— ¿Cómo te fue con tu cita de reconciliación con tu novio? —Preguntó bastante picarón el rubio al ver que su amigo llegaba y se dejaba su mochila en el pupitre de enfrente. Lovino lo fulminó con la mirada, ¿en serio tenía el descaro de preguntar eso? Así que atinó a golpearlo. — What the hell is wrong with you, Lovino?!

— ¡No te atrevas a hacerte el inocente ahora! —Lovino estaba furioso, le molestaba que Arthur fingiera no saber nada. —¿Ahora me dirás que no le dijiste a Gilbert que yo quería hablar con él? —Estaba enojado, pero conocía a Arthur, así que le enojaba pero no le sorprendía.

— Sí, sí, admito que puede que les haya mentido a los dos respecto a quien quería hablar con quién… Pero lo de que Gilbert fue a mi casa pensando que estabas ahí es verdad, en verdad me sorprendió que fuera. Lovino ya ni sabía si Arthur decía la verdad o no, pero qué más daba. Para la próxima que dijera algo así definitivamente no iría. ¿Y bien?

— ¿Bien qué?

— ¿No me piensas decir de que tanto hablaron? Hasta Alfred me marcó cuando se fueron preocupado si algo había pasado entre ustedes. No lo golpeaste, ¿verdad? —Arthur parecía decirle entre juguetón y picarón pues si lo creía capaz de que eso pasara.

— ¿Tienes el número de Alfred? —Eso le sorprendió más, ¿desde cuándo eran tan cercanos?

— E-eso no importa, contesta lo que te pregunté. —Pudo notar que Arthur se sonrojó a decir eso, ¿qué tan cercanos se habían hecho esos dos? Sólo pudo sonreír con malicia. — ¿Ya le dijiste de Antonio, o no? —Intentó cambiar de tema al ver que el otro le sonreía con burla.

— No… —Sin embargo Lovino al escuchar eso cambió rápidamente la sonrisa maliciosa por una mueca y un ceño fruncido.

— ¿Me estás jodiendo, verdad? ¡No le dijiste! ¡¿Por qué?! —El rubio estaba alterado, no podía creer que Lovino fuera tan necio incluso en momentos así. — Se supone que arreglarían las cosas, no que alargarías más las cosas.

— Ya, ya. Le diré hasta el viernes, aún tengo tiempo para prepararme mentalmente. —Soltó algo relajado no sólo para calmar a su amigo, también a él mismo.

— ¿Hasta el viernes…? Pero, hoy es viernes… —Lovino abrió los ojos con sorpresa, ¿qué? No, no podía ser viernes, ¿qué día era hoy? ¿Qué día fue ayer? Ni siquiera sabía en qué día estaba, para el colmo no podía usar el pretexto de que no pidió permiso, pues sí lo había hecho. Aunque podía usar el pretexto de que olvidó su ropa… —No me digas que estás pensando en cómo evadir a Gilbert… —Había dado en el clavo.

— Es sólo que no estoy listo… —Desvió la mirada, pues Arthur lo había descubierto, ¿tan obvio era?

— Si lo sigues posponiendo nunca estarás listo.

Lovino ya no pudo responder por dos razones. 1.- No sabía qué responder y 2.- Ya había tocado la campana y el profesor ya estaba entrando al salón.

Toda, absolutamente toda la clase, el receso; en general toda lo que estuvo en la escuela estaba temblando de los nervios y se trababa al hablar. ¿Por qué estaba tan nervioso? No lo entendía, sabía que sólo tenía que decirle quién era Antonio y todo quedaría en el pasado, algo tan simple y sencillo como decir eso, pero por más que intentaba y hacía el esfuerzo… No podía, la voz se le iba y su mente se quedaba completamente en blanco, tal vez de los nervios o el miedo.
Pero eso cambiaría, o eso quería cambiar, pues si quería seguir hablando con Gilbert tenía que hacerlo, tenía que dejar de ser tan necio, sólo deseaba que al momento de querer decirle no le entrara el pánico y terminara insultándolo, aunque era muy probable que eso pasara, se conocía perfectamente.
Las clases habían terminado y ni tenía ganas de recoger sus cosas, mucho menos de levantarse. Si no fuera por Arthur, estaba seguro que se hubiera quedado echado en el pupitre toda la tarde. No quería salir, pues seguramente Gilbert lo estaría esperando para ir a su casa, le había prometido ir, ¡hasta ya había avisado a su mamá y a su abuelo! Podía decirle que olvidó su ropa, pues eso era verdad, sólo llevaba su mochila como un día corriente en la escuela. Caminaba a paso lento y al girar la cabeza Arthur ya no estaba, a veces lo odiaba tanto. Respiró tan profundo como pudo, bien sólo tenía que decirle que olvidó el cambió de ropa y para la próxima iría con él, estaba diciendo la verdad así que eso no era huir, ¿verdad? Todavía ni llegaba a la salida y ya miraba que Gilbert lo saludaba.

— ¡Hey~ Lovino! ¿Listo para irnos? Hasta limpié el lugar para que no me regañes. —Gilbert dijo muy emocionado cuando vio que Lovino ya estaba muy cerca de él, algunos alumnos que también salían miraban con curiosidad a Gilbert, pues llevaba una motocicleta y parecía universitario, llamaba mucho la atención.

— Sobre eso… —Si Arthur estuviera aquí de seguro lo golpearía y lo obligaría a que fuera con Gilbert. — Olvidé mi cambio de ropa, así que… —No podía mirarlo a los ojos, porque a pesar de que era verdad se sentía tan culpable. Así que no creo poder ir...

— Bueno… Está bien, supongo, ¿te llevo a tu casa? —En cambio Gilbert se quedó serio algunos segundos y luego respondió lo más tranquilo que pudo.

Lovino se sorprendió mucho, ¿acaso estaba tan enojado que había reaccionado así? ¿O realmente no pasaba nada? Era difícil de saber. No parecía molesto, ni el tono de voz parecía que estaba molesto.

Aceptó que lo llevara a casa, pues si no iba a quedarse con él como habían quedado podía dejar que lo llevara a casa al menos. Subió con él a la moto, ya en camino recordó lo que le había dicho Arthur; "Si lo sigues posponiendo nunca estarás listo". Sabía que era cierto, entre más tardara en decirle, más se complicarían las cosas y tal vez Antonio nunca deje de acosarlo. Levantó un poco la cabeza y se sorprendió al ver que Gilbert se había pasado la calle que daba para su casa, ¿se había equivocado? Ambos llevaban casco e iba algo rápido, así que si le hablaba posiblemente no lo escucharía, además le daba algo de miedo hablarle mientras conducía; además podía simplemente haberse equivocado.
Cada vez se alejaban más de donde estaba la casa de Lovino, ya empezaba a dudar que se había equivocado, ¿a dónde lo llevaba? ¡¿A caso lo llevaba a su departamento?! Miraba con mucha atención por las calles donde pasaban, definitivamente nunca había pasado antes por este lugar, si estuviera solo se sentiría completamente perdido. Después de un rato más, al fin se detuvieron afuera de lo que parecían ser unos departamentos, Gilbert aparcó su moto en el estacionamiento y por fin bajaron.

— ¿Dónde estamos? —Aunque tenía una fuerte intuición de cual podía ser la respuesta, aun así decidió preguntar.

— ¿Dónde más? En mi apartamento. —En cambio Gilbert parecía totalmente ajeno al menor y a toda la confusión que le daba con la mirada, estaba totalmente alegre y lleno de energía.

— ¿Y eso cómo por qué? —Frunció su ceño, pero no estaba enojado, lo frunció a causa de que no lograba entender por qué lo había llevado si le había dicho claramente que no llevaba cambio de ropa.

— Para que ya dejes de huir de mí. —Su sonrisa se esfumó y su tono de voz fue completamente serio cambiando completamente el ambiente.


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¡¿Adivinen a quién se le ocurrió dos fic's cuando no termina los que tiene?! -Le tiran piedras.- Ya perdón ;; ¡Pero no puedo evitarlo! Algún día terminaré todos mis fic's ya verán... O al menos eso quiero hacer(?) Hoy actualicé tres 8'D ¡AH! Necesito escribir más seguido :'C ¿Saben qué? Lo voy a publicar me vale(?) No debí unirme a más fandoms :'''''''''''''''v

Ya, neta en el otro Lovi le dice todo a Gilbert 8( (O eso quiero(?)

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