UNLEASHED

Basado en la ilustración de Azai Benyi que me encantó y dio rienda a éste one shot,en un AU donde Saitama es el psíquico más poderoso y Genos es su devoto alumno pero cuyo nivel de poder es bajo.

**Psicoquinesia- la hipotética capacidad de la mente para influir en la materia y energía, sin causa mecánica observable y desafiando el espacio y el tiempo. Un ejemplo popular de psicoquinesia es el movimiento de objetos que no están en nuestro campo de visión con la mente.

Telepatía- consiste en la transmisión de contenidos psíquicos, entre individuos, a través de la mente sin el uso de agentes físicos conocidos.1 Es considerada como una forma de percepción extrasensorial o cognición anómala, además se piensa que esta es instantánea.

Teletransporte o teleportación es el proceso de mover objetos o partículas de un lugar a otro instantáneamente. Según la narración de que se trate, puede realizarse, o no, utilizando una máquina llamada teletransportador. Literalmente quiere decir «desplazar a distancia», lo que puede ser entendido como un desplazamiento que se produce sin necesidad de establecer contacto físico directo con el objeto para que éste se mueva.

Psiónico- poderes mentales que afectan a la materia física, incluyendo uso de energía canalizada desde el cuerpo

Blackout—apagón en inglés

Estasis—forma de decir reposo, dormido por tiempo indefinido**

Cuando Saitama reveló sus habilidades de psíquico a una edad algo tardía para la mayoría de los Espers, nadie dio un quinto por él, solo eran burlas e indiferencia, por ello siempre fue solitario, no aplicó lo suficiente para la Academia de Dotados y la verdad nunca la tuvo fácil.

Pese a todo, se las ingenió para practicar a escondidas, tuvo varios trabajos, había que comer pero no cejaba su objetivo, elevar su poder mental y en una de ésas literalmente lo logró al enfrentar a un kaijin cangrejo para defender a un niño, así se impuso la disciplina férrea de controlar y desarrollar sus habilidades, además de quedarse calvo en dicho entrenamiento…al parecer demasiado estrés, durante 4 años entrenó duro y logró superar los estatus de la Asociación de Psíquicos , a la que al fin ingresó pero clasificado como Esper Clase –B, a la maldita burocracia no le importaba que en realidad fuera el psíquico más poderoso de la Tierra, manejando diestramente Psicoquinesis, Telepatía y Teletransportación .

Tenía estabilidad mas no reconocimiento, mucho menos el respeto de otros psíquicos o de la gente común, no le importaba, él sabía que era muy poderoso, se hizo apático e indiferente al grado de vivir sólo en un zona abandonada que le asignaron de mala gana la Asociación para patrullar. Ciudad Z su territorio actual, donde conocería al único que de verdad lo admiraba y respetaba por sobre todas las cosas, su autoproclamado alumno Genos, un joven cyborg de 19 años al que salvó la vida de un kaijin mosquito, desde ése día el chico se le pegó como tábano a Saitama incluso acosándole con tal de ser su alumno.

Y lo logró…muy a pesar de Saitama, lo hizo más bien para que dejara de molestar, el chico tenía una historia trágica, sobreviviente del ataque de un Mad Cyborg que lo dejó en la orfandad y prácticamente agonizando, un científico tuvo a bien protegerlo y ayudarlo, su cuerpo estaba irremediablemente dañado; así que le dio un nuevo cuerpo cibernético de alta tecnología, su cerebro fue confinado a una regia armadura , Genos dejó de ser un chico de 14 años y se convirtió en una máquina fría de venganza, bloqueando sus sentimientos para enfocarse en lo único que lo mantenía vivo, buscar al Mad Cyborg a cualquier costo y destruirlo aunque le costara su propia vida.

En realidad Genos alguna vez fue alumno de la Academia de Dotados, era un empata muy fuerte, pero al perder su cuerpo y el trauma de su tragedia, lo truncaron, su poder empata seguía presente, pero no hubo avance alguno, Saitama advirtió tal habilidad, ante lo terco e insistente además de que Genos era excepcionalmente bueno en las tareas domésticas, optó por aceptarlo, lo que le dio cierta notoriedad ya que Genos era de la Asociación de Psíquicos , un Empata de Clase-S…para molestia de Saitama, sin embargo a todo se acostumbra uno menos a no comer y en esto Genos era un genio.

Así pues inició de forma extraña su relación maestro –alumno, Saitama pensaba que aunque Genos nunca avanzara, al menos tendría asegurada comida caliente además de no preocuparse por hacer sólo los quehaceres, sí…lo aceptó por comodidad, le ponía ejercicios mentales de vez en vez, para tratar de motivar sus habilidades truncadas, pero sabía que aun así ; Genos no avanzaría mucho … al menos le era entretenido ver sus esfuerzos y con el tiempo se acostumbró a su compañía.

No es que subestimara al joven cyborg, tampoco que abusara de su buena fe , Saitama pensaba que él se daría cuenta que no avanzaría, que se iba a dar por vencido y buscaría otra forma de emplear su vida .Tal vez si tuviera su cuerpo humano lograría algo más que ser un empata, porque podría soportar el impacto con más facilidad, el cerebro y el cuerpo armonizados por las hormonas y sustancias que segregara eran cruciales para el desarrollo, soportar la tensión y finalmente explorar sus habilidades psíquicas, eso lo sabía de sobra Saitama, pero Genos sólo tenía su cerebro, lo demás era sintético, aunque sus componentes y sensores estuvieran ampliamente ligados, no era suficiente.

Pero aun así lo dejó junto a él.

Genos era necio, disciplinado y obediente, algo caradura pero únicamente con Saitama era dócil y amable. Por más simple fuera la orden era ciegamente obedecida, agradecido por salvarle además de aceptarlo, su respeto y afecto se profundizó tanto que quería estar a la par…o al menos ser digno, su impulso siempre fue la venganza, pero desde que Saitama se hizo su maestro, parecía haber cambiado un poco esto, Genos pensaba que su relativa paz interior se debía a la sola presencia de su sensei.

Ese día, un meteorito enorme colisionaría en Ciudad Z, pero Saitama ya lo había presentido; Genos era su único respaldo en ése momento, parados en el techo de uno de los tantos edificios abandonados, ambos miraban al cielo atentos en lo que se acercaba la gran masa.

-Sensei… ¿Cuándo piensa atacar?...Calculo el daño con respecto a la velocidad con que…

-Genos—Interrumpió el calvo mientras se quitaba los lentes, si no lo detenía sabía de sobra la perorata que vendría—Espera un poco…yo también ya lo pensé… si me adelanto podría dejar caer fragmentos sobre las demás ciudades y tampoco quiero que el departamento quede aislado.

El rubio solía ser un poco impaciente, pero no era por molestar, estaba a la expectativa de sus órdenes para coordinarse con su sensei, además de estar nervios puesto que era la primera vez que interactuaba con él en una misión… aunque fuera de apoyo moral, no se cuenta las veces que tuvo que salvarle al estar a punto de ser destruído. Saitama sonrió y dijo al muchacho mientras comenzó a levitar .

-¡Ahora Genos! ¡ya sabes qué hacer!—Saitama se elevó con rapidez por los cielos, en lo que lo rodeaba un campo de energía psiónica, se veía increíble pensaba Genos al ver la figura vestida de negro elevarse y expandir el gigantesco campo de energía color rojo en el cielo, primero se fue acercando y haciéndose cóncavo como si tratara de agarrar el gran meteoro.

Genos activó sus sensores aunados a su habilidad empata, podría sentir si los fragmentos salían del campo de contención que extendió Saitama, era su oportunidad para hacer sentir orgulloso a su sensei y que de alguna forma sus enseñanzas habrían dado fruto.

-"¡Es extraordinario el poder de sensei!"—Pensaba Genos sin dejar de concentrarse, sonrió para sí mismo en lo que su visión se amplió, al despertar su habilidad empata sus sensores lo amplificaban, sus pupilas doradas brillaban, un aura del mismo tono rodeó su cuerpo metálico, incluso su cabello tomaba una tonalidad blanca.

-Descuide no le fallaré…¡Hmmmn!—Su gruñido era signo de su completa concentración, su pose era curiosa, parado muy erguido, su palma derecha abierta pegada al pecho, sobre ésta la izquierda también abierta hacia arriba, ahora estaba receptivo a cualquier cambio en el lugar, podía detectar presencias y rastrearlas a partir de las vibraciones emocionales que percibiera, por lo pronto, lo único que detectaba era la fuerte aura psiónica de Saitama que lo llenó de emoción por lo inmensa que era.

Saitama puso sus manos al frente, para una mayor concentración, el meteoro se detuvo, pero seguía rotando lentamente por la fuerza de choque, sus ojos cafés se tornaron carmesí al elevar la descarga psiónica sobre el escudo cóncavo, aumentando la presión para englobar la gigantesca masa y desintegrarla ¡Lo estaba logrando!

Sin embargo, Saitama percibió una extraña vibración venida del centro del meteoro, Genos desde su postura , fue sacudido por una extraña onda, interrumpiendo su concentración y obligándole a caer de rodillas, sostenía su frente con la mano derecha, hasta que escuchó una potente explosión, al alzar la vista quedó sorprendido… su maestro estaba tratando de evitar un gran colapso súbito del meteoro con su escudo psiónico, al desintegrar una parte, de pronto hubo un estallido y no alcanzó a cerrar el campo de contención rápido, así que fragmentos menores lograron escapar.

-"¡GENOS AHORA! ¿QUE HACES?"—El mensaje telepático de Saitama sacó de su aturdimiento al rubio, sus propulsores de la espalda se activaron, Genos no era capaz de crear su propio campo psiónico, pero sí estaba provisto de cañones incineradores y tenacidad, prácticamente saltó varios edificios para llegar a 3 objetivos, los primeros estaban cerca y logró dar cuenta usando su impulso además de su fuerza, desintegrándolos a puñetazos, el último era el más difícil, ya que estaba un poco más alejado, ágilmente maromeó hasta el techo de otro edificio, sabía que no podría alcanzarlo.

-"¡Maldición! No podré llegar a destruirlo…voy a tener que usarlo"—Genos se arrancó la camiseta, dejando al descubierto su pecho metálico, su brazo izquierdo se abrió lo mismo que las placas metálicas, su core brillaba en un tono azul, sacó su esfera de poder aún conectada a su pecho por gruesos cables y mangueras, insertándolo como fuente de poder para un gran disparo en su antebrazo abierto, fijó su objetivo con el escáner, estaba a más de 50 metros, finalmente sonrió y dijo:

-¡Incinerateee!—El cañonazo salió con tremenda fuerza, igual que una ola de fuego, zurcándo el cielo hasta el fragmento que venía en picada, por el impacto, el fragmento terminó por desintegrarse, pero dado al gran esfuerzo, Genos cayó de rodillas, sus placas pectorales seguían abiertas, respiró agitadamente en lo que su escáner reportaba las funciones de su sistema.

Miró hacia donde su sensei seguía levitando, conteniendo el resto del meteoro, tardaría en volver a recargarse, pero vio como Saitama ya parecía tener el control, una nueva onda expandió un poco el campo psiónico de él, el psíquico fue empujado hacia atrás, haciéndole perder concentración, algo atravesó el escudo con fuerza al debilitarse por el titubeo, parecía una leve ráfaga, al disiparse el campo psiónico, no había rastro del meteoro solo una nube de polvo densa, pero Saitama buscaba frenético lo que había atravesado su defensa, expandió su poder mental, el aura roja a su alrededor se hizo densa.

La ráfaga era demasiado rápida, Genos alcanzó a ver que estaba sobre él, expandió un poco su visión y pudo ver un cuerpo informe, de energía e iba directo a él .

-¡Un fragmento más?...¡No! Esto tiene un rastro de energía pero viene hacia acá—Genos intentó recargar el cañón, pero aún no tenía tiempo, de repente, desapareció en un parpadeo ante los ojos de maestro y alumno, Saitama tenía un mal presentimiento.

-¡Oye Genos atento! Esa energía que salió del meteoro…-Saitama se detuvo, la vibración en su aura volvió, estaba seguro que el peligro aún estaba latente, Genos se concentró en su empatía, podía ser un hábil rastreador, recolocó su core en el pecho, aún estaba un poco sacudido, pero podía caminar y un temblor cimbró los cimientos del edificio por un lado, Saitama volteó al sentirlo, pudo ver cómo Genos desapareció en el derrumbe, una fuerza inconcebible lo estremeció al tiempo que buscó la presencia de su pupilo y activó su teletransportación.

-¡GENOOOS!

Lo único que pudo ver Genos era la lluvia de concreto y tierra que levantó el sonoro derrumbe, además de un resplandor blanco, cegador, por un momento todo se detuvo, sabía que se trataba del cúmulo de energía que cayó del cielo, estaba tan cerca ése resplandor que casi lo tocaba, pero entonces todo se iluminó cuando creció y lo englobó un momento, así como lo abrazó, en un parpadeo desapareció, lo había llenado con una extraña sensación de confusión y temor, que lo tocó tan profundo en lo más recóndito de su mente, sacudiendo su médula, así como sus circuitos y sensores, éstos se apagaron un instante, sólo hubo oscuridad , frío denso, ya no sentía nada, simplemente se desconectó…dejándole sólo e indefenso en la fría negrura que lo abrasó.

"¡QUE PASA! ¡AUXILIO! ¡AUXILIO!"

Su mente se sacudió sumida en la oscuridad, no veía nada, no sentía nada, sólo la desesperación y la angustia, como el día en que atacó el Mad Cyborg y lo dejó agonizante, el horrible recuerdo del miedo y el dolor se apoderaron, no podía pensar, se ahogaba dentro de ése lugar, tenía que salir, tenía que despertar… ¡Una y otra vez su mente se gritaba a sí mismo! ¡DESPIERTA YA!

-¡GENOS DESPIERTA!—El joven parpadeó, sus sistemas se reiniciaron y escanearon todo su cuerpo buscando fallas, Saitama lo había alcanzado en medio del derrumbe y lo sostenía con firmeza entre sus brazos, se veía agitado, con el ceño fruncido .

-Sen …sei—Respondió algo confuso, sus pupilas doradas titilaron, todavía seguía escaneando, Saitama lo miraba un poco molesto mientras descendían suavemente hasta llegar a un lugar seguro en la calle, Genos miró un poco apenado a Saitama que lo dejó con lentitud de pie al tocar el suelo.

-Lo siento, sensei…mis sistemas se apagaron súbitamente con el derrumbe, tal vez porque usé mi core directamente.

-Antes lo has usado así y no habías tenido un apagón—Dijo el calvo sacudiéndose el polvo y limpiando sus lentes con cierta despreocupación, sopló un poco a ellos mientras terminaba de limpiarlos y se los colocaba.

-Ten más cuidado para la próxima, tal vez deberías ir con el doctor Kuseno a que te revisara—El rubio lo miró con firmeza, quería demostrarle que podía confiar en él y su resistencia.

-No es necesario sensei, mi escáner no reporta daños, haré una revisión más exhaustiva en el departamento.

-De acuerdo pero quiero reporte completo Genos , ya sabes que me daré cuenta si mientes—Genos asintió, Saitama se adelantó al edificio derrumbado y se levitó un momento, mientras el rubio echó una mirada entre la tierra y polvo que se levantó, las lecturas de su escáner no reportaban la energía que había descendido y chocado, sin embargo se detuvo; al rodear un poco los escombros, un zumbido lo hizo sacudir la cabeza, duró segundos…luego miró a su sensei, no se había percatado de su malestar, supuso que estaba tan concentrado en rastrear la emanación de energía que no lo advirtió.

-"Sensei no se dio cuenta, mejor…así no me obligará a ir con el doctor Kuseno, no creo que sea grave, sólo me dio una sacudida y mis sensores parpadearon, nada más"—Luego miró a Saitama, por un momento al verlo flotar a unos 30 metros de altura, derecho, con las manos en los bolsillos, sintió algo de pesar, como el día que instalaron nuevos cañones en él y le pidió los probaran en una pelea simulada, obvio decir que aunque no le hizo daño, comprobó que para nada era rival, de hecho el pellizco en su mejilla izquierda y la palmada en la frente aún podía sentirlas ,no sufrió daños físicos solamente su orgullo.

-"Estoy tan lejos de ser tan fuerte como usted sensei…si tan sólo lo fuera ¿Se sentiría al fin orgulloso de mí? Porque honestamente, a veces sólo pienso que soy una molestia para usted".

Saitama terminó de escanear con su poder el lugar, bufó un poco extrañado, para luego mirar hacia Genos, levantó la ceja, siempre atento a sus movimientos ése muchacho, no podía decir que a veces le parecía exasperante que lo estudiara tanto al punto de parecer stalker, pero había que admitirlo, le gustaba la sensación de confianza que le mostraba.

-"Deberías tener más cuidado muchacho tonto, un día podría no llegar a tiempo"—Pensó con una sonrisa socarrona—"A veces olvido que no podrás avanzar tanto como quisieras, si es que no has llegado ya a tu límite"

Aterrizó junto a Genos, el cual se recompuso, Saitama percibió algo, pero una cosa que no podía decirle, era que aunque siendo un poderoso psíquico, se le dificultaba leer un poco las emociones de Genos, tal vez era debido a su aleación y que el muchacho había bloqueado sus propias emociones para leer las ajenas sin sobrecarga sensorial, dicho sea abrumarse…hasta pudo haberlo hecho como forma de manejar su trauma. Sólo cuando estaba muy alterado, Saitama era capaz de leerlo, de alguna forma sí era receptivo Genos a su telepatía, pero en cuanto a leer sus emociones era un poco difícil, sin embargo no le daba importancia, le gustaba su distancia y privacidad, hacía lo mismo con el rubio… era fácil bloquear ya que siempre lo había hecho para protegerse y no estar en desventaja.

-Estoy hambriento…deberíamos ir por algo de cenar.

-Sí sensei—Por un momento, Genos vio que Saitama se quitó su saco, él no traía camiseta ya, la había roto al quitársela, en un instante, su mente divagó en la fluída sensación de que su maestro la ponía sobre sus hombros para cubrir el torso metálico desnudo, su core emitió una serie de vibraciones que lo sacudieron, un cosquilleo se centraba en sus entrañas sintéticas, como el de la electricidad pasando en pequeños choques, pero entonces su sonrisa leve se borró, cuando vio que su maestro sólo se la quitaba para acomodarla entre su brazo y su cintura, adelantándose sin tapujos.

Genos realmente se sintió muy estúpido por haber tenido ésas sensación protectora, cierto es que lo salvó de quedar hecho chatarra, solo que tenía sus dudas , después de todo era el encargado del aseo y la cocina, no había otra cosa porque preocuparse…sólo era su alumno y nada más, nunca le había demostrado otra cosa, bueno sí…al principio un fehaciente rechazo, porque sensei era una persona celosa de su espacio personal, mas no podría decirse que después de todo éste tiempo hubiera un poco más de afecto.

-"¿Afecto? ¡Qué tonterías pienso!"—Caminó al lado de su sensei con aire distante, un poco desangelado, rumbo a los límites de Ciudad Z, quedaron cerca, así que podrían ir a un puesto de ramen que ambos conocían bien.

Esa noche, Saitama le exigió un reporte del escáner en sus sistemas ¡Qué se le iba a olvidar!

Y Genos encontró la forma de evitar que su sensei tratara de mandarlo con el doctor, después de todo se sentía bien, empleando su táctica más potente…

-Reporte de escáner número 3500, desde el ataque de la forma de energía no especificada en la misión, mis sistemas estuvieron estables hasta la proximidad del objetivo, a unos 100 metros el mismo desapareció sin dejar rastro ni emanación psíquica rastreable, hasta el derrumbe del edificio en que me encontraba, aún sin datos ni pistas de ubicación o si la masa de energía hubiese colisionado de alguna forma con…

-¡BASTA BASTA GENOS! ¡Dije reporte no discurso político! –Golpe bajo, pensó el rubio—¿Qué dijimos sobre resumir todo en 20 palabras o menos?

-Resumiendo los datos del escáner, no reporta eventualidades físicas, sólo fue un breve apagón, posiblemente la masa de energía emitió un breve pulso electromagnético que detuvo momentáneamente mi sistema, pero al ser leve volví a reiniciarlo gracias a mi habilidad empata.

Saitama resopló un poco, mirando fijamente a Genos, pero no dijo nada, solo siguió viendo la televisión , el rubio sólo pudo bajar la vista hasta su laptop , clavando la mirada, tratando de no alterar el ambiente con un aumento de su carga sensorial y evitar sospechas, había evitado que su sensei se deshiciera de él al enviarle con el doctor, a veces pareciera que buscaba cualquier pretexto para mandarlo a revisiones extras, sabía de sobra que Saitama no seguía muy conforme con haberlo aceptado como pupilo y a veces le daba la impresión que su presencia lo molestaba.

-Mañana iré con King a jugar videojuegos, así que podrás hacer lo que quieras—Genos se quedó de una pieza, hasta parecía hecho adrede, éste lo miró de reojo, otra vez la pesadez en su ser, tal pareciera que Saitama estaba decidido a evitar su compañía ¿Posiblemente se ha hartado de su presencia? Bajó la vista a un punto de su laptop, mientras trataba de controlarse y dijo en tono bajo:

-Sí sensei, no tenga inconveniente, yo cuidaré el departamento ¿A qué hora volverá?

Saitama se rascó la calva, de reojo el muchacho vio su expresión, al bloquear sus emociones su maestro, Genos tenía que apoyarse en sus capacidades deductivas, su ceja derecha estaba fruncida, resopló con algo de molestia apoyado sobre el futon, sin verlo.

-No lo sé, posiblemente pase la noche jugando, tengo que patearle el trasero a King, así que no me esperes…y si quieres salte a pasear, no tienes que quedarte encerrado ni preparar nada.

Genos asintió con diligencia, pero sus entrañas se tensaron, el tono de fastidio y molestia indicó que no quería verle al menos por un día, tal vez no eran sospechas infundadas…tal vez sí se estaba cansando de tener un autoproclamado alumno con muy poco avance en su nivel.

Y así, al otro día, Genos despidió a su maestro aparentando serenidad, éste se veía entusiasmado, pero al ver gotas de lluvia caer, el rubio se alarmó y dijo con diligencia:

-¡Va a llover sensei! Iré por un paraguas—Saitama lo detuvo con tono firme.

-Vamos Genos no exageres—Estando en el balcón, Saitama empezó a levitar, el agua que ya era una fluida cortina chocaba contra un leve campo psiónico que lo escudaba, siempre con las manos en los bolsillos y su sonrisa socarrona, el ceño seguro, se inclinó para ver hacia abajo al rubio cyborg expectante como cachorro ondeando la cola.

-Que la lluvia no sea impedimento para que salgas a pasear o ir al cine…hasta luego—Y se marchó volando con velocidad, sonaba a una amable forma de decir ¡Diviértete!...pero realmente pensó que definitivamente estaba aburriéndose de él.

Genos se dejó caer en el futón, no tenía ánimos de nada más que mirar al techo, decidió dormir, total había sobras o podía comer cualquier cosa… ¿Desayunar? No tenía ganas, sólo estaba cansado.

-Quisiera que los videojuegos me llamaran la atención y ser bueno en ellos, así sensei no se aburriría conmigo, quisiera ser un mejor alumno y avanzar en sus enseñanzas, así no se sentiría defraudado.

Evocó el rostro de Saitama y dejó salir un suspiro.

-Quisiera no ser un estorbo…y resumir todo en menos de 20 palabras sin pensarlo mucho… para no fastidiarle.

"Sentirme parte de algo…de su vida"

Retumbó una voz en su cerebro, mientras cerraba los ojos y dejaba que le invadiera el sueño.

Todo era oscuridad y frío, como cuando el momento del derrumbe, a lo lejos escuchaba gritos de personas, una mujer y un hombre, él corría o al menos eso parecía, escuchaba sus jadeos romper el ambiente, el ruido de gigantescos y pesados pasos atrás de él... ¡No veía nada! ¡Porqué! Estaba solo y acorralado pero no veía nada, todo era oscuro. De pronto, un manchón de claridad se formó frente a él, parpadeó para aclarar la imagen ¡Ahí estaba! En medio de un callejón, la luz del fuego iluminaba las calles de su pueblo con la masacre… se paralizó ante el ruidoso ataque y los alaridos de dolor.

Estaba reviviendo su tragedia que hace años bloqueó para superarlo, un chico de 14 años sumido en la desesperación y herido, sus padres le obligaron a huir de la amenaza, la profunda soledad además de la impotencia lo carcomió dejándole un vacío doloroso, la punzada lo partía por la mitad al oír tanta angustia y destrucción, las lágrimas cayeron ardientes mientras su garganta se cerró de golpe cuando una manaza metálica lo alcanzó y le apretó hasta asfixiarle.

Lo último que vio fue la inmensa sombra alzarle, los ojos luminosos en color escarlata, además de escuchar el crujir de sus huesos aplastarse y los músculos desgarrarse, el inmenso dolor le sacudió de pies a cabeza en espasmos agónicos…sin poder gritar…sin poder huir, el llanto silencioso se mezcló con la sangre ¡DESPIERTA GENOS …DESPIERTA YAA!

Abruptamente abrió los ojos, encontrándose con una escena por demás sorprendente y abrumadora, Genos no sentía absolutamente nada debajo de él, no sentía el suave futón, lo peor del caso es que tenía frente a él el foco del techo a unos cuántos centímetros, respiraba agitadamente mientras su core despedía un fulgor azul ente sus rendijas iluminándole, estaba levitando a unos cuatro metros, sus sensores desplegaban alarmas en su visión, luego cubrió sus oídos pues las descargas sensoriales acumuladas en el departamento lo sobrecogieron como una ola, los rastros emocionales de Saitama y de otras visitas como King o Bang incluso Mummen lo asaltaron provocándole un terrible dolor de cabeza, así es…su cerebro se sentía estallar dentro de su soporte de vida, sacando breves descargas de su cuerpo en forma de chispazos.

-¡BASTA YA!—Al gritar el joven rubio cayó violentamente al futón, las luces parpadearon brevemente, mientras la oscuridad lo sumergió otra vez, quiso protestar y pedir ayuda, pero las minúsculas descargas en su cuerpo sintético no lo dejaron…lentamente lo ahogaron en las sombras, su voz enmudeció…pero un solo pensamiento sacudió su mente ya apagada:

-Sen…sei…sen…sei—Todo se volvió oscuro otra vez, sin embargo, el horror fue disipado por una voz lejana.

"Nadie volverá a dañarte…yo te protegeré"

Y no supo más de sí mismo.

Entretanto, Saitama se hallaba con King , jugando el nuevo videojuego de peleas que había adquirido, el gigantesco rubio miró de reojo a al calvo, estaba ganando la partida muy fácilmente, sudó una gotita al ver la concentración, si no hacía algo perdería y por mucho.

-Un día deberías traer a Genos, tal vez esté aburrido y encuentre un videojuego que le agrade.

Bastó sólo eso para que titubeara el ceño serio, al voltear, King aplicó una combinación y el resto lo hizo la consola…Saitama había perdido.

-¡Oye eso es muy bajo!—Reclamó el calvo en lo que dejaba flotando el control de la consola.

-Yo sólo sugerí algo, platicamos mientras jugamos videojuegos…además ya es muy tarde ¿No lo llamarás siquiera?

-Genos es sólo mi discípulo, no mi madre King, no nacimos pegados…además necesito mi espacio personal—King lo miró serio en lo que sacaban de su mueble otro videojuego.

-Te sigue para todas partes como un cachorro, pensé que le habías tomado aprecio, después de todo no le hablas a muchos.

-¿Te hablo a ti no?—King se levantó para ir a la cocina y sacar las botanas que Saitama trajera junto con unas sodas, respondiendo:

-Pero eso fue después de que él fuera tu alumno, usualmente eras apático e indiferente.

-Le hablo a Mummen a Bang, incluso al par de latosas de Fubuki y Tatsumaki…Zombieman tampoco me desagrada… ¿Pero a dónde quieres llegar?- Dijo Saitama molesto, dándole un sorbo a su soda.

-Una cosa es cruzar palabras de vez en vez, pero tú vives con Genos, convives con cierta distancia, pero al final de cuentas deberías ser considerado si es tu pupilo y huésped…hace de comer, limpia y lava ropa, mantiene el orden a cambio de que lo guíes, no creo que seas tan frío como para no ser condescendiente con él, lo eres desde el momento en que sabes que el chico ya no avanzará con sus poderes…pero al menos sé más amable.

-Vive en mi casa y con eso se conforma, si hace otras cosas como el aseo es por su cuenta, yo no lo exijo, no le digo que todo lo que hace en los ejercicios será completamente inútil y es suficiente, es lo más amable que puedo ser.

-Pero no estás en total desacuerdo estás conforme…a veces creo abusas de la docilidad que sólo a ti te demuestra—Saitama miró molesto a King, el cual se detuvo…a veces hablaba de más y sabía que tenía una tolerancia el calvo, el cual bajó su tono rectificando.

-Solo digo que el muchacho te estará esperando, apuesto lo quieras que sigue despierto y son las 3 am.

El silencio se hizo entre ambos, incómodo, pesado, la música de entrada del videojuego de citas con chicas virtuales se dejó oír.

Genos escuchó apenas el teléfono, acurrucado en el futón hecho bolita, sacó la mano por entre el cobertor y respondió adormilado.

-¿Bueno?—La voz era rasposa, Saitama desde el otro lado de la línea levantó la ceja izquierda extrañado, esporádicas veces, por no decir que solo un par de ocasiones le ha llamado desde el departamento de King, Genos siempre respondía firme y sin titubeos, al menos nunca pareció fatigarse ni siquiera a tan altas horas de la noche.

-Oye Genos… ¿Te desperté? ¿Todo está bien?

-Sí sen…sei solo estoy cansado—Una imagen apareció frente a Saitama, las escasas veces que podía leer las emociones de su pupilo eran como lapsos de segundos, pudo verlo decaído en el futon que lucía bastante desarreglado, su cabello hecho un desastre y sus pupilas parpadeaban como si estuvieran a punto de apagarse.

-Usted siga sin pendiente, continuaré dormido.

-Ok, te veré en un rato—Y colgó Saitama, éste se puso su saco y enfiló al balcón, King lo miró serio pero expectante hizo flotar hacia él el mando del videojuego y dijo:

-Sabes, ya me está dado sueño, es mejor que me vaya.

-¿Pasa algo?—Saitama se levantó y comenzó a levitar hacia el balcón abierto, ya tenía rato que dejó de llover.

-No, sólo quiero ir a dormir ya—Saitama hizo un ademán de despedida y se alejó flotando con velocidad, King volvió la vista a su videojuego y murmuró quedo:

-Eres malo mintiendo, pero si sigues tratando tan fríamente a Genos, un día te estallará en la cara.

Saitama regresó entrando por el balcón, vio el futón de Genos y sus cobertores desordenados, pudo comprobar que estaba en posición fetal, extraño en él ya que siempre duerme derecho, la casa se sentía fría, la cocina incolme, por lo que pudo deducir que el joven había pasado todo el día en su futón, ni siquiera había comido y seguía en su pijama, se acercó moviéndole.

-Oye Genos… ¿Pasa algo? –Genos parpadeó y miró cansado a Saitama, se levantó un poco lento y dijo:

-Sensei bienvenido, no… no pasa nada ¿Porque la pregunta?—Saitama frunció el ceño enojado, algo no estaba nada bien y se lo ocultaba, pero no era la hora ni el momento, mañana le obligaría a ir con el dr Kuseno.

-Nada… mejor vuelve a dormir—Genos se sentía pesado y estuporoso, pero no por ello dejó de percibir el aura de enojo, un flash en su cerebro le hizo sentir las palabras… dr Kuseno, lo obligaría a ir con él, lo miró de reojo un poco desangelado, hasta que caviló en una cosa…¡Ésta era la primera vez que percibía las emociones de su sensei! aunque fuera un leve rastro.

Genos se sorprendió, pero al ver a su sensei ir al baño, quiso decírselo, sin embargo un pensamiento lo detuvo.

"¡No! ¡Esto debe ser una sorpresa!...al fin los ejercicios de sensei dieron frutos, debió ser con lo del meteoro que por fin despertó algo, voy a esperar, si como creo me mandará con el doctor Kuseno, en vez de ir con él, podré ir a averiguar por mi parte qué tanto avancé y le daré la sorpresa…después de todo, sensei practicó y practicó sólo, así cuando lo demuestre…¡se enorgullecerá y sabrá lo magnífico que es como maestro y ser humano!"

Y con ésta idea, Genos se envolvió en el futón tratando de mantener su control , ocultando su alegría, ser el orgullo de Saitama lo había revitalizado, cerró los ojos y en un instante breve, sus rejillas resplandecieron en color azul, para cuando Saitama salió enfundado en su pijama y se recostó en su futón, la penumbra solo fue testigo de tal evento, aunque antes de dormir Saitama intentó rastrear algo, pensó que era debido a la molesta plática con King, así que solo se acomodó a descansar.

Genos tuvo que montar una pequeña escena para cuando su maestro le ordenó ir con el doctor Kuseno, si no hubiese sospechado algo, estaba decidido a que su reciente progreso fuera una sorpresa y lo haría.

-Pero sensei…en serio todo está en orden-Saitama lo miraba serio con gesto adusto y brazos cruzados, con ton bastante firme le recalcó al rubio cyborg.

-Nada de eso, ayer ni siquiera te levantaste, no comiste en todo el día…luego te llamo y tu voz se escuchaba extraña—A sus adentros, Genos sonreía, era la primera vez que veía a su maestro ponerle atención a él de forma protectora, al menos eso le parecía.

-No estoy acostumbrado a que sensei me llame cuando va con King san, mucho menos contestar a las 3 am—Respondió tratando de ser serio, a Saitama parecía que una venita se le saltaba, intentando encubrir un sonrojo usando toda su concentración, apretó los dientes al sentirse acorralado y maldijo a King para sus adentros.

-¡Eres mi alumno y soy responsable de ti como maestro aunque sea a fuerzas!—Eso fue un poco duro para el chico, ya que lo sacudió un dolor en el pecho, lo hizo bajar sus esperanzas de ser aceptado totalmente en la vida de su sensei, pero intentó reprimirse, después de todo él empezó a molestar a Saitama cuando le señaló su interés en su persona.

-Tiene razón sensei…no debo ser una carga para usted, de acuerdo; me alistaré para ir con el doctor Kuseno—Lo dijo en tono triste, bajando la cabeza dócilmente, se dio la vuelta emitiendo un ligero suspiro, Saitama lo miró molesto todo el tiempo en lo que Genos terminó de colocarse los zapatos, tal vez sí se le pasó la mano, la frialdad e indiferencia con que le daba la espalda para seguir recortando cupones lo estrujó, no le gustaba que su sensei se enojara tanto con él.

-Con su permiso maestro, me retiro… tal vez regrese al oscurecer si no es que antes.

-¿Ah?...Sí claro—No hizo ademán alguno Saitama, siguió con lo suyo, se mordió un labio Genos pero debía continuar, así pues salió del apartamento, el calvo dejó de recortar los cupones y miró el futón pulcramente doblado de Genos, intentó concentrar su poder para percibir algo que había rastreado un instante durante la noche, pero nada… era una leve descarga sensorial, muy débil, era un rastro de nostalgia…

-Condenado mocoso… todavía no sé muy bien cómo es que logras evadir mi sensibilidad psíquica, pero sé que te sientes sólo—Saitama bufó mirando hacia la ventana, pensando en que sería un día sólo para él, sin tener al chico rondando cerca, sería interesante, pero un dejo de amargura se asentó en su estómago, pensando que era hambre, se dispuso a pensar en lo que haría de cenar ésa noche, mientras flotaba de la cocina una manzana que había lavado Genos junto con otras que había comprado, llegando a su mano y dándole un mordisco.

Genos tuvo a bien alejarse prudentemente de los caminos que su maestro tomaba para salir a hacer sus compras, llegando hasta una zona cercana a los muelles, lleno de bodegas , igual de abandonado que el sitio donde vivían, aunque más desolado, a poca distancia estaban los muelles.

Una vez ahí, ya más tranquilo luego de su momento amargo con Saitama, decidió empezar a hacer sus ejercicios mentales de concentración, después de poner unos detectores de presencia esper, sólo por si las dudas.

"Primero, probaré mi habilidad empata, debió haber cambiado un poco puesto que logré sentir algo de las emociones de sensei"

-Sensores amplificadores…activados—Un potente chillido sacudió los oídos e hizo vibrar el cerebro de Genos cual si fuera de gelatina, recibiendo las emanaciones psíquicas grabadas en su entorno y de algunos animales cercanos, era tan abrumador y doloroso, que tuvo que cubrirse los oídos mientras gritaba el cambio de código:

-¡Código anulado! ¿¡aagh!—Al hacerlo se detuvo el dolor, pasando a un silencioso espacio, empezó a respirar con tranquilidad, tratando de abrir su mente al compás del ritmo de su respiración tranquila, entonces fue que su aura psíquica lo envolvió en un tono azul, con los ojos cerrados, percibió todo el lugar como si lo viera, cada edificio y bote, arbotante, incluso los animales cercanos.

Localizó cada detalle, cada pequeño animal, insectos, ratones, aves, gatos perros, lagartijas, el pasto que crecía en pequeños brotes escondidos, el rumor del agua y las olas del mar no muy lejos, sonrió complacido su primera etapa, nunca lo había logrado sin usar su código de enlace a los sensores amplificadores, lo más importante, captaba todo con más nitidez. Ahora tenía que saber si podía desarrollar telepatía y mandar mensajes mentales, aumentó la concentración pero cambio de postura, derecho manos en su pecho y con las palmas abiertas.

Una vibración tenue se centró en su cerebro, después la expandió, sus ondas cerebrales emanaron con suavidad buscando eco en las criaturas simples, en un rango de 100 metros, encontrando y llamándoles con suavidad.

"Vengan por favor…no les haré daño"—Así, de entre los callejones, empezaron a aparecer algunos gatos, perros, unas cuantas ratas y ratones, las aves se congregaron arriba de los bordes de los techos gorjeando con suavidad y armonía, los perros ondeaban la cola y los gatos se acercaban replegándose a las piernas del cyborg mimosamente, quien sonreía era Genos, era la primera vez que podía sentir avanzar en algo, la frustración y la tristeza quedaron de lado, sus ojos se abrieron, pero sus pupilas ya no eran doradas, tenían un fulgor azul.

-¡Esto es lo que siempre quise! ¡Al fin sensei! ¡Gracias a su paciencia y tolerancia al fin despertó mi aura psiónica! ¡Espere un poco y pronto lo verá!

Genos pasó todo el día practicando con los animales, usando su telepatía para enlazarse y comunicarse con ellos, le traían cosas que pedía, se veía como una extraña imagen de Blancanieves en cyborg, dejando que los ratones subieran y bajaran por sus brazos, las aves volaban y se posaban en su cabeza o dedos sin dejar de cantarle, los gatos se replegaban en sus piernas y los perros lamían su cara, ningún animal intentó atacarse entre sí, al final y ya casi oscureciendo, dejó que los animales se retiraran tranquilamente, ordenándoles no agredirse y siguieran su camino en paz.

Por su parte, Saitama ya estaba un poco tenso, estaba acostumbrado a las salidas de Genos a revisión con el doctor Kuseno, sin embargo usualmente avisaba si tardaría más de la cuenta, había preparado la cena, esperaba todavía y ése mocoso aún no se dignaba a aparecer, salió un momento al balcón, no tenía hambre… eso era novedad ¿Desde cuándo le había importado la compañía para comer?

Entonces aguzó sus sentidos, concentró su campo psiónico y oyó el murmullo del mecanismo de Genos, al fin lo vio emerger en la soledad de la calle.

"¡TARDASTE DEMASIADO…PUDISTE HABER LLAMADO!"—Genos sintió un duro golpe en el interior de su cabeza, su cerebro zumbaba ante el mensaje telepático de su maestro tan fuerte, de tal forma que lo hizo perder el equilibrio y se apoyó en la pared, Saitama agrandó la mirada, en un parpadeo estaba junto al rubio quien se cubría los oídos, sacudido por la vibración que aún recorría su cerebro y seguía ondeando en su cuerpo cibernético.

-¡Genos!¿Qué ocurre?—Genos se dio cuenta que ahora era más sensible que antes, así que debía tener cuidado y evitar sospechas si quería darle la sorpresa a su debido tiempo a Saitama, trató de serenarse y empleó su concentración para sobreponerse, además de ocultar su habilidad empática hipersensible, así como su aura psiónica recién adquirida.

-N…ada sensei, creo que la revisión sí fue un poco exhaustiva –Saitama se pasó la mano por su calva cabeza tratando de aparentar su actitud indiferente, frunció el ceño mientras los envolvía a ambos en su escudo psiónico, teletransportandolos en un parpadeo al interior del departamento, sin sacar las manos de los bolsillos, Saitama bufó y ordenó con un dejo de suave molestia.

-Anda ve a asearte, no sé por dónde andabas pero hueles a perros y gatos ¿Pasaste por un basurero o qué? –Genos se turbó un momento pero respondió diligente en lo que colocaba una bolsa de plástico sobre la mesita ya puesta para cenar.

-Perdón, es que sacaron la basura del establecimiento en que compré algunos onigiris para la cena, no me percaté maestro, iré a asearme si lo desea comience sin mí.

-Esperaré, al cabo aún no tengo mucha hambre así que anda ve—Dijo un poco distante Saitama en lo que se acercó a la mesa y revisaba el paquete en la bolsita de plástico, sacando los onigiris y poniéndolos en un plato.

Luego de tomar un baño, Genos observó desde la abertura de la puerta que su maestro seguía en el balcón, estaba ligeramente entreabierta la misma y podía verlo bien desde su posición, sentado sobre la tapa del inodoro, ya medio se había vestido cuando tuvo una idea bastante arriesgada.

"Si en efecto ahora tengo un aura psiónica… es curioso que sensei no la perciba aún, a pesar de ser tan poderoso, no me ha descubierto tal vez debería probar qué tan sensible es el poder de sensei, quizás sí tenga un límite"

Así pues, pensó en arriesgarse, de alguna forma sospechaba que tenía una cierta limitación, puesto que se activó su sensibilidad empata con el mensaje telepático pero no se percató de ello su maestro. Empezó a concentrarse tratando de buscar algún animal cercano, encontrándolo.

Saitama sintió una leve descarga eléctrica que recorrió su espina dorsal, pero no supo ubicar qué era, había estado meditando en lo que vio, Genos nunca había sido afectado tan fuerte por su telepatía ¿Cómo era posible que se hubiera vuelto tan sensible? Pensando en esto apenas se percató de la cercanía de un gato, estaba acurrucado en la barda del balcón contiguo, éste era color beige con patas grises y cola gris brincó de pronto al balcón donde estaba él, graciosamente y con calma se fue acercando al sorprendido calvo. Por más que le agradasen los gatos, éstos le rehuían, al parecer por la fuerte aura psíquica que emanaba, así que ver a uno tan osado era novedad.

La verdad era otra, Genos había detectado al gato enfocando sus ondas cerebrales en un bajo nivel, lo más que pudo para pasar desapercibido, casi… ya que Saitama había sentido sus vibraciones mentales en baja frecuencia, tomándolo como un escalofrío muy extraño, ahora Genos estaba dentro del gato, sintiendo su caminar ligero y su grácil salto, mirando desde los pies de su maestro hacia arriba, su cara usualmente apática y sin emoción, sonreía como niño al ver lo atento que era el felino con él.

Genos sonrió, su maestro no parecía detectarlo para nada, entonces sí tenía un límite, pero ya no puso más atención en eso, si no en la pacífica sonrisa que le dedicaba, nunca le había prodigado tal expresión tan afectiva como ahora que se escondía en el gato, embelesado, nunca haría eso si fuera Genos en persona, era indiferente, distante, sin embargo era muy gentil y honorable a nadie le mostraba ésa faceta, pero ahora que estaba dentro del gato percibía con mayor nitidez su cálida personalidad.

Genos tenía que arriesgarse, sentir y corroborar la amabilidad que despedía su maestro, la oportunidad de estar tan cerca, así que el gato se replegó en sus piernas mimosamente, pero en realidad era él mismo el que lo hacía, arqueando el lomo y la cola contra el pantalón, ronroneando suave, sentía cada pliegue de la tela, la firmeza de sus piernas, sabía de lo fuerte y resistente que era físicamente, aunado a su poder psíquico, quería registrar todo, grabarlo en su memoria.

Y entonces unas fuertes manos lo levantaron con cuidado, Saitama miró al gato acunado entre sus brazos, repasando su sedoso pelaje, su lomo…las delicadas orejas, acariciando su cuello suave, disfrutando el tenue ronroneo, Genos en el baño era el que estaba totalmente sumergido en el afecto prodigado, unido al gato, se deleitaba con sentir en su propia piel el calor de ésas fuertes manos, el gato miró a Saitama con un extraño fulgor azul en sus ojos el cual se prendió, por alguna razón encontraba relajante tener al minino tan cerca, era como si de alguna forma fuera una presencia conocida y cercana, las ondas cerebrales de él empezaron a armonizar con un ritmo estable y calmado.

-Tienes unos preciosos ojos azules gatito—El rubio se estremeció de pronto, se abrazó a sí mismo y sus ondas cerebrales se elevaron un poco, Saitama agrandó los ojos, cuando sintió una conexión mental tan tenue, tan suave y leve, como cuando levitaba para tratar de tocar las nubes ¿Sería posible que se hubiera conectado con un gato psíquicamente?

No le desagradaba, sin embargo sabía que quien lo había contactado no era el animal, era una persona, no le tenía aversión… al contrario era tan relajante, tan pacífico, se sentía pleno y en armonía como nunca en su vida, había encontrado la forma de tener paz interior, estabilidad psíquica, pero jamás tan aceptado ni sereno, era como tocar el cielo, de hecho sí que parecía que tocaba algo intangible, que el gato sólo era un vehículo, sus ojos brillaron en un tono dorado al aumentar la conexión, quería ver, sentir ésa aura tan tímida que apenas había encontrado, siempre creyó que eso de las almas gemelas era un mito romanticón para San Valentín… ahora no estaba tan seguro, quería saber, acercarse más, se enfocó en el gato metiéndose en su interior para rastrear a aquél ser que le daba tanto sosiego y afecto.

Genos estaba inmerso en la conexión, que apenas se percató que su sensei había aumentado su nivel psiónico, sentía las manos recorrerlo, el bien esculpido cuerpo, como si repasara su cabello, su espalda, armoniosamente pulsaba a ritmo cadencioso, incluso su core estaba totalmente sujeto a la conexión, ni siquiera sintió cuando lentamente se elevó unos centímetros del suelo, flotando como si un hilo invisible lo alzara ligero.

Ambos estaban coordinados, disfrutando las ondas que compartían, sin embargo, Saitama no era de los que perdía el control tan fácilmente, levantó la ceja cuando sintió que la conexión era estable y entonces resonó la voz de él en el cerebro del embelesado cyborg.

"¿QUIEN ERES? ¡QUIEN ERES!"—La presión hizo que Genos se asustara ya que sentía que la mente de su maestro estaba a punto de dar con él, había desconocido por completo su aura psiónica de alguna manera por eso no lo llamó por su nombre, entonces y abruptamente el contacto se rompió por el nerviosismo del rubio el cual cayó al piso duro, en lo que al mismo tiempo el gato rasguñaba a Saitama; totalmente asustado al verse en brazos del calvo, la conexión se perdió totalmente mientras el gato huía emitiendo un gruñido de miedo, el calvo quedó confundido, alerta, bastante frustrado y molesto.

Una parte suya quiso seguir indagando hasta reconocer el aura psiónica que había contactado, necesitaba saber quién estaba rivalizando con su poder ¿Quién era capaz de tratar de nivelar fuerzas con él? Pero al escuchar un gemido luego de recordar medio haber oído un sonoro golpe, recordó a su pupilo y corrió al baño sin dejar de acariciar su mano lastimada.

-¡Oye Genos!—Saitama abrió la puerta usando su psicokinesis en lo que llegaba a ver, encontrando a Genos de rodillas, levantándose con cierta lentitud, ya que la desconexión lo había aturdido un poco, bastante desconcertado Saitama corrió hasta él, el cyborg solo terminó de levantarse, de buenas ya estaba totalmente vestido con su pijama.

-N…no se preocupe sensei…estoy bien, sólo resbalé mis reflejos están un poco torpes por la revisión que tuve—El joven rubio alzó la mano en un ademán para minimizar todo, su sonrisa un poco apagada no le dio nada de confianza al calvo, el cual de su anterior gesto de preocupación, pasó inmediatamente a fruncir su ceño.

-Espero no estés ocultándome nada Genos, ya sabes que soy tu maestro y no me engañas—Genos lo miró un poco serio, la confianza de que Saitama tenía un límite en su poder lo respaldaba, nunca había retado así a su sensei, pero era la primera vez que ya no se sentía tan inferior a él.

"El no valora tu esfuerzo…ni siquiera se toma la molestia de saber si tiene límites, no te ha descubierto y siempre pone su distancia contigo"

La voz en su mente lo hizo que sacudiera la cabeza un poco ante la expectante vista dura de Saitama, Genos tornó fría su mirada y se mostró neutra, sin emoción, escondiendo todo rastro de su aura psiónica, trató de tranquilizarse…no era la primera vez que escuchaba algo así en sus pensamientos, como si de pronto alguien más lo apoyara , no se sentía tan sólo luego de lo ocurrido en el departamento cuando tuvo el extraño ataque donde revivió su trauma, era cierto que empezaba a molestarle que le tratara como a un mocoso o alguna especie de siervo, pero también era cierto lo mucho que quería a ése hombre al que aún le tenía en alta estima.

-No sensei, nada puede pasar desapercibido para su talento—Casi fue un sarcasmo, pero Genos lo miró en respuesta, Saitama levantó la ceja derecha, por alguna razón el tono se le hizo bastante retador, el rubio concretó—Pero mi cuerpo sintético resiente el uso de mi poder empata aun y que sea para revisión… de hecho debo volver mañana con el doctor Kuseno.

-¿Otra vez? Eso no me lo habías dicho—Respondió el calvo bajando el tono de su voz mientras salían del baño, Saitama por primera vez caviló en vulnerabilidad de su pupilo, después de todo, una razón por la que no avanzaba en sus técnicas psíquicas era su falta de cuerpo biológico, uno que soportara el estrés debido a la presión ejercida por su cerebro y que se adaptara rápido, su cuerpo cibernético nunca podría hacerlo por más cambios y aplicaciones que le hicieran, siempre estaría limitado.

Limitado… la palabra le pareció amarga, siempre lo supo desde que la terquedad del rubio se hizo presente para ser su alumno, al principio no le importó total, era ése mocoso necio y se tendría que dar cuenta, pero ahora… dos veces lo ha visto claudicar ¿Y si empezaba a descomponerse por presionarse en los ejercicios mentales que le ponía? Sólo eran para relajación y optimizara su sensibilidad, pero quizás se ha estado exigiendo demasiado.

-Sí descuide… todo estará mejor, es posible que luego vaya a un par de revisiones extra.—Saitama asintió un poco desangelado y molesto, pero trató de evitar el tema, después de todo, el chico era fuerte, aunque varias veces tuvo que intervenir cuando lo dejan hecho casi chatarra, siempre regresaba…siempre regresaba.

Pasaron un par de días en que el rubio salía temprano del departamento para sus chequeos, regresaba casi al anochecer, Saitama estaba más acostumbrado a dejarle solo al joven cyborg, no viceversa, no era que no apreciara su amado espacio personal, pero el chico cada vez se veía más distante y hasta ansioso por salir… lo cual hizo que la duda entrara ésa mañana mientras Genos preparaba la comida que le dejaría ése día, ya que mientras lo hacía, empezó a cavilar lo ocurrido con el gato, se había vinculado con alguien, que no estaba muy lejos, cerró los ojos , se puso en posición de loto… mientras expandía su mente tratando de auto sondearse, buscando un indicio una pista.

Se hizo el silencio mientras su corazón latía pausadamente, sus sentidos se aguzaron uno a uno, en su mente apareció la escena como si fuera una película, el gato entre sus brazos, ronroneando con deleite por el tacto de sus manos, sus orejas delicadas, su pelaje sedoso, los ojos, sus increíbles pupilas azuladas que tenían un brillo extraño, se enfocó otra vez en ellos y entró, como si de un túnel se tratara, podía escuchar la vibración de unas leves ondas mentales, igual que un radar ¡NO! Era algo más, podía acercarse casi tocarlo, una silueta joven y varonil azulada frente a él flotando.

Sin embargo, era conocida, no podía tocarla pero era conocida, porque estaba viendo algo en su pecho…su interior brillaba en un cadencioso pulsar azulado, esférico, poco a poco escuchó atento su voz trémula musitar algo breve y sobrecogido de emoción.

-Sen...sei

Saitama abrió los ojos de pronto como si le hubieran golpeado con un mazo en la cabeza, regresando súbitamente de su estado meditativo, Genos llegó hasta él con signos de preocupación lo había estado llamando con insistencia y no despertaba…hasta que le gritó:

-¡SENSEII!—Saitama miró al rubio, sacudiendo su cabeza y replicando molesto.

-¡Sí sí ya te oí!...—Genos quiso ayudar a su maestro a recomponerse, pero el calvo aún estaba confuso sobre lo que había percibido, definitivamente era conocido, trataba de serenarse, pero con el rubio muchacho apegado a él como si necesitara asistencia lo hizo incomodar, no quería perder la pista, así que alejó la mano de Genos que estaba en su hombro, con displicencia y rapidez, si acaso tenía una pista, no quería encima un remanente de las emociones de su pupilo, podía percibir su preocupación por él , porque ahora estaba en un punto muy alterado de sus emociones el joven cyborg, pero aún estaba fresca la pista.

-¡Ya estoy bien! Sólo desayunemos ¿Quieres?—Genos levantó las cejas y sus ojos se agrandaron de sorpresa, había olvidado que su sensei no le agradaba el contacto físico sin su consentimiento, lo entendía como psíquico, porque inmediatamente sentía toda emanación emocional, pero su gesto de rechazo le hizo sentir una extraña pesadez en su pecho, aunque fuera sintético, sus sensores estaban tan compenetrados con su cerebro, que si quería, podía percibir algunas cosas, incluso podía bloquear ciertas partes, pero otras relacionadas con su cerebro y procesar sentimientos, era algo muy diferente, la frustración crecía, al parecer lejos de cimentar su cercanía con Saitama, ésta situación que ocultaba parecía alejarlo más.

Genos diligentemente hizo una reverencia disculpándose, en lo que continuaba sirviendo el desayuno.

-Lo siento sensei por mí imprudencia…no tocarlo sin su consentimiento—A Saitama le cayó como piedra en el estómago el estremecimiento leve de la voz firme de Genos, la forma en que sin verlo se alejó al otro extremo de la mesita y terminó por servir los platos, sus cejas estaban bajas, su mirada perdida en su labor, hasta apagada.

"Él se alejará de ti…te hará a un lado"

La voz resonó en el cerebro del cyborg, mientras miraba su plato, aún indeciso para comer nada, lo que no pasó desapercibido para su maestro, quien después de un rato de estar en un incómodo silencio, al fin se atrevió a decir:

-Tal vez debería ir contigo y hablar con tu doctor—Genos se turbó, no se esperaba la reacción, aunque Saitama parecía muy calmado, en realidad estaba bastante pensativo con lo que estaba viendo, Saitama no dejaba de pensar cuán afectado podría estar Genos y sobre si era conveniente siguiera como su alumno…a pesar de su cara inexpresiva, en realidad le empezó a preocupar.

-¡No hace falta sensei! Le juro será algo rápido.

-Espero no te estés presionando ni me estés ocultando nada—Genos se detuvo, miró fijamente a su maestro como si su vida dependiera de ello, Saitama lo miró con seriedad tratando de aparentar serenidad, finalmente lo dijo directo.

-Porque entonces tal vez…necesitarías un tiempo fuera de todo esto…tendría que dejar de ser tu maestro—Las palabras hicieron que el plato en las manos de Genos temblara, el vaso con té cayó sin que el cyborg pudiera evitarlo al bajar el codo súbitamente, pero se detuvo en una inclinación de 45 grados, así como una gota del té , era la psicoquinesis de su maestro, podía sentir una ligera vibración en el ambiente, pero trató de ocultar esto, el vaso y la gota de té volvieron a su lugar, Genos miraba con gesto extraviado a su sensei en lo que la voz resonaba.

"¿Ves?... Va a abandonarte, tú que pensabas en darle una sorpresa y él tal vez sólo siente incomodidad"

Genos ya no escuchaba lo que Saitama le estaba diciendo, sólo veía sus labios moverse, únicamente escuchaba un latido, obvio no podía ser él, era el latir de un corazón ajeno, en su mente evocó otra vez la pesadilla, la inmensa mano fría y mecánica sobre su cuello, cerrándola de golpe, la oscuridad y los ojos brillantes, el frío, el latido se hacía cada vez más lento y pausado, más quedo, sintió como si el aire fuera extraído de sus pulmones de pronto.

"GENOS… VEN CONMIGO Y TE JURO QUE JAMAS TENDRAS QUE VOLVER A SUFRIR DAÑO"

-Genos… ¡GENOS! ¡OYE GENOS ME ESTÁS…-Saitama levantó la voz pues supo que su pupilo se había desconectado por así decirse, su rostro totalmente inexpresivo y pálido, sus ojos titilaron brevemente como si de un corto circuito se tratara y se opacaban, Saitama de verdad empezó a alarmarse, lo iba a tomar de sus hombros cuando la luz retornó a sus pupilas y su voz firme dijo:

-Si es así… entonces será como deba ser.

Una tremenda fuerza psíquica lo aventó hasta replegarlo contra la pared opuesta, tomándole por sorpresa.

-¿¡GENOS!?... ¡TU!—Saitama agrandó los ojos con azoro ante la escena, frente a él… el joven cyborg estaba levitando a unos cuantos centímetros del suelo, rodeado de un aura azul, incluso el resto de su cuerpo se filtraba la luz en ése tono, sus ojos antes amarillos ahora eran azules, su cabello rubio se iluminaba en color blanco ondeando como una flama.

No podía moverse, no porque no pudiera enfrentar un nivel de ataque que no un hubiera experimentado antes, era por la sorpresa, la confusión y la creciente angustia que estaba removiéndose dentro de su ser, por lo que ahora estaba percibiendo su aura psiónica con tanta nitidez.

ESTABA LEYENDO LAS EMOCIONES DE GENOS POR PRIMERA VEZ CON TOTAL CLARIDAD.

Caóticas, llenas de desesperación y angustia, fluyeron entorno a él junto con imágenes breves del horrible recuerdo, el dolor recibido, la soledad y la culpa… todas las descargas sensoriales inundaron a Saitama en una vorágine. Para ser un chico de apariencia fría, Genos llevaba el infierno mismo dentro de su ser, Saitama frunció el ceño, concentró su aura psíquica para mantener el control y no ser abrasado por la tremenda fuerza del ataque psicoquinético desatado por Genos, su propia aura psiónica emergió escudándole, liberando su cuerpo.

-¡Genos! ¡Tienes qué detenerte!—Genos no parecía oírlo, sólo lo miraba fríamente en silencio.

"GENOS…SIGUE MI VOZ"

Y luego de un destello, Genos desapareció de su vista.

Saitama quedó estático unos segundos… ¿Acababa de ver a su pupilo ejecutar la teletransportación de manera perfecta? ¡NO! ¡Simplemente era una locura! Pero lo había presenciado y no tenía más tiempo que perder.

Con un aura psiónica así, sólo se podía esperar una tragedia, un aura llena de dolor, pero sobre todo de ira, una furia que se escondía dentro de sí, alimentada por todas las emociones que experimentó Genos ése fatídico día, centradas en su desgracia, en el vacío tremendo que el Mad Cyborg lo sumió y que el deseo de venganza encendió su único hálito de vida.

Tenía que buscarlo… debía detenerlo.

Genos apareció cerca del lugar donde el meteoro iba a caer, el edificio hecho escombros bajo sus pies, la voz en su cerebro era queda, su protector invisible estaba cerca… debilitado quizás, había viajado en el meteoro como transporte por gran parte del universo para recuperar fuerzas, permanecía escondido al ignorar la hostilidad del ambiente… debía ser precavido, atravesó a Genos y se conectó con su habilidad empata en su forma de energía pura, había leído su dolor, algo en lo que se identificaban, el sufrimiento y la impotencia de la pérdida, la desolación y el amargo vacío del sentimiento de abandono total, ahora estaban enlazados psíquicamente…

"¿Dónde estás?"

Su mente resonó, escaneando el lugar, sus sensores se enlazaron a sus ondas cerebrales para ampliar más la búsqueda, bajó un poco más para ver si podía sentirlo, fue entonces que percibió una abertura dimensional y la súbita presencia de alguien conocido.

-Oye Genos… será mejor que hablemos—El joven albino ni siquiera se tomó la molestia de voltear, sabía de sobra que era su maestro Saitama, podía percibir la sorpresa, un claro enojo hacia su persona por ocultar su evidente progreso, estaba flotando cerca de él unos cuantos metros hacia arriba, vestido sobriamente con su camisa de cuello alto gris oscuro y pantalones negros, cruzado de brazos en actitud severa.

-Esto es como debía ser Saitama san- ¿SAITAMA SAN? ¿DONDE QUEDO EL HONORIFICO SENSEI?... casi le gritaban las entrañas al calvo ante la frialdad que mostraba el joven.

"¡ESE MOCOSO IMPERTINENTE!... Pero debo tener calma, su aura es bastante fuerte, muy respetable… pero está muy inestable, cuando aparece el aura psiónica debe ser paulatina para acostumbrarse y dominarla…por lo que se ve tiene unos cuántos días éste adelanto y no es para nada normal"

Saitama percibía unas fuertes vibraciones del leve resplandor que cubría el cuerpo de Genos, pudo ver que algo estaba entremezclado, no era parte de él, pero se había adaptado y fortalecido, como si algo se hubiera enlazado psíquicamente con el joven cyborg, tal vez ésa entidad, de alguna manera lo estaba influenciando o controlando, por ello ya no era más el dócil y obediente alumno que él conociera.

"Su aura está resonando como un radar… busca al que le ha fortalecido, no debe estar lejos, por lo pronto debo evitar que colapse su aura, si empieza a alterarse podría crear un EVENTO PSIONICO…y desbocarse, no quiero ni pensarlo"

-Genos… escucha, no estás del todo preparado, te felicito… lograste avanzar a pasos agigantados, tu aura psiónica es muy respetable –Genos ni lo miraba, seguía centrado en la búsqueda, Saitama sintió una leve agitación, estaba impacientándose.

-Pero no estás acostumbrado a moderarla como cuando desarrollé la mía… puedo sentir tus emociones, podrían desbalancearse y hacer que colapses, bajemos y hablemos de esto… en serio Genos, por favor… aún soy tu maestro.

Genos apretó los puños y la luz azulada que lo rodeaba empezó a expanderse en una esfera protectora que lo cubrió como un escudo, su cabello aún era blanco, estaba alterándose mientras se giraba y miraba hacia su mentor con una creciente ira en la frialdad de sus ojos ahora azules.

-¡De un alumno que nunca quiso! ¡Un alumno al que nunca le tuvo fé y le pareció entretenido verlo hacer el ridículo por diversión!—Saitama comenzó a percibir otra presencia, no era la que esperaba ver, el invisible protector de Genos, era algo grande debajo de ellos ¡un kaijin !

-¡GENOS ESTAMOS BAJO ATAQUE !—Alertó Saitama al joven, en eso el edificio derrumbado crujió y de sus escombros salió un gigantesco ser, parecía un enorme ciempiés con una boca circular repleta de dientes. Tanto Saitama como Genos se hicieron a un lado.

Saitama rápidamente aumentó el nivel de su aura, tornándose roja y de ella salieron discos de energía que rápidamente cortaron en rebanadas a la horrenda criatura, al dispersarse Genos estaba del otro lado y Saitama vio uno más grande a punto de devorar a Genos quien no se movía.

-¡GENOS !—El muchacho de pronto elevó un grito y discos gigantescos de energía azul aprisionaron al kaijin que se retorcía de dolor ante la sujeción, se elevó por encima de éste, Saitama sabía lo que en realidad pasaba , Genos estaba inmerso en el recuerdo de la pesadilla donde perdió todo.

-¡Genos! ¡no puedes seguir así tienes que detenerte muchacho!

La cara de Genos era un rictus de dolor, sus ojos centelleaban de ira, el escudo empezó a crecer, Saitama tuvo que extender el suyo para evitar un ataque directo a su mente retrocediendo y chocando con el de Genos, al fin Saitama optó por hacerle frente y frunció el ceño con encoro tratando de levantar la voz enérgico al necio cyborg, rocas y nubes de tierra se convirtieron en torbellinos, rayos entrechocaban a su alrededor mientras la bestia que era entre orgánica y cibernética rugía por su libertad.

-¡GENOS TE LO ESTOY ORDENANDO! ¡DETENTE YA!—Al fin el joven alzó la voz retadora y llena de furia a su maestro.

-¿¡DETENERME!?...¡ESTE ES EL PODER QUE SIEMPRE QUISE! …¡PARA VENGAR A MI FAMILIA! ¡NO SER NUNCA MAS LA VICTIMA DE NADA NI NADIE!

Saitama aumentó la presión estaba acelerando las vibraciones mentales y el aura de Genos empezaba a perder estabilidad mientras el chico continuó.

-¡NO VOLVER A ESTAR A LA SOMBRA DE NADIE! ¡NUNCA MAS ESPERAR LA AYUDA QUE NO LLEGARA!...¿Y QUIERE QUE ME DETENGA? ¡ES LA PRIMERA VEZ QUE ESTOY COMPLETO!¡NO VOY A DETENERME POR NADA NI POR NADIE!...

La criatura se estiró a través de los anillos psiónicos la estaban separando y rugía con dolor creciente, Genos finalmente gritó :

-¡ESTO ES LO QUE SIEMPRE DEBI SER… Y NO ME DETENDRE …NI SIQUIERA POR USTED!

Los anillos terminaron por triturar a la criatura y a desbaratarla encarnizadamente hacia todos lados salpicando de sangre y metal el ambiente ante el azoro de Saitama.