El olor de las rosas y los claveles penetraba en su piel con suavidad, era la segunda vez en ese día que ella salía a recorrer el viejo jardín del hospital. Siempre estaba en ese viejo hospital. Esperando, recordando, buscando una respuesta a todos los problemas de su vida. Le gustaba visitar a los pacientes que daban sus últimos alientos por culpa de una enfermedad terminal, y si era posible sacarles una pequeña sonrisa mientras les contaba muchas aventuras que había vivido en su niñez.

Mabel ya no era la misma niña tonta de tan solo algunos años atrás, ahora ella era una mujer. No podría seguir con sus tonterías, ya saben esas de cuando era una niña, cuando se comía las pegatinas de su cuaderno, solo porque su sabor era dulce y un tanto rasposo.

Ella ya no era la misma Mabel que llego a Gravity Falls hace tan solo unos seis años… así es ya no era la misma.

-¿Otra vez estas oliendo las flores?- una figura varonil se le acerco y la tomo por los hombros. Dipper, el castaño que solía ser desconfiado y algo torpe. Ahora no solo era el autor de uno de los más grandes libros de misterios, sino que también llamaba la atención de miles de mujeres por su increíble sonrisa.

-Sí, pensé en llevarle algunas flores a Stan. Quiero que se sienta cómodo en un lugar como este, ya sabes, creo que últimamente está pasando por una depresión o algo así.

-No creo que Stan se sienta deprimido. Mejor dicho creo que está muy contento de que vinieras a visitarlo después de un año de estar ocupada en tu trabajo-Dipper sonrió con algo de desdén- sin duda ahora Mabel Pines es la favorita de la familia.

-¿Favorita? No, no. Stan está muy enfermo y no puedo sentir un poco de culpa, por abandonarlos, por abandonar a mi familia.

-Era por algo más importante que nosotros ¿no?-Dipper se encogió de hombros y pestañeo un par de veces.


A Mabel nunca le había gustado hablar de ese tema. Del porque abandono a su familia, su sueño siempre había sido convertirse en alguien importante en el mundo de la moda, pero como no le resulto, entonces se inclinó por su segundo empleo soñado. Ser una famosa cantante y actriz, fue muy fácil entrar a ese mundo. Pues su voz angélica y su cara de muñeca, fueron dos elementos esenciales para que pudiera introducirse de lleno en el mundo soñado por cada una de las jóvenes que disfrutaba de la música y las películas.

Ella aun recordaba la canción que le presento a lo que ahora era su agente, le hacía muy feliz cantar esos párrafos. Mabel los había compuesto para una persona especial, para una persona de la que quería librarse para no sentirse más asfixiada en su mundo.

Estoy esperándote desde el jardín

Las flores y los pájaros

Que yacen aquí, me dan algo de felicidad

Las lágrimas que brotaban se han calmado.

Te necesito, necesito que estés a mi lado

No me importa sentirme culpable

No me importa llorar por ti

Te necesito, necesito que estés a mi lado.

Necesito algo de ti, no puedo ocultarlo

Dime ¿qué es lo que sientes?

Necesito irme lejos donde no estés

Donde mi corazón deje de temblar.

Mabel recordaba como su agente. La miraba con algo de confusión, ella recordaba cómo no pudo evitar palidecer. Mabel se había preparado para lo peor, sabía muy bien que la gente que impulsaba los nuevos talentos, podría ser muy mala en esas audiciones. "No sirves para esto" "creo que necesitas afinar tu voz" "cantas horrible" estas solo eran algunas de las quejas que se encontraba por internet de algunas aspirantes a cantantes que se sentía ofendidas por el trato que habían sufrido.

La castaña esperaba lo peor, pero no fue así. Cuando su agente la miro confundido, ella trago saliva, luego este relajo su vista y le sonrió.

-Cantas muy bien, para mi será un honor tenerte en nuestra compañía.

-¡Muchísimas gracias! Espero no decepcionarlos.

Después de este evento ella presento miles de concierto, y gano la admiración de miles de personas, pero también el desprecio de muchas. "La gente siempre tiene envidia, intentaran destruirte si ven que estas triunfando" se decía para sí misma. El trabajo la sobrepaso, miles de giras, su cara en la televisión, en los periódicos, gente agobiándola por todos lados.

Mabel estaba a punto de tirar la toalla, pero ella era más fuerte que eso, así que cada día que pasaba se decía a sí misma "Los Pines no renuncian, ellos siguen." Tampoco podría decir que su trabajo era total motivo de desgracia, la mantenía distraída de esos sentimientos impuros que sentía cuando lo veía o pensaba en él.

Un año paso exactamente, un año en el que se olvidó de todo y dejo que la vida la llevara por cualquier camino. Hasta que llego ese día, era aproximadamente medianoche, ella acababa de dar un concierto en Rusia y se dirigía hacia Tailandia. De repente su celular sonó, era su hermano. Ella descolgó rápidamente el móvil. Hace tres meses que no recibía una llamada de Dipper, la última vez que hablaron terminaran en muy malos términos. Él gritándole lo mal agradecida que era y ella llorando por detrás del auricular, en esa época paso por un estado de depresión. Mabel pensaba que Dipper la llamaba para saber cómo estaba, pero al castaño no lo importaba en absoluto su estado.

-Dipper, ¿eres tú? –Mabel estaba a punto de llorar de la alegría.

-¡Mabel! Stan está hospitalizado, hoy se despertó con un malestar general y luego empezó a vomitar sangre. Nuestro tío te necesita, Stan insistió en que te llamara, pero yo le dije que de seguro no te interesaría su estado- la castaña sintió una punzada en su corazón- en fin no me interesa donde estés, pero si no vienes a Gravity Falls no te lo perdonare-Dipper colgó sin siquiera despedirse.

La castaña había cancelado su concierto, y en vez de dirigirse hacia Tailandia ahora iba hacia el pequeño pueblo de Oregón. Stan la recibió con un abrazo fraternal y Dipper solo la saludo por educación.

Ahora estaba mirando las flores de nuevo, era la segunda vez que lo hacía. Dipper siempre se encargaba de recordarle lo cruel que había sido con todos.

-Ustedes siempre han sido muy importantes para mí- comento la castaña con cierto aire de tristeza.

-Claro que no, Mabel. Solo lo dices para no sentirte culpable- el castaño se alejó del lado de su gemela y desapareció por los pasillos del hospital.

Mabel enarco las cejas y camino decidida hacia la habitación donde estaba Stan. Ella tenía que dejar de sentir tanta culpa en su corazón.


¡Hey! Cherry reportándose con un nuevo fic que tendrá muchos capítulos :D

Espero contar con su apoyo no olviden comentar y también recuerden que esto es PINECEST. Cuando suba el siguiente capítulo depende de la aceptación del primero.

Aclaraciones:

-La canción me la invente yo, cualquier canción con esta letra que encuentren por internet es un plagio de esta (¿?) okno. Tal vez esta sea un plagio de esa :p

-Gravity Falls no me pertenece, solo soy una fan desesperada por el DipperxMabel.

Gracias por leer, nos leemos. Bye,Bye.