¡Hola a todos! Esta será una historia corta con capítulos cortos (estoy pensando 10 máximo, no se me dan bien los compromisos muy grandes, razón por la cual solo hago one shots), llena de humor, tensión sexual y situaciones medio bizarras, así que no se la tomen muy enserio.

Basada muy libremente en los últimos capítulos del manga, en donde Kakashi fue escogido como Hokage inmediatamente después de la guerra, Sasuke fue a su viaje corto de redención y regresó ya no teniendo un palo atorado en el trasero y obviamente él y Sakura no tienen una relación. Naruto sigue siendo Naruto, bendito sea su corazón de pollo. Y me tomé la libertad de hacer que la guerra durara un año más y que todos tuvieran 20, porque quiero que todo sea legal, sobre todo el sexo, el sexo legal es el mejor tipo de sexo.

Obviamente los personajes no me pertenecen, así que por favor no me demanden. Gracias.


Un estruendoso ruido se escuchó por todo el oscuro departamento haciendo que Sakura se levantara desorientada y lista con un kunai en mano para atacar a quien osara perturbar su sueño, parpadeo varias veces al darse cuenta que solo era su reloj despertador indicando que ya era levantarse y prepararse para su tedioso día. Soltando un suspiro cansado y refregando su rostro con sus manos se resignó a levantarse, si seguía dudando en levantarse su flojera ganaría haciendo que durmiera un poco más y llegaría tarde. Y ella no podía llegar tarde.

Hace 2 años que la guerra había acabado dejando a su paso grandes pérdidas y una Konoha casi en ruinas, pero el optimismo de ganar una guerra y lograr la paz mundial hizo que civiles y shinobis se esforzaran por igual para reconstruir su aldea y devolverla a su máximo esplendor. Tsunade había decido por ese entonces que era demasiado vieja para ese tipo de cosas, que merecía unas vacaciones y nadie la podía hacer cambiar de opinión.

A los dos meses de acabar la guerra se había nombrado a Kakashi Hatake como el honorable sexto Hokage de la Aldea de la Hoja, escogiéndolo como el inquebrantable líder que llevaría a aldea hacía un brillante y prometedor futuro.

En el instante en el que lo escogieron, el consejo también había decidido nombrar a Sakura como la asistente del Hokage, porque todos en Konoha sabían que si se lo dejaban solamente a Hatake, el futuro brillante y prometedor de la aldea tardaría mucho, MUCHO, en llegar. Y la pelirrosa no era nada si no eficiente, podía hacerse cargo de la administración de la mansión del Hogake, hacer sus rondas en el hospital y todavía tener tiempo para poner a sus compañeros de equipo en cintura y perseguir a su antiguo sensei por toda la aldea para que cumpliera con sus labores a tiempo.

Sakura salió de su refrescante ducha, y dio un vistazo al reloj sobre su cómoda para asegurarse de que aún estuviera a tiempo. Buscando ropas formales se vistió con una suelta camisa blanca de gasa y una ajustada falda negra tipo lápiz; soltó un quejido cuando divisó los zapatos de tacón alto que la esperaban. Alguien en el consejo había decidido que era una buena idea pasar una ley donde la asistente del Hokage tenía que usar ropas formales, todo bajo la excusa de que al estar siempre en contacto con las personas en la aldea y los visitantes, se tenía que dejar una buena impresión. Sakura había jurado que mataría al culpable en cuanto descubriera quien había sido.

Salió de su recámara a la cocina y abriendo la puerta de su refrigerador sacó una manzana mientras inspeccionaba todo con ojo crítico. Estaba un poco desordenado, había ropa sucia que aún no había tenido tiempo de lavar y el polvo comenzaba a acumularse, tendría que mandar a un equipo de Genins para que limpiaran pronto o su departamento se convertiría en un cuchitril; su boca se ensanchó en una gran sonrisa, ya tenía en mente las personas ideales para ese trabajo. Levantó su mirada al reloj de la cocina indicando que eran las 5:59, suspirando tiró los restos de su manzana en el contenedor y haciendo unos cuantos sellos desapareció entre pétalos de cerezo.

Mansión del Hokage, Oficina Principal, 6:00 a.m.

Sakura caminaba con paso seguro hacia la oficina del Hokage, respondiendo a los saludos de buenos días y siendo detenida cada poco para responder preguntas y solucionar problemas de los trabajadores en la mansión. Al llegar a su lugar de destino se encontró con dos figuras esperándola en sus escritorios colocados afuera de la oficina principal.

-Izumo, Kotetsu, Buenos días

- Buenos días Sakura-san - respondieron a su saludo débilmente, aún un poco adormilados. Sakura los había escogido como sus manos derechas, ella mejor que nadie sabía que ese par era excelente en lo que a trabajo administrativo se trataba, así que su primera exigencia como asistente de Hokage había sido que los relevaran de sus obligaciones como guardianes de la puerta y los pusieran detrás de un escritorio en la mansión para apoyarla en el manejo de la villa desde la sombras. Estaba segura de que después de tanto tiempo de trabajar como asistentes de Tsunade y su mal carácter, apreciarían un poco el cambio, no que ella no tuviera mal carácter, pero al menos no era tan constante como el de su Shishou.

Entrando finalmente a la oficina la pelirrosa miró el millar de papeles que estaban amontonados y desbordaban el escritorio, mesas y cualquier superficie que pudiera sostenerlos, soltando pesadamente todo el aire de sus pulmones miró con añoranza la cafetera que se encontraba en la esquina del lugar. Necesitaba una buena cantidad de cafeína si quería sobrevivir el día.

Mansión del Hokage, Aposentos personales, 7:00 a.m.

Los rayos del sol se colaban por la ventana iluminando la amplia habitación, Kakashi abrió los ojos lentamente solo para volverlos a cerrar inmediatamente cuando la luz entrante lo lastimó. Lentamente se levantó de la cama rascando una mejilla y con paso perezoso se acercó hacia su ventana en donde se podía apreciar la vista de toda la aldea, soltando un suspiro desganado tomó las cortinas entre sus manos y rápidamente las cerró, ocasionando que la habitación quedara a oscuras de nuevo.

Con un gruñido de satisfacción el peliplata volvió a su cama, acurrucándose para dormir un poco más.

Mansión del Hokage, Oficina Principal, 8:00 a.m.

Sakura sonrió ampliamente al ver que lo que al principio eran un montón de papeles desordenados por todos lados, ahora estaban limpiamente acomodados, organizados y listos para revisarse.

Se dirigió a su escritorio mientras sacaba una agenda, ahora tenía que planear cuidadosamente el día para que todos los asuntos importantes en la aldea fueran atendidos.

Mansión del Hokage, Aposentos personales, 9:00 a.m.

En la habitación, todavía oscura, la cabeza llena de cabellos plateados que sobresalía de las mantas giró hacía a un lado, soltó un pequeño ronquido y siguió durmiendo profundamente.

Mansión del Hokage, Oficina Principal, 10:00 a.m.

La pelirrosa terminaba de acomodar la agenda del día, revisando el reloj en su muñeca y viendo que si no se apuraba estarían retrasados, se levantó resignada de su asiento y salió de la oficina, topándose con el par de Chunins que ya tenían sus escritorios llenos de papeles y listos para trabajar.

-Kotetsu –dijo la ojijade llamando la atención del ninja de cabellos respingados – llama a las cocinas, diles que preparen lo usual y que en 15 minutos pasaré por ahí.

-Claro que sí Sakura-san

-Izumo – dijo volteando a ver al otro ninja presente- en exactamente media hora suelta a los perros de búsqueda, ellos saben qué hacer.

Dándoles una última sonrisa empezó a caminar por el pasillo sin notar el par de miradas intensas que su trasero estaba recibiendo en esos momentos.

Mansión del Hokage, Aposentos personales, 10:30 a.m

Kakashi abrió sus ojos sorprendido y en una impresionante demostración de sus habilidades ninjas rodó en su cama para evitar la bola de pelos y grasa que conformaban Bisuke y Akino, sólo para toparse con Buru al otro lado de la cama, poniendo sus patas delanteras sobre el cuerpo de Kakashi y aplastándolo efectivamente, mientras los demás ninkes comenzaban a lamer su cara felizmente.

-Buenos días Hokage-sama – saludó la voz cantarina de Sakura y el peliplata sintió el familiar escalofrío que pasaba por su cuerpo cada vez que la escuchaba llamarlo de esa forma. La pelirrosa se encontraba parada en la puerta con una bandeja con su desayuno en manos y Pakkun a su lado.

Los ninken sabíendo que su amo ya no escaparía se bajaron de la cama para permitir que Kakashi se sentara en su cama. Sakura entró confiadamente contoneando un poco sus caderas, puso la bandeja sobre la cómoda enseguida de su cama y se puso en cuclillas para acariciar a los perros que esperaban ansiosos su recompensa por el trabajo bien hecho.

Kakashi tuvo que reprimir el gruñido que quiso salir de su cuerpo, no podía evitarlo, la falda se había subido un poco al estar en esa posición haciendo que se mostraran un poco más de sus blanquecinos y bien torneados muslos, mientras que la tela de la falda se apretaba un poco por el estiramiento resaltando aún más su delicioso y redondeado trasero.

No sabía quién había sido la persona que había pasado la ley para hacer que Sakura se vistiera de esa forma todos los días, pero en cuanto lo descubriera, le daría un beso por la vista tan deliciosa que le regalaba todos los días, solo para después darle un golpe por hacer el poder concentrarse un poco más…emmm… duro es la palabra ideal.

Tomó la bandeja que la pelirrosa había colocado a su lado y aprovechando que estaba distraía acariciando a sus nikens (y antes de que se diera cuenta de que la estaba mirando tan descaradamente) bajó su máscara para engullir todo su desayuno rápidamente.

-Muchas gracias por el desayuno Sakura, puedes esperarme en la oficina, llegaré en unos momentos – dijo arqueando su único ojo visible y agitando una mano despreocupadamente. Sakura lo miró sin expresión alguna en el rostro.

-No me iré de aquí hasta ver que se haya levantado y no tratará de escapar. De nuevo.

-Mah, mah, cuanta desconfianza Sakura-chan, yo nunca haría eso, sé lo importante que son los asuntos de la aldea y nunca haría nada que pudiera perjudicarla, mucho menos ahora que soy Hokage.

- Kakashi, arriba, ahora. Sabes que no me iré de aquí hasta que te hayas levantado de esa cama– dijo la pelirrosa sin ceder. El hecho de que Kakashi prefiriera dormir sin camisa y ella pudiera ser testigo en primera fila de su impresionante físico y admirar como los músculos en sus brazos y espalda se movían bajo esa fina capa de piel cada vez que se estiraba desperezándose no tenía nada que ver. Para nada. Ella solo tomaba su responsabilidad como asistente muy enserio. Deberían de darle un premio de lo abnegada y diligente que era.

Kakashi entró al baño anexo en sus aposentos privados junto con un par de sus ninkes (Sakura no confiaba plenamente el estando solo), se dio una ducha rápida para terminar de quitarse el sueño y se vistió en sus ropas normales ninjas. La pelirrosa aún lo esperaba en su habitación con esa maldita capa formal que tenía que usar todo el tiempo por su posición como Hokage.

Viendo que el peliplata ya estaba listo y era poco probable que escapara, salió con pasó decido de los aposentos personales hacia la oficina principal, siempre asegurándose que su ex sensei estuviera detrás de ella y frustrando todos sus intentos para escabullirse. No que Kakashi lo intentara mucho, después de todo le estaba costando mucho retirar su mirada de la retaguardia de Sakura y su hipnotizante contoneo de caderas. Casi choca con las paredes varías veces por ir tan distraído.

Llegaron a los escritorios de los dos chunin que resguardaban la puerta de la oficina del Hokage, ambos le dieron a Kakashi un saludo que el peliplata medio ignoró aún un poco distraído con la vista frente a él y cerró la puerta de su oficina firmemente tras su entrada.

Izumo y Kotetsu se miraron y dejaron que unas amplias sonrisas adornaran sus rostros. Al parecer el plan del consejo para conseguir que su respetable Hokage se fijara en su dulce y sensual asistente estaba yendo perfectamente bien.


Hasta aquí por ahora, muchas gracias por leer y saben que esperaré con ansias sus comentarios, vamos cuéntenme cosas, quiero escucharlo todo de ustedes.

Por cierto, ¿ya se pasaron por "Blame it to Tumblr"? ¿Aún no? ¡¿Qué están esperando?! Akatsuki, Sakura, situaciones divertidas, ¿qué más pueden pedir?