Todos caemos a veces, unos con más frecuencia que otros, pero no nos da miedo hacerlo porque sabemos que hay alguien que siempre está ahí para nosotros: ese alguien que nos ofrece su hombro para llorar, ese alguien que nos dice palabras de ánimo, que nos hace ver que todo irá bien; esa persona que nos consuela con el simple gesto de poner su mano en nuestra cabeza y nos tiende su mano para ayudarnos a levantarnos de nuevo. Ese alguien que no es nadie en realidad, más que nuestro hermano mayor: Osomatsu.

Desde niño, siempre transmitió ese sentimiento de que es el mayor, ya fuera por sus acciones, su forma de pensar o que él mismo lo declarara. Desde siempre aceptó ese rol sin notar que no tenía que hacerlo; se cargó con un peso innecesario y, aún hoy, cuando ya estamos a un paso de comenzar nuestras vidas aparte, sigue llevándolo a sus espaldas. Porque, a pesar de que intenta parecer invencible, de hacerse el fuerte por nosotros, en realidad no lo es; y lo es más que ninguno.

Es por eso que no se permite llorar frente a nosotros, prefiere hacerlo en soledad. Él cree que le veremos débil, que no podría seguir siendo nuestro hermano mayor si le viésemos de esa forma, así que cree que tiene que guardarse sus sentimientos para no dejar de ser el mayor a nuestros ojos, aunque eso le dañe. No obstante, lo único cierto en ello es que de verdad se hiere a sí mismo pensando así, pues no encuentra a nadie por encima de él en quien pueda apoyarse y no es capaz de mirar hacia abajo. No quiere ver.

Él lo hace pensando en nuestro bien, siempre demuestra que quiere lo mejor para nosotros, pero está ciego por su deseo de protegernos y mantenernos unidos; realmente no sabe que es "lo mejor". Si lo mejor para nosotros no es lo mejor para él también, entonces no es "lo mejor"; porque para una persona alegre como él es difícil mostrar tristeza, es casi antinatural; pero nadie puede sonreír siempre, por muchos motivos que tenga para hacerlo. A veces pasan cosas que te hacen olvidar lo que te hace feliz y necesitas de alguien que te lo recuerde.

Osomatsu-niisan no es diferente, pero él cree que no lo sabemos y quiere mantener esa imagen de fortaleza. Lo sabemos, todos lo sabemos, pero no podemos forzarle; si lo intentamos sólo finge estar bien y tenemos que seguirle el juego porque él no quiere que las cosas cambien. No sabe que es él quien no sabe; no sabe que eso no cambiará nada; no sabe que él también tiene a su alguien: nosotros, sus hermanos. Todos nosotros somos su alguien, pero nunca nos dejará demostrárselo.


¡Hola!

Estoy aquí para decir: ¡he vuelto! Y les traigo este drabble que escribí en las vacaciones antes de que se me muriera el tablet :D Está escrito como si fuera el pensamiento común de los sextillizos y cada párrafo representa lo que aporta cada uno al conjunto. ¿Les gustaría que hiciera más como este? ¿De otra temática quizá? (No tiene que ser todo tristeza). Aviso de que estaré ocupada y pronto entraré a clases, así que las actualizaciones se tardarán más.

Sayonara!

Disclaimer: Osomatsu-kun/san y sus personajes y canciones pertenecen a Fujio Akatsuka y Estudio Pierrot.