rojo de un lado. Usaba lentes de sol cuadrados y el característico uniforme, falda café, blusa blanca con chaleco beige, calcetas blancas y zapatos negros. Llevaba una mochila rosa en la espalda.

Naruto la saludó alzando su mano al aire y agitándola efusivamente, y como si eso no fuera suficiente empezó a gritar su nombre.

Ella cambió el rumbo hacia ellos, pero se detuvo un par de metros antes de llegar. Se quitó sus lentes permitiéndoles ver sus ojos jade.

Y Sasuke conocía muy bien esa mirada. Brillante, impresionada, como si hubiera visto algo realmente maravilloso.

La mayoría de las chicas se la dedicaban cada vez que lo veían. Pensó con fastidio que tendría que aguantar una acosadora más, y lo peor que la tendría muy cerca por culpa de Naruto.

La chica empezó a caminar hacia ellos, con una sonrisa cada vez más amplia.

Sasuke se preparó mentalmente para sus halagos o lo que fuera, pero sorpresivamente para él y Naruto, que había esperado lo mismo, la chica los pasó de largo.

―¡Es hermosa! ―escucharon a sus espaldas.

Ambos giraron y vieron a la chica junto a una motocicleta de color verde.

―¡Es una Kawasaki ninja 300! ―les dijo emocionada, viéndolos por un momento antes de regresar su vista a la moto. ―cómo no pensé en ella antes. ―se reprochó.

¡Era oficial! Esa chica era extraña, había pasado de dos chicos guapos para posar su mirada en una moto.

―Sakura -chan ¿sabes de motos? ―preguntó Naruto intrigado. Conocía su nombre gracias a su mamá.

Ella lo volteó a ver un poco molesta por la confianza de ese chico para llamarla así cuando ni se conocían. Sasuke también la vio fijamente.

―¡Ah, no! ―respondió de forma nerviosa. ―Es sólo que vi una foto del guapo de Chris Hemsworth en una de ellas. ―mintió lo primero que se le ocurrió.

Esta vez su afición sería un secreto. No pasaría por lo mismo otra vez.

―Ya es tarde. ―apuró Sasuke. ―será mejor ir a clases.

Ella asintió.

―Soy Sakura Haruno. ―mencionó para presentarse.

―Sasuke Uchiha. ―dijo con seriedad. Y un poco de intriga al ver que la muchacha no mostraba interés en él.

―Soy Naruto Namikaze. ―sonrió Naruto. ―el chico más guapo de la escuela y el mejor piloto de carreras de la GP2.

Sakura lo miró intrigada y volteó hacia Sasuke buscando confirmación.

―Pues lo de ser piloto si es cierto. ―dijo. ―lo demás es producto de su imaginación.

―¡Teme! ―reprochó el rubio.

Sakura miró con interés a Naruto. ¿Cómo él podía ser tan abierto en lo que concernía a su profesión? ¿No tenía miedo de las reacciones de los demás?¿Podía combinar su vida escolar y deportiva?

Con esas dudas caminó junto a ellos hasta el salón de clases.

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A la hora de la salida los tres iban de regreso al estacionamiento. Sakura intentó escabullirse pero Naruto la encontró bajando las escaleras y prácticamente la obligó a regresar con ellos.

―Sakura –chan ¿Dónde te metiste en las horas libres? ―preguntó Naruto. ―quería presentarte con los demás.

Cuando la directora la presentó al grupo ella sólo dijo su nombre, su edad y que había estudiado en casa, no quería dar detalles de su vida, ni tampoco darles entender a los demás que quería algún tipo de relación con ellos.

Sólo estaba ahí por obligación.

―Estaba en la biblioteca. ―respondió. Era cierto, sabía que ese lugar estaría solitario a esas horas.

―Si eres nerd tal vez te hagas amiga de Shikamaru. ―mencionó Sasuke a su lado derecho, Naruto iba en el izquierdo.

Sakura se detuvo de golpe.

―Yo no necesito amigos. ―murmuró con enojo. ―eso es lo más inútil del mundo.

Sasuke y Naruto se vieron por un momento. Era desconcertante que alguien tan joven dijera eso y con tanta amargura.

―Sakura, no digas eso. ―pidió Naruto y ella lo volteó a ver. Él estaba preocupado. ―todos necesitamos amigos que nos den su apoyo y…

―Naruto. ―lo interrumpió ella. ―¿Tus amigos están cómodos con que tú seas piloto? ―preguntó. ―¿No te tratan diferente? ¿No se aprovechan de ti? ―cuestionó.

Él se rascó la nuca por un momento.

―Bueno, Ino insiste mucho en que le presente otros pilotos, y Suigetsu hace que pague la cuenta cuando salimos. ―recordó.

―¿Lo ves?, sólo quieren algo de ti. ―mencionó ella. ―las personas son hipócritas y convenencieras, por ese es mejor estar sola. ―señaló y empezó a caminar.

―¿Qué le pasa? ―preguntó Sasuke, ya ni él actuaba así y eso que decían que era una persona fría.

―No lo sé, pero no la podemos dejar sola. ―indicó el rubio. No sabía si le había pasado algo para que no creyera en la amistad, pero le demostraría que podía confiar en él.

Naruto caminó hacia el estacionamiento seguido de Sasuke, quien no quería entrometerse en la vida de esa chica, si ella no quería amigos por él estaba bien.

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La encontraron parada frente a una moto azul.

―Esta moto es la de aquel tipo. ―mencionó Sasuke a su espalda y Sakura dio un pequeño brinco por el susto. ―disculpa. ―le dijo cuándo se volteó y lo miró con reproche. ―¿Qué haces frente a la moto? ¿Es tuya? ―preguntó de forma inquisidora.

Y entonces Sakura cayó en cuenta que esos dos eran los chicos a los que les ganó.

¿Por qué le hizo caso a Kakashi y usó la moto para ir a la escuela?

―Cómo crees que va a ser mía si ni siquiera sé andar en bicicleta. ―respondió. ―La vi y el color me llamó la atención.

―Sasuke ¿también piensas que ese chico va en nuestra escuela? ―preguntó Naruto revisando la motocicleta, confirmando que sí era con la que habían competido.

―Sí. ―respondió con irritación. Y aunque también podría ser un visitante, se inclinaba más por la primera opción.―espero encontrármelo muy pronto para saldar cuentas. Le enseñaré que nadie se burla de un Uchiha.

Sakura se mordió la lengua para no decir que fue una chica la que les pateó el trasero, ella.

Y ahora estaba metida en un problema, ellos no podían averiguar que era su moto porque empezarían a hacer preguntas.

―¿Sakura –chan, tienes auto? ―preguntó Naruto.

―No, llegué en taxi. ―mintió otra vez. ―llamaré uno para que venga por mí.

―Pero no podemos permitir eso. ―dijo Naruto. ―Nosotros te llevaremos a casa, ¿verdad Sasuke?

―Por supuesto, como es tu auto puedes disponer de él como quieras. ―se quejó.

―No te preocupes Naruto ya te lo dije, no necesito de nadie. ―mencionó y empezó a caminar. Quería perderlos para poder regresar a su moto.

Sasuke sintió culpa y le dio un codazo a su amigo para que fuera por Sakura.

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Sakura se seguía preguntando cómo se dejó convencer por Naruto, ahora su preciosa moto estaba sola en aquel estacionamiento de escuela. Le había mandado un mensaje a Sai para que pasara por ella, al fin que también tenía que ir con Kakashi, esperaba que no la encontrara desmantelada.

Ella iba en la parte trasera del carro manteniéndose al margen de la conversación de Naruto y Sasuke.

Se detuvieron por el semáforo en rojo.

―Oye, mira eso. ―indicó Naruto mirando por la ventana. Sin poder evitarlo ella buscó lo que él señaló. ―este domingo será la competencia de MotoGp en Karakura.

Sakura vio el cartel pegado en una pared, donde mostraban la fecha, hora y lugar del evento. Tenía varios motociclistas pero uno resaltaba en el centro, un piloto de traje y moto verde.

Ella sonrió involuntariamente.

―Karakura no está lejos, hay que conseguir boletos para ir. ―mencionó Sasuke y arrancó el auto. Sakura siguió con la vista el cartel hasta que quedó muy atrás.

Eran aficionados a los dos tipos de carreras, de autos y de motos.

―Es buena idea. ―mencionó Naruto y giró en el siento para ver a Sakura. ―¿vienes con nosotros?

―No puedo. ―respondió.

―Naruto, no seas tonto, es mujer y de seguro no le gustan las carreras. ―señaló Sasuke mirando a la chica por el retrovisor.

―No es eso, me gustan. ―dijo, aunque se arrepintió. ―pero ese día estaré ocupada.

―Si es cierto que te gustan dinos el nombre de un piloto. ―pidió Naruto, quería comprobar que ella no los estuviera rechazando nada más porque sí.

―Abarai, Llorens, Rossi, Haschwalth. ―empezó a decir contando con los dedos. ―y…Kuchiki. ―mencionó.

Naruto y Sasuke se dieron cuenta que parecía nerviosa al mencionar al último competidor, y que sus ojos brillaron.

―Ese sujeto es quien no se quita el casco. ―comentó Sasuke. Recordando los reportajes que leyó sobre él. Era famoso por su desempeño en la categoría reina del motociclismo, pero también por la expectación que creaba a su alrededor por no dejarse ver en público.

―Es cierto, ni siquiera en la premiación lo hace. ―dijo Naruto sentándose bien nuevamente. ―quizá sea feo. ―aunque era fan del piloto, no podía evitar imaginar eso.

―Puede que tenga labios grandes. ―siguió Sasuke.

―O nariz muy grande.

―¡Deténganse ustedes dos! ―gritó Sakura y los pellizcó a ambos del brazo. ―No se atrevan a insultarlo si no saben nada de él.

Estaba vez parecía muy molesta.

De nuevo Sasuke paró por un semáforo.

―Siempre es lo mismo, juzgan a las personas sin conocerlas. ―dijo, esta vez dolida. ―gracias por traerme.

Sin previo aviso Sakura abrió la puerta y se bajó del coche, aprovechando que no usaba el cinturón. La cerró de un portazo que le dolió a Sasuke en el alma, y echó a correr por la calle.

Sasuke se estacionó bien junto a la acera y los dos se bajaron para buscarla, pero no pudieron encontrarla.

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Sakura no se detuvo hasta llegar a la puerta de aquella bodega. Inhaló y exhaló varias veces para controlar su respiración. Seguía muy molesta con esos dos hombres.

Por un momento llegó a pensar que en verdad Naruto y Sasuke podían llegar a ser sus amigos, pero se equivocó. Eran iguales a los demás, juzgando tan a la ligera.

―Sakura, creí que no venías hoy. ―escuchó a Kakashi. Él la veía en el interior de la bodega, limpiando sus manos manchadas de aceite con un trapo.

Caminó hacia él.

―No puedo faltar a mis entrenamientos a unos días de la competencia. ―sonrió.

―¿Y estás alegre por la carrera o por qué podrás verlo? ―preguntó Kakashi.

Ella se sonrojó.

―Kakashi, no digas tonterías. ―pidió. ―es por la carrera. Iré a cambiarme.

Caminó hacia el baño, tomando una maleta deportiva blanca en el trayecto.

No entendía porque su papá y Kakashi insistían en ese tema, ella no estaba enamorada ni algo parecido, simplemente lo admiraba y quería ser como él.

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El viernes por la mañana Sasuke y Naruto observaron el asiento de Sakura. No había ido a la escuela ese día. Y los días anteriores ella no les habló a pesar de los esfuerzos de Naruto.

De hecho ella se mantuvo alejada de todos, sólo los saludaba con cortesía o hablaba con alguien más si le tocaba trabajar en equipo.

Fuera de eso si alguien intentaba hacerle platica, ella se retiraba diciendo que tenía que buscar algo en la biblioteca o necesitaba hacer una llamada.

Y hasta para Sasuke, aquello no era normal.

Pero no era Naruto, así que la dejaría ser.

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Sakura miró nuevamente hacia el público en el autódromo. Estaba lleno en su totalidad. La emoción de las personas se percibía en el ambiente.

Estaba emocionada y nerviosa, como en todas las competencias. A los lejos miró el box verde del equipo Shinigami. Seguramente él estaba ahí, quería ir a verlo pero no podía, en pocos minutos empezaría la carrera.

―Sakura, ya es hora. ―la llamó Kakashi.

Él era su mentor, quien la introdujo a ese maravilloso mundo. Había sido piloto de fórmula uno pero se retiró varios años antes, y ahora era quien la entrenaba.

Ella asintió y entró al box del equipo Shinobi para colocarse el casco negro, que combinaba con el mono deportivo en el mismo tono.

―Concéntrate Sakura, tu puedes. ―mencionó Kakashi. La competencia anterior quedó en décimo lugar.

―Sí. ―sonrió. Y luego caminó hacia su moto, una Kalex en negro, marcada con el número siete.

Subió a ella y fue a la parrilla de salida, donde Sai ya estaba formado. Él era su compañero de equipo.

Ella ya llevaba dos años en el mundo de las competencias de motociclismo, aunque apenas tenía un año en la categoría Moto2. Lo había hecho bien pero sabía que necesitaba ser mejor si quería pasar a la categoría GP.

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Esa tarde, en el autódromo, Sakura tuvo una excelente salida y para la vuelta seis se logró colocar en la posición seis, la que mantuvo por cuatro vueltas más.

Luego mantuvo una fuerte persecución con un piloto alemán, culminando con un adelantamiento en una curva derecha, obteniendo la posición cinco.

En la vuelta dieciocho un piloto alemán sucumbió ante ella, dejándola escalar una posición más. Y para la vuelta diecinueve Sakura logró ser segunda posición, mantuvo su ventaja de 1.6 segundo ante un competidor español, y así terminó la carrera.

Esa tarde pasó al podio a que le entregaran su trofeo, con una peluca negra y pupilentes cafés.

Así como el piloto Kuchiki, ella también quería ocultar su identidad. Y sabía que su categoría no era tan reconocida como la GP, pero aun así, ¿Quién no reconocería a una chica de cabello rosa?

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Después de la premiación Sakura, ya cambiada, se dirigió a los boxes de los equipos de MotoGP, estaba contenta con su triunfo y quería compartirlo con un amigo.

A él lo consideraba un amigo, porque habían pasado experiencias similares. Los dos fueron traicionados.

Llegó al box del equipo Shinigami pero se detuvo al ver a varias personas dentro.

Reconoció a uno de ellos como Jugram, un piloto rubio. Y le extrañó que estuviera ahí, porque los rumores decían que él y el piloto Kuchiki tenían rivalidad. Había otro hombre de lentes que no reconocía y una muchacha de cabello morado y de piel morena.

Después de un momento el chico rubio salió con su acompañante del lugar sin reparar en ella.

Adentro se quedó la chica sola pero por poco tiempo, pues él llegó acompañado de otro piloto de cabello rojo.

Sakura lo observó detenidamente. Usaba su mono verde, sin casco. Su cabello negro lacio ondeaba libremente. Sus ojos grises mostraban enojo.

Ella conocía su verdadera identidad: Byakuya Kuchiki, hijo de unos prestigiados dueños de hospitales. Pero no importaba cuantas veces lo viera, siempre le parecía atractivo.

Como al parecer era algo importante decidió seguir observando.

Se sobresaltó cuando Byakuya jaló a la chica morena hacia sí, parecía que la iba a besar pero desvió sus labios hacia su mano. Sakura llevó sus manos al corazón y se marchó corriendo, sintiendo el pecho doler.

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Sakura no se presentó a la escuela hasta las diez de la mañana del lunes, y eso porque fue obligada por su padre, ya que ella seguía sin ganas de nada.

―Sakura, ¿Qué tienes? ―preguntó Naruto agachándose a un lado de su asiento.

Ella se veía triste.

―Nada. ―respondió.

―No sabes mentir. ―mencionó Sasuke, quien estaba sentado sobre el pupitre contiguo. ―¿acaso es porque el piloto Kuchiki perdió la carrera? ―preguntó.

―¿Qué? ―Sakura preguntó mirándolo con confusión.

―¿No sabias?, Kuchiki se cayó en las primeras vueltas, y aunque se recuperó no fue suficiente, quedó en novena posición. ―informó Sasuke. No encontraron boletos pero lo vieron por televisión.

Sakura se puso de pie de inmediato.

―Tengo que irme. ―dijo y salió corriendo.

―Creo que está entrenando para las olimpiadas. ―comentó Naruto al verla correr.

Sasuke lo golpeó en la nuca y salió tras Sakura. Era raro en él, pero esa niña le preocupaba.

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La encontró hablando desesperada por teléfono.

―Kakashi por favor, consígueme su dirección. ―la escuchó pedir alterada. ―necesito verlo, perdió la competencia y tengo miedo de que esté mal.

Ella tenía algunas lágrimas en el rostro.

―No importa Kakashi. ―replicó Sakura. ―no importa que no me quiera, yo aún lo quiero.

Y el rostro de Sakura denotaba tanto sufrimiento que por un momento él deseó consolarla.

―Mándame su dirección por mensaje. ―ella dijo cuándo se percató de su presencia. Colgó y guardó el teléfono, luego limpió sus lágrimas. ―¿Qué quieres?

―Sólo estaba preocupado.

―No tienes por qué estarlo, estoy bien. Además no somos amigos. ―declaró y se dio la vuelta, pero Sasuke la sujetó por la muñeca y la hizo girar de nuevo.

―No sé por lo que has pasado para que actúes así. ―dijo él. ―pero déjame ayudarte. Déjanos. ―corrigió. ―Puedes confiar en Naruto y en mí.

Ni él sabía porque le decía eso a Sakura. Quizá porque al verla tan frágil y sola logró conmoverse. Y le recordó a él de pequeño, cuando no tenía amigos, hasta que Naruto apareció.

Un mensaje llegó al celular de Sakura y lo leyó.

―Llévame a Karakura. ―le pidió a Sasuke.

―¿Y qué vas a hacer allá? ―estaba intrigado, eran más de dos horas de viaje.

―Si me llevas te lo contaré. ―le dijo. ―por favor, es importante para mí.

Y Sasuke terminó accediendo, así que caminaron hasta el estacionamiento donde estaba un auto rojo. Ese día había intercambiado coche con su hermano.

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―Sakura, ya me vas a decir algo. ―mencionó él. Ya llevaban una hora de camino y la chica no había dicho una sola palabra, se había dedicado a mirar por la ventana.

―Sucedió hace dos años. ―empezó a hablar con tristeza, seguía mirando por el cristal de la ventana. ―Era feliz con mis dos mejores amigas, bueno las que creí que eran mis amigas. Reíamos juntas, pasábamos el tiempo viendo películas, saliendo a comer y comprar, les contaba mis secretos. Pero un día dejaron de hablarme, me eliminaron de las redes sociales, cuando intentaba acercarme en la escuela me evitaban. ―volteó a verlo y sus ojos verdes estaban acuosos, contenía las ganas de llorar. ―Ellas me traicionaron, pero se hicieron las ofendidas.

―Y es por eso que piensas que los amigos verdaderos no existen. ―señaló él mirando hacia el frente.

―Es porque es verdad, siempre pasa lo mismo. A él también lo traicionaron. ―declaró.

―¿Quién es él? ―preguntó Sasuke intrigado.

Sakura guardó silencio y miró de nuevo la carretera a través de la ventana,

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―No tardaré. ―le dijo Sakura a Sasuke sentados en una mesa de una cafetería.

―No entiendo porque me tengo que quedar aquí. ―Estaba enojado, condujo tantas horas y lo estaba abandonando en una ciudad desconocida.

―Discúlpame, pero no puedes conocer a la persona que voy a visitar, ni mucho menos donde vive y que hace. ―dijo Sakura. Agarró la taza de café para beber de ella.

―Bien, pero más te vale que regreses enseguida, o te acusaré de robar mi vehículo.

Ella sonrió y asintió. Se puso de pie y salió del café, llevándose el carro rojo.

Estaba agradecida con Kakashi por conseguirle la dirección de Byakuya.

Manejó hasta una bodega. Le sorprendió que Kakashi y su amigo pensaran igual.

Byakuya no estaba pero sí el amigo rubio de su entrenador, quien le permitió usar una moto y hacer un poco de motocross. Eso alivió sus penas.

Cuando saltó una duna no pudo controlar la moto, pues no estaba acostumbrada a ella, y terminó por caer a tierra.

Le dio mucha vergüenza pues Byakuya ya había llegado, junto a la misma chica morena que había visto el día de la carrera. Y él se veía endemoniadamente guapo.

—Lo siento, es que no acostumbro este tipo de pistas. —mencionó Sakura sacudiéndose la tierra. Urahara, el amigo de Kakashi, alzó la moto. —Espero que no te importe que haya tomado prestada una de tus motocicletas. —se dirigió a Byakuya.

—No, ¿pero qué haces aquí? — Él preguntó intrigado.

Sakura se quitó el casco sorprendiendo a la chica morena. Supuso que no se imaginaba que fuera mujer.

—Estaba preocupada por ti después de la carrera. —respondió. —te busqué pero no te encontré en el box, así que le pedí de favor a Kakashi que me consiguiera tu dirección. —otra vez mintió.

Pero no iba a decirle que se perdió su carrera por tener roto el corazón. Él nunca le dio esperanzas. Sabía que terminó una mala relación y no quería involucrarse con alguien más, y que al igual que ella no confiaba en las personas, ni en quienes decían llamarse amigos.

Byakuya miró al hombre rubio.

—Oye, es mi amigo, no podía negarme. —comentó despreocupado y se llevó la moto a la bodega.

La chica morena se mantenía callada, pero pudo ver su incomodidad.

—Pero que mal educada soy, no me he presentado. —dijo Sakura viendo a la muchacha y quitándose el guante derecho. —Soy Sakura Haruno. —mencionó con una sonrisa y extendiendo su mano.

—Soy Yoruichi Shihoin. —respondió la morena correspondiendo a la cortesía.

Byakuya les indicó que entraran para platicar más cómodos. Antes de sentarse Sakura se quitó el mono naranja para quedar en jeans y una sencilla blusa verde. En el camino se compró esa ropa. No se presentaría ante él con el uniforme.

—¿Y cómo es que se conocen? —preguntó Yoruichi, pues Byakuya se mantenía serio y Sakura parecía nerviosa.

Y lo estaba. No se esperaba verlo con ella, y aunque estuvieran solos no sabía que decirle.

—También soy piloto. —reveló Sakura. La había visto con él en la carrera, no tenía caso mentir.

—¿De MotoGP? —preguntó sorprendida.

—Ah no, estoy en la categoría Moto2. —aclaró.

—Pero es muy buena, así que quizá la próxima temporada avance a la categoría mayor. —intervino Byakuya y Sakura se volvió a sonrojar.

Él que él la halagara hizo que su corazón saltara de alegría.

—No soy tan buena. —respondió Sakura. —en la competencia pasada apenas y obtuve el segundo lugar.

Byakuya y ella empezaron a comentar sobre las competencias, anécdotas y detalles técnicos.

Y estaba actuando mal, pero se alegró de que pudiera hablar así de familiar con él. Yoruichi se mantenía un poco alejada de su conversación, supuso que porque no sabía mucho de ese medio.

Pero Sakura se dio cuenta de las miradas furtivas que esas dos personas se daban. Había algo entre ellos, aunque ninguno de los dos se diera cuenta.

Y también se percató de que la mirada de Byakuya había cambiado. Cuando lo conoció sus ojos grises mostraban culpa, soledad, tristeza. Ahora expresaban calma, amor y una mesurada alegría.

Y tenía muchas ganas de llorar, pero no podía hacerlo en ese momento. Se despidió, pues debía regresar temprano a casa, su ciudad quedaba a dos horas y media. Y sobre todo Sasuke estaría muy molesto con ella.

—Gracias por venir y preocuparte por mí. —mencionó Byakuya cuando estaban en la calle.

—Sólo quería asegurarme que estarás bien. —dijo Sakura.

Byakuya miró de reojo a Yoruichi.

—Estaré bien. —aseguró.

—Me alegra. —mencionó Sakura, quien no pasó por alto ese detalle. —pero no tienes que agradecer, porque eso hacemos los amigos. —sonrió con tristeza.

Sí, sólo podían ser amigos, sus esperanzas estaban rotas. Tarde se había dado cuenta que estaba enamorada de ese hombre. Pero le alegraba que fuera feliz, porque lo merecía.

Se acercó tímidamente a Byakuya y lo abrazó.

—Cuídalo. —le pidió a Yoruichi cuando se separó de él y se alejó a prisa.

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Se subió al coche y condujo hasta el café, pero no se bajó del carro.

Sasuke la vio por la ventana del local y caminó hasta su coche.

—¡Me has hecho esperar mucho tiempo! —le reclamó colocándose junto a la ventana del piloto.

—Lo siento. —dijo ella mirando hacia el suelo del coche.

—Sakura mírame. —ordenó. La escuchó mal. —¡mírame! —alzó la voz.

Ella giró lentamente, y el corazón de Sasuke dolió al verla así de deshecha. Lloraba a mares.

La hizo pasarse al asiento del copiloto para que el pudiera manejar el coche. Se detuvo a la orilla de un río y se bajaron del vehículo.

Fueron a sentarse al muro.

—¿Qué tienes Sakura? —él preguntó. Ella seguía llorando. No quería hacerlo frente a él, pero no podía detenerse. —¿Alguien te lastimó? —ella negó. —¿las viste a ellas? —preguntó recordando a sus amigas. Volvió a negar. —Entonces ¿Por qué lloras? Dímelo. —exigió.

—Él…él ama a otra. —susurró con dolor, se limpió las lágrimas con sus manos.

—¿Él te engañó Sakura? —preguntó enojado. Hubiera ido con ella, para enseñarle a ese tipo que no debía jugar con las mujeres.

—No. —respondió viéndolo a los ojos. —Yo sola me hice falsas expectativas. Él nunca habló de amor, pero con las pocas interacciones que teníamos mi admiración por él se convirtió en eso precisamente. Estaba lastimado al igual que yo, creí que podía sanar sus heridas, pero alguien más ya lo hizo. —platicó. —y en verdad me alegro por eso. —declaró y volvió a limpiar las lágrimas, que ahora salían con menor intensidad.

Sasuke pasó un brazo por sus hombros, acercándola a él. Ella no opuso resistencia y recargó su cabeza en el hombro masculino.

—Todo estará bien Sakura. —dijo Sasuke. —tus heridas también sanarán.

Naruto y él se encargarían de eso.


*GP2 es la competencia de automovilismo de velocidad antesala de la fórmula 1.

*MotoGP es la máxima categoría del Mundial de Motociclismo, considerado éste como el certamen internacional más importante en el ámbito de motociclismo de velocidad.

*Moto2 Es la categoría intermedia del mundial del motociclismo.


Ojalá les haya gustado.

Saludos y si pueden dejen un review.