CAPÍTULO

V

TENER CUIDADO CON LO QUE SE DESEA

Deteniendo la discusión, Naruto y Sasuke vieron atentamente a Hinata mientras corría y se perdía en una esquina del corredor casi resbalando debido a su velocidad y el piso, pero logró mantenerse y seguir corriendo. Sasuke, haciendo esfuerzo enorme para tragarse el nudo en su garganta, se giró hacia Naruto y le masculló con una profunda seriedad:

—¿Sabes Naruto? Una vez me dijiste una cosa que, lo creas o no, jamás he olvidado.

Parpadeando confundido, Naruto no dijo nada, la huida de Hinata lo había descolocado por completo.

"Ten mucho cuidado con lo que haces, o podrías acabar mal".

—¿De qué estás hablando?

—Hablo de todo —suspiró aguantando las ganas de agarrarse a puñetazos con el rubio, pero no, él era el sereno de ambos y no iba a fracasar ahora.

La última vez que Sasuke se dejó llevar por la rabia y actuó como una bestia salvaje, perdió más de lo que hubiera pensado, y no iba a caer en el mismo error, aunque las circunstancias no fuesen las mismas.

—Si tanto deseas saber lo que pasó entre Sakura y yo, y el motivo por el cual no puedo estar cerca de ella sin sentir asco… pregúntaselo a ella —sonrió ácidamente—, no te aseguro que sea honesta en todo lo que pueda decirte si es que lo hace. Pero, te advierto una cosa: lo que puedas descubrir de una u otra forma va afectar… tu amor por ella —dijo esto último como si se burlara de él. Naruto no dijo nada tratando de descifrar esa frase.

Con una sensación de impotencia recorriéndole por las venas, a Sasuke todavía le parecía sorprendente que Sakura quisiera actuar como si nada hubiese ocurrido. Pero le impresionaba más que todavía no le hubiese dicho nada a Naruto, y usar eso como excusa, para lanzarse a sus brazos.

Sasuke se giró para comenzar a caminar en dirección opuesta a la de Naruto, siguiendo el camino que había tomado Hinata para irse, con justa razón, de vuelta a su casa.

—Sasuke…

—Yo no te diré nada, y a menos que Sakura haya hablado de ello con Ino u otra de sus amigas entrometidas, te puedo asegurar que las respuestas que buscas las tiene ella —detuvo sus pasos, pero no volteó la mirada hacia su (todavía) mejor amigo—. Sólo te voy a pedir una última cosa.

—¿El qué? —masculló Naruto serio antes de que Sasuke girara su cabeza hacia él y le dijera con una sonrisa ennegrecida:

—No cometas mi error, y procura no tragarte todo lo que ella pueda decirte.

—¿Insultas a Sakura-chan? —Naruto hizo un gesto indignado.

Sasuke soltó una carcajada sin dejar de alejarse.

—Bien, ya que insistes en aprender por las malas. Te voy a dar la indicación hacia la verdad de Sakura. Esa que me hace tenerle repudio.

Sasuke se había prometido no volver a tocar ese tema y mantenerse alejada de su… anterior, amiga. Pero sabía qué tan obstinado y pesado podría ser Naruto Uzumaki por lo que, lo le dejaría meter solito sus narices adentro del aceite hirviendo.

—Dímela —insistió Naruto.

—Sólo tengo una condición.

—¿Cuál?

—No vuelvas a meter a Hinata en esto ni en nada más que tenga que ver con Sakura. Como ya pudiste ver, ella no es el trapo con el que ella limpia su porquería.

Sasuke no necesitaba lentes para saber que sus palabras causaron sorpresa en Naruto.

Comprensible.

Hasta hace unos días, él no tenía ninguna interacción física con Hinata.

Esos eran sus asuntos.

No le debía explicaciones a Naruto. Además, lo quería por completo lejos de Hinata. Si se entretenía con el asunto de Sakura, mejor para Sasuke.

—De acuerdo —masculló Naruto, quizás, resistiendo la tentación de preguntarle a Sasuke sus intenciones con Hinata.

Mejor que no lo hiciese.

—Hospital General de Konoha, doctor Sasori Akatsumi. —Inhaló profundo, dando una larga pausa—. Ya te he dicho suficiente. No vuelvas a fastidiarme con ese tema —entonces se fue.

—Hermana… sal para que comas algo. Hinata —llamaba Hanabi, la hermana de Hinata, al otro lado de la puerta—. Hermana, ¿estás dormida?

Adentro de la alcoba todo estaba en orden, como se esperaba de la mayor de las hermanas Hyūga, lamentablemente su usuaria estaba hecha un desastre. Aun con el uniforme puesto, Hinata sentía como el mundo se quebraba en su cabeza.

Imágenes que por años surcaron libremente por su cabeza: Naruto tomándola de la mano, Naruto hablándole al oído, Naruto defendiéndola de malhechores cual súper héroe, Naruto besándola en medio del atardecer.

Todas, fantasías rotas.

Todos y cada uno de sus sueños con Naruto… pulverizados como un gran vidrio estrellándose contra el piso.

»¡La amo! ¡La amo! ¡Amo a Sakura-chan! ¡La amo!

Apretando los dientes Hinata se sacó uno de los zapatos y ahí arrinconada donde estaba, lo lanzó con toda la furia posible contra la pared. El zapato cayó a su buró llevándose el reloj de manecillas que había encima.

Centrada en sus propias emociones revueltas lloró desahuciada por un par de horas lanzando todo tipo de pensamientos negativos contra ambos: Sakura y Naruto. Por igual llegaban y llegaban hasta que el toqueteó de hacia su puerta la desconcentró.

—Hermana, tienes una llamada… dice ser un amigo, pero… ¿qué le digo? ¿Hinata?

—Lo siento, parece que ella no se siente bien; ¿podría saber quién la busca?

—Nadie importante —dijo colgando de improviso.

La muy…

Se había echado a correr como una cobarde.

Sasuke bajó su celular y miró entre sus contactos, ¿cómo había conseguido el número de Hinata? Simple, había hecho una llamada a Ino diciendo que necesitaba el número de la casa de Hinata para poder contactar con ella acerca de un proyecto. Sasuke no indagó en detalles por más que la rubia quiso sonsacarle información. Estaba completamente seguro que Ino no se quedaría callada y en un segundo tendría a más de un idiota preguntándole sobre su relación con ella como si no tuviesen vidas propias que atender.

¿Una relación?

Echado sobre su cama, Sasuke pensó en ello.

Pensó mucho en ello y en los motivos reales que tuvo para besarla en el aula quebrando así la decisión de Hyūga con respecto a su confesión a Naruto.

¿Celos? ¿Celos de quién? ¿Naruto? Por favor como si eso le importase.

A lo que lo llevaba nuevamente a preguntarse por qué demonios le había soltado a Hinata todo un discurso vomitivo y sacado de un sombrero sobre sus razones.

¿Por qué lo hizo?

¡Él aun pensaba en la respuesta!

Hinata Hyūga era una chica linda, eso nunca lo negaría. Sin embargo… no la amaba.

Sasuke podría ser un jodido infeliz que, a estas alturas de su vida, seguramente el infierno ya tenía una sección especial con su nombre escrito. Pero mentirle tan descaradamente a alguien que no le había hecho ningún daño y en definitiva no merecía nada de lo que le estaba pasando por culpa suya, no era de sus mejores cualidades.

Suficiente había hecho con haber forzado a Naruto a decir, en frente de Hinata, que estaba obsesionado con Sakura.

¿Amor? ¡Por favor! Ese idiota no sabía nada de Sakura. ¿Y ya la amaba?

Luego de soltarle tal información, a ver cuánto le dura ese amor.

Pero… volviendo a Hinata…

Ella era una de las chicas más responsables y honorables que había visto en su vida. Pero en el fondo no le atraía, esa era la verdad.

Esa timidez lo irritaba y más cuando la veía babeando el piso por donde Naruto caminaba. Su semblante eternamente tranquilo lo desesperaba y el hecho de que tartamudeara todo el tiempo hacía todo el doble de peor.

¿Entonces por qué?

¿Por qué había tomado la decisión de besarla? ¿De arrancar de ella el más profundo sonrojo desde el que Naruto provocó al punto de que la pobre se desmayara en la secundaria?

Naruto…

Si lo pensaba, estaba haciéndole un favor a Hinata.

Ahora ella veía con claridad las cosas: Naruto no era ningún maldito príncipe encantado y aunque Sasuke sabía que él mismo tampoco ganaba un premio por su sutileza o tacto, estaba seguro que jamás habría hecho tan obtuso como hablar tan a la ligera.

El mayor problema de su mejor amigo/rival, era que jamás sabía hasta dónde cerrar la boca.

»¡La amo!

Seguramente la pobre Hyūga ha de estar en casa llorando.

O eso pensó hasta que a su celular llegó un mensaje de texto.

Hinata:

¿Podría hablar contigo?

Al segundo tecleó una respuesta, y al siguiente, Sasuke había tomado un saco para salir rápidamente de su habitación y posteriormente, de su casa.

En el camino ignoró a Itachi quien le dijo que iría a comer con su novia Izumi y no regresaría a casa hasta mañana.

—Sí, sí —le dijo azotando la puerta.

—Fin de Capítulo—


A riesgo de quemarme el cerebro... hace poco decidí retomar dos fics de este fandom que había puesto en hiatus por falta de ideas.

Un NaruHina y un SasuHina.

Este fue el afortunado.

Vuelto a tener más o menos el hilo de lo que procederá a continuación, pero a partir de aquí, voy a tener que subir el rated a T.

Y como me da un poco de flojera estar editando el resto de capítulos... a los que francamente no quiero modificarles nada, por segunda vez, voy a poner la advertencia acá: lo que Naruto va a descubrir en el hospital, no será agradable. Además de que, por lo que ya hemos visto, en este "pequeño arco" más de uno de los personajes tendrá un ligero cambio en su actuar, así que, por favor: quejas sobre eso. cero, yo ya estoy avisando. :(

Gracias por leer y hasta el próximo capítulo, en el cual trato de trabajar. :P


Reviews?


Si quieres saber más de este y/u otros fics, eres cordialmente invitado(a) a seguirme en mi página oficial de Facebook: "Adilay Ackatery" (link en mi perfil). Información sobre las próximas actualizaciones, memes, vídeos usando mi voz y mi poca carisma y muchas otras cosas más. ;)