Hola chico/as!
Sé que me he ausentado por mucho (en especial porque Yazawa Maki-san siempre me lo recuerda -.-')... Pero bueno... La U... Mi gato... Las notas... la vida... Maki-san... Maki-san... Y sí... Maki-san... Son cosas que debo atender, y en los que por fin encontré un espacio *^*!
En esta ocación les traigo un One-shot con todo mi 3 dedicado a Maki-san, ya que me coquetea mucho y me es imposible ignorarla las 24 horas..
En sí, todo lo que publique aquí serán One-shot. Mayoritariamente NicoMaki, pero si insisten, consideraría hacer de otra pareja :3
One-shot: "¿Quién lo hubiera imaginado?"
Por fin. La hora había terminado, y del salón salían a pasos apresurados los jóvenes universitarios, mientras, entre dientes odiaban al profesor de biología celular por tomar un control sorpresa.
Solo una chica se sentía segura del resultado, al fin y al cabo, siempre había sido considerada una genio. Y de no ser así, tenía el respaldo de sus otras calificaciones, todas por sobre un ochenta y cinco por ciento de logro. Se sentía tan segura y calmada, que no se dio cuenta cuando cierto chico se le acercó.
-Hey, Nishikino-san, ¿iras a la fiesta de hoy? –Preguntó el rubio y alto alumno de segundo
-En realidad aún no lo sé, no tengo muchas ganas –Respondió con franqueza la pelirroja
-Te estaré esperando, así que ven… por mí –Dijo él guiñándole el ojo para marcharse
Suspirando, por lo ya común que se estaba volviendo ser acortejada por jóvenes, se propuso alguna solución.
La más coherente que encontró fue de aparentar tener pareja, de esa forma los chicos y chica (a los que no les guste interferir con personas ya comprometidas) no se acercarían, y tendría más libertad al interior del campus.
Por supuesto, esa era claramente la mejor idea… Pero había solo un pequeño detalle que solucionar… ¡No conocía a nadie quien le podría hacer un favor así!
Por primera parte, siempre estuvo en colegios femeninos, por ende, la posibilidad de aparentar tener 'novio' era claramente imposible. Y a pesar, que ella no tenía disgusto alguno en tener 'novia' no se lo podía pedir a nadie. Dos de sus amigas se habían ido al extranjero. Otras dos estudiaban de noche. Tres de ellas tenían clases al otro día. Y con la restante… poco se hablaban.
µ's en sí, tenía un grupo en line en el que se hablaban a todas horas y de cualquier tema. Sin embargo, cada chica tenía un grupo de confianza, en el que hablaban de temas más personales. En el caso de Maki, Nico, su única opción, estaba bastante abajo en su chat. De hecho, no habían tenido una conversación a solas desde antes que la mayor saliera de tercero.
No obstante, con molestia y un rubor exorbitante en sus mejillas, la menor debía aceptar que de entre toda la gente que había visto en su corta vida, ella era la única que de cierto modo había captado su atención.
(…) (…)
Para la pelirroja, las clases habían terminado hace un par de horas, y otras tantas la alejaban de dicha 'fiesta' que pretendía usar para dejar en claro que no le interesaba nadie. Sin embargo, así como estaban las cosas, no podría hacer nada de lo que tenía planeado.
Quizás por miedo, o por desesperación, terminó acudiendo a sus mejores amigas. Ellas mismas tenían su propio grupo con 'Soldier Game' como título, y hablaban con la misma confianza que siempre habían tenido.
Con calma escribió todo lo que debía contextualizarlas para que entendieran la razón del porqué necesitaba su ayuda. No fue mucho, ya que en realidad siempre se mantenían al día, sin embargo, durante todos los seis largos 'testamentos' que mando, ninguna de las otras dos la interrumpió.
["¿Y bien? ¿Qué me aconsejan?"] –Preguntó al terminar
["Pues…"] –Contestó la rubia- ["Deberías invitarla, no pierdes nada"]
["Es cierto, al fin y al cabo, si es que te llegara a rechazar, no significaría nada. Si te dice que 'no' o si no la invitas obtendrás el mismo resultado y nada puede variar en su relación"] –Afirmaba la peliazul
["Bien, esperen, les contaré que sucede"] –Envió la pelirroja
Cambió el chat y colocó el que decía 'Yazawa Nico'. Tecleó un poco y después de recibir la respuesta volvió al anterior chat.
["¡Dijo que sí!"] –Con más intención de parecer sorprendida que emocionada
["¿Y le dijiste que tendrá que hacerse pasar por tu novia?"] –Comentaba la peliazul
["¿¡Qué te dijo por eso!?"] –Exaltada y también sorprendida esperaba impaciente
["Se me olvidó decirle eso"] –Recordó la pelirroja mientras escribía- ["Ahora no querrá ir"]
["Bien, entonces has esto"] –Maquinó Umi- ["Ve con ella, y cuando estés dentro de dicha fiesta, dile para que la has invitado"]
["¡Claro! Y si se llega a ir, luego puedes excusarte con que 'tuviste un problema con tu novia'"] – Apoyó Eli
["No estoy muy de acuerdo en usar a Nico"] –Razonó Maki
["Después llévala a comprar ropa y paga por un vestido lindo"] –Aconsejó la mayor – ["Créeme, funcionará"]
La pianista, con un suspiro sonrió. Le gustaba la seriedad que había con sus amigas y el apoyo que siempre le brindaban. Y esas pequeñas cosas que le causaban gracia eran la guinda del pastel. Definitivamente, eran sus mejores amigas.
(…) (…)
Tal como acordaron, la menor pasaría a buscar a la pelinegra, y llegarían juntas al lugar.
A pesar que estuvo casi dos horas arreglándose, salió puntual de su casa, rumbo a la de la mayor. Y ya frente del departamento, espero solo un par de minutos para que la chica apareciera a 'medio armar', como afirmó ella (aunque Maki creía que se veía genial) y se dirigieran a dicha fiesta.
La pelirroja vestía unos jean negros ajustados, Convers de caña alta, una polera negra ajustada con un logo dorado en el pecho y una camisa a cuadros roja con negro. Por otro lado, la pelinegra traía unos jean gastados azules, una polera holgada gris que dejaba ver sus hombros y unas Vans grises.
Durante el viaje solo se pusieron al día respecto a sus vidas, rieron y se entristecieron por alguna anécdota. Y por ilogísidad (?), siendo que el transcurso solo duraba quince minutos, se les hizo larguísimamente corto. Con mucho por hablar, pero también con mucho dicho.*
Al entrar, el ambiente era tranquilo. Unas luces bajas fluorescentes remarcaban el logo de Maki, y algunos sectores de la polera gris de Nico. La música era mayoritariamente pop, y gente en medio de la pista danzaba y coreaban dichas canciones. En la barra se veían pocos individuos que en realidad ya estaban bastante pasados de copas. En las paredes parejas fogosas se besaban y tocaban, olvidado contexto alguno. Y en el sector de fumadores, la gente se perdía entre la humareda.
-¿Nos servimos algo? – Dijo Nico… Aunque era más correcto decir que gritaba, para de alguna manera, ganarle a la bomba de sonidos que se acoplaba en sus oídos
-Claro –Sonrió Maki, esperando que con un par de copas más Nico no se pusiera hecha una furia al revelarle sus verdaderas intenciones.
Se sentaron una al lado de la otra en la barra del bar, en la que se podía hablar claramente mejor. Pidieron algo suave, en especial porque Maki manejaba y Nico no quería ser un bulto en la vuelta a casa.
Después de una agradable charla y alguna que otra broma por parte de Nico, que hasta al cantinero hicieron reír, salió a flote el tema que justamente hoy Maki odiaba
-Y Maki ¿Tienes novio? –Preguntó inocente la mayor
-En realidad no… ¿Y tú? –Dijo sin pensarlo mucho, tratando de evadir el tema.
-Mm… la verdad es que no. Incluso, no hay nadie interesante hoy en día –Afirmó Nico- Aunque quizás tú tengas a alguien así, ¿o no?
-N-No¬
-Hey, Nishikino-san –Dijo un apuesto rubio interrumpiéndolas- Que bueno verte aquí, te esperaba
Plantándole la mirada en sus ojos violeta no la despegó hasta que la chica volvió la cara a Nico y se sonrojó.
En tanto, con algo de cólera la mayor miraba la escena de esos dos, sintiéndose traicionada. Realmente esperaba que la menor la hubiese invitado para acercarse un poco más, pero tal como parecía ese no era el caso.
-¿Ella es tu amiga? –Preguntó el chico con mirada coqueta
-D-De hecho sí –Aún algo nerviosa contestó ya no podía decir que era su novia, puesto que no tenía su consentimiento, y se arriesgaba a quedar de mentirosa.
-Yazawa Nico, encantada –Sonrió estirándole la mano
-Kozu Kei, es un placer –Estrecho la mano con delicadeza - ¿Y vienen solas?
-Así es –Contestó la pelinegra
-Entonces vamos a bailar los cuatro –Sonrió nuevamente mientras se acercaba un guapo castaño
-Me parece –los siguió Nico arrastrando a Maki con ella
Durante un rato bailaron los cuatro. Luego Kei trato de irse con Maki, quien fue desplazado por Nico y terminar bailando con ella. No habrían pasado unos veinte minutos cuando dos de ellos se aburrieron, y excusándose, el castaño y la pelirroja se marcharon a la barra nuevamente.
Cada uno con vasos en cada mano, movieron y empujaron gente para llegar donde se supondría estarían los dos chicos bailando. Para su sorpresa, no estaban, y en esperarlos se bebieron los cuatro vasos ellos.
Maki ya cansada de esperar, dijo que ira a fumar y así evitar estar hablando de temar arbitrarios con el chico. Por suerte el chico se negó acompañarla, puesto que por los deportes que practicaba no podía estar cerca de humo. Sin querer siquiera insistir por la pequeña posibilidad de que cambiara de opinión, caminó hacia el único sector en donde se podía fumar. Encontrándose con una de las escenas más dolorosas que podría haber visto.
Ese chico rubio que tanto la acortejaba, estaba allí, por poco encima de la chica más linda que conocía. Y como si mil llagas le fueran implantadas en el acto en su cuerpo, se empezó a sentir fatal, a faltarle el aire y en querer detener dicha escena… pero… ¿Con qué derecho?
Nico era solo su amiga, y el muchacho poco le interesaba… entonces… ¿Qué debía hacer?... Si de todas formas, esa era otra perfecta excusa para alejar a ese insistente chico de ella…
Con paso pesado se encaminó a la barra. Pidió lo más fuerte que tenían y se repitió que no tenía razón para intervenir. Se repitió de igual forma que interés en alguno de esos dos no tenía, sin embargo, su inconsciente se encargaba de mostrar imágenes de esa pelinegra, que por mucho que negara, sí que le importaba.
Bebió hasta que se sintió mareada. No tenía necesidad de borrarse ni vomitar ahí mismo, pero sí de que todo le importase poco, así que se conformó con ese estado. Salió nuevamente al área de fumadores, y prendió un cigarrillo. Agradeció el poderoso efecto del alcohol, puesto que por eso, logró salir sin siquiera importarle si eso dos seguían allí.
-Maki-chan, ¿Estás ebria? –Preguntó una voz inconfundible a sus oídos
-No. –Dijo mientras de nueva cuenta acercaba el mechero a la punta del cilindro
-Entonces, ¿Por qué estás tratando de prender un cigarro por la mitad de este? –Moviendo la mano derecha de la pelirroja la ayudó a conseguir encenderlo
-No es nada, solo estoy algo mareada –Indicó
-No te dejaré manejar así –Autoritariamente afirmó
-Pero puedo hacerlo –Negó
-Sí, puedes –Dijo en voz madura- Pero no debes conducir de ese modo, pones en peligro tu vida
-¿y? –Preguntó tercamente
-Ahh… cabeza dura, solo, dame las llaves –Imperó Nico
Sin siquiera mirarla, de su bolsillo sacó las llaves y se las entregó. Con una sonrisa la otra las recibió y obligó a que Maki la siguiera hacia el estacionamiento.
En el trayecto, Maki se apuñalaba interiormente, tragando cada dos segundos sus lágrimas impotentes. Estaba confundida, molesta, frustrada y ansiosa. Quería irse a dormir pronto y dejar de pensar algunos segundos, sin embargo, el olor más embriagante de la noche, se colaba por su nariz, mezclándose con una sutil esencia de hombre, que por desgracia podía adivinar fácilmente de quien era.
-Llegamos, bájate –Dijo Nico
Maki miró por la ventana, quedándole en claro que no estaban fuera de su casa, sino, frente al departamento de Nico. Algo atónita se quedó en blanco, obedeciendo la orden de la mayor sin reproche.
La pelinegra, que por muy silenciosa que estuviera la menor, no dejaba de mirarla, y se dio cuenta el momento exacto en el que sus ojos se empañaron perniciosamente. Y eso, mas la desastrosa apariencia de la pelirroja, la incitaron a cuidarla, por lo menos por esa noche, y si fuera necesario, también por la mañana, e inclusive, un día completo.
(…) (…)
El departamento de Nico era amplio, y muy limpio. Tenía dos habitaciones, un comedor y living, una cocina, y un baño entre las piezas. Una de estas habitaciones, tenía un colchón, pero éste no tenía sabanas ni armazón, por ende, era solo un bulto en el suelo, por lo que claramente, algo bastante penoso para ese frio día de otoño.
- Yo estaré bien con una manta, y si me es incómodo, ¿me permites usar tú sillón? –Sugirió Maki ya algo más sobria
-Claro que no –Se molestó la mayor- Mi cama es grande, podemos dormir cómodamente las dos allí
-Pero… -Trató de protestar, sin embargo, su inconsciente (que quería dormir con la pelinegra) no le dio ninguna excusa
-No te preocupes, te prestaré ropa, y mañana lavaremos tu ropa temprano, así te iras limpia a tu casa –Sonrió con cariño
Sin más que alegar, la pelirroja se encaminó a la habitación de Nico, se cambió de ropa lo más rápido que sus torpes movimientos le permitían y se acostó lo más cercana al borde de la cama.
-Buenas noches Maki-chan
En una perpetua oscuridad, Nico se despidió, sin embargo, no recibió la respuesta que esperaba. Al contrario, casi juraría que sintió una ventisca gélida que le penetró varios huesos. Sin embargo, el agradable calor que emitía la pelirroja cerca de ella, le fue suficiente para conciliar el sueño rápidamente, y no darle si quiera una vuelta más al asunto.
(…) (…)
En la mañana, un agradable olor se escabullo por la habitación en la que Maki dormía, haciéndola despertar con un humor apacible, pero deseoso de un vaso de agua y lo que fuera ese dulce y nostálgico olor.
Se levantó lentamente, sabiendo el posible dolor de cabeza que la acomplejaría todo ese día por culpa del alcohol ingerido la noche anterior, y con cansancio levantó la mirada. Con eso, una joven pelinegra que aplicaba una fragancia en ciertos sectores específicos de su delgado cuerpo, vestida de manera ligera y con el cabello suelto, halló su mirada perdiéndose en la suya.
La fragancia, aumento su espesor y textura, llegando de manera más directa a los pulmones de la menor. Con suma delicadeza, ambas abrían y cerraban la boca, tratando de emitir palabra, pero siendo calladas por el miedo de interrumpir alguna posible frase que la otra le dirigiera.
-Buenos días Maki-chan –Sonrió por fin la mayor
-Buenos días –Sin poder soportar por más tiempo las imágenes en su cabeza, bajó la mirada
-Preparé unos cafés y puse a hornear unos muffin – Dijo con esfuerzo para no enojarse ante la extraña actitud que tenía la pelirroja.
-Bien, iré enseguida –Le sonrió con tristeza- "¿Serán los muffin ese dulce olor? Si es así deben estar buenos" –Pensó, mientras se levantaba de la cama, con una polera y unos pantalones cortos de Nico, y la sien pesada, sus piernas cansadas y sus manos aún impregnadas de tabaco.
Con desmedro se sentó en la silla, tomando con gusto los primeros sorbos de café, del quizás la mejor taza que había probado en sus escasos dieciocho. Ese gusto amargo combinado con una precisión exacta de azúcar la habían hecho querer tomar unas diez tazas más, antes de si quiera probar uno de los muffin que le habían abierto el apetito de manera voraz hace no más de 15 minutos.
-El café está muy bueno, gracias Nico-chan –Con sinceridad agradeció
-¿Recuerdas cuando nos sentábamos en el club en las tardes de invierno? –Algo desconcertada por el repentino cambio de tema solo contestó
-Claro. ¿Qué hay con eso? –Una media sonrisa se le formó a la mayor, recordando con gusto esos días, mientras Maki, seguía descolocada
-No sé porque, pero recuerdo muy bien cómo te gusta el café. Un cuarto de café y tres de azúcar. Aunque ahora hay algo diferente
-Algo diferente. ¿Qué le pusiste? No me hará mal, ¿verdad?
-Claro que no –Rio Nico- Pero es un secreto
-Tarde o temprano me dirás –Sonrió con confianza Maki
-Esperemos que sea más tarde que temprano –Dijo en tanto se ponía de pie y sacaba los muffin del horno, y de la bandeja a un plato, que fue a parar en medio de la mesa.
Con entusiasmo Maki saco uno, y aunque el sabor estaba muy bueno, ésta sintió algo de decepción. El olor intenso que apreció en la habitación no provenía de ellos. El deseo de poseer lo que tuviera dicha dulzura no lo saciaba ese muffin. Y ahora, siendo opacado un poco por la dulzura del postre, el café amargo tampoco lo hacía.
(…) (…)
Maki terminó por tomarse dos tazas de café y dos vasos de agua, mas dos muffin y unas galletas que Nico tenía. Se sentía mejor físicamente, sin embargo, lo sucedido ayer noche, aún le molestaba.
No habían hablado sobre eso, y de todas formas, no presionaría a Nico para hacerlo. A parte, ésta última, había insistido para que la menor se quedase un día más, teniendo muchas más oportunidades para hablar. Sin embargo, a pesar que eso les pesaba a ambas, difícilmente lo hablarían. Maki sentía angustia al saber que su amiga era capaz de estar con alguien de la calaña de Kei. Por otro lado, Nico se apenaba de lo que había hecho, puesto que quizás (y deseando que no fuera así), a la menor le gustaba el tipo, y por esa razón la menor estaba tan decaída.
Vieron un poco de televisión, pero a Maki le aburrió enormemente, teniendo que buscar otra cosa para hacer. Con algo de ingenió, se las arreglaron para hacer un juego **: sacando dos cartas de la baraja, al sumarlas, debían ser inferiores a las de tus contrincantes para ganar, teniendo la posibilidad de cambiar una carta de tu mano por una del maso. En sí, sabían que era el juego más simple que habían podido inventar, pero la desgana de un día sábado después de una fiesta provocó que se satisficieran con eso.
-Uno… Dos… ¡Tres! –Indicó Nico mostrando su par de cuatros- ¡Ha, gané!
Maki suspiró –Creo que es el único juego en el que no me sirve sacar un par de sietes
-Esté es nuestro juego, así que tu suerte en el póker no te servirá –Sonrió Nico
-Espera… ¿Quién dijo que yo tenía suerte en el póker?
-Con esa cara de enojada, nunca se sabe nada, así que supongo que es difícil ganarte –Explicó la mayor
-Eso no es un cumplido, Nico-chan –Dijo Maki levantando una ceja
-Lo sé –Rio- Y ahora que te gané, debes hacer algo que yo quiera
-Nunca acordamos eso –Manifestó la pelirroja
-Vamos, ¡será divertido!
Frunciendo el ceño la menor asintió… al fin y al cabo, ¿Qué podría ser lo peor que podría pasar?
-Bien, entonces tienes que cocinarme algo – Demandó
-¿¡Ahh!? Pero yo no sé cocinar nada –Apeló
-No hay nada que hacer. La gran Nico-sama te ayudará
-Pero…
-No te quejes Maki-chan –Dijo Nico tomándola de los hombros- Mejor piensa en que me pedirás cuando ganes…
Con un leve rubor dio vuelta su rostro- Te conviene ganar la próxima vez
-No te preocupes, lo haré –Con voz traviesa afirmó
Con algo de miedo Maki se dirigió a la cocina. Tomó unos recipientes y empezó a trabajar con la ayuda de Nico. Era cerca de las cuatro de la tarde, así que cocinarían una pizza, para comer mientras jugaran.
Con precisión Maki medió todo lo que le pidió Nico, pero con nerviosismo los añadía a la preparación. En poco, la base quedó lista, y después de que Maki casi se cortara unas tres veces, los ingredientes que irían sobre ella ya estaban trozados.
Con una montonera de queso y tomate encima de la masa, fue llevada al horno. Y colocando un temporizador de veinte minutos volvieron al living, donde habían estado jugando.
-Ah… terminaste haciendo todo tú –Suspiró Maki
-Claro que no –Sonrió Nico- Solo te dije lo que debías hacer
-Y gracias a ti hice algo
-Hice lo mismo que un recetario
-Pero tú no eres un recetario. Incluso, creo que un recetario no me llama la atención
-Entonces yo sí te llamo la atención… -Dijo Nico traviesamente
-N-No dije eso –Trató de negar la menor, pero su sonrojo la delataba
La mayor rio gustosa y empezó a revolver las cartas- ¿Juguemos?
Hicieron otra partida en la que ganó Maki, quedando la penitencia en el aire mientras ella iba al baño. Al salir del baño, la menor fue asustada por Nico, quien recibió uno de los 'kyaa' tan poco comunes de la pelirroja, seguido por una persecución por el departamento que terminó con las dos peleando en la cama como niñas pequeñas.
-Idiota, casi me matas del susto –Reclamaba Maki encima de Nico mientras forcejeaban
-Pero tu cara valió la pena –Reía Nico gustosa tratando de mantener las manos de Maki en las suyas
-Idiota –Dijo Maki poniendo todo su peso en sus manos y empujando hacia la cama
Un silencio se esparció denso por la habitación. Ambas tenían las manos entrelazadas, y ya no forcejeaban. Las manos de Nico descansaban sobre el colchón, mientras las de Maki se sujetaban firmes a las de ella. Su rostro a centímetros denotaba su respiración algo aceleradas de ambas. El aliento cálido que resbalaba por sus mejillas se acoplaba con su cuerpo, añadiéndole más y más temperatura.
Y en el único momento en que Maki logró recuperar la cordura, algo la devolvió al éxtasis más rápido de lo que se demoró ella en luchar para salir de él. El olor más embriagante que amo al primer momento que lo sintió, volvía a su nariz. Entraba denso y suave bajando hasta sus pulmones, tomando un respiro en su corazón, y saliendo deseoso por su boca. Sin añadiduras, una pura esencia que la tranquilizaban e incitaba.
Sin darse cuenta, su cara se fue acercando a la de Nico. Ésta, sí se dio cuenta de la aproximación, pero al contrario de molestarse, ese gestó la incitó a colocar sus manos tras la cabeza de la chica enfrente para apresurar el contacto (y lo habría hecho si es que Maki no la hubiera tenido afirmada). Era la primera vez que estaba tan deseosa por un beso; era la primera vez que sentía cosquillas dentro de su estómago; era la primera vez que se sentía nerviosa por lo que pudiera pasar; era la primera vez que se sentía insegura de la calidad de sus besos; pero sobre todo, era la primera vez que veía a Maki deseable, sensual, excitante, bella, perfecta…; era la primera vez que ese sentimiento insondado por ella aparecía.
Y como si el destino les hiciera el camino la alarma empezó a sonar como tema de fondo. El primer pulso, se acompaso a sus latidos y respiraciones, dando paso a la letra.
"Secrets I have held in my heart
Are harder to hide than I thought
Maybe I just wanna be yours
I wanna be yours
I wanna be yours"
La letra encajaba de una manera extraña. En sus inconscientes iban aceptando esas letras, que de un momento a otro se convirtieron casi en las palabras que querían expresar.
Arctic Monkeys se convertiría más tarde en el único grupo en común que poseían, y como tal, compartían ciertas canciones favoritas. En particular, esta canción era la favorita de Maki (quien la había puesto de alarma). Para ella, el ritmo tranquilo y lo fácil que le era cantar 'I wanna be yours' una y otra vez, habían hecho de ésta su favorita. Y ahora… había agarrado hasta un significado…
La copla había terminado en un descenso, hasta quedar en un silenció, que las logró sacar de su insomnio.
-¡La pizza! –Gritaron las dos al unisón saltando de la cama y terminado en la cocina, donde apagaron el horno con una pizza algo dorada en su interior.
-Al menos no se quemó –Suspiró Nico
-Es un alivio –Acompañó el suspiro Maki
-¿Qué te parece si jugamos una última partida mientras esperamos a que la pizza se enfríe un poco? –Propuso Nico
-Recuerda que me debes una penitencia –Dijo Maki cruzándose de brazos
-Te ganaré y no te deberé nada –Dijo confiada la pelinegra
-O me deberás dos cosas –Sonrió aún más confiada la pelirroja
Ambas jugaron rápido, ganando otra vez Maki. Sin embargo, distrayéndola con ver una película antes de hacerla hacer algo, Nico se liberó.
Vieron una película, mientras comían la pizza y se cubrían con una manta en el sillón. Nico terminó llorando, y Maki preguntándose si el amor era tan trágico como lo hacían ver en la película.
Ya eran cerca de las nueves cuando empezaron a ordenar y limpiar la sala de estar. No se demoraron mucho, al fin y al cabo, solo había que ordenar la manta, estirar la cama, guardar las cartas y barrer las posibles migas de la pizza que pudieran haber caído. Lo más trabajoso, era lavar la loza, y de hecho, más de diez cosas no eran.
Maki, sin querer aburrirse sola en alguna habitación, prefirió acompañar a Nico, y charlar con ella. Y gracias a eso, recordó el juego de hace un rato.
-Nico-chan, me debes – Dijo Maki
-¿Ah? ¿De qué hablas? –Trataba de ignorar Nico
-Me debes dos penitencias –Sonrió burlona
-A-Ah… eso –Dijo tragando saliva
-Mi primera petición, es ir a una fiesta –Decía con la misma sonrisa
-¿Tú? ¿Queriendo ir a una fiesta? –Preguntó totalmente insegura
-Va a ser divertido, tengo planes
-B-bien, entonces vamos
(…) (…)
Nico se cambió, maquilló y perfumó para ir. Mientras Maki la veía impaciente. Luego, en el automóvil de la menor llegaron al departamento de ésta. Entraron, y mientras Nico miraba de arriba abajo el lujoso lugar, Maki se cambió y salió.
Pidieron un taxi, y llevaron lo suficiente para tomar otro de vuelta y pedir unos cuantos tragos en el lugar.
La disco era muy grande, tres sectores con música de diferentes estilos, otro para los vip, y otro para los que escuchaban lo que fuera. Las chicas se quedaron en el lugar donde las canciones electro y electro-house predominaban.
La gente bailaba y saltaba al ritmo de la música, mientras parejas diversas y extravagantes hacían de las suyas entre la multitud. De vez en cuando, una que otra frase era exclamada con furor de sus bocas, convirtiéndolo en algo bastante divertido.
Maki se fue de inmediato por los tragos fuertes, mientras Nico solo eligió la cerveza. Ambas se sentaron en la barra mientras entraban en calor, pero sin percatarse, una chica se acercó deseosa a la mayor.
-Hola –Sobreponiéndose a la música saludó una joven colorina- ¿Estás sola?
Maki quien estaba prestando atención de manera exorbitante, dirigió una mirada de odio a la chica, pidiéndole al cielo que la incomodara y se alejara, pero para esa chica, Maki no existía.
-No, estoy con ella –Dijo Nico apuntando a Maki, y tratando de no hacer estupideces como la noche anterior
-¿Es tú novia? –Preguntó indecorosa la desconocida
-Eh… e-etto… -Trató de dar alguna repuesta coherente Nico
-Sí, lo soy –Atacó Maki, rodeando la cintura de la pelinegra con una de sus manos
-No lo parecen mucho… -Dijo desconfiada la chica- Pero… para que sepan, aunque está disco se considera friendly***, todos y todas, viene a buscar presas, así que cuídala bonita
-Lo haré, no te preocupes –Sonrió Maki presionando a Nico más cerca de sí
La chica se alejó, y la rabia de Maki se fue apagando.
-¿Ves? Eso te pasa por arreglarte mucho –La regaño Maki
-Claro que no, eso también te podría haber pasado a ti –Cuestionó Nico
-Por supuesto que no… -Levantando una ceja implícitamente dijo '¿En serio lo crees?'- Bueno, como sea, necesito un cigarro
-Te acompaño- La siguió Nico.
En el único sector en el que se podía fumar, les fue más fácil hablar. La música llegaba intensa, pero no la sentías como lo haces al tener un amplificador a diez pasos de ti.
-¿Por qué no me dejaste ir con ella? –Dio a conocer su duda Nico
-¿Querías? –Le contestó secamente- Sí era así, solo tendrías que haberme dicho
Un silencio cruzo entre ellas, y las hizo detenerse unos segundos a pensar.
-¿Qué planes tienes para venir acá? –Volvía a iniciar la conversación la mayor
-"Quiero ver si puedo ser yo quien te acorralaré contra una pared"-Pensó, sin embargo solo contestó- ¿Quieres ver? –Sonriendo seductoramente Maki
-A-A que te refieres –Tartamudeo Nico
-Pues…
Con un acercamiento peligroso, Maki se colocó a solo unos cinco centímetros de su cara, y dijo
-Vamos a disfrutar, y pasar mucho más tiempo juntas –Sonrió
-Te gustó pasar tiempo con la gran Nico, ¿Eh? –Dijo la pelinegra, tratando de tomar la sonrisa y la forma de hablar de Maki, como solo un intento de molestarla
-Puede ser… -Nuevamente esa sonrisa aparecía, y dejando la interrogativa aún algo en el aire, se devolvió al bar
Nico, por su parte, todavía ensimismada por el comportamiento de su kuhai, la siguió y pidiendo lo mismo que ella, se sentaron a solo observar.
Con gozo, la mayor miraba las expresiones de la pelirroja, puesto que al parecer, su trago estaba muy fuerte. Con dolor tragaba, haciendo evidente el desagrado en su rostro, y viéndose tentadoramente tierna para los ojos de la pelinegra.
-Hola, ¿estás sola? –Sonreía de lado una rubia, dirigiéndose a Maki
-No, no lo estoy –Devolvía la sonrisa, pero mucho más desapacible
-¿Y no quieres pasar un buen rato? –Insistía la chica
Maki, quien a decir verdad era antipática por naturaleza y sabía cómo alejar a las personas, fue interrumpida por quien menos esperaba ser defendida alguna vez.
-Creo que ya te rechazaron, piérdete –Decía con ese tono pesado Nico
-Hey, pequeña, cálmate –Pedía la chica- Si te nos quieres unir, no hay problema
-Perdona, pero contigo no iría a ninguna parte –Decía ácidamente Maki
-Entonces, ven tú –Tomando a la pelinegra de la muñeca, la jaló hacia sí, pero en menos de lo que se demoró en acercarla, los brazos de Maki ya rodeaban al cuerpo de Nico.
-Y ella es mía –Sonrió con malicia, enojo, y casi gritándole 'apártate antes que te rompa la cara'
La chica se alejó, mientras, los brazos de Maki aún rodeaban a Nico con mucha más fuerza. Algo de sorpresa se apodero de la menor, cuando aflojo el agarré para apartarse, siéndole negada la petición por los brazos ajenos, quien eran los que ahora apretaban el enlace entre ellas. No quería seguir así por mucho, puesto que sentimientos inexplicables aparecieron de repente en su estómago y acelerón sus latidos. Pero, la ternura que le provocó fue suficiente para olvidar que las neuronas existiesen, y que ellas son las encargadas de generar sinapsis, lo cual provoca que algún pensamiento lógico logré ser procesado, y que era fundamental en ese momento.
Con calma susurró al oído de la pelinegra- ¿Por qué no me dejaste ir con ellas?
Nico no respondió, pero la tensión en su cuerpo fue suficiente respuesta para Maki, quien mantuvo gustosa el contacto.
Después de un rato, cuando ya captaron que habían estado por mucho tiempo así, ambas se separaron con nerviosismo. No tenían mucho que decir, explicar, o aclarar, puesto que nada de eso habían podido hacer con el manojo de ideas de su cabeza, que con desesperación trataba de dilucidar sentimientos cada vez más obvios.
-"Lo sabía… Pero… ¿ahora qué?" –Pensaba Maki
-"¿Por qué tuvo que ser ella?" –Se cuestionaba Nico
-"La haré ir a mi ritmo"- Afirmó Maki en su cabeza. Ya sabía lo que haría
-"¿Estará bien si yo…" –Quería cuestionarse Nico, pero fue interrumpida
-Nico-chan, tengo alcohol en mi casa, ¿quieres que sigamos allí? –Preguntó Maki
Nico, agradeciendo la poca luminosidad, se sonrojó mientras asentía. La verdad, ésta estaba a punto de someterse a lo que fuera, sin embargo, aún no quería hacerse falsas ilusiones. ¿Qué pasaría si Maki solo se había aburrido de dicha fiesta? Nada apuntaba a que quisiese estar sola con ella... Pero…Esa ínfima oportunidad era suficiente…
-Vamos –Sonrió Maki, algo la había hecho feliz de la nada
(…) (…)
En el taxi no hablaron. Más bien, un cuestionamiento se vio presente por esos quince minutos de viaje… ¿Cuándo?
Para Maki fue fácil. Había sido hace un par de años. Nico era completamente su opuesta, y eso le había atraído. Para ella, era su yang. Toda la energía, su forma de presentar sus sentimientos, sus expresiones, sueños, ambiciones, todo, era lo que la hacía especial, única y adorable. Admitió que muchas veces deseó poder decirle lo bien que se veía con algún atuendo, o felicitarla cuando su voz alcanzaba la nota exacta para la canción, como ella lo hacía de vez en cuando.
Para Nico era más difícil precisar un cuándo. Era verdad que siempre la había considerado atractiva, y a pesar que estuvo con muchas mujeres antes (sin contar a los chicos), nunca se imaginó siquiera caer enamorada alguna vez. Mil veces menos haberse enamorado de la chica con la que menos hablaba y más peleaba.
Al llegar al lujoso departamento de la menor, las dos se sacaron todo lo que pudieron. Maki quedo en su larga polera, de un modelo similar al que usan los jugadores de hockey, y que había usado para ir a la disco. Nico, terminó en su ramera de pabilos y las calzas ajustadas, que la hacían ver muy moldeada.
Maki, llevando dos vasos al salón, se los pasó a Nico para que sirviera el vodka que estaba en la mesa, en tanto ella, colocaba música de fondo.
(…) (…)
En un momento de la noche, por allí cerca de las tres, perdieron la cuenta de cuantos vasos llevaban, no obstante, se sentían cómodas y en confianza. Ambas estaban mareadas, y ya no les importaba nada. Ninguna, incluso después de mucho tiempo, ha logrado recordar quien inició el beso. Ese dichoso beso que nunca pensaron necesitar tanto en su vida, un beso de alguien que nunca habían creído necesitar, pero que en ese momento era su todo.
Sin embargo, se encontraban ahí, en una cama aún más amplia que la de Nico y más cálida que cualquier otra, puesto que aquí, estaba la chica más sensual a su mirada. Y con la pasión que infundía el momento, desearon ser de la otra tantas veces como ésta estimara conveniente.
Los besos ya no eran suficiente, y sus cuerpos completos pedían liberar algo de calor. Con cariños y roces la ropa quedó fuera, en tanto ese mismo calor provocaba un jadeo en busca de aire que ya les empezaba a faltar.
Como una llama sentían subir el éxtasis. Y los roces, empezaron a ser impetuosos. De apoco, se sentían más indómitas. 'Ya no hay vuelta atrás' coreaban sus fogosas manos mientras pasaban por el cuerpo de la otra.
Sabían que era un error. Sabían que desde ahora todo cambiaría. Pero no sabían que las dos se tocaban, besaban, acariciaban y abrazaban por el amor que emanaba por primera vez de su carne, y no por libídines.
Con ternura, miedo, y deseo, Nico aceptó a Maki y todo de ella. Dejándose llevar por sus dedos que subían y bajan con la misma intensidad que ella movía su delicado cuerpo y jadeaba a compás de su palpitar. Luego, Maki se dejó querer sin escrúpulos por Nico. Permitiendo que sus labios recorrieran cada parte de su cuerpo que se excitaba a cada beso, a cada caricia viscosa y húmeda de su lengua, a cada 'Maki-chan' proveniente de su boca, que contestaba con 'Nico-chan' igual de jadeante, resumiendo el deseo y la necesidad creciente por la otra.
La lujuria las envolvió una y otra vez, dejándose querer por la chica que tenían en frente las veces que fuera necesarias para amortiguar cada pena, cada alegría y cada impúdico que tuvieran.
La noche ya terminaba, y daba paso al amanecer. Pero ellas seguían siendo de la otra. No se percataban del exterior, puesto que para ellas todo lo demás era sin sentido, todo lo demás sobraba, todo lo demás no era nada.
Y ya vencidas por el cansancio y el placer, se entregaron al sueño, con un nuevo logro adquirido… No era la primera vez que tenían sexo, pero sí la primera vez en la que hacían el amor.
(…) (…)
Cerca de las dos de la tarde abrieron sus ojos, encontrándose cara a cara. Sus corazones latían con fuerza, y sus manos, aún apoyadas sobre el cuerpo de la otra se mantenían quietas y rogaban no ser retiradas del cuerpo de su pareja.
Se sentían nerviosas. No podían hablar, o siquiera moverse. Sabían el estado en el que se encontraban bajo las sabanas, y no querían molestar a la otra bajo ningún motivo. Sin embargo, debían hablar, y lo sabían, así que tomando valor lo intentaron
-Nico-chan… -La nombrada posó sus ojos sobre los de la pelirroja, y su corazón dio un vuelco al ver tanto cariño en ellos, que dicha tsundere difícilmente demostraba- Recuerda que aún me debes algo
-¿Eh? –Se sorprendió la mayor ante el extraño tema
-Ayer gané dos veces –Explicó- Ahora quiero mi última petición
Nico, quien no sabía que rayos le estaba pasando a Maki, solo asintió.
-Cierra los ojos –pidió Maki
Y como si fuera la primera vez que lo hacían, se besaron torpe y lentamente. Sintiendo y disfrutando del contacto tanto como la otra se lo permitía.
-Nico-chan… -Soltó Maki entre los labios de la otra
-Maki-chan… yo… –Se separó la mayor- No podemos
-¿De qué hablas? Pudimos, hace solo un par de horas ¿Por qué no ahora? –Manifestó con algo de enojo Maki
-No puedo. Solo estaremos haciéndonos daño –Con sus ojos algo húmedos le dijo
-Yo nunca te haría daño –Colocándose arriba de ella
-Lo estás haciendo ahora –Soltó Nico, mientras volteaba su rostro
De apoco el pecho de Maki se contraía, nadie le había dicho que Nico sintiera lo mismo, sin embargo, la decepción igual se hizo presente, y con honestidad dijo- Nico-chan… yo… no te quiero perder…
La humedad de los ojos de la mayor se deslizó por sus blancas mejillas, algo de alegría la invadió, pero no podía, sabía que ella era la incorrecta. Siempre había sido la mala de la película, haciéndoles daño a chicos y a chicas a su antojo. No se merecía tal dicha de hacer suya nuevamente a la persona de la que se había enamorado. No solo por el hecho de que luego de eso no pudiera estar sin ella, sino que, también estaba el daño que posiblemente le haría a Maki saber con qué clase de persona estaba tratando de intimar
-Basta Maki, detente –Paró Nico, al sentir como la menor limpiaba sus lágrimas y acariciaba con ternura su rostro.
-¿Por qué? –Preguntaba sin detenerse
-No debes –Seguía llorando
-Si no quieres, detenme –Declaró Maki besándola
Claramente, el contacto las electrifico a ambas. Ese cálido beso se hacía cada vez más intenso y afectuoso. Y poco a poco Nico iba perdiendo su razonamiento.
-Maki-chan, he hecho cosas malas en el pasado, no quiero que seas solo una más –Dijo separándola un poco
-Y no lo seré –La pelirroja de nueva cuenta la besó, disfrutando la intensidad que estaba tomando
-Pero, he cometido errores –Volvía a romper el contacto Nico- Ya no quiero seguir así
-¿Yo soy un error? –Preguntó Maki esperando una respuesta
Nico, negó, y volvió a ser besada.
-Maki-chan, solo terminaras sufriendo conmigo –Por última vez trató con desespero de detenerla
La pianista se levantó, ya sin importarle su desnudes, y sentándose en la cama le dio la espalda.
-Nico-chan, sé que suena idiota, pero me enamore perdidamente de ti. No me importa tú pasado, ahora, quiero estar en tu presente y que me consideres para tu futuro –Con suma honestidad, Maki liberó sus sentimientos, sin embargo, sus ilusiones se iban apagando más y más- Pero… si no, es un sentimiento mutuo me iré…
Un silenció perpetuo colmó la habitación, dejando a Maki escuchar solo sus pensamientos- "Contaré hasta diez, si no dice nada me marcharé…"
-"Uno, dos, tres…" –Contaba lentamente, solo porque deseaba escuchar algo y quedarse
-"…cuatro, cinco, seis…" –No había movimiento, ni menos ruido en el lugar
-"…siete…ocho…nueve" –Entre número y número lograba percibir otra parte de sus pensamientos repetir –"Por favor, por favor, por favor"
Respiró profundo, si no se iba ahora, no lo haría nunca. Sin embargo, la vida le devolvía una sonrisa y un abrazo. Puesto que, su amada, desde atrás, la había abrazado fuertemente, y con un susurro había dicho
-¿Eres capaz de soportar todo mis errores? –Sonando como una sutil suplica
-No, Nico-chan –Suspiró ella
-"Era de esperarse" –Pensó Nico, soltando el agarre y sentándose en la cama.
-…yo no soportaré nada… -Continuó mientras se volteaba a ver a la pelinegra- …ni menos tú…
Con tenues movimientos se colocó lo más cerca que pudo de la mayor, y con ternura la fue recostando sobre la cama- …Siempre se puede comenzar de nuevo… -La besó- Y yo estoy dispuesta a ser tú héroe las veces que quieras
-¿Por qué das tanto por mí? –Con dolor expresó Nico
-Porque tú eres la que me salvó de mis monótonos días –Con su típica ataraxia respondió- ¿Y sabes cómo me di cuenta?
Nico negó
-Fue cuando quise pasar cada día de mi vida despertándome y perdiéndome en tus ojos, comiendo la mejor y más dulce comida que jamás haya probado, y cuando quise que mis días fueran más sonrisas y juegos, que estudios y letras.
-Maki-chan… -Colocando una mano en su mejilla la atrajo hacia sí- Tenía miedo de enamorarme, y mírame ahora, estoy babosa por tenerte cerca a cada momento –Dijo Nico, haciendo reí a ambas
-Te amo Nico-chan –Murmuro Maki en el labio de la nombrada
-Yo también te amo Maki-chan –Dijo exhalando un fuerte peso que iba disminuyendo
(…) (…)
Llevan tres meses viviendo juntas. Ya no se pelean tanto como cuando eran más jóvenes, y las chicas de µ's se ríen al recordar las especulaciones que hacía Nozomi sobre esas dos, que terminaron ser totalmente ciertas.
Las dos comenzaron de nuevo. Nico terminó evitando las fiestas, y Maki de apoco dejó de fumar. Nico cocinaba todos los días para su novia, y Maki sonreía más seguido. Nico era solo de Maki, y Maki se encargaba de que quedara claro. Nico era feliz, y Maki era feliz.
(…) (…)
*Ems… no supe explicar eso XDD
**El juego es súper lol, pero es lo mejor que se me ocurrió a las 4.30 de la mañana
***Tengo entendido que son las discos donde van los gay y los heteros a compartir. Nada tan loco como un todos con todos XD
Nos vemos en otro One-shot!.
Yazawa Maki-san: Me encanta tu lado tierno y mamon que dices no tener XDDD! Y deja de coquetearme (Inserte aquí emoji del monito con la boca tapada)!