Despues de ausentarme un milenio y terminar mi semestre con un promedio de 9.0, he resurgido para publicar un BokuAka, tal vez no me quedo tan bello como quería, pero estoy oxidada, sin embargo, no me rendiré y esto no será lo último que verán de esta pareja en estos fics, así que, disfruten:

Paralizado.

(BokuAka. Fem!Akaashi)

La primera vez que Bokuto la vio, fue un viernes en el entrenamiento despues de la escuela; los chicos de tercero dirigían el entrenamiento ya que el entrenador no estaba presente, era riguroso, casi no los dejaban descansar ya que tendrían poco tiempo en el gimnasio, debido a que las chicas del club femenino irían a entrenar y probar a las nuevas de primer año.

— ¿Qué ocurre con el gimnasio de ellas?— le pregunto a Konoha, se habían detenido únicamente a secarse el sudor y beber agua, Konoha miro las puertas del gimnasio que permanecían abiertas y despues se enfocó en Bokuto.

—Al parecer lo van a utilizar para un evento o algo así, lo están arreglando, por eso— Bokuto lanzo un «¡Oh!» para despues mirar la puerta, esperando que aparecieran las chicas.

—Ni te les acerques, Bokuto. Todas te odian— se burló Konoha y él le miro confundido mientras lanzaba una exclamación de sorpresa.

— ¡Eso no es cierto! Me llevo bien con algunas—

—Amigo, eso es lo que te dejan creer—Konoha siguió molestándolo con el tema, Bokuto estaba seguro que al menos a una tenía que agradarle, siempre les daba los buenos días cuando las veía y halagaba sus habilidades, ¿Cómo podrían odiarlo por eso? Era un buen chico, ellas eran las crueles en cualquier caso.

Ninguno de ellos se dio cuenta cuando la capitana del equipo femenil entro por la puerta seguida de una chica de primer año, se acercó a los chicos de tercero y hablaron por un rato hasta que la capitana hizo una de las preguntas más importantes para el equipo.

— ¿Ya escogiste al próximo capitán? Quisiera que conociera a nuestra nueva armadora— Tanto Bokuto como Konoha escucharon la pregunta, una sonrisa cruzo por el rostro de Konoha al ver la emoción en los ojos del búho. El capitán llamo a Bokuto que a su vez jalo a Konoha consigo, sonrió de oreja a oreja al ver el rostro sorprendido de la capitana.

—Así que… escogiste a Bokuto— el capitán comenzó a explicar por qué Bokuto era una excelente opción, mientras él se sentía en el mismísimo cielo. Konoha sonrió de lado para despues notar la presencia de la chica de primero.

«Tengo un pésimo presentimiento»

—Bueno, Bokuto, ella es Akaashi Keimi, nuestra nueva armadora de primer año—

« ¿Nunca han sentido que se congelan desde dentro? Como si una parte de ustedes fuera extendiendo el frio por todo su cuerpo. Es como cuando te dan escalofríos y de repente todo esta helado, el aire e incluso las palabras; cuando la vi, ya no escuche, creo que ni siquiera respire.

Era como ver el cielo estrellado, no ves una sola estrella, ves toda la galaxia.

Mis cuerdas vocales fallaron, como si ella hubiera tomado unas tijeras y las hubiera cortado; pero ella no puede notarlo, me tiene paralizado»

Todos quedaron en silencio al ver que Bokuto no decía nada, la chica de primer año, pasó un mechón de cabello negro detrás de su oreja, levemente incomoda, respiro un poco y decidió tomar la iniciativa.

—Soy Akaashi Keimi, es un gusto, Bokuto-san… espero que podemos llevarnos bien— despues de hacer una pequeña reverencia, extendió su mano hacia Bokuto, que dio un pequeño brinco en su lugar mientras retrocedía un paso y miraba fijamente la mano de la chica, al pasar de entre siete a ocho segundos, el chico levanto la mirada, centrándose en Akaashi que no pudo interpretar su mirada.

—Bokuto… Hey— le llamo Konoha, un poco preocupado al ver que no respondía; de nuevo quedaron en silencio, Akaashi bajo su mano y la pego a su costado, apretándola un poco.

—Creo que… Konoha… lleva a Bokuto a la enfermería, debe de sentirse mal— Konoha asintió y jalo a Bokuto, que aun parecía desorientado, aunque podía caminar a la perfección; Akaashi los vio irse y despues miro a los capitanes.

—Lo siento, Akaashi… él no es así… es la primera vez— a la chica le resulto aún más extraño que fuera su capitana la que se disculpó.

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Despues de que la enfermera concluyera que Bokuto estaba en perfecto estado de salud, lo dejo acostarse un rato en una de las camas pensando que tal vez no fuera un problema físico el que tenía. Konoha lo había acompañado y ahora estaba sentado en una silla a un costado de la cama; esperando a que Bokuto hablara.

—Ya vas a explicarme que fue lo de hace un momento— Bokuto se levantó, quedando sentado mientras apretaba un puño contra su pecho.

—Te juro… que no lo sé—

Al ir a casa, lo primero que hizo fue encerrarse en su habitación y llamar a la única persona que lo conocía más que él mismo.

« ¿Qué pasa ahora Bokuto?» le contesto entre risas Kuroo, ya que él nunca llamaba los viernes, siendo que al día siguiente iría a su casa a pasar el rato. Pero el búho no podía esperar hasta el día siguiente.

—Bro… no me creerás lo que sucedió— y así, comenzó a contarle todo.

«Wow… Bro, no sé qué decirte» Bokuto asintió como si Kuroo pudiera verlo, le había contado cada detalle, incluso logro describirle casi a la perfección lo que sintió cuando tuvo a Akaashi frente a él.

—Kuroo~… ¿Qué hago? No pude ni estrechar su mano… me vi como un idiota— se cubrió los ojos con el ante brazo mientras echaba su cabeza hacia atrás; lo que menos quería era que Akaashi, con la que ni siquiera había hablado, pensara que era un patán o algo por el estilo.

«Mi pequeño búho… aun tienes mucho que aprender, solo discúlpate y di que no sabes que te paso, sonríe y prestante como el encantador chico que eres» Kuroo de alguna manera siempre lograba que se sintiera mejor, Bokuto sonrió y suspiro mirando el techo de su habitación.

—Es bellísima—escucho a Kuroo reír un poco. Normalmente no hablaban de chicas, a menos que se tratara de Kenma, la novia de Kuroo, así que era un tanto extraño.

«Te creo, pero ninguna es tan bella como mi Kenma» de alguna manera, Bokuto termino hablando de Akaashi, por más de dos horas.

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La primera impresión era la más importante, si eso era cierto, él estaba jodido; despues de aquel desastroso primer encuentro, había pasado un mes donde si encontraba a Akaashi, siempre era lo mismo.

«Paralizado, con las manos temblando, congelado, pegado al suelo, sin nada en la mente»

La chica ya había comenzado a mirarle extraño, como si estuviera preocupada.

—Creo que piensa que eres mudo— le dijo Yukie cuando él le pregunto directamente despues de invitarle el almuerzo. Ambos estaban en la sala del club, uno frente al otro, con Bokuto echado sobre la mesa mientras ella comía y dejaba su almuerzo encima de él. El chico lanzo pequeños quejidos, sabía que Akaashi terminaría pensando algo así y no la culpaba, ella solo había hecho lo que mejor sabia, verse hermosa ante sus ojos.

—Yukie-chan~ ¡dime que hacer! Ayuda a tu pobre próximo capitán— ella trato de decir algo con la boca llena pero él no comprendió, así que le tendió un pañuelo, pero ella estaba lo suficientemente entretenida en tragar como para tomarlo, así que Bokuto le limpio los rastros de arroz en las mejillas.

—Pareces ardilla— se burló él mientras la chica metía a su boca dos onigiris, ella le miro haciendo puchero y despues desvió su vista a la puerta.

—Oh… Akaashi, ¿desde cuándo estas ahí?— Bokuto se congelo ante la mera mención del nombre, quito el almuerzo de Yukie de su espalda y giro lentamente, encontrándose con la sorprendida mirada de Akaashi.

—Yo… acabo de llegar, es que… me sorprendí, ya que es la primera vez que escucho a Bokuto-san hablar— apenada, se veía aún más bonita de lo normal; su cabello negro corto, sus ojos grises que parecían tener un toque de azul, su esbelta figura, sin duda todo dejaba a Bokuto congelado.

—Vine a entregar esto a Shirofuku-san… además, quisiera hablar con Bokuto-san a solas— Bokuto giro bruscamente hacia Yukie, que le sonreía malignamente, ella se levantó y tomo los papeles que Akaashi traía consigo, despues se acercó a la puerta y volvió a sonreír a Bokuto.

—Estarás bien, Kotaro— fue casi un susurro, Bokuto comenzó a sudar frio; Yukie lo había abandonado a su suerte, despues de que se consideraban amigos, ella lo dejo en la peor situación.

« ¡Tiene otro estomago por corazón!»

Akaashi se acercó al lugar donde antes había estado la de tercer año, acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja y se sentó con suma elegancia, miro a Bokuto fijamente, pero él miraba en todas direcciones a excepción a la de ella. Los nervios ya se habían apoderado de él, tenía de nuevo la extraña sensación en su pecho, la misma que lo congelaba poco a poco, solo que esta vez de manera brusca.

—Bokuto-san— la voz tan tranquila y calmada de ella le lleno por completo, revoto en su cabeza varias veces; comenzaba a temblar y ella no podría notarlo.

—Está temblando— Bokuto se quedó quieto por completo, el temblor se desvaneció, quería desaparecer. Akaashi le seguía mirando y tomo la mano de Bokuto, el pulso de él estallo.

—No quiero… que Bokuto-san se sienta obligado a hablarme o llevarse bien conmigo, pero siento que ese no es el caso… La manera en la que me mira, el cómo se queda paralizado, pareciera que está congelado de pies a cabeza, siento como si quisiera decirme muchas cosas, pero nunca dice nada… ¿acaso le gusto?— la chica era directa y él no podía con eso, si se lo preguntaba tan repentinamente y de esa manera, tendría un corto circuito. El tacto de la mano de Akaashi con la suya era suave, relajante, pero eso lo volvía loco.

«Trato de hablar pero nada sale, si respiro, terminare congelado»

—Creo que… me apresure con esto, lo siento— ella se levantó y camino hacia la puerta, algo dentro de Bokuto quería detenerla, pero estaba atascado, no podía moverse. Akaashi podía ver a través de él, como si Bokuto fuese transparente; no quería que se fuera.

— ¡A-Akaashi!— la chica giro, un poco sorprendida por el llamado y de repente sintió los brazos de él rodearle y apretarla contra su pecho. Las mejillas de Akaashi se tiñeron de rosa, pero dejo que el mayor la abrazara, no perdía nada con eso.

—Akaashi… Akaashi…— en el momento en el que logro abrazarla, la calidez le tranquilizo; tal vez no la conocía mucho, pero realmente quería hacerlo. Repitió su nombre, una y otra vez, para que ella recordara siempre su voz.

— ¿Qué pasa, Bokuto-san?— él no pudo sentirse más feliz al escucharla decir aquello junto a una risa.

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—Eso no significa que sea tu novia— le recriminaron sus compañeros, Bokuto comenzó a lanzar quejas, mientras Yukie negaba con la cabeza varias veces.

—Ustedes no entienden el significado simbólico de esta bella historia— dijo mientras cerraba sus ojos y apretaba su puño contra su pecho, los chicos rieron.

— ¡Yo antes no podía hablarle para nada! Me quedaba paralizado al verla y ella pudo notarlo cuando nadie más lo hizo… ¡Ni siquiera mi Bro supo cómo ayudarme! Mi hermosa Akaashi es un ángel— dramatizo mientras limpiaba una lagrima imaginaria de su mejilla, cuando escucho las voces de las chicas del equipo femenino, salió corriendo del gimnasio y sonrió.

— ¡Akaashi! ¡Akaashi! ¡Hey!— trato de llamar la atención de la chica, que giro para verle mientras él lanzaba besos y saludaba efusivamente. Una chica de segundo se acercó a ella.

— ¿Conoces a Bokuto? Pobre de ti, Akaashi— rio la chica mientras veía como el entrenador comenzaba a regañar a Bokuto por gritar de esa manera, Akaashi miro la escena y sonrió mientras limpiaba su rostro con una toalla.

—Es mi futuro novio— dijo ella dejando a la otra sorprendida y admirando como Bokuto quedaba completamente congelado cuando le saludo de vuelta.

Tal vez eso de quedar paralizado por ella, estaba aún pendiente de arreglar.

Extra:

Kuroo sonrió al terminar su llamada con Bokuto, nunca había escuchado a su Bro tan ilusionado y confundido por una chica, Akaashi debía ser una chica sorprendente para dejarlo así. Entre pensamiento y pensamiento, Kenma, su novia, entro a su habitación y se le tiro encima, dejándolo a él con poco aire.

— ¿Por qué sonríes?— Kuroo apretó sus mejillas mientras le hacía un beso de esquimal, Kenma cerró los ojos ante la acción y se recostó en el pecho de él, Kuroo tomo su celular y le mostro una foto de Bokuto, Kenma asintió.

—Mi adorable Bro, acaba de enamorarse y ha experimentado por primera vez el quedar paralizado frente a una belleza— Kenma le miro aburrida y un poco molesta ante la palabra «belleza», mientras Kuroo seguía contándole los detalles. Ella seguía molestándose, era posesiva y que su novio alagara a otra chica, la enfurruñaba.

—Debe ser demasiado hermosa o algo ya que… Kenma… ¿q-que haces?— pregunto cuando Kenma ya estaba con una pierna a cada costado de él, sentada encima de su cadera mientras reducía la distancia entre ellos. Y comenzó la lucha, Kenma trataba de besarle mientras él escapaba de los besos, no es como que no quisiera besarla solo que ¡era vergonzoso!

— ¡Mama! ¡Kenma está haciendo cosas indebidas!— grito y su madre se asomó por la puerta con una ceja levantada, miro detenidamente y le sonrió a Kenma.

—Cariño, una señorita debe saber comportarse, no debes hacer cosas indebidas y nadie debe verte haciendo tal cosa… así que cerrare la puerta para que nadie pueda verlos— dijo y cerro, Kenma asintió mirando la puerta y Kuroo quedo helado.

—¡Eso no es lo que esperaba!—

¿Qué les pareció? Insisto en que no me quedo como quería, pero seguiré escribiendo para quitarme las telarañas de encima, quiero escribir mucho estas vacaciones, tengo mucho planeado, solo falta escribirlo; saben que se aceptan todo tipo de comentarios, peticiones o lo que sea, estoy pensando hacer un MatsuHana para el siguiente fic o un UkaTake o AoFuta, no sé, a ver que sale, espero que también quieran leerlos, hasta el próximo fic y gracias por leer mi fic, significa mucho para mí, Bye Bye~… ¿reviews? Los reviews son vida, son amor~