Mica: Hola mi gente, estoy de vuelta y con muchos ánimos. Estas historias las hare cuando se me venga una idea y, si ustedes quieren, pueden darme una y lo agregare sin problemas. La mayoría estarán centradas en Karamatsu (xq creo que merece mucho amor ^_^) pero si quieren de otro de los hermanos, no habrá ningún problema. Así que, sin más que decirles, los quiero mi gente y ¡adiós!
P/D: La letras que este de esta forma, son pensamientos. Se lo aclaro, x las dudas
¡Osomatsu Onii-chan!
Karamatsu revolcó prácticamente la habitación, intentando encontrar sus lentes oscuros pero no había señales de que están cerca.
-¿Dónde estarán?- gruño con algo de fastidio. –Espero que Ichimatsu no los haya roto otra vez, eran mi último par de esta semana- hizo un puchero infantil, al mismo tiempo que la puerta detrás de él se abría. Sabía quién era, después de todo, solo estaban ambos en la casa. –Osomatsu quizás sepa dónde están- sonrío con emoción. –Oi, Osomatsu Onii-chan…- se cayó de golpe, un nudo formándose en su garganta y sintiendo las mejillas arder rápidamente.
¡¿Esas palabras en serio salieron de su boca?!
-Ho no, ho no, ho no…Ho cielos, ¿Q-Qué…? ¡¿Qué demonios fue lo que dije?!- trago con dificultad. –¡¿Esto no puede ser más incómodo?!- el silencio era lo único que rellenaba la habitación, poniendo a segundo mayor de los sextillizos de los nervios. –Él no dice nada…¿lo habrá escuchado?- a pesar de la curiosidad, se negaba rotundamente a girarse para ver a su hermano. –Por favor, ruego a quien quiera que me escuche, que no lo haya escuchado- tembló cuando un "¡Track!" resonar. –E-Esta bien, él…él solo se está…estrolando el cuello…- con un poco de miedo y aquel rojo coloreando sus mejillas, se dio vuelta. Ahí estaba él, sentado con tranquilidad y dándole la espalada, en silencio total. Trago saliva y abrió ligeramente la boca. –¿N-Nii-san…?- pero el otro no hablo. De la nada, como en una película de terror, Osomatsu se volteo lentamente hacia él. La enorme sonrisa que tenía en el rostro le dio miedo.
Ka-ra-mat-su
Los ojos del mencionado se abrieron enormemente, temblando del miedo puro que recorría su cuerpo. Osomatsu veía a su hermano tal y como depredador mira a su presa. Karamatsu dejó escapar un grito de terror cuando el otro se le abalanzo, se cubrió el rostro con los brazos y espero lo peor.
… … … …
Totty tarareo una canción pegadiza, caminando con tranquilidad a su casa. Entro y dejo sus zapatos en la entrada, dirigiéndose directamente a la habitación que compartía con sus hermanos.
-¡Estoy en casa!- anuncio entrando con una gran sonrisa, la cual se borró y cambio por una mirada de sorpresa al ver la escena que tenía en frente.
-B-Bienvenido…- Karamatsu estaba sonrojado hasta las orejas, su único hermano mayor abrazándolo desde atrás, dormido y con una enrome sonrisa en el rostro. –P-Puedo explicarlo…- murmuro ante el silencio del menor.
-Esto es tan tierno~- sonrío con la mejillas algo coloreadas.
-¡T-Totty!- reclamo el de azul ante el flash del celular del otro.
-¿Qué fue lo que paso?- pregunto enarcando una ceja, el celular y sus manos ocultado la sonrisa divertida que tenía. –¿Lo llamaste "Onii-chan"?-
-F-Fue un error…¡l-lo juro!- Karamatsu podía ganarle fácilmente a un tomate en esos momentos.
-¿Por qué no te sueltas?- Todomatsu estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para no reírse a carcajadas.
-Osomatsu es más fuerte de lo que parece…incluso dormido- suspiro Karamatsu con una mueca. –¿Le darías una mano a tu buraza, por favor?-
-¿Cuánto tiempo llevas así?- enarco una ceja.
-3 horas- jugueteo con sus manos, nervioso.
-Esto es lo que pasa cuando haces a Nii-san feliz- rio, llevando sus manos a los bolsillos de su buzo. –Te dejare ahí…se ven muy tiernos~-
-¡N-Necesito ir al baño!- un idea se le ocurrió. –S-Si no me ayudas…no volveré a acompañarte al baño en media noche- no era de chantajear a la gente pero la situación lo ameritaba.
-E-Esta bien, te ayudo- Totty no sabía si hablaba en serio o no pero no se arriesgaría. –Nii-san, despierta gran holgazán~- lo empujo ligeramente en el hombro pero el otro no abrió los ojos, sino que lo agarró del cuello del buzo y lo arrastro hacia abajo. Osomatsu, aun dormido, tenía un brazo rodeando la cintura de sus hermanos.
-Por lo menos, ya no soy el único atrapado en "la red roja"- rio Karamatsu ante la situación.
-¡Cállate!- gruño Totty con las mejillas rojas.
¡Un pequeño extra! XD
-¡¿Cómo es posible que Totty se haya zafado de esto?!- gruño Karamatsu algo irritado, necesitaba ir urgente al baño y no podía soltarse del solido agarre del mayor. Respiro profundo, intentando calmarse. Había intentado todo, incluso le ofreció dinero pero el otro no le hizo ni el más mínimo caso. –Osomatsu Nii-san, ¿puedes soltarme por favor? Necesito hacer algo…- hablo, sus manos intentando sacar los brazos de su cintura. –Hare lo que quieras brother…por favor- ese era su último recurso: la súplica.
-¿Lo que sea?- Osomatsu abrió un ojo, mirando al de azul que asentía con fuerza. –¿Lo prometes?-
-¡Lo prometo, lo juro pero déjame ir al baño!- asintió rápidamente.
-Bien- lo soltó. Karamatsu, tropezando con torpeza, corrió directamente al baño, saliendo al poco tiempo con una sonrisa de placer pura pintada en el rostro. Camino con tranquilidad devuelta a la habitación, enarcando una ceja al ver al de rojo sentado con la espalda contra la pared. –Muy bien, my brother, soy un hombre de palabra. Así que…¿Qué quieres que haga?- el otro sonrío.
-Siéntate aquí- palmeo el lugar entre sus piernas. Karamatsu lo hizo sin ninguna queja, sorprendiéndose un poco al ver los brazos de su hermano rodeándolo nuevamente y acomodándolo contra su pecho.
-¿Seguirás durmiendo?- enarco una ceja.
-Sip~- rio el otro. –Me gusta dormir…además, estoy feliz, no todos los días uno de mis hermanos me lama "Onii-chan"-
-Lo hacíamos cuando éramos pequeños- murmuro.
-Lo sé…pero eso no quita que lo extrañe- rio divertido, acomodándose mejor. Karamatsu se quedó pensando un momento, hasta que una idea se le vino a la mente.
-Entonces…que duermas bien, Osomatsu Onii-chan- sonrío al sentir que el otro lo apretaba un poco.
-Igualmente…my little brother- el de azul rio ligeramente, acomodándose mejor y dejándose llevar a los brazos de Morfeo. Osomatsu sonrió, besándose la frente del menor y cerrando los ojos, dispuesto a seguirlo al mundo de los sueños.