Después de ese incidente en la entrada, se fueron a sus respectivos salones. Kageyama y Hinata se despidieron de Yamaguchi, a Tsukishima, nada más lo fulminaron con la mirada. Caminaba con el rubio a su salón, iba a decir algo respecto a la tarea. Pero surgió algo realmente embarazoso, no recordaba el nombre del más alto. Recordaba que comenzaba con Tsuki o era ¿Tsukki? ¿Por qué tenía que ser tan largo? Bueno, el suyo también era algo largo, pero el rubio si sabía su nombre. Decidió dejar eso y no hablarle, estaba seguro que el de lentes no tenía interés en hablar con alguien tan tímido como él.

Se encontraban en la clase de historia. Aunque su carrera absolutamente no tenía nada que ver con historia, llevaban la materia, incluso en la universidad llevaban materias que ni se relacionan, pero la escuela y los maestros se excusan diciendo que siempre se ocupa un poco de cultura general; además era tronco común, todos tenían la misma materia así que no servía nada de nada comparar.
No había problema por parte de Yamaguchi, le gustaba esa materia. El problema era Tsukishima, le aburría demasiado esa materia, incluso un día se encaró con el profesor de la carrera diciendo que esa materia era una pérdida de tiempo. Lo bueno de la universidad, es que puedes expresar tu punto de vista sin miedo a que un profesor te lleve la contra, hay mentes más abiertas. Pero el pecoso pensaba que en la universidad sólo tendría materias que le gustaran, las había, pero una que otra no la toleraba.

Ya en la clase, se encontraban en el tema de las guerras de Japón, el profesor explicaba que tendrían que hacer un ensayo de 45 páginas como mínimo acerca de la guerra, con mapas, dibujos, etc.

— Para el proyecto final, tendrán que hacer un ensayo sobre una guerra de Japón. ¡NO pongan la guerra mundial! por favor. Nuestro país ha tenido más guerras de lo que me gustaría decir. Mínimo 45 páginas, con diferentes tipos de mapas. Este proyecto valdrá el 60% de su calificación. Será en parejas y antes de que se emocionen. ¡YO escogeré las parejas! El lunes tienen que traer información respecto a la guerra de la cuál será su proyecto, sólo una cuartilla, puede ser impresa. —Todo el grupo parecía maldecir al profesor, algunos hasta cruzaban los dedos para que les tocara con el más listo.

— Ojalá me toque contigo, Yamaguchi. Siempre apruebas esta materia con la calificación más alta. —Dijo un amigo de Yamaguchi que se sentaba detrás del pecoso.

— Ni hablar, Yamaguchi y yo vivimos más cerca. —Ahora fue otro que se encontraba del lado derecho del pecoso.

El profesor ya había puesto la mitad del salón en parejas. Faltaban el pequeño grupo con el que se juntaba Yamaguchi, unos chicos del fondo, Tsukishima y él.

— La siguiente pareja será... —El profesor lo hacía totalmente al azar con la lista del grupo. — Yamaguchi y Tsukishima.

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"¿Qué?"

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— ¡No puede ser! ¡Te tocó con el marginado del salón! —La clase ya había terminado, esperaban a que comenzara la otra, nadie estaba sentado en su lugar a excepción de una persona, Tsukishima.

— Wow, te tocó con el poste humano. —Al terminar la clase, los amigos de Yamaguchi fueron con él. — ¡Anímate, Yamaguchi! No puedes ser tan malo. —Trataban de animar al pecoso que estaba echado sobre el pupitre, pero en vez de animarlo parecían más bien burlarse.

— No sé cómo es Tsukishima, pero con sólo verlo me siento intimidado. —Suspiró levantando la cabeza y apoyándola en su mano izquierda mientras cerraba los ojos.

— ¿Qué no le hablas? Junto con ese enano pelirrojo y ese tipo que tiene cara de querer matar a todos.

"¿Se refieren a Hinata y Kageyama?". — En realidad no he hablado con él. Y casi no habla, las pocas veces que lo he escuchado hablar es para criticar a Hinata y Kageyama.

— ¡Ya sé! ¡Si no quieres lidiar con él, haz el trabajo tú solo y pon su nombre!

— Pero eso no es correcto… —Aunque la idea de tener que hablar con Tsukishima no le agradara tanto, tampoco quería que el rubio no hiciera nada, era mucho trabajo para él solo.

— Eres demasiado honesto...

Las demás últimas clases transcurrieron tranquilamente, tal vez Yamaguchi empezó a delirar, pero sentía la mirada penetrante del rubio sobre él. Al terminar las clases, muchos empezaron a salir y él apenas terminaba de escribir, era muy lento, siempre era de los últimos en salir.

— Yamaguchi.

— ¿Eh? ¡Ah! —No había notado que Tsukishima estaba enfrente de él, se sorprendió tanto que dejó caer su mochila, se sonrojó a causa de la vergüenza y se dispuso a recogerla. — ¿Q-qué pasó, T-tsuki… Shima? —Gracias al profesor de historia había recordado su nombre. Pero estaba algo asustado por la miraba penetrante del más alto. Aunque la voz del rubio fue serena, se asustó, era realmente alto.

— Respecto al proyecto. —Yamaguchi se sintió más aliviado, se había olvidado completamente de eso. — ¿Te molesta si decidimos hoy cuál guerra será? Puede ser en tu casa.

— ¿En mi casa? Está bien... ¡Espera! ¿Quieres ir hoy?

— Sí ¿Por qué no? El fin de semana no me gusta hacer tarea.

"Sí que es directo". Pensó Yamaguchi, quería negarse, podían hacerlo por mensajes; además el rubio no sabía dónde vivía él, podía ser algo lejos de donde vivía él. Pero al ver la miraba fija del más alto, sentía que podía golpearlo si se negaba. — Está bien… —Aunque fue intimidante, no le hablaba con el mismo tono que a Hinata y a Kageyama. Ahora que recordaba eso…

— ¡Ya-ma-gu-chi! —Era Hinata que había entrado corriendo al salón de Yamaguchi. — ¿Listo para irnos? —También había olvidado eso completamente.

— Hinata… Respecto a eso…

— ¿Qué? ¿Qué pasa? —Hinata lo miraba interrogante, giró su cabeza y pudo ver la sonrisa maliciosa del rubio lo cual hizo que se enojara.

— Nos encargaron un trabajo y Tsukishima tiene irá a mi casa.

— ¡¿Eh?! ¡No hay problema! No tardarán mucho ¿Verdad?

— Pues… Creo que no.

— ¡Entonces no hay problema!

El de lentes y el más bajo se fulminaron con la miraba, salieron de la facultad. La casa de Yamaguchi no quedaba tan lejos de la universidad, tardarían un poco, pero era mejor ir caminando. Justo cuando iban saliendo de la universidad, apareció Kageyama caminando con un cartón de leche en la mano.

— ¿A dónde van ustedes tres? —Preguntó observando a los tres, uno parecía incómodo y los otros dos que en cualquier momento podrían matarse.

— ¿Qué te importa? —Tsukishima siempre tan amable.

— ¡Vamos a casa de Yamaguchi!

— ¡¿Eh?! ¡Yo también voy!

Yamaguchi no sabía qué hacer, los cuatro se encontraban de camino a su casa y esos tres parecían que en cualquier momento podrían matarse. Se sintió aliviado cuando por fin habían llegado, incluso se apresuró para abrir la puerta, cuando lo hizo dejó que ellos pasaran primero.

— ¡Ya vine!

— Bienvenido ¿Cómo te fue, cari-… —La madre del pecoso se quedó callado al observar que había traído de nuevo visita, de Kageyama no le sorprendía, pero el pelirrojo sí y ahora también ese chico rubio que tenía un aspecto algo familiar para ella.

— Bien… Vinieron de nuevo a estudiar. —No sabía cómo decir eso, estaba seguro que a su madre le agrada el hecho de que haya hecho más amigos, pero ocupaba avisar que los llevaría.

— Oh, no hay problema...

— ¡Hola, señora! —Hinata se acercó a saludar a la mamá de Yamaguchi, llamando la atención de todos con su voz chillona.

— Hola... ¿Hinata? —Se sentía un poco apenada, esperaba que ese fuera el nombre del chico, por su suerte si fue cuando vio que el chico sonrió mostrando los dientes y asentía. — ¡Hola, Kageyama! —Ignoró al pelirrojo y se fue con Kageyama el cual parecía disfrutar ese momento. — ¿Cómo te va en la facultad? —Parecía más atenta al pelinegro, lo cual hizo enojar a los otros dos.

— Bien, no me quejo. —La madre de Yamaguchi no pudo evitar soltar una pequeña risa. Era típico que Kageyama respondiera así.

— Y él es Tsukishima, está en mi salón.

— ¡¿Tsukishima?! ¡No puede ser! ¡¿Eres hijo de Kenji y Hasu Tsukishima?! —Habló con emoción y cierto brillo en los ojos. Los cuatro chicos parecían muy sorprendidos ¿La madre de Yamaguchi lo conocía? ¿Cómo? ¿De dónde? ¿Por qué?

— Ah… Sí. —Atinó a decir el rubio, estaba desorientado, pues nunca la había visto.

— Cariño. —Ahora se dirigía a su hijo. — El padre de Tsukishima y tu padre son compañeros de trabajo, se llevan bastante bien. Una vez conocí a tu madre. —Ahora se dirigió al más alto. —Cuando nos enteramos que tenían un hijo de la misma edad que Tadashi quisimos presentarlos, pero qué coincidencia que ustedes ya se conocen. —Los cuatro adolescentes estaban boquiabiertos ¿Cómo era eso que los padres se conocían y ellos ni miradas cruzaban? Bueno, ninguno de los dos sabía las amistades de sus padres en sus respectivos trabajos. Sus padres salían algunos días por las tardes con dichos amigos, pero nunca mostraron interés por saber quiénes eran.
— Es un gusto conocerte en persona, Kei. Tus padres siempre hablan de ti y de tu hermano. —La madre del pecoso dirigía una cálida sonrisa al rubio, el cual se avergonzó un poco al escuchar a la madre de Yamaguchi llamarlo por su nombre. — Que descortés de mi parte, tienen que estudiar, los dejo. —La madre parecía muy feliz de conocer al hijo del que tanto hablaban sus padres.

Los cuatro subieron a la habitación del chico de pecas algo serios, al llegar Hinata habló o más bien gritó para romper el hielo. — ¡¿Cómo puede ser que sus padres se conozcan pero ustedes no?! —Se aguantó preguntar desde que escuchó la madre de Yamaguchi decir aquello.

— Cállate, no es de tu incumbencia.

— Bueno, yo no hablo mucho con mi papá, así que puede ser eso. Además mi mamá no me habla mucho del trabajo de mi papá. —Respondió con honestidad el peliverde a la pregunta del más bajo.

— Como sea, tenemos que estudiar. —Kageyama hizo notar su presencia.

— Primero tenemos que elegir nuestro tema para el proyecto. —El de lentes lo fulminó con la mirada pero a la vez lo miraba con burla.

— Será rápido. —Sonrió el de pecas algo tímido, le gustaba que convivieran. Pero se ponía algo tenso el ambiente cuando eso sucedía. Ni siquiera entendía por qué Tsukishima había querido ir a su casa, podían ponerse de acuerdo por mensaje o incluso ese mismo rato en la facultad, sólo era decidir sobre qué guerra harían su investigación y llevar una cuartilla con la información. — Bien ¿Qué guerra elegimos?

— Guerra ruso-japonesa.

— Está bien…

— ¡NO PUEDE SER! ¡¿Sólo era eso?! ¡No me jodan! —Hinata los miró incrédulo ¿El megane fue a la casa de Yamaguchi para eso? ¡Lo decidieron en segundos!

— ¿Y?

El pecoso suspiró ¿Por qué tenía que pasar por esto? — Ya, deberíamos empezar a estudiar. Sacaremos derivadas.

— ¿Cómo se saca eso? —Dijeron al unísono el pelirrojo y el pelinegro, ya ni volteaban a verse cuando decían las cosas al mismo tiempo, sólo fruncían el ceño.

— Es fácil, yo le explicare.

...

Agotado, así podría decirse que estaba. Ya llevaba como dos horas explicando las derivadas y apenas podían hacer una ellos solos. Bueno, era un avance.

— ¿Por qué no me sorprende que no puedan con esto?

— ¡Tú cállate! —Kageyama le tiró su cuaderno, pero fue esquivado por la tan mala puntería del pelinegro.

— ¡¿Por qué sigues aquí?! —Hinata preguntó, todo el rato que estuvieron estudiando, el de lentes seguía ahí sin hacer nada, sólo estaba escuchando música, ni siquiera estaba ayudando al estudio.

— Porque quiero. —Fue la única respuesta que hubo con un tono entre neutral y sarcástico, a veces parecía que no podía poner otro tono de voz.

— ¡Pero sólo eres un estorbo!

— ¡Estorboshima!

— ¡Aburrishima!

El rubio tuvo un tic nervioso en el ojo izquierdo, no porque estuviera molesto. Sino por la estupidez que podía haber en algunas personas. — He escuchado de cosas estúpidas. Pero esto es patético.

— ¡Faltas tú, Yamaguchi!

— ¿Yo? ¿De qué?

— ¡De ponerle un apodo a Estúpidoshima!

Yamaguchi quedó callado unos segundos, sorpresivamente estaba pensando en uno, pero como era Yamaguchi, no era grosero, ni ofensivo. Era dulce y tierno como él lo era. — Que tal ¿Tsukki? —Sonrió de forma honesta. Dos se lamentaban por hablar del tema de los apodos, el otro se sonrojó levemente por tal apodo que sonaba muy infantil, pero a la vez tierno.

— Me gusta. —Se atrevió a decir formando una risa maliciosa que dirigía a los otros dos que rechinaban los dientes.


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Kenji: Hombre inteligente, hábil y perspicaz.

¡VOLVÍ DE LA MUERTE! Por hoy… La escuela me está matando ;-; ¡ALGUIEN PARE EL SEMESTRE! ¡ME QUIERO BAJAR! No puedes mentirles diciendo que actualice en vacaciones, porque aun ni salgo y ya me dejaron tarea para las vacaciones ;-; O tal vez si(?) No lo sé, puede que la trate de acabar antes, no me gusta dejar la tarea al final, aunque suene poco creíble(?)

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