¡Muy buenas a todos!

Dicen que el tío Javi se aparece cada mil años para subir un nuevo capítulo de alguna de sus historias. No sé si han pasado mil años pero aquí está la nueva actualización.

¿Recuerdan cuando dije que iba a haber lemon en este fic? Yo tampoco. Ok, mentira, si lo dije, pero voy a ser franco con ustedes. Este fanfic lo comencé a escribir por avaricia. ¿Qué quiero decir con eso? Bueno, quería ver que tantas lecturas y/o votos podrían conseguir gracias al lemon. Supuestamente esto iba a ser un one-shot, luego en un relato corto. ¡Vamos! Si han leído La Novia de Dipper saben de lo que hablo. El punto es que mientras iba escribiendo esta historia se convirtió en algo más. Nuevas ideas vinieron a mi mente y de la nada construí una rama más de este Universo Alterno. Me enamoré de los personajes, y de las posibilidades que se podían construir a partir de él. Y bueno, finalmente llegó a ser lo que están leyendo ahora.

Lamento si los ilusioné con la parte del lemon pero he decidido suprimirla. No es necesaria para esta clase de historia y si se enojan conmigo les pido una disculpa y si deciden dejar de leer el fic lo entiendo. No obstante, continuará con él y hasta dónde pueda. Si se quedan por la trama sean bienvenidos de nuevo y gracias por continuar leyéndome.

Sin más que decir por ahora los dejo con el capítulo y nos vemos abajo para comentarios finales.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Reverse Falls Fanfic: Ojos de Demonio

Capítulo 33: "Corazones"

—Este es… El apartamento 128/17.

Habló la joven de los cabellos largos y rubios, leyendo la inscripción en la puerta mientras luchaba por sostener el flácido cuerpo de Dipper. Tratando de mantenerlo de pie, llevando su brazo derecho por detrás de su cuello para ayudarlo a conservar el equilibrio.

El clima había empeorado considerablemente desde los hechos acontecidos en aquél infame callejón del peligroso barrio mejor conocido como: "El Grung". La lluvia se convirtió en un torrencial y no había indicios de que fuera a calmarse pronto.

El edificio, tal cual McGucket lo había descrito, era de primera categoría. Los jardines traseros del Capitolio compuestos por una gran diversidad de flora de tallos gigantes se elevaban imponentes y solemnes hacia el costado izquierdo del inmueble. Otorgándoles una inigualable vista a sus acomodados residentes. El aire olía a perfume. Los pisos, las paredes y los corredores lucían impecables, pero extrañamente vacíos. Su esencia solitaria había provocado que la oscuridad reinara impunemente. Parecía un lugar casi abandonado. Sin embargo, en la mente de Pacifica había un solo objetivo: Ayudar a Dipper como fuera posible. Así mismo, necesitaba de unos minutos para aclarar su mente. Pese a su irrefutable felicidad por saber que Dipper había finalmente despertado, Pacifica sabía que había trabajo que hacer. Necesitaba respuestas y pronto. Las requería antes de jurar que había comenzado a perder la razón.

—Resiste un poco más, Dipper. Este es el lugar. Aquí podrás descansar y recuperar tus fuerzas. Aunque de no ser tan testarudo e impertinente como siempre, me hubieras permitido llevarte de vuelta al hospital. Acabas de despertar de un coma de cuatro meses y ya te encuentras asesinando mafiosos y malvivientes a diestra y siniestra.

Pese a sus oportunas y heroicas hazañas, Pacifica no dejaba de recriminarle a Dipper acerca de los recientes acontecimientos que los habían conducido hasta allí. Ella, a pesar de haberle mostrado su plena gratitud, su palpable instinto por velar por la seguridad de sus amigos más cercanos y familiares era algo que no podía reprimirse. Como el instinto protector de una madre.

Nadie mejor que Gideon sabía perfectamente lo que eso se sentía. En lo que a él respecta, Pacifica siempre fue para él, algo más parecido a una segunda figura materna que a una simple pariente lejana. Ella llevaba el control. Desde su alimentación hasta su forma de asearse y hasta de vestirse. Nada podía escaparse de su vista de halcón. Ahora Dipper lo resentía. No obstante, no presentó queja alguna.

En su lugar, esbozó una tibia sonrisa. De alguna manera, en compañía de Pacifica, él ahora se sentía completo.

—No le prestes más importancia de la necesaria… —Murmuró el joven, pese a su leve tos. Luego, agachó la cabeza, ocultando su rostro de la mirada penetrante de Pacifica—. Ya he pasado por cosas mucho peores… Además, no tenía otra opción. No podía permitir que esos malnacidos le hicieran daño a alguien a quien yo a... Yo… Yo jamás me lo hubiera perdonado.

—Dipper…

Pacifica recobró la noción de sus acciones y utilizó la pequeña llave que McGucket le había proporcionado para manipular sin dificultades la cerradura electrónica de la puerta. La insertó dentro de la abertura, parte de un luminoso y parpadeante panel táctil adjunto a la misma. Acto seguido, la puerta se deslizó suavemente hacia su derecha. En ese momento, las luces interiores se encendieron automáticamente, dándoles la bienvenida y abriéndoles paso hacia una lujosa y espaciosa estancia. Pacifica condujo a su compañero hacia el interior del apartamento, siendo una elegante sala de dos plazas y un taburete tapizado lo primero que ambos pudieron observar con detalle. Una alfombra, un par de libreros y una barra de bebidas excéntricas de otros mundos y quizá otras dimensiones también podían observarse como parte del mobiliario.

Cuando ambos adolescentes se abrieron camino hacia el interior de la residencia. La puerta se cerró por detrás de ellos de manera automatizada. Ocasionando un breve sobresalto en la rubia. Pacifica devolvió la vista hacia el frente, pretendiendo ignorar el hecho anterior ante lo que Dipper pudiera decir o pensar de ella. No hubo palabra alguna. Entonces, localizó una de las habitaciones al conseguir entrever una de las camas por medio de una de las puertas semi-abiertas. Condujo a Dipper hacia allá, abandonando la gabardina húmeda sobre la alfombra. Su camisa compartió el mismo destino, dejando su pecho al descubierto, ayudándole a quedar tendido sobre las limpias y fragantes sábanas, y preguntándose al mismo tiempo de dónde había extraído esas ropas. Llegando a la conclusión de que quizás las había robado a algún desafortunado que olvidó removerlas de la ventana de su apartamento antes del comienzo de la tormenta. Dipper por su parte sintió un gran alivio cuando por fin su cuerpo pudo relajarse. No obstante, él sabía que eso no estaba bien. Aún había mucho trabajo que hacer.

—Ahora, trata de descansar. —Advirtió—. Muy bien, señor "yo puedo cuidarme por mi mismo"… Ya que no estás dispuesto a regresar al hospital, al menos tendré que ir a buscar a Will y a McGucket y decirles todo lo que ha ocurrido. Estoy casi segura de que ellos sabrán que hacer.

—¡Espera! ¡Por favor! ¡Pacifica! —La alcanzó a sujetar del brazo antes de salir corriendo por la ayuda—. El peligro que corres allá afuera es muy elevado. ¡Entiende esto! Ninguno de los dos volverá a estar seguro. Ni siquiera en este lugar. Nadie en la ciudadela o peor aún, en todo el multiverso podrá estar a salvo de nuevo. No mientras La Visión siga libre. Si La Visión, El Primero y mi tío logran llegar al Corazón del Universo, podremos ir despidiéndonos de esta realidad tal y como la conocemos.

—Dipper, por favor intenta tranquilizarte. Yo… ¡Aguarda! —Sus ojos se abrieron completamente y un escalofrío en forma de sudor frío recorrió su espina cuando se dio cuenta que Dipper sabía mucho más de lo que aparentaba a simple vista—. ¿El Primero…? Tu… ¿Cómo sabes sobre él? ¿Dijiste "El Corazón del Universo"? McGucket me comentó algo sobre eso cuando estábamos aún en el hospital, pero… Ni siquiera él sabe a que se estaba refiriendo. Me dijo que el Tribunal le había prohibido averiguar sobre ello.

—Tal y como lo imaginaba. Ni el Tribunal, Ni tampoco el Consejo pretenden que los rumores o la información lleguen a oídos de terceros. Francamente, no sé si esa sea la decisión más correcta. El caos podría desatarse.

—¿A qué te refieres?

—Verás, desde que Mabel y yo éramos niños, nuestro tío Stanley solía contarnos antiguos relatos. Historias viejas provenientes de dimensiones distantes. Y todas ellas, hablaban sobre un gran poder. Uno demasiado grande para imaginarlo o comprenderlo. Quizá estoy exagerando pero… Puede tratarse de una fuerza del cosmos inclusive más grande que el del mismo Axolotl.

—¿Más grande que el poder del Axolotl? Eso… ¡Eso es imposible!

—Es correcto. ¡Es imposible! Axolotl es el creador del multiverso, no debería existir nada más allá que sea capaz sobrepasar su omnipotencia sin tener en cuenta a su hermano Tloloxa. Pero alguna vez te has preguntado; ¿Cual fue el origen de ambos? ¿De dónde provienen Axolotl y Tloloxa? Todas esas leyendas que nuestro tío nos relataba apuntaban hacia una sola cosa: El Corazón del Universo. Algunos dicen que es un objeto: Una reliquia proveniente del inicio de los tiempos. Otros dicen que se trata de un lugar, un espacio cerrado y aislado en el centro de la existencia misma. Un sitio en el que se concentra toda la energía del cosmos. Otros más afirman que no es nada más que un simple mito. Algo inventado por mercaderes corruptos para mantener ocupados a los Cazarrecompensas. Pero si alguien como Stanford pasó una gran parte de su vida buscando como llegar hacia él, entonces no puede tratarse de un simple cuento de hadas. Existe muy poca información al respecto y ni siquiera en la biblioteca de Stanford hay datos suficientes para darnos una idea de dónde empezar a buscar. Ahora que lo pienso, el hecho de que Stanford no haya podido averiguar nada es un alivio. Lo único que sé, es que esos otros dos sujetos se han unido a la búsqueda y por lo tanto, debemos ser precavidos. Lo que La Visión y El Primero son capaces de hacer escapa fuera de los límites comunes e imaginables por la mágia.

—Pero… Cómo supiste que…

—¿Cómo sé que tan peligrosos pueden llegar a ser? Aún no puedo encontrar una explicación a lo que ocurrió, pero de alguna forma, logré escuchar la conversación que sostuviste con McGucket en el hospital hace algunas horas. Es extraño, pero desde que mi gema del alma se quebró en la tierra, mi percepción para saber todo lo que ocurre a mí alrededor se ha intensificado. Fue así como supe que te encontrabas en peligro, de modo que puse todo mi empeño en recuperar el control de mi cuerpo e ir en tu ayuda. Verás… Cuando El Primero se apoderó de mi cuerpo, mi estado de conciencia se mantuvo apartado de la realidad, como si me encontrara dentro de un sueño astral, atrapado dentro de mi propio ser. A partir de ese momento, a pesar de haber entrado en coma, logré presenciar todo lo que ocurría a nuestro alrededor. Supe que gracias a mi indulgencia y a mi falta de autocontrol, ese ente maligno pudo quedar en libertad. Por breves momentos, conseguí ver una secuencia de imágenes terribles de eventos pasados. Solo había sangre, dolor y muerte. Durante ese breve lapso de tiempo, pude acceder a sus recuerdos y logré vernos a nosotros mismos hace cuatro años, pero no como lo recordamos. Me dio la impresión de observar versiones nuestras alternas provenientes de una dimensión paralela a esta.

—¿Una dimensión paralela?

—No quiero entrar en detalles, pero tú eras la chica rica y yo el nerd atolondrado. ¿Podrías imaginarte algo más absurdo? —Levantó ambas cejas y volvió a sonreír—. Regresando al tema, lo primero que debemos hacer es averiguar más acerca de esa entidad maligna conocida como El Primero. Nunca había escuchado hablar acerca de él. Ni siquiera en los diarios de mi tío hay información al respecto. Pero según lo que El Primero dijo en la tierra, mi tío sería el encargado de guiarlos hacia allá. Eso me hace pensar que quizás él conocía el lugar, pero no la forma de llegar hasta allá. Pero eso no es lo más preocupante… Su poder… Su poder escapa fuera de toda lógica. Aún para los términos de la mágia... Inclusive la arcana. Nunca antes había sentido una fuerza con semejante grado de locura, odio y sed por la sangre. Sé de la existencia de seres oscuros y dementes como el primo de Will, pero algo como lo que El Primero representa simplemente no debería existir. Y a pesar de eso, esa cosa se encontraba dentro de mi gema del alma… Desde hace tres años... Eso quiere decir que alguien, en algún momento durante ese tiempo, utilizó mi gema como una incubadora para retener semejante cantidad de energía. Pero no tiene sentido… No recuerdo haber presenciado una alteración en la mágia durante ese tiempo. Eso significa que alguien se encontraba trabajando para La Visión. Alguien cercano… ¡Debemos regresar a la tierra!

—¿A la tierra? —Pacifica se sobresaltó—. ¿Te has vuelto loco, Dipper? ¿Para qué quieres ir hacia allá?

—Mi tío Stanley. Como sabes, mi familia siempre se ha especializado en ocultar secretos oscuros y hasta este día siempre lo había menospreciado por no poder manipular la mágia. Pero si hay alguien quien puede ayudarnos a entender lo que es El Corazón del Universo es él. Ahora todo empieza a cobrar sentido para mí. Todas esas historias que mi tío Stanley nos contaba a mí y a Mabel no pueden ser simple coincidencias. El sabe algo que nosotros no. Sé que Stanford siempre fue muy precavido a la hora de mantener ocultos sus descubrimientos e investigaciones. Es por ello que me tomó tanto tiempo descubrir su biblioteca oculta en la mansión. Algo tan delicado como lo que sabía del Corazón del Universo no pudo haber colocado en un simple diario de anotaciones. Todo lo que sabía se lo dijo a su hermano gemelo. Debemos interrogarlo y sacarle algunas respuestas. Dependiendo de lo conteste, tal vez pueda descubrir cómo fue que ese monstruo llegó a mi gema.

—Dipper, por favor, no estás tomando las cosas con calma. Necesitas descansar por esta noche. Apenas y puedes sostenerte en pie.

—No puedo estar tranquilo sabiendo que fui utilizado como un simple objeto.

—¿Es que acaso todos los hechiceros son tan testarudos? —Pacifica frunció el ceño y torció la boca. Evitando que Dipper pudiera incorporarse tras sujetarlo por medio de su brazo izquierdo—. McGucket me dijo que el Tribunal Mágico y el Consejo Galáctico ya se encuentran trabajando juntos en el caso. Ellos se encargarán de atrapar a La Visión y de mantener la gema segura para que ese monstruo jamás vuelva a salir.

—¿Estas bromeando verdad? —Dipper volvió a dejar salir otra carcajada, la cual le provocó otro ligero ataque de tos. Tragó saliva, y continuó hablando—. Tribunal y El Consejo… Ninguno tiene la menor idea de la clase de peligro con la que estamos tratando aquí. O tal vez no quieren aceptarlo. No puedo esperar a que decidan hacer un movimiento con el que seguramente no estaré conforme. Debo ir a la tierra hacia el manicomio donde tienen encerrado a Stanley e interrogarlo.

Dipper intentó levantarse una vez más. Sin embargo, las pocas fuerzas en sus piernas le provocaron una brusca caída. Pacifica reaccionó al instante, sirviendo como apoyo para regresar a Dipper a la cama, quedando sentado en uno de sus bordes.

—Ni siquiera tú estás consiente de qué es lo que quieres, Dipper. No quieres que yo deje esta habitación, ¿Pero ahora pretendes que volvamos a la tierra a buscar a tu otro tío demente?

—Yo jamás te pedí que me acompañes. —Respondió con frialdad—. Esto es algo que debo hacer solo.

—Tú no iras a ninguna parte, Dipper. ¿Por qué no quieres escucharme? ¿Por qué te resistes? No sirve de nada el hecho de que trates de hacerte el valiente y pretender ser el héroe. —Su estado del humor comenzó a alterarse, alzando el tono de su voz sin apenas darse cuenta—. Yo soy la única en condiciones de actuar en este momento y por lo tanto seré yo la que tome las decisiones aquí.

—Por favor, Pacifica… No quiero perderte. Eres todo lo que realmente me queda en esta vida. —Pacifica relajó los músculos, sorprendida por las palabras de Dipper—. Siempre creí que tener todo el dinero del mundo y pertenecer a una de las familias y linajes más reconocidos en el universo me haría sentir como alguien especial. Alguien superior a los demás en todo sentido. Le hice daño a muchas personas pretendiendo ser alguien que yo jamás quise ser. Pero ahora, estando aquí contigo me doy cuenta de que nada de eso importa ahora. Yo… Solo quiero protegerte. Si no estuvieras aquí conmigo, yo… No sé lo que haría. Porque yo… T… Te amo, Pacifica… Te amo.

Pacifica sintió un nuevo vuelco en el corazón cuando Dipper se dirigió hacia ella desde el fondo de su corazón por primera vez. Lo hizo justo después de que el joven de melena castaña agachara la cabeza para evitar un contacto directo con sus ojos y que ella se diera cuenta de las lágrimas que poco a poco comenzaron a humedecer sus mejillas. Sin embargo, ni una sola palabra provino por parte de Pacifica, quien optó por tomar la mano izquierda de Dipper y usar su otra mano libre para sostener su barbilla, sujetar suavemente su mejilla y aproximar sus labios hacia los de él. Uniéndolos y fusionándose en un beso que duró como la eternidad misma. Los corazones de Dipper y de Pacifica latieron en sincronía durante aquella noche de tormenta. Ahora y para siempre.

Continuará…

Bueno, No puedo decir que no hubo acción esa noche. Pero después de lo que dije arriba se lo tendrán que imaginar. Bueno, eso ha sido todo por ahora. Este capítulo sirvió para afianzar la relación de Dipper y Pacifica la cual siempre había sido de Amor-Odio. Más odio que amor he de decir. Pero ahora que Dipper ya no está sometido a la voluntad de una gema puede expresarse libremente sin repercusiones.

Es ahora cuando entramos al arco final de este fic. Las próximas 4 partes llevarán el mismo nombre y si aún desean acompañarme les prometo que el final que tengo planeado los dejará flipando (No soy Español pero quería decirlo así)

Muchas gracias por leer el capítulo y nos leemos la próxima vez. Tengan un buen día. ¡Chao!