N/A: Esta es la primera vez que publico algo... espero lo disfruten !

Los personajes y su historia original pertenecen a Nakamura-sensei.


-Un día sábado, en el cual se podía escuchar suavemente la copiosa lluvia dentro del edificio de Marukawa Shoten, el departamento Emerald se encontraba en su último día el ciclo de edición, se podía observar a unos cansados y ojerosos trabajadores, quienes por la falta de sueño no estaban para nada de buen ánimo y lo único que deseaban era llegar a sus casa y disfrutar de un merecido y descansado fin de semana.

-¡¿Ya tienes eso listo Onodera?!- preguntó el jefe al chico castaño de ojos verdes.

-S-si, en un minuto Takano-san - respondió el subordinado nerviosamente mientras revisaba los documentos por última vez, por nada de mundo quería que luego encontraran un error y soportar después las quejas y seguramente más trabajo extra que le daría su jefe si se equivocaba.- Ya está- le entregó los papeles.

El pelinegro los revisó ligeramente y se dirigió a entregarlos rápidamente, no había tiempo que perder mientras antes terminara, antes se irían todos a casa y podría celebrar con Onodera el fin del ciclo, sonrió, por fin podría poner a prueba su plan.


Mientras tanto en la oficina.

-Hey hey, deberíamos ir todos a celebrar, ¿qué tal si vamos a tomar a algún lugar?- preguntó un chico de corta estatura y ojos azules.

-Yo no iré Kisa, debo terminar una reunión con Yoshikawa-sensei- habló el más alto, y acto seguido se despidió rápidamente y se fue.

-Ahh, Hattori nuevamente se fue antes de celebrar, ¿Qué dices Mino?- ahora se dirigió al único del grupo que estaba sonriendo, una sonrisa cansada pero una sonrisa al fin.

- Lo siento, hoy tengo un compromiso, quizás otro día… adiós.- y sonriendo se fue rápidamente.

-Hasta Mino se fue, Ricchan no puedes abandonarme tú también- lloriqueó dirigiéndose ahora al castaño de ojos verdes.

-K-kisa-san, no creo que pueda… yo…- se empezó a disculpar.

-Ehh, vamos Ricchan, sólo unas copas…- se tiró encima del menor abrazándolo.

En ese momento un libro lo golpeó en la cabeza desde atrás.

-Si tienes tiempo para ir de copas deberías estar preparándote para el próximo mes- habló una voz, no podía ser hoy tenía un plan y no quería personas ajenas a él.

-Tch, Takano-san, no seas tan estricto, vamos tú también- le sonrió.- ya está decidido vamos, vamos- tomó sus cosas arrastró a Ritsu y Takano hasta el ascensor.

En eso su teléfono sonó, lo revisó y se puso rojo e inmediatamente volvió a guardarlo.

-Lo siento hoy no va a poder ser, surgió algo urgente- "Salí temprano hoy de trabajo te espero en tu casa, Te amo Kisa-san"- Yukina., si eso era un muy urgente, y aunque se sintiese morir de cansancio no iba a desperdiciar un segundo de su brillante príncipe- para otra vez será- finalizó y en cuanto se detuvo el ascensor salió corriendo dejando a un sonrojado Ritsu y un imperceptiblemente feliz Takano.

-B-bueno entonces yo me iré a casa- habló Ritsu.

-Si quieres celebrar puedo acompañarte a beber-

-Aprecio su oferta Takano-san pero tengo otras cosas que hacer- era mentira pero no quería pasar tiempo a solas con su "vecino/jefe".

-Está bien- dijo Takano-san.

"¿Acaba de decir que está bien?, ¿se sentirá bien? Normalmente es más insistente, ¿Por qué hoy no insiste más? ahh, hablo como si quisiera que insistiera, no puede ser, no, no es así, sólo estoy preocupado, sí, si a Takano-san le pasara algo sería muy problemático, ya que soy su vecino y su subordinado, eso es"- pensó el menor sin mucha convicción.-

-¿Acabas de pensar que querías que insistiera?- preguntó el más alto.

-¿Q-qué? ¡Claro que no!- tartamudeó sonrojándose, ¿cómo era posible que supiese lo que estaba pensando?

-Lo que tú digas-"será posible que acerté"- pensó.

"Qué raro está Takano-san, como si aceptara todo lo que digo, esto me da mala espina, estoy seguro que trama algo, no, deben ser solo suposiciones mías…"

Luego de un silencioso viaje en metro, llegaron a su complejo de apartamentos, subieron en el ascensor y ambos se dispusieron a sacar las llaves de sus casas.

-H-hasta luego Takano- san- no podía quedarse tranquilo luego de esos pensamientos.

-Espera Onodera, aún tienes que cumplir tu promesa-

-¿Ehh?

-Prometiste que comerías conmigo una vez al día, y seguramente no has desayunado ni almorzado, entra, te prepararé de cenar.- arrastró a sus subordinado al interior de su casa.

-Espera Takano-san, n-no es necesario-

-Claro que es necesario, como esperas ser un editor competente si no puedes cuidar de tu salud-

-¡Sí puedo!- gritó enojado.

-A ver y ¿qué desayunaste?-

-Esto… algo muy nutritivo y lleno de energía en forma líquida para facilitar su digestión-

-Eso simplemente una bebida energética- gruñó el mayor- ¿Qué almorzaste entonces?-

-Esto…- dudó.

-Ves, entonces te quedas a cenar- y comenzó a cocinar a pesar de las protestas del menor, la primera parte de su plan había funcionado.

Onodera se rindió y se sentó en el sofá, en poco tiempo empezó a quedarse dormido.

-Hey, no te duermas-

-Sólo un momento…-

-No-

-¿Por qué?-

-Sólo no lo hagas, ve televisión si quieres, haz algo pero no duermas.

-Está bien- de todos modos era mala idea dormirse ahí, después quizás que podría pasar…

Encendió la Tv en la cual estaban pasando una antigua película romántica de un libro que le había gustado mucho, la chica es orgullosa a pesar de ser de baja cuna y el chico hijo de un señor feudal asombrado por su inteligencia y carácter poco a poco se enamora de ella y con grandes esfuerzos la conquista, pero al final no pueden estar juntos debido a una guerra que se libra entre su país y uno vecino, sin embargo siguen adelante siempre pensando en el otro y en que algún día volverán a estar juntos, una obra maestra.

Pasaban las escenas finales de la historia y Ritsu se debatía entre liberar sus sentimientos o reprimir sus lágrimas orgullosamente, mientras Takano- san terminaba de cocinar.

"Todo va según lo planeado"-pensó el más alto mientras daba los toques finales a su cena.

Llevó los platos a la mesa de centro del living junto con unos vasos y luego sacó unas cervezas del frigorífico.

-¿Necesitas un pañuelo?- preguntó al notar que estaba al borde de las lágrimas y se sentó a la mesa.

-!¿Qué?! ¡No!, por supuesto que no- respondió rápidamente con una mirada entre indignación y enojo mientras se sentaba a su lado.

-Tu cara me dice lo contrario.-

-Sólo me entró una mota de polvo.-

-Es obvio que estás mintiendo Ritsu.-

-E-es verdad…- se restregó los ojos.

-A ver- se acercó rápidamente posando una mano en su mejilla y sopló suavemente en su ojo- ¿Mejor?-preguntó aun sin apartarse mirándolo a los ojos.

Badump Badump, Ritsu se había quedado sin palabras y su corazón latía muy fuerte, sintió sus mejillas muy calientes, no podía dejar de mirarlo a los ojos. "Mentir no es bueno"- pensó.

Takano movió su mano hacia la nuca de Ritsu y lo acercó suavemente a sí, juntó sus labios con su aun sorprendido subordinado y comenzó a besarlo.

-¡Ta-takano-san, para!- lo alejó con la cara roja hasta las orejas.-¡ ¿Q-qué haces?!

-Besarte obviamente… tú me lo estabas pidiendo- se acercó para continuar.

-¡Y-yo no te pedí nada!- Ritsu se alejó.

-Claro que sí, tus ojos me dijeron que te besara-

-¡Claro que no!-

-Claro que sí- volvió a acercarse.

-No…- Ritsu retrocedió y pasó a empujar el vaso con cerveza de la mesa el cual cayó rompiéndose-¡Waaa!

-¿Estás bien?- se preocupó el mayor.

-Yo sí, pero el vaso… lo siento…-trató de recoger los trozos de vidrio, pero una mano lo detuvo.

-No seas idiota- se levantó a buscar una escoba, pala y trapo para limpiar aquel desastre.


Cuando todo estuvo limpio y los vidrios en la basura (la basura para vidrios hay que promover el cuidado del medioambiente), ambos se sentaron a comer.

-Itadakimasu- murmuró Ritsu.

-¿Está rico?-

-Si- sonrió.

"Bien está funcionando el plan"-pensó Masamune devolviéndole la sonrisa.

-Bien, me alegro que te guste.-

"Creo que hablé demasiado rápido" pensó un nervioso Ritsu.

-Te parece si vemos algo para pasar el rato- se levantó y encendió la TV.

-C-claro-

"Esta servirá"

Volvió a sentarse mientras la pantalla se volvía oscura y una música espeluznante comenzaba a sonar. La palabra "Zombies" apareció en medio del televisor en leras rojas.

-¿E-es una película de terror?- preguntó el menor aun sabiendo la respuesta.

-Sí, la conseguí hace poco-.

-¿N-no quieres ver otra cosa?- miró nerviosamente la pantalla que mostraba un zombie caminando por un pasillo oscuro.

-Puedo cambiarla si tienes miedo- tentó.

-¡No tengo miedo!-

-Si tú lo dices- comenzó a comer.


Unos 30 minutos más tarde.

-¡No!, no vayas por ahí- habló Onodera, a la protagonista que obviamente no e hizo caso.- ¡No!- se tapó la cara con las manos.

-¿Ahora si tienes miedo?

-¿Q-quién tiene miedo?... e-es obvio que no es real…-

-Tienes razón- se levantó a dejar los platos al fregadero, y apagó las luces.

-¿P-por qué apagaste la luz?- le preguntó mientras o veía volver a sentarse.

-Para darle más realismo-

-P-pero…-

-Tu dijiste que no tenías miedo cierto-

-N-no tengo-

-Estás temblando Ritsu- observó.

-E-es porque hace frío- mintió.

-Ven-

Takano guió a Ritsu al sofá, lo hizo sentarse y sacó una manta que había preparado previamente y se sentó junto a él abrazándolo protectoramente.

-¿Esta bien?, o ¿quieres otra manta? – se comenzó a levantar para ir a buscarla.

-¡No!, a-así está bien- lo sostuvo el menor de la manga.

-¿Seguro?, puedo ir si quieres…-

-No te vayas- "Mañana me arrepentiré de esto, pero…"

-Bien- "Esto es mejor que lo que pensaba", sonrió imperceptiblemente mientras se acomodaba junto a su amado Ritsu rodeándolo con sus brazos. "Gracias Kirishima"

Onodera se sentía cómodo bien abrigado y protegido, comenzó a quedarse dormido, quien podría decir que una película de terror podría terminar de manera agradable, ¿agradable?, bueno no valía la pena pensar en eso en este momento cuando llegara la mañana negaría recordarlo e incluso haberse comportado tan infantilmente, pero ahora se dejaría querer por la única persona que había amado. Sintió que un suave beso era depositado en su frente.

-Buenas noches Ritsu-

Y entre su somnolencia y la sorpresa de quien lo abrazaba se oyó un…

-Buenas noches Takano-san.-