Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J. K. Rowling.

Aviso: Este es el último capítulo. Muchas cosas han cambiado desde el principio, pero el fic sigue dedicado a Mrs. Darfoy.

La imagen del fic pertenece a viria.13.


A VOCES

X. Epílogo parte II: Lily a James (después de la huida)

Aunque parecía que había pasado una eternidad desde que James se había ido, una rápida ojeada al reloj le dijo a Lily que sólo habían pasado tres minutos.

Se estiró en el sitio y apoyó la espalda en el árbol, pensando sobre si merecía la pena esperar a que volviera James o no.

—Hola, Lily —dijo una voz grave a sus espaldas, sobresaltándola y consiguiendo que la aludida se pusiera en pie de un salto y se girara precipitadamente, varita en mano.

Cuál fue su sorpresa al encontrarse a Severus Snape mirándola con curiosidad desde la entrada del claro.

—Hola —respondió Lily con precaución—. ¿Qué haces aquí?

—He visto cómo Potter corría de vuelta al castillo y he optado por apartarme de su camino y ver qué le traía tan contento —contestó él, todavía sin moverse y mirándola fijamente.

Lily se sonrojó mientras empezaba a caminar en su dirección.

—Ya ves. Es un idiota que se conforma con poca cosa.

—Lo de que es un idiota no te lo pienso discutir porque es verdad, pero ¿que se conforma con poca cosa? No lo creo. —Snape sonrió sin humor—. Lleva pidiéndote salir muchos años, y aún no has aceptado.

Lily se removió incómoda ante la mirada, oscura y constante, del chico.

—En realidad…

—¿Le has dicho que sí? —Al ver a Lily asentir, Snape la miró decepcionado—. Esperaba mucho más de ti, Lily, pero claro…

—¿Pero claro qué? —Lily seguía caminando hacia él, lenta pero segura.

—Nada.

—No me lo creo. —La bruja, ya casi a la altura de Severus, se paró y se cruzó de brazos—. ¿Pero claro qué?

—Nada. Es sólo que no esperaba que tuvieras tan mal gusto, pero supongo que, Gryffindor como eres, no podía esperar mucho más. ¿Ahora irás a animarlo a los partidos con una pancarta en la que ponga «Potter, te quiero» o algo así? —El ceño de Snape era cada vez más pronunciado.

—Lo que yo haga o deje de hacer no es de tu incumbencia. Quisiste que dejara de ser de tu incumbencia hace años —replicó ella, dolida.

—Tienes que entender que...

—¿Tengo que entender el qué? ¿Eh? ¿EL QUÉ? —exclamó Lily, mirándolo inquisitivamente.

—Que no lo decía en serio —respondió él.

—Que no lo decías en serio —repitió Lily—. ¿El qué no decías en serio?

—Sabes perfectamente a qué me refiero.

—Pues no, no lo sé.

—Lo de llamarte sangre sucia. No lo decía en serio —siseó Severus.

—¿Ah, no? ¿Y cuál de las veces no lo decías en serio? ¿La primera? ¿La segunda? ¿La décima vez?

—Estás chillando —respondió él tranquilamente—. Cálmate.

—¡No quiero calmarme! ¡Me estás acusando de idiota porque salgo con James Potter cuando él no me ha insultado ni una sola vez desde que lo conozco! ¡Y tú, como modo de pagarme el que te defendiera desde el primer momento, vas y a la primera de cambio te metes con mis padres, con mi origen, con mi modo de ser! —Lily cogió aire de golpe—. Pues perdóname, pero eso no lo entiendo.

Snape se había puesto pálido y la miraba avergonzado, pero frunció los labios en una fina línea.

—Claro que no lo entiendes. Sales con él. —Severus se dio la vuelta y desapareció precipitadamente a través de los árboles, dejando a Lily sola y patidifusa en el claro.

De pronto, oyó un ruido de pasos corriendo.

—¡LILY! —exclamó James al llegar a borde del claro, y derrapó al llegar al lado de la bruja, acabando en el suelo a sus pies—. Lily —repitió jadeando.

—Hombre, cuánto tiempo. ¿Como estás? —le preguntó divertida.

El chico hizo una mueca avergonzada, todavía desde el suelo. Lily se apenó de él e hizo aparecer un vaso de agua.

—Gracias —jadeó él, casi tirándose el agua por encima en su afán por beber. Cuando terminó, hizo desaparecer el vaso mientras se ponía en pie—. ¡Lo siento, lo siento, lo siento! —exclamó—. Te juro que ni siquiera me he dado cuenta de lo que he hecho hasta que Sirius me lo ha dicho, yo sólo he procesado que estábamos saliendo y entonces como que se me ha ido la cabeza y… —Lily le puso la mano en la boca para hacerlo callar y lo miró con una ceja alzada.

—Dime que no te has ido corriendo para cobrar una apuesta con Sirius.

Él sonrió y negó con la cabeza, dándole un beso en la palma.

—Entonces no quiero saberlo —murmuró ella, devolviéndole la sonrisa y quitándole la mano de la boca—. Has vuelto y con eso ya me vale, porque no pienso cargar la cesta y parecer Caperucita Roja.

—¿Y esa quién es? —preguntó James, haciendo desaparecer todo rastro de su picnic y tendiéndole la mano.

—Un personaje de un cuento muggle —respondió ella dándole la mano distraídamente—. Ya te lo leeré alguna vez.

Ambos comenzaron a andar con paso tranquilo.

—¿Antes de ir a la cama? —preguntó James, esperanzado.

—Sólo si te portas bien. —Lily le guiñó el ojo y echó a correr en dirección al castillo—. ¡Pero antes tienes que cogerme!

James soltó una maldición.

—¡SI ME COGES TE DARÉ UN BESO! —chilló Lily, riendo.

El chico echó a correr en dirección a Lily, todavía maldiciendo.

Oculto entre los árboles, Severus Snape observó cómo James alcanzaba a Lily y la levantaba en el aire mientras la besaba con tanta intensidad que ambos se separaron jadeando en busca de oxígeno, lo que provocó que James trastabillara, mandándolos a ambos al suelo entre risas.

Parecían asquerosamente felices, malditos fueran.


¿Queríais Snape? Pues tomad Snape xDD

Este es el último capítulo y, aunque creo que la calidad del fic ha ido degenerando desde el principio, estoy encantada de haberlo escrito.

Muchas gracias a todos los reviews, favs y follows (especialmente los reviews), porque me han hecho feliz. Y gracias por acompañarme hasta el final.

LadyChocolateLover