Un nuevo y problemático "conocido".

Soundtrack: "Soredewa, mata ashita" de Asian Kung Fu Generations.

•~•~•

Anteriormente, un joven rubio corría por velocidad por la calle buscando una forma de tener tranquilidad. Dijo cosas de las que se arrepentía y que rompieron su corazón.

Al tocar una puerta un hombre abrió.

—Kurotamashi-sama.— dijo haciendo una reverencia. —¿Kanna-nee está aquí?.

—No está, pero dijo que volvería pronto. Puedes esperar aquí si quieres.— dijo el hombre dejándolo pasar. Naruto entró a la casa.— Sólo dime Kuro, ella lo hace, ya me acostumbré.— dijo con fingida molestia.

Naruto se sentó en el sillón con cara melancólica jugando con sus manos y mirando al suelo.

—Muchacho, ¿Quieres té?

—No gracias.— contestó Naruto con el mismo semblante.

—Creo que lo necesitas. Te ofrecería café pero no te ayudara.— Kuro se fue a la cocina después de unos minutos regresó con dos tazas de té, las dejó en la mesita y se sentó a la otra esquina.

—No aceptaré un no, sólo es té verde, ayuda a relajarse.

Naruto no sé quejó, sólo tomó la taza y le dio un sorbo. Unos minutos y todo estaba de nuevo en silencio.

Muchacho ¿Puedo ser honesto contigo, verdad?— Dijo Kuro moviéndose de lado para ver a Naruto, éste sólo asintió sin voltear a verlo. —Te ves horrible, no es como que me afecte mucho pero no me gusta ver tan depresivo a nadie. Si necesitas hablar puedes hacerlo.

—No quiero hablar de nada.— Naruto se veía tan triste que no parecía en nada al muchacho que conoció antes.

Kuro se levantó del sillón, entró a un cuarto. Estuvo unos minutos moviendo cosas y salió del cuarto con varias cajas.

Se puso enfrente de la mesita y se sentó en el suelo con las piernas cruzadas con una caja de madera, la abrió, sacó piezas y las acomodó.

—Imagino que estás más familiarizado con el shoji que con el ajedrez así que por qué no jugar un rato.— Naruto lo miro confundido.— Vamos esto no es divertido con sólo una persona, tú comienzas.

Naruto no dijo nada, sólo lo miro y se acerco a la mesita, se sentó en el suelo y empezaron a mover piezas uno a la vez. Pocos minutos después el juego terminó

—Tengo tu rey yo gano, realmente eres malo para esto.— dijo Kuro tratando de jactarse.

—No me gusta el shoji.— dijo Naruto con algo de molestia.

—Bueno, puedo encontrar alguna otra cosa.

Damas, Batalla naval, Scrable, incluso en gato el Uzumaki fue aplastado totalmente.

—Si... eres malo para esto.— Kuro seguía molestando.

Naruto se levantó harto de perder. —¡Puedo asegurarte que el siguiente juego lo ganaré yo, Dattabayo!.— Gritó con emoción exagerada y rabia asesina.

Kuro estaba muriendo de risa. —Je,je,je Quiero ver eso... pero no tengo dinero.

•~•~•

2:00 AM. Todo en calma en Konoha. Una joven regresaba a su departamento después de una noche ajetreada.

Al abrir la puerta su sorpresa fue grande al oír a su compañero quejarse con fuerza.

—¡Chikusho! Nunca había visto a alguien con tanta suerte.— Se quejó con molestia y gruñendo.

—¡Je, je, je!— Naruto reía como loco recostado en el suelo y pataleando.

Kanna observó al lado del sofá, parecía irreal. Naruto estaba sin camisa, con un zapato y sus pantalones. Kuro estaba peor, sólo tenía unos boxer de rayas azules y nada más.

Ambos volvieron a ver a la chica, estaban rojos de vergüenza y ella los veía con los ojos como platos.

—Si interrumpo iré al cuarto y creo que ustedes deberían cambiarse. Tengo que hablar contigo.—Señalo a Kuro y entró a la recamara sonrojada e incómoda.

Ambos hombres estaban avergonzado y no pudieron decirme una palabra solo se pusieron la ropa lo más rápido que pudieron.

Ya con ropa Kuro corrió a la recámara y tocó la puerta.

—¿Puedo pasar?— Pregunto Kuro con nervios.

—Pasa.

El hombre abrió rápido la puerta y entró. Miro confundido una chaqueta quemada y un pantalón maltratado en la cama. Kanna estaba a un lado de la ropa, estaba recostada en la cama viendo el techo, solo tenia puesta una camisa de tirantes purpura y un pantalón corto negro.

—Parece que te divertiste.

—Si... claro...

—Creí que me necesitarías, ¿Qué ocurrió? ¿Es tan fuerte como dicen?

—Fuerte si... pero no como lo cuentan, estaba como perdido, desubicado tal vez.

—Te ves agotada, si no era tan fuerte ¿Que paso?

—Me excedí. absorbi mucho chakra, lo transformé y lo expulse, mis canales de chakra están resentidos.—La chica seguía viendo el techo.

—Evitarías estos problemas... pero no... la niña quiere hacerlo espectacular, alocarse con los jutsus, probar su genialidad, y no solo expulsar chakra en bruto.

—Su Susanoo me atacó, era demasiado chakra, si lo regresaba así le habría hecho mucho daño.

—Mmm... —Exclamo tocándose la barbilla. —Susanoo, habilitad de alto nivel ¿Que tan grande era?

—Dos, tal vez tres metros, nada sorprendente.

—y ¿Crees que está con ellos?

—No... dos mujeres y una anciana lo cuidan. No había rastro de nadie de Kushikutai. No seria lógico dejarlo a su suerte.

—Eso aclara las cosas.

—Aunque había algo en sus ojos que no encajaba... pero a la vez era familiar.

—Debe ser el parentesco, todos se ven igual.

—Pero buena esto aun no acaba, tendré tiempo para descubrirlo.—Kanna se levantó de la cama.

—Bueno, por cierto el muchacho llego hacer algunas horas, estaba algo deprimido, quería verte.

—Se veían entretenidos.

—No podía dejarlo así, pero dejo de ser divertido cuando pase de aplastarlo con mi estrategia a deberle una dotación de un mes de ramen y no tener ropa. Nunca había visto a alguien con tanta suerte, un póker de Ases sin cambiar cartas, incluso revise por si hacía trampa y nada, fue pura suerte.—Se quejó el hombre exageradamente.

Cuando fueron a la sala Naruto estaba recostado en el sillón, con un brazo tapando sus ojos, respirando pausadamente, estaba profundamente dormido.

—Bueno, hay que dejarlo descansar, traeré una manta y sera mejor dormir también.— Dijo Kanna mirando a Kuro.

•~•~•

Muy tarde ya, después de unas horas de descanso, Sasuke Uchiha por fin tuvo la fuerza para levantarse del suelo.

Su contrincantes hacía ya varias horas que se había ido, dejando como prueba de su encuentro una destrucción impresionante el bosque.

Caminó poco a poco sin prisa a la cabaña. Aún esa gigantesca luna de otoño iluminaba su camino.

Su mente estaba confundida. Vagando entre lo que había pasado y tratando de darle sentido. Pero aún había muchas piezas que no encajaban y preguntas que hacer.

¿Como salió del Genjutsu? ¿Porque sabía tanto? y ¿Quién era? Pero sólo había una forma de contestar.

Llego a la cabaña. Karin estaba recostada de lado en una mecedora, Sasuke se acercó a ella para conocer su estado, pero, al inclinarse, los brazos de la chica rodearon su cuello dejándolo inmóvil.

—Sasuke-kun— dijo tiernamente entre sueños, levantó sus labios con intenciones obvias pero Sasuke interrumpió.

—Karin... despierta.—dijo con incomodidad.

La voz del Uchiha la despertó, pasaron unos segundos y vio lo que estaba haciendo, sonrojada lo soltó.

Aunque sus sentimientos sean claros para él, no son cosas que ella haría en plena conciencia. Lo soltó con velocidad y volteó al otro lado.

—Disculpa por eso Sasuke-kun.

—¿Estas bien?— pregunto el Uchiha reincorporándose.

—Estoy bien, porque no lo... estaría...— Karin empezó a recordar lo ocurrido, una mujer y luego un hermoso pero largo sueño. —¡Donde esta esa bruja!— Gruño con rabia —A ella la mato. ¿Donde esta?.

—Se fue, ve a dormir, tienes que descansar.—dijo Sasuke secamente.— Karin, ¿Recuerdas que te dije que iría a Konoha? Partiré mañana.

—Claro... podríamos...—Karin no pudo continuar.

—Gracias... pero sólo yo. —dijo Sasuke con seriedad, tanto que Karin no pudo refutar nada.

•~•~•

Ya habían pasado 4 días desde que el incidente en Ishiraku.

Una joven pelirrosa caminaba por el bosque con un objetivo en particular.

•=•=•

Unas horas antes Neji Hyuuga se encontró con ella.

—Hace unos dias hubo un incidente con ex shinobis, miembros rebeldes de la extinta raíz. Atacaban comerciantes y viajeros a las afueras de Konoha. Fueron rastreados pero murieron en fuego cruzado.

—¿Y qué tiene que ver en todo esto?

—Que las armas que tenían concuerdan con las que usó la atacante misteriosa.

—¿Quien estaba a cargo de la búsqueda?

—Según se, Shikamaru-san era el líder de la misión. Se encontró a 2 kilómetros de la pelea una bodega subterránea llena de estas armas. Fue vaciada y no encontraron nada aparte de dichas armas y explosivos, pero quizá podamos encontrar algo más. Si me permite podríamos ir mañana temprano y...

—Lo siento neji, iré sola hoy mismo, así sera más rápido.

—Podría ser arriesgado.

—Yo puedo, estaré bien.

•=•=•

Sakura llevaba caminando un rato. Sabia que la seguían desde que salió de la aldea pero no dijo nada tratando de averiguar hasta donde llegaría.

Apresuró el paso y el individuo hizo lo mismo. Caminó entre los árboles, saltando de un lado para otro con velocidad, pero el individuo no se rendía.

Al salir del bosque sólo faltaba un kilómetro para llegar al lugar que Neji le indicó.

—¡Mariko-San!— gritó. —Esperaba que desistiera antes.

—Disculpe Sakura-san, tenía curiosidad, creí que no me notaría.— dijo la mujer saliendo de su escondite.

—Será mejor que regrese. Podría ser peligroso.— dijo la pelirrosa con molestia.

—¿A dónde va Sakura-sama? ¿Si es tan peligroso porqué va sola?

—Yo estoy acostumbrada a misiones peligrosas, y esta es una de ellas, así que regrese sin quejas. — Sakura se veía molesta, esa muchacha era demasiado insistente con el asunto de su jefe, día tras día, pero llegar al punto de seguirla era ridículo.

En un instante su semblante cambió. Volteó y a unos metros delante aparecieron siete individuos con capaz grises de mangas anchas y sombreros grandes de paja, con la boca tapada y no se les veían los ojos.

Los individuos levantaron los brazos en dirección a las chicas luego lanzaron como proyectiles un centenar se sembons.

Sakura corrió hacia la jovencita, la cargó con fuerzas y se escondió entre los árboles.

Vio una herida en su brazo a causa de las agujas. —¿Estás bien?— le pregunto a la muchacha que tenía los ojos cerrados.

—No lo sé, me duele la pierna.— contestó la muchacha algo asustada.

Sakura trataba de observar de reojo a los individuos que seguían lanzando sembons. Luego uno a uno empezaron a caer atravesados a la mitad.

Un joven apareció. Alto, de ojos azules oscuros, de cabello castaño oscuro algo largo cayendo de lado derecho, llevaba camisa negra sin mangas y pantalones azul marino, con un porta shuriken en la pierna. Guardaba un ninjato en una funda en su espalda.

—Señoritas, ¿Están bien?— gritó el muchacho.

Sakura se acercó a Mariko, sacó una aguja con un líquido verde de su porta shuriken y con más fuerza de la necesaria la clavó en el brazo de la joven sin siquiera subir la manga.

La pobre mujer gritó con fuerza. —No es justo.—se quejó lloriqueando. —Es mala Sakura-sama.

Era necesario, además tal vez así reconsidere seguirme.— Hablaba Sakura con tono de burla.

El desconocido se acercó con velocidad, cuando estuvo cerca Sakura esta se levanto de golpe sacando una kunai de su bolsillo y la puso en el cuello del individuo. Esté solo levantó las manos.

—Sólo le preguntaré una vez. ¿Quién eres y qué haces aquí?.

—Que amable.— dijo el hombre con sarcasmo.

—¡Contesta la pregunta! — gritó apretando la kunai.

—Bien.—El hombre resopló. —Sólo estaba entrenando por aquí cuando oí su alboroto y traté de hacer algo amable salvando sus vidas. Por cierto... de nada.

—No necesitaba tu ayuda.— Furiosa le reclamó. —Y te falta contestar una pregunta.— Sakura podía ser aterradora cuando se lo proponía.

—Mi nombre es Isamu, y según tú brazo si necesitabas ayuda.

—Es sólo algo leve.— Sakura le quitó la Kunai del cuello.

—Tiene veneno.

—Era sólo acónito, é lidiado con cosas peores.

—Para un ninja médico de su nivel supongo que esto es como un juego de niños.

—A... si...y según tú ¿Qué nivel tengo?— pregunto Sakura con desconfianza.

—No es como si fuera muy difícil de saber.— Explico con nervios.—No soy un acosador o un fanático sólo se que usted es una muy talentosa ninja médico y todo el mundo lo sabe. Yo sólo soy un shinobi retirado.

—Si está retirado, ¿Por qué los entrenamientos?

—Costumbre, puedo estar retirado pero no muerto.

—Eres muy joven para estar retirado.

—El mundo es así, ya no necesitaban a alguien como yo y me despidieron.

— ¿Y cómo son las personas como tú?— preguntó la pelirrosa cruzando los brazos.

—Haces demasiadas preguntas Sakura-sama, creo que eso se dice para la tercera cita.— dijo el joven con gracia.

Un hombre llegó de repente. —Mariko-sama, le he dicho muchas veces que no desaparezca asi sin decir nada.— dijo con seriedad.—Disculpe si le causo molestias Sakura-sama.— Tomó a Mariko en el hombro y simplemente desapareció.

—"Un problema menos."— Pensó la pelirrosa. —Tengo trabajo que hace, así que tú también deberías irte.

Sakura se disponía a continuar.

— No creo que deba ir sola— replicó el muchacho— Yo podría acompañarla, una dama no debería ir sola a ningún lado.

—Eso no aplicá conmigo .

—Puede necesitar un respaldo.

—No.— contesto secamente.

—Puedo cubrir su espalda.

—No confío en ti para darte siquiera la espalda.

—Entonces usted cuidara mi espalda.

—¿Y si tú estuvieras en esto?

—Claro que no, cómo cree que yo...

—Qué tal si tú activaste las marionetas.— comento con desconfianza.

— Claro que no.

—Yo me largo, tengo mejores cosas que hacer.— La pelirrosa caminó al frente.

El joven confundido la siguió. —Creí que no me daría la espalda.

—Eres un tipo molestó y te voy a ignorar, así que aléjate.— dijo sin siquiera mirar atrás.

—¿Que acaso Sakura Haruno no era una amable kunoishi con un gran corazón?

— Te mintieron.— contestó con molestia.

Al llegar al punto que Neji le indicó, Sakura buscaba la dichosa bodega con esmero.

Por un largo tiempo nadie dijo nada. Sakura estaba analizando el territorio y el muchacho solo observaba.

—Y ¿qué esta buscando Sakura-sama?

Sakura no dijo nada, solo siguió observando.

—Porque que a unos metros por allá hay algo.— Continuó el castaño.

—¿Por dónde?— Sakura se impresiono olvidando su molestia por un momento.

El joven la guió al lugar, movió algo de tierra del suelo, había una pequeña placa con un kanji grande (Apertura) y varios pequeños alrededor.

—¿Cómo lo viste?

—Me di cuenta de la tierra suelta.

—Pero ¿Cómo se abriría?

—Yo se. — Hizo varias posiciones de manos y tocó la placa, al instante enfrente de la placa la tierra se movió. Piezas de roca empezaron a hundirse colocándose en forma de escalera.—Ya esta— mencionó contento hasta que volteo en dirección a Sakura.

Ella estaba con los brazos cruzados y moviendo la pierna derecha, lo miraba con intriga y molestia. —¿Qué?— contesto con ingenuidad, luego capto la razón de esa mirada.—Son sellos de un escuadrón que conozco, nada mas... yo no tengo nada que ver.— contesto preocupado por lo que pensaba Sakura.

—Entrá— dijo secamente Sakura con molestia.

—Entonces cuidara mi espalda Saku-chan.

—Camina calladamente y no me digas Saku-chan.— Gruño la pelirrosa.

Entraron al lugar, éste estaba completamente oscuro.

Sakura sacó una linterna de su mochila y comenzaron a caminar por un pasillo largo. Habían varias habitaciones de paredes claras pero no tenían nada.

— Y¿quién te hizo enojar Saku-chan?

—¿Quién te dio permiso de decirme "Saku-chan"?— respondió con enojo.

—No se contesta una pregunta con otra pregunta.— dijo el muchacho con simpatía pero a la pelirrosa no le dio gracia, el muchacho suspiro. —He oído tanto de usted que ahora que te vi en persona me emocioné y tal vez me porte demasiado familiar. Disculpe por el atrevimiento.— Su semblante cambio, ahora se veía triste y avergonzado. —Éste lugar se ve demasiado solitaria, si me dice que busca Sakura-sama podría ayudarla mas.

—Ni siquiera yo sé que busco.— Respondió con el mismo semblante de seriedad.

—Todo se ve extrañamente vacío.

—Chunins lo revisaron antes, sacaron armas y explosivos.

—Entonces limpiaron bien, aquí no hay más que polvo. ¿Para qué mandar a alguien a un lugar vacío?

—Nadie me envió.— Contestó cortante.

Fueron a la última habitación, era más pequeña que las demás pero también estaba vacía.

Sakura entró, revisó cada rincón de la habitación pero sólo eran cuatro paredes grises y nada más.

—¿Esto es todo? No hay más.— Se preguntó quejándose de la situación.

El muchacho entró, sólo dio un paso y su semblante cambio a uno pensativo.

Empezó a mover los pies dio saltos y paró, fue a otra parte del cuarto y saltó igual, fue a la puerta y empezó a saltar de afuera adentro con entusiasmo.

Sakura lo observó con vergüenza. —"Está demente"—pensó con la mano en la frente.

—¿Oíste eso?

—¿Oír qué?— contestó confundida.

—Metal crujiendo, hay algo abajo.

Isamu movió a Sakura unos pasos de dónde estaba parada, empezó a dar saltos otra vez. —Aquí está la entrada.— El muchacho empezó a revisar el suelo quitando una baldosa negra. Había un pergamino grande bloqueando la una entrada. El joven Isamu lo arrancó esperando a ver que sucedía.

Cinco bolas de humo aparecieron detrás de ellos. Al despejarse mostraron cinco marionetas como las que aparecieron en el bosque.

Isamu no tubo tiempo para reaccionar. Las marionetas levantaron los brazos pero cierta kunoichi no dejaría a esas marionetas enteras.

—¡SHANARO!— Con una poderosa patada golpeo a una de las marionetas. Le destrozó el brazo de madera y metal, luego el resto de ella fue lanzada a la siguiente y la siguiente, las 5 fueron lanzadas con fuerza y clavadas en una de las paredes de concreto. —Inútiles juguetes, te dije que podía yo sola.

El muchacho la vio con los ojos como platos, luego con una sonrisa nerviosa. —Eres impresionante.— Dijo con miedo. —"Ya entiendo lo de Fuerza Aterradora. Será mejor que no la haga enojar."— Pensó para sí mismo. —Bien vayamos abajo.— Abrió la compuerta. —Diría que las damas primero pero podría ser peligroso así que...

Sakura cruzó los brazos otra vez. —¿Peligroso para quién?

—Nada, sólo olvide lo que dije.— Comento.

Con un salto bajó Isamu seguido de la pelirrosa, sólo iluminados por la linterna. Era una habitación pequeña, con pergaminos y archivos organizados en estantes en las paredes.

Empezaron a buscar. Después de un rato revisando documentos irrelevantes para ella. De shinobis y dinero Sakura se tiró al suelo y se recargo en una pared.

Estaba rendida, con cansancio y frustración. Nada tenía sentido, no decían nada después de tanto tiempo esperando.

—Estás bien.

—Si.— Respondió secamente.

Debajo de un estante un papel se asomaba apenas visible, una fotografía de una mujer con una coleta corta y alborotada, con una banda de Kumogakure colgada en el cuello.

Una mujer hermosa pero con un semblante serio como si se tratara de una fotografía oficial. Al voltear la imagen se veía algo escrito "Aspirante a Reina. Deceso 5 días en La Colmena."

—¿Qué es La Colmena?

Tres explosiones, una detrás de otra llamaron abruptamente la atención de ambos. Salieron aprisa del lugar.

—Las explosiones fueron afuera. Parece que llegaron a dañar los soporte. — Dijo Isamu.

El techo empezaba a caer a pedazos. Concreto y rocas se veían cayendo a su espaldas. Mientras corrían para salir del lugar, complicándose por la oscuridad, empeoraba la situación, el pasillo a varios metros enfrente de ellos también empezaba a caer. Se detuvieron.

Sakura mostró el diamante de su frente y rápidamente el sello Gin ya estaba en su cara. Saltó ya con chakra en el puño dando un golpe fuerte en el techo.

Lo que eran rocas y concreto sólido en un segundo se convirtió en grava y arena. El golpe fue tan fuerte que no sólo destruyó el techo también creo un enorme cráter destruyendo lo que quedaba del lugar.

Cayó en el suelo de rodillas, ya cansada por el ataque. —"Me he descuidado con el tiempo."— Pensó Sakura al notar su cansancio.

Isamu sólo salió de los escombros lleno de tierra, tosiendo por culpa del polvo. Lanzó un silbido de impresión. —Cuánta fuerza. Juro por el amor que le tengo a mi vida que no te haré enojar Saku-chan.— dijo con entusiasmo sacandole una sonrisa a la pelirrosa.

—Lo estás haciendo mal—Comentó con diversión después del caos.

A lo lejos una conocida mujer observaba el destruido escenario.

—Es poderosa pero no me sorprende.

—Ren mandó un mensaje, Sakura-sama sobrevivió. Al parecer no fue problema.

—Mariko-sama disculpe si no fui suficientemente duro.

—No te preocupes, aún habrá tiempo para ver si sólo fue suerte.

•=•=•

Con la respiración agitada y el cuerpo cansado, Kanna se levantaba del suelo húmedo. En una habitación oscura con una ligera luz naranja la pelirroja se defendía de un enemigo poderoso.

Por una ráfaga de kunais, shuriken de viento endemoniado, una gran lluvia de golpes y patadas la pelirroja ya estaba retrocediendo.

Una sombra humana con intenciones de acabar con el enfrentamiento apareció tras de ella como un relámpago naranja, en su mano llevaba una kunai que no titubeo en usar contra la joven clavandola en su espalda. Kanna se sorprendió y sólo cerré los ojos.

•~•~•

En una habitación grande con varias ventanas pequeñas que permitían la entrada de luz, estaba Kanna sentada en el suelo con los ojos cerrados.

Despertó alterada y se recostó en el suelo recuperándose, también estaba un rubio sentado en el suelo viéndola con preocupación.

—¿Estás bien Kanna-nee?

—Si...— Contestó ella con dificultad. —Sólo no es muy cooperativo pero estoy bien.

—¿Te dijo algo?— Preguntó Naruto con preocupación.

—Antes de querer matarme...— Respondió con una risa. —Sólo que no hablará con nadie más que contigo, lo siento, en su mundo no puedo hacer nada más.

—No pienso hablar con él, está loco.— Cruzando los brazos Naruto negaba con la cabeza como un niño pequeño.

—Bueno... intentaremos otra cosa.— Kanna se levantó del suelo, se limpió el pantalón y se estira un poco. —Es cansado estar tanto tiempo en esa posición. No sé meditar muy bien.

Naruto se puso más serio y algo triste. —Te acostumbras con el tiempo he pasado días así, cuando aprendí el Modo Sannin.

—¿Porque tan triste?.

—Porque recordé a mi maestro. Murió hace un tiempo. Tambien era mi padrino, de quien te conte.

—Lo siento. Suena a un hombre impresionante.

Interrumpiendo la plática, entre una nube de humo llegó Kuro con un semblante serio al otro lado de la habitación.

—Parece que tiene noticias. Si quieres seguimos mañana.—Dijo Kanna mirando a Naruto y camino hacia Kuro.

—Parece que se metieron a una lavadora en doble ciclo. — Se burló Kuro del semblante de la muchacha.

—Muy graciosos, ahora haces chistes.

—¿Algo nuevo?

—No... su alter ego se niega a hablar y no puedo convencerlo, es el amo de ese lugar. Pero no llegarías así para saber cómo vamos.— Kanna lo vio con curiosidad.

—Hay noticias. Hubieron explosiones cerca de aquí y la Hyuuga está rondando, la chica Haruno estaba en medio y tu amigo, el necio, también está inmiscuido.

—Yo le dije que estuviera atento, pero parece que hay más ¿Verdad?

—Uchiha está cerca.

—Si que es lento, pero que bien... un problema menos.

•~•~•

El regreso a konoha fue mejor de lo que Sakura esperaba. Después de la que consideraba una decepcionante incursión a terreno enemigo, una compañía peculiar e inesperada la acogía.

Isamu trataba de animar a cada paso que daba y a pesar de que Sakura se resistía a reír no lo logró.

Desde accidentes entrenando, bromas pesadas y comentarios de cualquier cosa.

— No puedo creer que no hayas entrado a algún casino, pero por lo menos has apostado a La ruleta o jugado Blackjack.— dijo el joven burlón.

—No pienso ir a esos lugares jamás, lo más cercano a apostar que é llegado es a un lugar de máquinas tragamonedas, y perdí mi salario de una semana. No vuelvo a apostar en mi vida.

—Bromeas... cierto... la adrenalina, la energía de la competencia. Se tiene buenas y malas pero vale la emoción del juego.

—Suenas a un adicto.— Se burló Sakura.

—Claro que no. Hay reglas para no llegar a eso. Jamás gastar más de lo que tienes, no pidas prestado, aprende cuando retirarte sin importar si estas bien o mal en el juego y la más importante es... no beber.

—¿Porqué no beber?— Preguntó con curiosidad.

—Es el origen de los problemas, lo mejor que te puede pasar cuando estás borracho es perder todo tu dinero.

—A... si... y ¿qué es lo peor?

—Despertarte con un anillo en tu dedo, con un hombre en bikini a tu lado y un horrible y obsceno tatuaje con el nombre Jass-chan.

Sakura rio tan fuerte por el comentario. —Que cosas se te ocurren.

—No son inventos míos, a un colega le pasó y fue horrible. Es lo más triste ver a un hombre llorar.

— ¿Tan traumático fue para tu amigo?

—No... Jass-cha fue quien lloró cuando le pidió el divorcio je, je, je.

Entre risas llegaron a la aldea. Pararon en frente a la puerta de entrada.

—Podríamos vernos después Saku-chan.

—No creo que pueda pero...— Sakura volteó por reflejo la vista hacia los árboles, afuera de la aldea. —Espera momento.— En el camino a la entrada logro observar una figura. Un hombre con capa negra que iba acercándose de a poco, a unos metros de llegar a la aldea Sakura logró ver su rostro, ese rostro inconfundible por la pelirrosa, provocando en ella un choque de emociones. Su corazón latía a mil por hora y sus manos empezaban a temblar. Trataba de controlarlo, controlar su respiración para que no se notará agitación.

Aquel que fue su primer amor, pero también le trajo grandes dolores y actualmente sospechas. Villano para unos, héroe para otros. Después de casi dos años Sasuke Uchiha volvía a la aldea que lo vio nacer.

Hola gente , vuelvo después de tanto tiempo, estoy emocionada, no abandono este fic solo me tardo.

Gracias a o-gale-o, fiel lectora, iluminas mi autoestima.

Y si hay lectores fantasma por ahí gracias por leer, y dejen comentario, no es necesario mucho texto, solo un hola.

Sin mas me despido, gracias por leer y hasta luego.