Ella es el tipo de mujer que deja llamas por dónde camina y hace que mi presión arterial suba cada vez que la veo.
Es hermosa y sexualmente atractiva.
Un bombón hecho con el mejor chocolate y deseosa de probarla totalmente.
Cuando entre a mi carrera de arquitectura, tenía que asistir a unos cursos independientes, talleres por así decirlo. Y jamás pensé o me llegue a imaginar encontrarme con semejante tentación, y es que tengo dos serios problemas en mi vida, que vuelven a esa mujer parte de ellos.

El primero: Me encanta, me fascina, me desvela.

El segundo: es mi profesora de taller de artesanía.

Mi pasión crece con la elegancia, inteligencia y belleza de una verdadera hembra, una mujer perfecta como es Nozomi Toujou. Lamentablemente solo podré hacerla mía, en mis sueños más majestuosos, porque tengo que recordar que es mi profesora y que jamás me verá más que una alumna.

Pero es inevitable, sentirme tan atraída por esa mujer, cada vez que escucho sus tacones por el aula.

De vez en cuando se sienta en su escritorio y me llama para corregirme en cierto punto o trabajo, ya después de que todos se van del aula.

Tengo que alejar esos pensamientos, cada vez que la tengo cercas, y como no evitarlos si tiene un cuerpo perfecto, unas curvas bien de lineadas, unos pechos perfectamente dotados, un trasero redondo. Es inevitable no imaginarla totalmente desnuda y excitada, gimiendo de placer. Sé que es mi profesora, pero solo con ver esos ojos esmeraldas me dan ganas de hacerle todo lo que me viene a la mente, ahí mismo, en ese salón, contra el escritorio, tenerla abajo gimiendo mi nombre, deseado que la toque, que la besé con demasiado deseo y pasión, sin parar, darle todo lo que siempre me imaginado y fantaseado desde que la vi, hacerla totalmente mía. Pero ese momento de fantasía se ve interrumpido, porque siento una mirada intensa encima de mí, es cuando veo, y tengo a mi profesora enfrente de mí, sin dejar de mirarme, con esos hermosos ojos Esmeraldas.

Ayase-san, podría volver a explicar el tema que acabo de dar por favor - Lo dijo en un tono un poco molesto y una mirada intensa, no supe que contestar, porque era la primera vez que no le ponía atención, por imaginarla totalmente desnuda contra ese escritorio.

Lo siento, realmente yo no puse atención profesora, realmente... Lo lamento tanto, me quede sumergida en mis pensamientos - Dije en un tono un poco apenada, porque era su alumna "estrella", de algún modo le falle. Su expresión cambio, se relajó, ya no era tan intensa.

No quiero que vuelva a pasar, así que espero regreses, después de que terminen tus clases, para explicarte el tema por única ocasión - Dijo y volvió con el tema que estaba explicando.

Terminó su taller así que continúe con mi horario, aún me faltaban dos horas más de otra clase, pero tampoco presente atención, pues solo pensaba en Nozomi, en que estaré a solas con ella en esa aula donde tantas veces la he imaginado gimiendo por mí, suplicando por mis caricias. Así que recordé que le había comprado unos chocolates, no es muy fan de los caramelos o de algo dulce, pero realmente se comía a gusto esos pequeños chocolates, entonces comencé a comprarle chocolates de vez en cuando. Termine mi clase y me dirigí, hacia él aula de la Profesora Toujou, en el transcurso me estaba imaginando que tal vez podría tener hoy una excelente vista de su maravilloso escote, como otros días, que me acercaba a preguntarle algo, siempre podía tener ese pequeño placer de la vida, de poder observar su maravilloso escote. Aunque también podía hoy regalarme una de sus sonrisas, de esas que hacía que se me detuviera el corazón.

Llegue al salón, toque dos veces, esperado su respuesta, para poder ascender, y escuche su maravillosa voz diciendo "adelante".

Entonces entre, y la vi ahí sentada en su escritorio, analizando unos documentos. La verdad se veía majestuosa, sentada con las piernas cruzadas, dejando ver un poco más de sus piernas largas y blancas, y una parte de sus muslos, luego proseguí hacia arriba, observando su cintura y como se podía ver su resaltado busto, luego su maravilloso rostro concentrado en lo que estaba haciendo, hasta que sintió que no la dejaba ver, volteó a verme, y me dedico una de sus sonrisas que me mataban.

Eli, por favor no te quedes parada ahí y acércate un poco más - Dijo en un tono dulce y coqueto, sentir como decía mi nombre era perfecto, eso siempre hacía cuando estábamos a solas, cuando me quedaba a ver ciertos temas después de clase o alguna duda, éramos un poco más íntimas.

Siento lo que pasó hace unas horas Prof - En ese momento soy interrumpida por ella.

En que habíamos quedado Elichi, mientras estemos solo nosotras, te dije que me llamaras por mi nombre - Se levantó de su asiento, acercándose más a mí, entonces toca la punta de mi nariz con un dedo suyo. - Eres realmente una dulzura Elichi, pero aún sigo molesta, porque no me hayas prestado atención el día de hoy, ¿en qué tanto pensabas el día de hoy Elichi? -lo último lo volvió a decir con un tono un poco molesto como en la clase.

"En ti, como siempre Nozomi, en todo lo que pienso eres tú, en tus ojos, en lo fascinante que eres, y puedes llegar hacer, en la forma que quiero quitarte la ropa y someterte en ese escritorio." Pensamientos como esos siempre quise decirle, pero por obvias razones jamás podía hacerlo.

En una materia que se me está dificultando, Nozomi lamentó lo que sucedió hace unas horas de verdad, te prometo que no volverá a pasar - Lo dije en un tono avergonzada y nerviosa, entonces le hice una reverencia en forma de disculpa, entonces empieza acariciar mi cabellera y es cuando alzó la cara.

Tranquila Elichi, saca tus cosas para que puedas apuntar lo de esta clase, pero será la única vez que te ayude, quiero que me pongas atención en todo - Lo último no supe en qué tono lo dijo.

Así que hice lo que me pidió, empecé a sacar mi cuaderno y una pluma, entonces volvió a darme el tema de hace unas horas todo iba bien, hasta que se le cayó por accidente el borrador, entonces pude ver cómo se agachaba por él, dios era tan erótico ese momento, siento que hasta lo hizo a propósito y el modo de agacharse tan lento, ver cómo ese trasero se volvía cada vez más marcado, si esa falda era pegada ahora le hacía lucir un erótico trasero, no podía quitar mis ojos de él, otras veces pasa eso en clase o cuando estábamos a solas, pero el día de hoy era mucho más erótico que otras veces. Entonces por mi sano juicio quite la mirada de él.

Termino de explicarme el tema, empecé a guardar mis cosas, luego recordé que tenía la caja de chocolates, así que la saque y se la entregué. - Toma Nozomi, espero lo tomes como una pequeña disculpa por lo de hoy y que sean de tu agrado - Le dedique una de mis mejores sonrías.

Oh Elichi, siempre tan tierna y atenta, gracias - Comienza a sacar uno de la caja, y lo chupa en una forma excitante, no sé si el día de hoy o sea yo, pero todo lo que hace lo veo tan tentador y excitante o tal vez lo hace a propósito no lose, entonces continúa con su lengua y después lo empieza a morder, un poco de chocolate queda en sus labios, entones saca su lengua para agarrar esos pequeños otros. Vaya forma de limpiarse los labios, una persona común no lo haría de esa forma, tan exótica y radiante.

¿Quieres un poco Elichi? - Lo dijo en modo juguetón así que acepte, me regalo un poco, pero por mi torpeza, quedó una mancha de chocolate en mi labio inferior, Nozomi acerco su dedo y comenzó a limpiarla, luego se relamió el dedo. De verdad no entiendo dónde saco tantas fuerzas para no hacerla mía, hace cada cosa tan erótica y sexual, provocándome a besarla y tocarla.

En ese momento tocan la puerta, es un joven de otra clase, desea que Nozomi, le pueda echar un ojo a su trabajo, en ese momento ella asiente, con una sonrisa y le pide que se lo entregue, el muchacho se acerca, ella empieza analizar el trabajo despacio. Entonces comencé a observarlo, era bastante guapo y alto, aparte de un cuerpo algo atlético, pero no dejaba de ver a Nozomi, se la estaba comiendo con los ojos, no era para nada discreto, entonces lo empecé a ver con una mirada furiosa e intensa, claro sintió que lo estaba mirando, así que dejó de verla, entonces de reojo veo que ella empieza a sonreír, y no entiendo por qué. Tal vez a ella le gustaba el muchacho, realmente no supe, me molesto que le dedicara una sonrisa, entonces prefería alejarme, hacia el asiento donde estaban mis cosas, enseguida le entregó su trabajo, y le sugirió unos temas, ciertos puntos de vista y le corrigió unos errores, le agradeció y se despidió de ella.

Me voltee para agradecerlo lo de hace un momento, pero la encuentro con una sonrisa de oreja a oreja, y una mirada juguetona, se para y se acerca a mí.

Elichi no tienes por qué molestarte con el muchacho, solo necesitaba un poco de ayuda - Dice en un tono otra vez juguetón y dulce.

Claro necesitaba saborearte ¿toda no? – Susurre esperando que no lo oyera.

Oh Elichi está celosa, sabes no tienes por qué molestarte, cuando tú lo haces en todas las clases sin ningún descaro o culpabilidad - Lo dijo tan cercas de mi oreja que me exalte, y me aleje un poco, ella siempre supo que la veía de esa forma, entonces lo hacía a propósito la forma de moverse o de agacharse, o esas veces que me dejaba ver su busto, lo hacía a propósito, entonces dejo clavada su mirada en mis ojos, sus ojos Esmeraldas tenían un brillo especial, no sabría si era deseo u otra cosa.

Sabes siempre me traes chocolates de distintos sabores y olores, pero siempre hay uno que he querido probar y saborear, es ruso y tú nunca me lo das a probar Elichi - Dice en un tono serio, no sabía qué decir, primero me aclara que siempre sabía que la miraba y ahora me habla de un chocolate. Así que me acerqué a ella, había vuelto a su escritorio, pero estaba vez estaba encimada de él, entonces me ofrece otro chocolate, cuando iba a tomar lo que me daba, Nozomi se lo llevó a la boca y me atrajo hacia su cuerpo.

Abriendo las piernas, dejándome pasar directo al espacio personal que la rodea. Mi cerebro colapso y me corazón explotó, cuando sentí sus labios encima de los míos. Sentí pasar el trozo de chocolate por mi boca y Nozomi rompió el beso. Coloco mi pequeño mechón de pelo atrás de mi oreja, delineó mi rostro, toco mis hombros, estrujo mis brazos, admiro mis ojos.
Bajo deslizando su mando por todo mi abdomen, para poder meterlo debajo de mi camisa y tocarlo al natural. Viéndose complacida y exigiéndome otro beso, el cual yo nunca me negué.

No sabía cómo terminaría aquello, pero realmente me fascinaba la situación, y eso era suficiente para dar rienda suelta al deseo que sentía por ella. Me encantaba todo, sentir sus labios, ser tocada por ella dios, era tanta la lujuria del momento. Trate de profundizar el beso, pero ante su maestría yo era torpe. Nozomi notó mi frustración, y subió hacia mi rostro colorado de fogosidad para decirme.

-Estoy dispuesta a enseñarte todo lo que quieras - Haciéndome sentir como la sangre de todo mi cuerpo hervía.

Se mordió el labio inferior y tomo una de mis manos, para llevarla a su entre pierna. Colocando mi extremidad un poco más abajo de la falda que estaba casi levantada, por su posición en el escritorio. Y me invitó junto a ella seguir un camino glorioso por su piel de porcelana.

-Tócame Elichi, acaríciame como lo haces con tus ojos, cada vez que me ves - Susurrándome al oído.

Acepte su propuesta, deslice mis manos, por debajo de la tela puliendo con mi palma todo lo que tocaba. Subiendo con sutileza su falda, opté por recostarla un poco y empecé a besar su cuello, ella suspiro y no que su respiración se aceleraba poco a poco. Llegue a sus glúteos que muchas veces contemple en secreto. Le hacía todo lo que mi sueño más húmedo ya le había hecho. A estas alturas ya estaba bastante excitada, con solo ver lo que apenas le hacía, y observar cómo se encendía un poco más, era perfecto. Escuchar sus callados gemidos, mientras que ella susurraba mi nombre y acariciaba mi cabeza. Rodeo mi cintura con sus largas piernas, pensar que estábamos haciendo eso en el aula y en cualquier momento alguien podría venir, se volvía cada vez más excitante. La levante con brusquedad de la mesa, entre mis brazos, dejando notar mi fuerza, para pegarla contra la pared suave pero contundente.

Cosa que a mi profesora le fascinó. Ella no dejo de rodearme con sus piernas y yo empecé a estrujarme de arriaba a abajo contra ella.

La mujer que había tanto poder sobre mí ya no estaba, era como si hubiera desaparecido. Nozomi solo quería más. Y yo solo deseaba aprender todo lo que ella me daba.

Hola espero que les haya sido de su agrado la historia, es la primera vez que escribo un fanfic, la verdad he visto que algunas personas les gusta el genero futanaria, así que tenia pensado hacerla así, peor la verdad quería saber sus ideas, si les gustaría que la historia fuera así o que la dejara normal, espero sus comentarios o sugerencia de las historia ayúdenme a crecer(?) :v