¡Hola! Me presento, no del todo, pero intentaré hacerlo x'D

Soy Haku, y apenas empiezo con ésto de los fanfics, ¿mi razón? Simple, he leído hasta no poder más, y a decir verdad, me dieron ganas de escribir mi propio fic :3

Empiezo mis bizarros Fanfics con el anime que me tiene traumada hasta ahora, K-ON! w , espero que el fanfic sea de su agrado, a decir verdad, no sé si se me dé bien ésto de escribir :P

Bueno, espero que sea de su agrado, ¡Disfruten la lectura!

La suave brisa del viento en el parque despeinaba sus cabellos con suavidad, si algo le gustaba, era sentarse a pensar en aquella banca solitaria, la cual era su única compañía al finalizar las clases.

Hacía tiempo que se le había hecho costumbre ir a ese lugar en específico a pensar, ¿en qué? Fácil, hacía meses atrás que una castaña extrovertida se había colado en sus pensamientos, de una manera no muy normal que se pueda decir, pero estaba cavando un agujero lo suficientemente profundo en su mente, como para que Mio pudiese intentar detenerlo a tiempo (a decir verdad, ni siquiera lo intentaba.)

Dió un corto suspiro, a veces se preguntaba el cómo pudo caer en la red de esa chica, ¿pero cómo no caer en ella? Desde el inicio del año escolar, Ritsu destacó por su increíble personalidad, su carisma, su actitud, su confianza, era tan extrovertida, Ritsu podría ser considerada la energía hecha persona.

Todo lo contrario de Mio; quien por su parte era tímida, callada, introvertida y muy asustadiza.

Mio volvió a suspirar mientras daba un sorbo a su bebida, la preparatoria no era para nada lo que ella pensó que sería, empezando por esas atracciones que, para ella, siempre habían sido una pérdida de tiempo y espacio. Quién se imaginaría que ella fuese la primera en sentirse atraída por alguien más, ¡justo el primer día de clases! Dios, ¿qué había hecho ella para merecer tal calvario?

No importaba, lo que importaba ahora, era distraerse, sabía que los exámenes se acercaban pronto, así que decidió dejar de lado el amor y centrarse en el estudio, ya vería qué hacer con su perdido corazón, una vez terminados los exámenes.

Se levantó de la banca, tomó su mochila y caminó hacia la salida de la preparatoria, era bueno saber que las preparatorias japonesas permitían la estancia de los alumnos, aún terminada la jornada.

—Menuda suerte la mía.. ¿enamorarme de Tainaka Ritsu? estupenda idea, Mio, estupenda idea.

Mio se daba golpes mentales mientras caminaba, y decidió tomar camino por el parque, así se distraería un poco sobre el tema. Caminó por el sendero de tierra mientras observaba a su alrededor, era tranquilizante en cierto modo escuchar a la brisa mover las hojas de los árboles.

De repente se detuvo, escuchó un sonido proveniente de un arbusto, que no se parecía nada a la tranquilizante brisa.

—...Q-Quién anda ahí?...

Mio tragó en seco, su timidéz no ayudó en nada. De los arbustos emergió un perro, que se veía bastante calmado. Mio suspiró de alivio.

—Supongo que mi mente me da malas jugadas, es sólo un perrito, tú no me harías daño, ¿verdad amiguito?

El perro se limitó a subir sus orejas y mantener su mirada fija en Mio, quien se había puesto en cuclillas para acariciarlo, cosa que al perro no le gustó, y comenzó a gruñir.

—Eh... t-tranquilo perrito, no voy a hacerte daño -y espero que tú no me hagas daño a mi-. Pensó Mio. Al parecer, al perro le importó poco ver el semblante de miedo que tenía Mio, y comenzó a gruñir más fuerte y ladrar.

—B-Bueno.. creo que será mejor que me vaya...

Mio intentó tomar su mochila, la cual fue mordida ferozmente por el perro, haciendo que Mio retrocediera temblando de miedo.

El perro avanzaba gruñendo hacia Mio, quien caminaba torpemente hacia atrás. De pronto, Mio vió cómo una vara golpeaba al perro justo en el hocico, haciéndolo huir despavorido.

—No sabía que tenía poderes mentales— Se dijo Mio, al ver la vara tirada en el piso.

—No los tienes.

Mio se paralizó, volteó lentamente y distinguió una figura no muy alta, con el cabello ligeramente alborotado y una sonrisa esbozada en su rostro.

Era justo a quien no se imaginaba ver.

—Ne, Mio-chan, me imaginaba que eras tímida, ¿pero temerle a un perrito? Vaya que me sorprendiste– Ritsu sonreía mientras recogía la olvidada -y ahora rota- mochila de Mio.

—Bueno, es normal temer cuando un perrito te amenaza con matarte a mordidas– Se defendió Mio, quien miraba cómo Ritsu se acercaba a ella para entregarle su mochila.

—Sólo es cuestión de asustarlos, después de todo, somos la especie "dominante" ¿no?– Ritsu hizo comillas con sus dedos en "dominante".

—Bueno... gracias por salvarme, Ritsu, ahora si me disculpas, tengo que ir a mi casa– Mio se colgó la mochila en la espalda y le sonrió a Ritsu, quien le devolvió la sonrisa.

—No fue nada, procura traer una vara siempre contigo– Bromeó Ritsu antes de despedirse de Mio usando un ademán con su mano, y desaparecer por el sendero.

Mio se quedó quieta por unos instantes, sonriendo en dirección a donde partió Ritsu, después se dirigió a su casa, aún sonriendo. De antemano sabía, que el día no pudo haber terminado mejor.

Y... ¿qué tal? xD

Entiéndanme, es el primer capítulo :c me es difícil adaptarme, después de todo, hasta ahora siempre fui lectora x'D

Bueh~ cualquier comentario, sugerencia y review es recibido con los brazos abiertos:3

¡Gracias! Haku fuera!