-y bien Nicochi-comenzó Nozomi, luego de ver a la pelinegra dar vueltas y vueltas a su libro fingiendo estudiar-¿Qué le prepararas a Maki-chan?-pregunto sin rodeos, había esperado que la menor hablara por su propia cuenta, pero pronto noto que hacer eso sería esperar una eternidad.
Ambas se encontraban en el departamento de Nozomi, Nico fue supuestamente a que Nozomi le ayudara con las tareas, pero en realidad deseaba un consejo, aunque le costara admitirlo.
-y-yo… no se de que hablas-se cruzó de brazos fingiendo no saber a lo que Nozomi solo sonrió divertida.
-como a Elichi le gustan mucho los chocolates prepare algunos y tengo planeado una cita-sonrió de forma maternal-no creo que debas darle tantas vueltas al asunto, estoy segura que Maki-chan esta igual o peor que tú, al ser la mayor deberías tomar la iniciativa.
Nico iba a protestar pero proceso bien esto último, hasta ella reconocería que tanto Maki como ella era un "poco" deshonestas, debía tratar de cambiar un poco eso si quería que su primer San Valentín saliera bien.
-¿y… Eli que tiene preparado para ti?-tragando su orgullo se animó a hablar, aun apenada por tener que recurrir a Nozomi, ya que a pesar de lo mucho que la molestara igual sabía que podía confiar en ella
-no estoy segura-sonrió un poco nerviosa-pero con Elichi todo se puede esperar.
Nico trato de hacer memoria, conocía a esas dos desde segundo, antes de conocer a las demás, recordaba claramente esas fechas, ya que el casillero de Eli estuvo repleto de chocolates, cartas y regalos, recordaba que Nozomi también había recibido algunos pero en ese momento no le dio mucha importancia… hasta que pronto un pequeño recuerdo llego a su mente.
-creo que ustedes dos deberían tener cuidado-soltó un pesado suspiro
-ahora las nueve somos populares, no creo que solo las dos tengamos problemas, además-oculto tras su mano esa sonrisa que tanto la caracterizaba-Maki-chan es muy popular entre las de primero y segundo, tanto por ser parte de μ's como por componer hermosas melodías.
A pesar de que Nico tratara de disimular su malestar por este último dato era demasiado obvio para Nozomi.
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Eli estaba inquieta en su habitación, tenía todo planeado para ese día, completamente detallado, quería impresionar a Nozomi y que este al ser su primer San Valentín sea muy especial, pero estaba tan nerviosa que temía olvidarlo, o tal vez haber dejado algo importante sin cubrir y por los nervios aún no se había dado cuenta.
Repaso mentalmente: flores, lirios, por ser los preferidos de Nozomi; un hermoso regalo, el cual tenía mas de un mes pensándolo y al final se decidió; chocolates, pero como a Nozomi no le gustaba mucho los dulces estos eran unos chocolates especiales. Luego de tres años con Nozomi sabía todo lo que le gustaba y no le gustaba.
Había querido ser ella la que decidiera lo de la cita, pero Nozomi insistió tanto que lo dejo para ella, suponía que Nozomi estaba igual de emocionada que ella.
-one-chan-Arisa entro a su habitación
-Arisa, ¿Qué pasa?-fue notorio lo nerviosa que se puso, trato de ocultar su lista, o al menos disimular que no era nada importante.
-ya es tarde, ¿no vas a dormir?-pregunto bostezando y señalando la hora, a lo cual la rubia mayor palideció, no se podía creer que había pasado tan rápido la hora
-lo siento, e-estaba haciendo tareas-Arisa a pesar de ser pequeña noto fácilmente la mentira, pero prefirió no preguntar mucho
-iré a dormir, buenas noches one-chan
-buenas noches Arisa-respondió Eli acomodando sus cosas
-one-chan-antes de retirarse, se asomó por la puerta-¿Qué harás este fin de semana?-Eli se sonrojo en cuestión de segundos.
Su familia ya sabía de su relación con Nozomi, al comienzo se preocuparon un poco pero pronto lo aceptaron, aun así le seguía siendo vergonzoso hablar de estos temas, y más con su hermana menor.
-solo pregunto porque estaré fuera también todo el día, Yukiho y yo… saldremos a pasear-esto último lo dijo nerviosa, dándole cierta curiosidad a Eli, pero no había nada raro que su hermana y su mejor amiga salieran, además era el día del amor y la amistad, no había nada raro pero sentia que olvidaba algo.
-esta bien, pero no vuelvas muy tarde-respondió con más calma, aun sintiendo que pasaba por alto algo importante
-gracias one-chan-se despidió una vez mas antes de irse a su habitación.
Eli aun inquieta termino por ordenar sus cosas y prepararse para la semana, ya años anteriores sabia por experiencia propia como se ponía la semana antes de San Valentín, solo esperaba poder controlar mas sus celos, no quería que se repitiera lo del año anterior.
Antes de acostarse recibió un mensaje, esperaba que fuera de Nozomi, sintió un poco de decepción que no fuera de ella, pero a decir verdad ya era muy tarde. El mensaje era de Umi quien le pedía hablar.
Agradecía no ser la única que estuviera tan nerviosa y preocupada por la fecha tan esperada.
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Umi luego de hablar cerca de dos horas con Eli se decidió que hacer para Kotori. Solo estuvo una hora con Eli, la otra hora la paso con Maki, quien también parecía estar preocupada por que hacer el fin de semana.
Ya cansada, se despidió de Maki, esperando haberla ayudado, supo que ella y Rin también hablaban de que hacer. Al parecer Rin tenía todo mas organizado que ellas, lo cual era irónico, teniendo en cuenta que Rin no se caracterizaba por ser precisamente organizada, además de ser la menor de todas.
Ya había apagado las luces y se disponía a dormir cuando su celular empezó a vibrar como loco, aunque no viera de quien era la llamada, solo alguien desesperada la llamaría en la madrugada.
-¿Honoka?
-¡Umi-chan ayuda!-lloriqueaba de forma infantil como si su vida peligrara. Sería una noche larga
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-entonces quedamos en eso-finalizo Anju, luego de estar toda la noche discutiendo sus planes con su mejor amiga
-si, no te preocupes, sabes como es Erena-bostezo la líder de A-rise, era muy tarde-fingirá que esto no le importa pero llegado el momento seguro te sorprende.
-espero que realmente no lo olvide-soltó un pesado suspiro, cambio el tema ya para despedirse-entonces ya tienes tus propios planes completos, ¿verdad?
-si, Honoka-chan no es muy exigente-aunque Anju no la viera supuso que se sonrojo-… además no importa donde me lleve estaré bien si es con ella
-eso sonó demasiado pervertido-se burló, sonrojando más a su amiga
-!Anju!-la queja de su amiga fue lo último que escucho. Estaba cayendo dormida y Tsubasa lo sabía.
Ambas se despidieron ya para descansar y comenzar bien la semana.
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Lunes a primera hora, los casilleros de todas las musas estaban llenos de obsequios, en especial de Eli, Umi y Maki; quienes por alguna extraña razón habían destacado más entre sus fans.
-Nicochi, quita la cara larga-molestó Nozomi, estaban en su aula, esperando que llegara el docente. Nico gruño por lo bajo tratando de aliviar su expresión molesta, pero por mas que lo intentara solo recordaba el rostro sonrojado de Maki junto con sus "admiradoras"
-¿no deberías estar preocupada por Eli?-trato de cambiar su humor burlándose un poco de la mayor, no se creía que Nozomi estuviera tan calmada mientras que solo unas carpetas más adelante Eli estaba rodeada de varias alumnas.
-Elichi siempre destacara, no tengo porque molestarme-sonrió de forma calmada, divirtiéndose una vez más con el gruñido de Nico-además…-antes de acabar una alumna se acercó, era de su mismo año pero de otra sección
-T-Tojo… san….y-yo…-las tres sintieron la intensa mirada de cierta rubia. Nico agradecía no ser esa alumna que tuvo el valor de acercarse a Nozomi, ahora entendía porque casi nadie lo había hecho teniendo en cuenta que la popularidad de Nozomi igualaba a la de Eli.
Nozomi sonrió a Eli para que dejara de intimidar a la alumna. Esta solo le entrego el regalo que le había traído y huyó al segundo siguiente.
-…Elichi también se pone celosa como yo, pero ella lo demuestra más y eso lo hace divertido-finalizo la mayor, justo había entrado el docente de la hora, y el grupo que estaba prácticamente sobre Eli se retiró, la mayoría de ellas eran de otros años.
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-Umi-chan ¿porque estas tan molesta?-pregunto Honoka, ya que la expresión de su amiga permaneció sombría desde que entraron a su clase.
-por nada-contesto entre dientes mirando detenidamente a "su novia", amaba esas dos palabras, pero ahora mismo, a pesar de ser tan reservada deseaba gritarlo a los cuatro vientos.
Kotori estaba en la entrada del salón, junto con un grupo de alunas quienes le hablaban de forma cariñosa y cercana, demasiado para el gusto de Umi.
-¿te enojaste con Kotori-chan?-pregunto con ingenuidad, no era consiente que su amiga peliazul estaba celosa-si tuvieron alguna discusión puedo hablar con ella y…
Honoka prefirió callar, Umi no le prestaba el mínimo de atención, examino la situación y aunque tardo en notarlo pronto se dio cuenta de la razón. Soltó un pesado suspiro. Miro el resto del salón y como lo había imaginado, casi todas las estaban mirando, muchas con regalos pero no se atrevían acercarse por la mirada asesina que Umi tenía en ese momento.
-Kotori-chan se pondrá triste si te ve con esa cara-escuchar el nombre de su novia provoco que finalmente Umi reaccionara y prestara atención a Honoka
-¿Qué dijiste de Kotori?-Honoka volvió a suspirar, a decir verdad ya estaba acostumbrada a esto, en años anteriores era lo mismo, Kotori recibía siempre una lluvia de regalos, pero la situación siempre era "equilibrada", Umi también los recibía, pero por su carácter tímido y reservado evitaba recibir muchos de estos obsequios, y claro, esto ya había provocado los celos de Kotori también.
Seguro este año no sería muy diferente, o tal vez si, ahora sus amigas eran novias.
-¿Por qué no le dices que te molesta que reciba regalos y tanta atención?-pregunto sin rodeos sorprendiendo a Umi, quien no quería reconocer que estaba molesta por eso, no se podía creer que incluso Honoka notara sus celos
Antes de que Umi protestara el profesor llego, se sintió aliviada cuando su novia se acercó sonriendo y tomando asiento delante de ella.
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-¿Qué le pasa a esa enana ahora?-a pesar de tratar de moderar su voz, gran parte del salón la escucho, pero trataron de fingir no haber escuchado nada por la mirada tan intimidante que Maki tenía.
-tal vez solo esta estresada por tanta atención nya-respondió Rin, ya cansada de las quejas de su amiga, llevaba un buen rato con lo mismo
-no era para que me ignorara, cuando me despedí de ella simplemente se fue dejándome con las palabras en la boca-su rostro se puso más rojo, tanto de coraje como vergüenza.
Ese día había querido comenzar bien, había llevado un pequeño regalo a la pelinegra pero con esa actitud ahora mismo ya ni deseaba verla.
-o tal vez se puso celosa-hablo esta vez Hanayo, algo dudosa pero era lo único que se ocurrió que explicara la actitud de Nico.
Maki estuvo a punto de reclamar y negar aquello, pero esas palabras resonaron en su mente una vez más procesándolas. No creía que esa podría ser la razón, pero tal vez no estaba muy lejos de encontrar la respuesta.
-o tal vez solo tuvo una mala mañana-hablo Rin despreocupada, se ganó la mirada molesta de Hanayo, porque Maki volvió a deprimirse y molestarse.
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Sería una semana larga para las nueve, pero no solo ellas sentían la presión de esa fecha tan especial para las parejas. A-rise estaba peor que las musas, pues su popularidad era un poco mayor, además UTX contaba con un mayor número de alumnas por tanto, estaban llenas de fans, dentro y fuera de su preparatoria.
Ambas líderes no pudieron verse en la semana, debido a que se les era casi imposible caminar por las calles sin llamar la atención. Pero acordaron que lo mejor sería verse el fin de semana.
La semana paso de forma lenta y torturante, mientras más cerca estaba la fecha mas tención había en el grupo, las horas de entrenamiento se habían limitado ya que tanto Umi y Eli acordaron que lo mejor sería irse a casa temprano, por el bien de todas aunque sacrificaran muchas horas de entrenamiento era lo mejor.
Nico y Maki tuvieron más problemas, a pesar de que trataron de hablar o mejorar su situación siempre una estaba de mal humor cuando la otra trataba de arreglarlo, a consejo de Nozomi ambas tomaron su espacio, al menos hasta que la semana acabara.
En caso de Umi y Kotori, la peliazul se mantuvo distante los últimos días, no se atrevía decirle su malestar a Kotori, y esta, a pesar de haberse dado cuenta de la actitud de su novia acepto el distanciamiento, ya que ella misma se sentia mal por ver a Umi recibir tanto obsequios.
Eli y Nozomi ya estaban acostumbradas a esto, así que trataron de mantener controlados sus celos, sabiendo que podían confiar en la otra. Hanayo y Rin no tuvieron muchos problemas ya que ambas eran transparentes con la otra y ante cualquier problema o acoso se lo decían entre ellas.
Fue así que finalmente la semana termino, seis días se convirtieron en seis siglos… pero finalmente había acabado.
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Antes de salir de su casa Nico recordó la conversación que tuvo con Nozomi la noche anterior, en vez de conversación en realidad fue un regaño de parte de la mayor, puesto que por un momento se había planteado no hacer nada y quedarse todo el fin de semana estudiando o jugando con sus hermanos. Al final Nozomi la hizo entrar en razón, tragándose su orgullo fue a casa de su novia.
Mientras más cerca estaba más nerviosa se ponía, era consiente que se había portado mal toda la semana, pero no era la única, Maki se había vuelto más tsundere, y siempre que había querido hablar con ella esta la ignoraba, pero no tenía mucho que quejarse ya que ella misma hizo lo mismo cuando Maki trata de hablar.
No se dio cuenta en que momento ya había llegado a la casa de Maki, había estado tan metida en sus pensamientos, se preguntó cómo es que abría cruzado las calles sin mirar los semáforos, esperaba no haber causado problemas a alguien.
Ya frente a la casa de Maki, se armó de valor y toco el timbre. Pronto se escuchó la voz de una mujer, era la mamá de Maki.
-b-buenos días… ¿s-se encuentra Ma-Maki-chan?-se atropelló un poco con las palabras a causa de los nervios que la dominaban, solo esperaba que la madre de Maki la haya entendido
-claro, adelante-dicho esto, las rejas se abrieron, pronto una sirvienta la recibió guiándola dentro de la mansión.
-buenos días Yazawa-san-sonrió la madre, aunque Maki no le haya dicho nada sospechaba de su relación con la pelinegra, y la respetaba.
-b-buenos días-hizo un torpe reverencia como saludo
-Maki acaba de levantarse así que demorara un poco, ¿quieres esperarla acá, o prefieres subir?
El rostro de Nico se tiño de rojo, aunque era tentadora la opción de subir y poder apreciar a su novia recién levantada, tal vez con el pelo revuelto, rostro soñoliento y muy probablemente una mirada molesta, lo cual encontraba divertido, se decidió por esperar.
Si subía, corría el riesgo de enojar a Maki, más de lo que ya podría estar. Tal vez estaría molesta porque fue a su casa sin avisar, pero se supone que al ser pareja deberían salir en ese día, al menos es lo que debería ser.
Nico siguió a la madre de su novia, esta la guio a la sala y le invito una taza de café en lo que esperaban a Maki, quedarse a solas con la mujer la ponía nerviosa.
-¿se pelearon?-pregunto sin rodeos, bebiendo con calma su taza de café y estudiado con la mirada la reacción de Nico.
Como respuesta solo pudo asentir, no se atrevía a mirar de frente a la mujer, esos orbes purpura la atormentaban, tan hermosos y brillantes como los de su novia.
-¿puedo saber que paso?-Nico se tensó en su lugar, tomo un poco de café en lo que se decidida que contestar.
-…n-no se si deba ser yo la que diga…-trato de evadir el tema. La mujer solo sonrió, era más que evidente lo que pasaba, no solo por lo obvia que era Nico, sino también por como había estado Maki en el transcurso de la semana.
Volvieron a quedarse en silencio, un poco incómodo pero agradable a la vez. Nico poco a empezó a relajarse, le agradaba la mamá de Maki, no hizo muchas preguntas sobre el tema, en su lugar le hablo como una amiga y una madre, preguntándole sobre cómo le iba en sus estudios, su familia, en el club, entre otras cosas.
Sin darse cuenta ya había pasado media hora, tiempo suficiente para que Maki estuviera lista y bajara de su habitación. Se sorprendió al encontrar a su madre y novia en una amena conversación sobre ídolos, trato de ignorarlo.
-van a salir, verdad-miro a Maki, pero esta se negó a responder, la madre solo sonrió comprensiva-vendré en la tarde, así que diviértanse-se despidió de su hija y de Nico, y sin decir más se fue.
Ambas quedaron en la sala, en silencio total, se daban rápidas miradas esperando que la otra dijera algo.
Nico se hartó del juego de miradas, simplemente tomo la mano de Maki y se la llevo, ni siquiera le dio tiempo de despedirse o darle alguna orden a la sirviente que estaba en la entrada, ya había tenido una semana bastante ajetreada, lo último que quería era desperdiciar ese día.
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Tsubasa estaba preparada para ir a recoger a Honoka, grande fue su sorpresa al encontrarla en la entrada de su casa, apoyada en la pared esperándola.
-¿Ho-Honoka?-pregunto incrédula, miro su reloj pulsera temiendo que se le haya hecho tarde, pero no, estaba en la hora
-buenos días Tsubasa-chan-sonrió animosa la líder de μ's-no podía esperar así que vine a recogerte
Estas simples palabras provocaron gran emoción en la castaña, no pudo evitar ponerse nerviosa, o que incluso su rostro cobrara color.
-m-me hubieras dicho que estabas acá…-dijo mientras cerraba la puerta tratando de controlar sus nervios. ¿Cuánto había pasado desde que eran novias?, no tenía la respuesta exacta, pero era el tiempo suficiente como para ya haberse acostumbrado, y sin embargo seguía poniéndose nerviosa al igual que las primeras semanas de noviazgo.
Era aquí cuando agradecía que Honoka fuera un poco densa y no lo notara, pero esa era una de las cosas que tanto le gustaba de su novia, densa, despistada pero bastante transparente y sincera.
-no quería que te presionaras en salir-volvió a sonreír mientras le extendía su mano ofreciendo una pequeña cajita-debería dártelo al final de la cita pero no podía esperar.
El rostro de Tsubasa se puso más rojo, pero esta vez ya no lo disimulo.
-tampoco puedo esperar yo-contesto Tsubasa, saco de su bolso una cajita, un poco más grande que el de Honoka
-¿puedo abrirla ahora?-pregunto emocionada a lo que Tsubasa asintió mientras abría el suyo
Los ojos de la líder de A-rise brillaron de emoción, ante sus ojos había una pequeña cadenita color plateado, dos corazones unidos y las iniciales de ambas, lo creía bastante detallistas para venir de Honoka.
-gracias Tsubasa-chan-salto a sus brazos Honoka, emocionada por el regalo de Tsubasa, una pulsera color dorado, adornado con notas musicales.
-gracias a ti…-correspondía el abrazo de forma tímida. Se mantuvieron así un buen rato, disfrutando del calor de la otra.
Honoka se separó, con delicadeza tomó la cadenita y se la puso a Tsubasa, sonrió al ver cómo le quedaba, encontraba bastante lindo las mejillas de Tsubasa, las tenía rojas. Le dio un rápido beso antes de sonreír
-te ves hermosa Tsubasa-chan-tuvo que apartar la mirada por vergüenza
-t-tu también-Honoka volvió a sonreír, tomo la mano de su novia empezando a caminar
-disfrutemos de este día
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Umi se encontraba en la puerta de la casa de su novia, llevaba cerca de diez minutos sin atreverse a tocar el timbre. Sus manos sudaban, sus piernas temblaban, un sudor frio corría su frente, respiro hondo por milésima vez diciendo que esta vez lo haría.
Llevo su mano hasta el timbre de la casa, su mano temblaba a tal extremo que no atinaba a darle al timbre.
-n-no pue…de s-ser…-su voz salió más temblorosa y asustada que otras ocasiones. ¿Desde cuándo se asustaba tanto solo por salir con Kotori?, muchas veces ya habían salido juntas, pero ahora que lo pensaba esta era su primera cita, como novias.
Volvió a respirar hondo, miro la hora, aun le quedaban unos minutos para la hora acordada, había decidido ir antes porque ya se imaginaba que no se atrevería a tocar, y tal como supuso sucedió, aunque jamás se imaginó que sus nervios llegarían a tal punto.
Miro el timbre, como si este fuera el objeto más importante e indispensable en todo el mundo, como si su siguiente movimiento determinaría el futuro de la humanidad, cualquiera que pasaría por allí encontraría graciosa la escena de una peliazul mirando con determinación el pequeño artefacto.
Una vez más alzo la mano, esta vez no tembló tanto, y por fin pudo oprimir el botón, escucho el timbre dentro de la casa, al segundo siguiente pasos en la entrada, y al final, el hermoso rostro de su novia.
-buenos días Umi-chan-sonrió con dulzura, poniendo más nerviosa a Umi, más de lo que ya estaba,
-b-buenos días Ko-Kotori-hizo una reverencia, lo cual sería bastante formal teniendo en cuenta que eran novias.
Kotori soltó una pequeña risilla, sabía que Umi solo estaba nerviosa, ella misma lo estaba, pero debía aparentar seguridad o pondría más nerviosa a la peliazul.
-¿nos vamos?-pregunto cogiéndole del brazo, tratando de actuar con naturalidad
-s-si…
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-buenos días Kayo-chin-saludo animosa la pelinaranja
-b-buenos días Rin-chan-contesto con timidez su novia, ambas habían quedado encontrarse en el parque cerca de sus casas.
-vamos a disfrutar de este día nya-dio un salto sorprendiendo a Hanayo, ya que la había abrazado de improvisto, y en consecuencia tenia ahora todo el rostro rojo por lo cariñosa que estaba siendo Rin. Se separó despacio del abrazo, siempre que tenían ese tipo de acercamiento su corazón daba fuertes brincos, sentia que incluso podría salirse de su pecho.
-si Rin-chan-respiro hondo antes de poder darle una sonrisa a su novia.
Ambas se cogieron de las manos, este acto ya era completamente natural para ambas. Rin seria la que guiaría en ese día, y ya tenía todo minuciosamente planeado.
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Anju se encontraba bastante nerviosa, llevaba un buen rato caminando con Erena, y esta aun no había dicho nada, apenas y la había saludado.
Su actitud molestaba a Anju, odiaba cuando su novia actuaba tan indiferente, y peor con esa semana que tuvieron, Erena prácticamente la había ignorado.
Sin darse cuenta ya se habían detenido, no recordaba en que momento habían subido al edificio, tardo un poco en reconocer que estaba en el edifico donde Erena alquila su departamento.
-¿q-que hacemos acá?-pregunto nerviosa, con Erena "todo" era posible
-¿Qué crees?-pregunto con tono burlón mientras abría la puerta
Anju lo pensó dos veces, prefirió quedarse afuera esperando que Erena le pidiera entrar. La pelimorada la miro curiosa, Anju jamás necesito autorización para pasar.
-¿Qué pasa?-pregunto confundida, sin entender porque Anju tendría esa mirada tan nerviosa y un poco asustada
-n-no juegues conmigo… ¿p-por qué…?
-deja de hacer tantas preguntas-Erena la tomo de la mano y prácticamente la arrastro dentro del departamento.
-E-Erena es-espera…
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Eli se encontraba fuera del departamento de Nozomi, estaba bastante relaja para ser su primer San Valentín, lejos de sentir nervios estaba emocionada, al fin había llegado el día. Tuvo que soportar una larga semana viendo como su novia recibía tantos obsequios, pero eso no importaba ya que el corazón de la pelimorada era todo suyo, y eso nadie lo podría cambiar.
Tocó el timbre, una sonrisa un poco tonta apareció en su rostro cuando escucho los pasos de Nozomi acercarse.
-Elichi, siempre tan puntual-Eli le dio su mejor sonrisa mientras ofrecía el hermoso ramo de flores, de vivos colores.
-por ti siempre-respondió de forma encantadora, sonrojando a la mayor.
Nozomi respondió con un pequeño beso en los labios.
-te amo Elichi-fue el turno para que Eli se sonrojara, pero no se quedó atrás. Con su mano libre tomó la mano de Nozomi y con delicadeza la llevo hasta su rostro depositando un cálido beso.
-y yo a ti, Nozomi…
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-¿s-se puede saber qué hacemos acá?-se quejó la pelirroja con tono molesto, aunque de nada serbia ya que ambas sabían que en realidad estaba avergonzada.
Se encontraban en un pequeño parque, alejado de la ciudad, bastante amplio, limpio y tranquilo.
-no es obvio-contesto Nico extendiendo en el pasto una delgada tela. Se quitó la mochila, la cual Maki encontraba bastante grande para su escaso tamaño.
Sin decir palabra alguna la pelirroja se limitó a ayudarla, sorprendiéndose de lo pesada que estaba la mochila.
-que rayos traes acá, ¿piedras?-se quejó una vez más, abriendo la dichosa mochila, pronto su enfado se reemplazó en sorpresa, un agradable aroma inundo el lugar-¿espagueti?-saco todo lo que la bolsa tenia, comida, bebidas y juegos.
Miro a Nico esperando una explicación. La mayor se sonrojo notablemente, desvió ligeramente la mirada en lo que encontraba las palabras adecuadas.
-p-pensé que sería más divertido hacer esto… las demás seguro harán una cita normal y lo último que quiero es encontrarlas y que nos molesten-lo último lo dio con su usual tono arrogante, se cruzó de brazos esperando alguna respuesta de Maki.
La pelirroja no atinaba a decir algo coherente, estaba bastante conmovida y culpable por su trato con la mayor. Busco entre sus cosas el pequeño regalo que le había comprado semanas atrás.
-p-perdón Nico-chan…-ofreció el regalo, cuando sus miradas se cruzaron, Maki se sonrojo más, trato de no apartar la mirada, aunque le costara demasiado por los nervios.
Nico recibió el obsequio, al abrirlo sus ojos rubí brillaron de sorpresa y emoción, era un reloj-pulsera, color dorado, con decoración de colores rubí y escarlata en los bordes.
Maki esperaba alguna reacción de su novia, pero esta no articulaba nada, ni siquiera movía algún musculo, empezó a preocuparse de que el regalo no le gustara. Busco entre sus cosas sacando una caja de chocolates, hechos por ella misma, no se había atrevido a dárselos porque no los consideraba bien hechos, además Nico era una perfecta cocinera lo que ella hiciera se vería insignificante a comparación de lo que Nico preparaba.
La pelinegra sonrió, encontraba tierno el que Maki se haya esforzado tanto también, sin decir palabras la abrazo.
-gracias Maki-chan…
-¿t-te gusta?-pregunto con timidez. El malestar que sintieron toda la semana y esa mañana ya no existía, solo felicidad, la felicidad de poder estar juntas en un día tan especial.
-si-se separó un poco para quedar frente a la menor-…te amo Maki-chan
Ambas se sonrojaron más de lo que ya estaban, se acercaron lentamente para finalmente unir sus labios en un cálido y tímido beso, que poco a poco fue profundizándose.
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Anju se encontraba esperando en la sala, decir que temblaba de los nervios era poco, todo su cuerpo temblaba como gelatina, no tenía idea de lo que Erena estaría tramando pero le daba miedo pensar en lo que su pervertida novia tendría en mente. Siempre actuaba indiferente y cuando menos lo pensaba actuaba "dominante".
Escucho pasos acercarse, esto aumento aún mas sus nervios.
-¿Por qué estás tan nerviosa?-pregunto la mayor-no es la primera vez que estamos solas acá
Anju prefirió no contestar, no quería pensar mal de su amiga y novia.
-yo solo…-no encontraba las palabras para justificar su actitud. Erena sonrió divertida y satisfecha
-¿Qué crees que pasara?-la inmovilizo en el sillón, le serró cualquier escapatoria mientras se acercaba a ella
-E-Ere…-el rostro de la menor se tiño de un rojo intensos, sus orbes purpuras brillaban-…es-espera… aun no es el momento…p-para hacer esto…
-pf jajaaja-Erena se separó de ella, sentándose a su lado y conteniendo la risa. Anju estaba más confundida, y al paso de los segundos este sentimiento cambiaba por enfado-n-no se que estarás pensando…-hablo entre risas-venía a decirte que ya estaba preparada la comida y que escogieras las películas pero jajaja…-estallo en carcajadas, dejando a una avergonzada y molesta Anju
-¡es tu culpa que pensara eso por no decirme nada, y encima actúas tan extraño!-se defendió la menor
Erena ya no respondió, aun no podía hablar bien a causa de la risa, en realidad había creído que Anju estaba molesta porque la ignoro toda la semana, pero tuvo que hacer eso porque sentia que en cualquier momento perdería el control y reclamaría a Anju como su novia y todos tenían prohibido acercarse, estuvo tentada a hacerlo todo la semana, pero eso podría traerles problemas como A-rise, asique opto por tomar distancia de la menor. Jamás imagino que Anju tuviera esa clase de ideas, aunque ahora que lo pensaba, llevarla a su departamento sin decirle nada e inmovilizarla en el sillón lo hacía bastante sospechoso, pero esto último lo hizo solo como una broma.
Entre risas y regaños llegaron a la cocina. Anju quedo con la boca abierta por tal perfección, la escena parecía sacada de una novela.
Todas las ventanas estaban cerradas, haciendo que el lugar fuera iluminado únicamente por velas aromáticas, y hermosas flores que decoraban tanto la mesa, como paredes y el piso.
-espero te guste-dijo ya más seria, ofreció una silla para que Anju se sentara. Cuando tuvo a la menor cerca de ella la abrazo por atrás susurrándole al oído-luego pasaremos a mí… habitación
El rostro de la menor nuevamente cobro color, se apartó de Erena avergonzada y molesta.
-y veremos las películas que quieras-completo Erena entre risas tomando asiento-e alquilado varias de romance que te gustaran, luego iremos a la azotea, te e descuidado por toda una semana así que lo compensare.
Anju bajo la mirada avergonzada, su novia sin duda era bastante impredecible.
-… tonta-susurro con molestia. Erena sonrió divertida, con cuidado tomo su mano y la beso lentamente, deleitándose con las reacciones de su novia
-y así me amas…
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-¿A dónde iremos Rin-chan?-pregunto la castaña, avergonzada por estar ya en el metro y aun mantener sus manos unidas
-es una sorpresa-contesto la menor emocionada
El viaje fue un poco largo pero para ambas paso volando, se dedicaron a hablar y sin notarlo ya habían llegado.
Hanayo se sorprendió y emociono, Rin la había llevado al zoológico, uno de sus lugares preferidos después de una tienda de arroz.
-vamos Kayochin-la menor la arrastro emocionada, ya había comprado entradas con anterioridad así que no tuvieron que hacer la larga fila para entrar.
Al parecer Rin había organizado todo perfectamente, siempre que iba al zoológico con su familia, Hanayo sentia que no disfrutaba mucho del lugar porque siempre quedaba una zona por ver y a falta de tiempo lo dejaban, Rin no llevaba ningún mapa y parecía que se conocía el lugar de memoria, lo cual le hizo dar cuenta que su novia realmente había preparado todo para ese día.
Primero fueron a las zonas de las aves, era una desviación de las atracciones principales, pero Rin escogió ese lugar para comenzar porque quería terminar con el acuario.
Toda la mañana se guiaron según las instrucciones de la menor, y sin notarlo, en un par de horas ya habían recorrido casi todo el zoológico, Hanayo estaba más que feliz por todas las atenciones que su novia tenia para con ella.
-hice unas reservaciones para almorzar acá-hablo emocionada la menor. Sorprendiendo una vez más a Hanayo, nunca habría esperado que Rin pensara en todo.
En el acuario que se exhibía, había un pequeño restaurante, algo escondido y que muchos de los visitantes no lograban disfrutar.
-no sabía que hubiera un restaurante aquí abajo-la vista sin duda era maravillosa, habían pocas mesas, y a su vez poca gente, rodeados por peceras y la vista principal, que era el acuario más grande donde estaban los peces más grandes.
-es porque esta algo escondido, los zoológicos son tan grandes que muchos de sus visitantes no logran disfrutar de todas sus maravillas-sonrió haciendo una pase triunfante, Hanayo sonrió suavemente, estaba un poco avergonzada también.
-gracias Rin-chan-la menor se rasco la cabeza nerviosa, ver sonreír a su novia la hizo sentir satisfecha.
Hicieron sus pedidos, en la carta no había una gran variedad de platillos, pero Hanayo siempre era feliz si había arroz.
-gracias por lo de hoy Rin-chan
-no tienes que agradecer Kayochin-con ambas manos tomo las manos de su novia apegándolas a sus mejillas-quiero que este día lo disfrutemos juntas… nya-la menor se sonrojo por su "nya", había tratado de no decirlo, pero al parecer eso sería muy difícil.
Hanayo acaricia su cabeza sonriendo.
-te amo mucho Rin-chan, tal como eres-Rin no espero que dijera nada más, se lanzó prácticamente sobre la mayor abrazándola con fuerza y cariño.
-también te amo Kayochin nya
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Tsubasa estaba agitada, le costaba respirar, no se esperaba que su novia tuviera tanta energía, ahora entendía un poco a Umi y sus regaños.
-¿A dónde quieres subirte ahora Tsubasa-chan?-sonrió animosa Honoka acercándose con dos helados.
Sintió un poco de nauseas al ver su helado, pero aun así se lo comió, no quería decepcionar a Honoka ni dejarla esperando.
-¿y adonde quieres subirte?-volvió a preguntar Honoka, se había comido el helado en solo unos parpadeos, Tsubasa no dejaba de sorprenderse con su novia.
-¿a cuál quiere subirte tú?-pregunto no muy animosa pero tratando de no ser muy obvia, el último juego que había subido fue la montaña rusa, sentia todo su interior revuelto y la cabeza le daba vueltas.
Honoka miro todas las atracciones que aún faltaba por probar, pero también noto a su novia cansada, supuso que el último juego habría sido demasiado.
-ya se-dijo tomándole de la mano.
La castaña suspiro con pesadez, solo esperaba que el siguiente no fuera tan movido, aunque si era Honoka quien lo escogía todo era posible.
Estaban en una zona tranquila, bastante como para haber sido Honoka la que lo escogió. Estaban en pequeños puestos de juego donde obtenías regalos o alguna entrada para atracciones más grandes.
-¿Qué hacemos acá?
-parece que estas mareada, hasta que se te pase que te parece si jugamos acá, aunque no lo creas soy muy buena en esto, puedes pedirme lo que quieras.
Tsubasa no estaba muy convencida de eso, pero agradecía que se diera cuenta y que por lo pronto se quedaran en un lugar como ese. Miro los regalos, en especial le atraían los peluches, y uno capto su atención.
Un oso grande, se veía bastante suave y tierno, le recordaba un poco a Honoka por esa expresión infantil y divertida
-¿lo quieres?-la voz de Honoka la sorprendió. Negó, un peluche así sería imposible de obtener, o eso creía-entonces será tuyo.
Pago por el juego. Tomo la pistola y apunto los muñecos, debía derribar los más grandes y casi imposibles de dar, y para empeorarlo, muchos de estos se movían.
Esta fue una de las pocas veces que Tsubasa miraba a Honoka tan seria y decidida, pero fue esa mirada que la enamoro desde el primer momento.
Honoka empezó el juego, uno por uno iba derribando los muñecos con tiros limpios y perfectos. El último le costó un poco pero al final lo derribo.
-felicidades, aquí tienes su recompensa-el encargado le entrego el peluche, con algo de dificultad Honoka lo recibió, era más grande de lo que imagino, y por ende un poco pesado.
-toma Tsubasa-chan, esta algo pesado-dijo entregándoselo.
Tsubasa oculto su rostro en el peluche, como podía ser que cada vez se enamorara más y más de Honoka, esos pequeños detalles la hacían caer más por la ojiazul.
-gra-gracias Honoka…
-no hay de que-rasco su cabeza algo sonrojada, ni ella misma conocía ese lado suyo, una cosa si era claro, quería hacer sonrojar más a su novia, la encontraba bastante linda con esa faceta-vamos, aún hay mucho que disfrutar.
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-¿A dónde iremos Umi-chan?-pregunto la menor, aun aferrada a su brazo, esto ponía cada vez más nerviosa a la peliazul, no solo por la mirada de las personas, si no que su brazo tocaba una parte del cuerpo de la menor, que no debería tocar, no sabía si Kotori o bien no se daba cuenta o bien lo hacía a propósito para molestarla.
-p-pensaba que…-su mirada se posaba en distintas partes excepto en su novia- p-para comenzar podríamos ir a… al c-cine…-hablo con mucha dificultad, enserio que Kotori la estaba torturando.
-me parece bien-froto su mejilla en el hombro de la mayor, quería aprovechar cualquier excusa para mostrarse afectuosa con Umi, una semana distanciadas fue insoportable, pero entendía que Umi quisiera ser reservada con respecto a su relación-¿Qué película veremos?
-n-no estoy segura…-se regañó internamente, contestar eso significa que no estaba bien preparada para la cita-l-lo que quiero decir es que prefiero que elijas tu-se apresuró a explicar.
Kotori sonrió divertida, cualquier cosa que Umi dijera jamás lo tomaría por un mal sentido, sabía como era Umi con esos temas.
-gracias Umi-chan, a decir verdad ya tengo una en mente
Llegaron al cine, compraron las entraras y bocaditos, resulto ser una película de romance, aventura, con un toque de drama.
Umi trato de disimular sus lágrimas en las escenas tristes, y controlar sus rubores en escenas románticas. En cuanto a la peligris, disfruto de la película, pero disfruto más de las expresiones de Umi.
Al salir, ya era cerca del mediodía, Umi se decidió por llevarla a un restaurante, bastante lujoso, fue una sugerencia de Eli el lugar, y como tampoco contaba con muchas opciones se decidió por ese lugar.
Aun así sentía que algo faltaba, almorzaron amenamente, Kotori parecía estar disfrutándolo, pero sentia que esta cita era normal, como cualquier otra pareja, solo esperaba que la sorpresa que le tenía le gustara.
Luego del almuerzo fueron a ver algunas tiendas de ropa, a pedido de Kotori, también visitaron museos, y algunos parques. Se limitaron más a hablar y disfrutar del momento con la otra.
Llevaban un buen rato caminando, Umi había dicho que sería una sorpresa, Kotori estaba satisfecha con su cita, aun así sentía que Umi había estado un poco preocupada, prefirió no preguntar. Tomaron el metro, Umi no le dejo saber el destino, y lo supo cuando llegaron al lugar.
-espero te guste el recorrido-hablo Umi una vez que llegaron a su destino
Por primera vez la peliazul tomo la iniciativa, con delicadeza entrelazo su mano con la de su novia guiándola, esta aun no salía de su sorpresa y emoción, ya casi el sol se ponía, y a esas horas ese lugar se veía más maravilloso.
La había llevado a los jardines de Kawachi Fuji, en la ciudad de Kitakyushu, este lugar era conocido por su gran variedad de flores, más de 150 plantas de Glicinias, (planta del género Wisteria) de 20 especies diferentes.
La atracción principal era un túnel, conocido como el túnel del amor o el túnel de Wisteria.
-¡Umi-chan te amo!-se aferró de nuevo a su brazo disfrutando de todo ese paraíso. Gracias a lo tarde que era, no había mucha gente, además al ser una fecha tan importante, la mayoría de los arboles tenían frases de amor, adornos de luces o alguna otra decoración.
-t-también te amo-respondió la mayor, igual de avergonzada que siempre, pero sobre todo feliz, por hacer sonreír a su novia.
Cuando llegaron al túnel de flores, ya el sol se había perdido, el túnel era únicamente iluminado por pequeñas farolas que rodeaban el camino.
-Kotori-Umi quedo frente a ella-an-antes de cursar quisiera darte esto-de su bolsillo saco un obsequio.
Kotori lo tomo con delicadeza, como respuesta le robo un rápido beso en los labios a Umi, dejando a la mayor colorada.
-también tengo algo para Umi-chan, y espero te guste-saco de su cartera dos obsequios, uno era una caja de chocolates, y el otro cubierto con papel de regalo
-te amo Kotori-aun con la vergüenza quiso ser sincera. Llevo su mano al rostro de la menor y la acaricio con delicadeza, delineando las delicadas facciones de su rostro.
-Umi… chan-fue silenciada por los labios de Umi, esta vez el beso duro un poco más, poco a poco se intensifico, se abrazaron con fuerza disfrutando del hermoso momento, disfrutando de la otra.
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Eli abría lentamente los ojos, su estómago empezaba a molestarle, froto su rostro sobre la "almohada"
-uhm abuela…-susurro entre sueños, sentía esas gentiles caricias, tan agradables y reconfortantes en su rostro. Sus ojos volvieron a cerrarse sin ser consiente aun de donde se encontraba.
Seguía susurrando "abuela" conforme las caricias seguían, cuando sintió unos labios en su rostro, sus mejillas se tiñeron de rojo, ese contacto le recordó a su novia.
-uhm Nozomi…-susurro esta vez el nombre de su novia, una suave risilla la trajo a la realidad, poco a poco iba despertando y recordando lo que paso esa mañana y la fecha en que se encontraba, paso pesado sintiendo su piel palidecer, ¿Qué hacía durmiendo en lugar de disfrutar de su cita con Nozomi?
Abrió los ojos como platos y se incorporó asustada, mirando a todos lados preocupada por su novia.
-parece que desperté a Elichi-Nozomi tenía una expresión relajada y tranquila, estaba apoyada a un frondoso árbol, miro a su alrededor algunos pétalos de flores.
Eli agarro su cabeza tratando de recordar que hacían ahí, todo el lugar era cubierto por un campo verde, a lo lejos se podía ver la ciudad, un pequeño lago enfrente de ellas, más árboles, mas flores y nada en su cabeza.
Se sorprendió al sentir algo suave en su cabeza, tenía una corona de flores que al parecer Nozomi había hecho y se la había puesto.
-¿estás bien?-pregunto la mayor, mirando detenidamente a Eli, quien aún no lograba recordar. Pronto los ojos de Eli brillaron al tener un fugaz recuerdo de lo que sucedió.
Nozomi la había llevado ahí, dijo que quería una cita en un lugar apartado y tranquilo, donde solo disfrutaran de la compañía de la otra.
-l-lo siento, aún estaba un poco adormilada-acaricia su cabeza nerviosa por haber preocupado a su novia
-eso pensé-Nozomi llevo su mano al rostro de la rusa, acaricio su mejilla y de paso quitándole algunos pétalos que se enredaron en los rubios cabellos de la menor-¿ya despertaste?
-s-si…-respiro pesado, esas cálidas caricias enserio la torturaban, esas manos tan delicadas y frágiles, tan cálidas y suaves. No se resistió mas, antes de que Nozomi apartara la mano de su rostro la cogió y la llevo a sus labios-te amo Nozomi
Nozomi se sonrojo un poco, le dio una pequeña sonrisa.
-yo también Elichi-beso su mejilla-te amo
Eli puso ambas manos en los costados de Nozomi, para apoyarse y acercarse, no pidió permiso ni espero alguna respuesta, se adueñó de sus labios.
-hm…-un gemido escapo de los labios de Nozomi, pero lejos de separarse aumento el contacto, rodeo el cuello de Eli atrayéndola más a su cuerpo.
Eli termino perdiendo el equilibrio por el intenso beso. Ahora Nozomi se encontraba recostado bajo ella, se miraron con intensidad, una vez más Eli tomo la iniciativa volviendo a besarla.
Eli estaba a punto de descender por el cuello de Nozomi, pero el gruñido de su estómago la avergonzó y termino por separarse.
-parece que Elichi ya tiene hambre-se burló Nozomi tratando de contener la risa
-n-no te burles-se puso más colorada por las burlas que por lo que estaban haciendo.
-ya ya Elichi, no te enojes-le dio un rápido beso en la mejilla-vamos, hay un pequeño restaurante campestre cerca-dijo mientras se ponía de pie y le tendía la mano para ayudarla a levantar
-mouh, te sigues burlando-hizo un mohín ante la expresión burlona de Nozomi, la cual solo volvió a sonreír divertida.
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Ya era de noche, Anju y Erena se encontraban en la azotea del edificio. Erena la abrazaba por atrás mientras ambas simplemente se limitaban a disfrutar de la hermosa y relajada vista.
-Anju-llamo la mayor, separándose un poco, aun manteniendo el abrazo
-¿si?-respondió la menor girándose, lo único que obtuvo como respuesta fue un beso seguido de una risilla
-nada, solo quería besarte-respondió una vez más con burla.
Anju se sonrojo más, parecía que la mayor disfrutaba demasiado burlarse de ella
-idiota-hizo un puchero volviendo su vista al frente.
Pronto el cielo oscuro se vio iluminado por los fuegos artificiales.
-este es el mejor lugar para verlos-Erena volvió apoyar su rostro en el hombro de su novia-¿te gusta?
-si…
-perdona por mi actitud de la semana-Anju se sorprendió de estas palabras, iba a girarse para verla pero Erena se lo impidió-no quería que me vieras… celosa-lo último lo susurro cerca del oído de Anju provocando que se estremeciera
-idiota-volvió a repetir bajando el rostro, tratando así de cubrir su sonrojado rostro con su cabello
-y así me amas…
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Maki y Nico se encontraban en casa de la mayor, Nico la había invitado a pasar la noche.
Aunque Maki esperaba algo más igual se divirtió jugando con los hermanos de Nico hasta que cayeron dormidos.
-deberíamos arroparlos ya-sugirió Maki, estaban en la sala jugando, pero ya era demasiado tarde y no le causo extrañeza que quedaran dormidos, de hecho, ella misma estaba luchando por no dormirse.
-me alegra que vinieras, así no tendré que hacerlo sola-molesto Nico, le divertían los sonrojos de Maki y sabía que esta se había encariñado con sus hermanos, aunque lo negara.
Mientras acomodaban a los hermanos de Nico en sus respectivas camas, escucharon las explosiones de los fuegos artificiales, para su suerte esto no despertó a los menores.
-vamos a ver-Nico tomo la mano de su novia y la guio hasta la sala. Ahí había un balcón del cual podrían tener una buena vista, era un poco tarde como para salir a la azotea.
Mientras apreciaban la maravillosa vista, Maki trataba de encontrar as palabras correctas para agradecerle Nico por ese día, pero su vergüenza le impedía hablar.
-Maki-chan-Nico le tomo de la mano y la miro fijamente, ambas se miraron con intensidad
-¿si?-respondió sintiendo como poco a poco sus mejillas empezaban a calentarse por el contacto
-gracias por este día
Maki bajo un poco la mirada, lentamente se acercó a Nico y la abrazo por atrás, ambas se sorprendieron por igual, Nico porque no lo espero, y Maki porque no creyó tener el valor para hacerlo
-te amo… Nico-chan-susurro la ma menor tratando de no salir corriendo por la vergüenza
Nico sonrió mientras acariciaba las manos de Maki sobre su cintura
-también te amo Maki-chan…
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-te lo dije Tsubasa-chan, esta es el mejor lugar para ver los fuegos artificiales.
La nombrada estaba bastante cansada, sin duda sabía que no volvería ir a un parque de diversiones en mucho tiempo, pero a la vez se sentía satisfecha.
-tenías razón-sonrió mientras se apoyaba en el hombro de Honoka-gracias por este día Honoka
-gracias a ti-respondió la castaña mientras besaba su frente-sé que a veces puedo ser un poco despistada o descuidada, pero me seguiré esforzando por hacerte feliz.
El rostro de Tsubasa pronto se había teñido de un rojo intenso, se incorporó un poco para quedar frente a su novia, y lentamente acerco su rostro para robarle un beso.
-te amo Tsubasa-chan-dijo mientras la abrazaba con fuerza, disfrutando la vista de alrededor, ciertamente había acertado en llevarla a la rueda de la fortuna.
-también yo Honoka
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Rin y Hanayo se encontraban en uno mirador, disfrutando de la vista
-no pensé que la Tokyo Skytree tuviera esta viste-decía Hanayo maravillada con la vista, y más con los fuegos artificiales que ya habían comenzado
-tienes razón, este es uno de lugares más perfectos para verlos-decía mientras la abrazaba tiernamente-¿te has divertido Kayochin?
-claro que si Rin-chan-acaricio su cabeza, disfrutando de las expresiones felinas de su amiga y novia-gracias por todo
-no tienes que agradecer nya-le dio un rápido beso en los labios, algo que no solían hacer muy seguido, al menos no tanto como sus amigas-quiero que Kayochin sea la persona mas feliz del mundo
Hanayo se sonrojo, tanto por las palabras de su novia así como el beso.
-lo soy cuando estás conmigo Rn-chan-una vez más le acaricio la cabeza.
Rin tomo su mano y la llevo a su mejilla frotándola, luego paso a besarla con mucho cuidado y cariño.
-te amo Kayochin
Hanayo sonrió, esta vez fue ella quien la beso.
-te amo Rin-chan
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-se ve hermoso-susurro Kotori, estaba apoyada al hombro de Umi, sobraba decir que la peliazul estaba completamente roja, tratando e controlar los temblores de su cuerpo por los nervios-Umi-chan hemos estado juntas un buen tiempo, ¿porque aun te avergüenzas?
-es que cada vez me gustas mas-soltó sin pensarlo, cubrió su cara roja de vergüenza-y-yo… quiero decir… yo…
-Umi-chan también me gusta cada día mas-sonrió la menor divertida, estaba también un poco sonrojada por las sinceras palabras de su novia
-p-perdón… si en algún mo-momento te traigo problemas por ser así…-la miro con tristeza, ambas sabían que su relación en ocasiones se volvía algo distante por las inseguridades de Umi
-ese lado es lo que mas me gusta de Umi-chan-tomo un poco su distancia para poder verse mejor, acaricio la mano de Umi-no necesitamos presionarnos y lo sabes
Umi la miro con timidez, su rostro vivía un poco a lo normalidad
-además me gusta más Umi-chan tímida-dijo divertida causando que Umi volviera a enrojecer
-mouh, Kotori-se quejó la mayor mientras entrelazaba su mano con la de Kotori y volvía acercarse-… te amo
-también yo Umi-chan-cerro la distancia de su rostros dejando que Umi tomara la iniciativa.
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-fue un día bastante tranquilo-Eli se estiro, para luego volver abrazar a Nozomi, la tenía entre sus piernas, ambas estaban sentadas en la cama de Nozomi mirando por la ventana
-¿eso significa que no fue divertido?-pregunto con fingida molestia
-n-no me refería a eso-se excusó al instante-solo que-se sonrojo un poco-conociéndote pensé que tendrías la loca idea de espiar a las demás o algo así
Nozomi empezó a reír, no culpaba a su novia que tuviera esas ideas, después de lo que paso en el campamente se esperaría cualquier cosa de sus ideas, y ciertamente Eli no estaba muy lejos en su argumento.
-en realidad lo iba a hacer, pero supuse que Elichi se molestaría y querría pasar un tiempo a solas conmigo, así que lo descarte, pero si quieres saber dónde están les puse un rastreador.
Eli la miro con incredulidad, ¿enserio Nozomi había sido capaz de eso?
La mayor volvió a reír
-Elichi, solo bromeaba-decía tratando de contener la risa-¿enserio te lo creíste?
-conociéndote no me sorprendería-hizo un mohín por las burlas de su novia
-solo quería tomarte el pelo mi densa rubia-le dio un pequeño beso en los labios-ya no necesitan que las cuide-esto último lo dijo para ella misma
-¿eh?
-nada Elichi, disfrutemos de la vista
-está bien-volvió a abrazarla con fuerza-espera, ¿a quién dijiste densa?
-Elichi aparte de densa es lenta-volvió a burlarse, divertida por las expresiones de su novia, antes de que sus protestas aumentaran Nozomi volvió a silenciarla con un beso-te amo mucho Elichi
-yo más Non-chan-dijo con tono galante olvidando lo anterior como por arte de magia
Se besaron una vez más, disfrutando del íntimo momento.
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Oficialmente este fic termina aquí, gracias a todos por su apoyo y paciencia, espero les haya gustado nwn