NADA DE ESTO ME PERTENECE, ES DE DISNEY, SOLO ME DIVIERTO ESCRIBIENDO.

¡Hola a todos!

Ok, primero que nada ya sé que tengo un mundo de historias sin actualizar pero antes de que me maten (con justa razón) mañana subiré dos capítulos a mis historias de ATLA y ya tengo casi listo uno de una historia de HTTYD ¡Paciencia por favor! les juro que trabajo duro en eso... enserio... no me he olvidado de ustedes, los amo 3

En segundo, vi esta película la primera semana de su estreno y pensé "Judy y Nick tienen chispa" más allá de la amistad, claro; luego recordé que son un zorro y una conejita y me dije a mí misma "No seas enferma, Nefertari por Dios ¡contrólate!" pero hace tres días vi un hermoso fanart en Facebook de la pareja, que aunque no insinuaba del todo una relación amorosa daba mucho lugar a muchas fantasías, y pensé "Bueno, no soy la única demente" así que entré a fanfiction y encontré muchísimas historias hermosas en inglés y español, leí varias y mientras me embelesaba con los fics comencé a escribir el mío, dejando salir todas esas emociones que contuve desde que la fui a ver al cine.

Y aquí lo tienen...

ADVERTENCIA.-Este es SOLO UN PROYECTO. No estoy segura de continuarlo. Dependerá mucho de lo que me digan, porque como estoy atareada con muchos fics atrasados y con mi estresante carrera si no les gusta pues simplemente no lo continuaré y escribiré sólo para mí, así que agradeceré muchos sus comentarios para saber si les gusta y si debo continuarla o no.

Aclarado todo, les dejo el que sería el capítulo 1 ¡disfruten mucho!


SOMEONE TO LEAN ON

By

Nefertari Queen


Capitulo 1

El caso Tigerwild.

Judy Hopss se levantú muy temprano esa mañana, con ánimos y enjundia para un nuevo día siendo oficial de policía. Se puso rápidamente un traje de ejercicio y salió a trotar por las calles, le gustaba empezar el día haciendo ejercicio. Mientras trotaba escuchando música, pensaba en cómo su vida había cambiado tanto con poco tiempo. Llevaba tres años viviendo en Zootopia y siendo una respetada oficial de policía ¡Había cumplido su sueño! Y por si fuera poco su mejor amigo era un zorro, si alguien le hubiera dicho eso hace años jamás lo habría creído.

Desde que Nick era policía los dos habían sido inseparables compañeros dentro y fuera de la estación, aunque eran diferentes y se molestaban muy seguido también confiaban mucho en el otro y se apreciaban por lo mismo. Tras años de amistad, Judy podía decir que confiaba completamente en su amigo zorro (aunque sus padres no se resignaron ante esa amistad durante años) y podía decir con completa sinceridad que Nick era una parte muy importante de su vida, quizá lo más importante después de su trabajo y su familia.

¿Y cómo no iba a serlo, si constantemente salían juntos? Ya que eran mejores amigos muy seguido iban al cine, a restaurantes o a tiendas para pasar el rato. Incluso Judy tenía una copia de la llave del apartamento de Nick, y un poco de ropa en el mismo porque solía visitarlo y alguna que otra ocasión se quedaba a dormir (y viceversa, Nick tenía llaves del apartamento de Judy). Sus compañeros policías los reconocían como un dúo inseparable, y a los dos les gustaba que fuera así. Por varios años estuvieron solos con sus desilusiones y sueños, hasta que encontraron en el otro la confianza y motivación que necesitaron.

Regresando a su apartamento, Judy pensó en Nick y recordó que pronto sería su cumpleaños, en dos semanas para ser precisos, e hizo una nota mental para comprarle algún regalo, Nick siempre le daba regalos muy hermosos cuando ella cumplía años y sentía la pujante necesidad de superarlo. Llegó a la puerta de su apartamento cansada pero feliz, afuera estaba un periódico en la entrada, lo levantó y leyó el encabezado.

"Andrew Liunferth emite nuevo discurso contra la Reforma Marital" con sólo leer eso el buen humor de Judy desapareció, arrojó el periódico a su escritorio sin leer el resto de la nota y se apuró a bañarse y ponerse el uniforme policiaco, intentando no pensar en el estúpido de Andrew en el proceso.

Zootopia era una ciudad que se enorgullecía por su lema donde proclamaba que se podía ser y hacer lo que uno quisiera, pero ese lema estaba lejos de ser real. Con los años las sociedades cambian, solo que esos cambios eran paulatinos y muchas veces lentos a comparación de lo rápido que transcurría la vida. Judy Hopps se dio cuenta de eso cuando rompió muchos tabús al convertirse en una eficiente y respetada policía siendo una pequeña coneja. Durante décadas el oficio policiaco había sido destinado únicamente a especies grandes y fuertes, menospreciando indirectamente a especies pequeñas. Judy no solo fue la primera especie pequeña en ser policía, sino que demostró con su trabajo lo eficiente que podía ser dando paso a una oleada de animales pequeños enlistándose en la academia policial.

Ese cambio fue relativamente rápido y eficiente, aunque muchos ciudadanos tenían sus reservas, la simpática y tierna Judy inspiraba confianza facilitando el cambio de mentalidad. Pero había muchos otros temas donde no pasaba lo mismo, que eran cuestionados por especialistas elevando las polémicas y creando sonoras discusiones. El caso más polémico del momento era una reforma en la Ley Marital y de Concubinato, con la cual se podrían casar animales de diferentes especies y del mismo género.

Estas parejas llevaban años exigiendo ser reconocidos, para desagrado de animales conservadores que veían estas relaciones como antinaturales. Tras décadas de presión, finalmente el congreso estaba sopesando la realidad de reconocerlos y modificar la ley, en una sesión que se estaba volviendo interminable. La ciudad estaba dividida entre quienes apoyaban y rechazaban la noción mientras día con día el congreso se reunía a debatir durante horas la vialidad de las reformas.

Judy atendía a todo ese caos político con genuina preocupación. Si todas las especies podían convivir juntas ¿Por qué no podían amarse si así lo deseaban? Llevaba ya tres años viviendo en Zootopia y muchos amigos suyos tenían parejas de otras especies, entendía que a primera vista era desconcertante pero eran parejas igual de amables y enamoradas que otras. Le preocupaba que los ciudadanos se mostraran homofóbicos y racistas como tres años atrás lo fueron con los depredadores, todo por prejuicios injustos que herían a muchos animales nobles.

Pero siendo realista con ella misma, no había mucho que podía hacer, excepto mantenerse al pendiente de la decisión del congreso, al menos no era un tema que la afectara personalmente. Mientras caminaba hacia su trabajo se puso los audífonos para escuchar la radio, que para variar transmitía opiniones de especialistas sobre la polémica reforma.

"¿Y cómo pueden estar juntos dos animales de especies diferentes? Es antinatural, simplemente no pueden llevarse bien ni comprenderse del todo, además ¿Dónde dejarías la cuestión de la reproducción? La reforma contempla que estas parejas degeneradas puedan adoptar crías ¿Te imaginas el enorme daño que harían estos padres dementes sobre bebés inocentes? ¡Debe haber límites y reglas, señores!" era otro de los discursos de Andrew Liunferth, uno de los activistas que más enérgicamente atacaba la reforma.

Judy puso sus ojos en blanco ante esos comentarios groseros y cambió la estación hasta que encontró una canción de Gazelle, la cual escuchó hasta llegar al cuartel de policía. Entró y saludó a quienes se encontró hasta llegar al salón donde le asignarían la misión del día, para su sorpresa Nick ya estaba sentado con las manos atrás de su cabeza.

—¿Y ese milagro de que hayas llegado a tiempo?—preguntó mientras se sentada a su lado, su compañero zorro solía llegar quince minutos tarde todas las mañanas.

—Madrugar de vez en cuando no hace daño—respondió con su típica actitud relajada—Además un retraso más y me descontaban un día de salario.

Judy rodó los ojos, lo único capaz de poner en cintura a Nick era el dinero. El jefe Bogo entró justo en ese momento refunfuñando, haciendo que todos los oficiales guardaran silencio ante el evidente mal humor del búfalo. Arrojó unos expedientes sobre su escritorio y respiró hondo, calmándose. Comenzó a asignar casos sencillos y zonas de patrullaje a todos los oficiales, quienes se fueron retirando hasta dejar a Nick y Judy completamente solos.

—Ustedes don ¡Vengan acá!—sonaba muy serio, el zorro y la conejita caminaron cautos hasta el escritorio "¿Nick habrá metido la pata otra vez?" pensaba Judy, recordando las bromas de su compañero que sacaban de quicio al jefe valiéndoles regaños de vez en cuando.

Bogo les dio el expediente que estaba en el escritorio, no era muy grande y cuando Judy lo agarró apenas pudo hojearlo cuando el jefe volvió a hablar con voz pesada y molesta.

—Este es un caso demasiado importante, el alcalde me matará sino se resuelve pronto—les dijo con claros tintes de amenaza—Espero en 48 horas tener buenos resultados, agoten todos los recursos que quieran ¡Pero quiero a ese maldito tigre tras las rejas! ¿Oyeron?

—¡Si señor!—respondieron al unísono, abriendo el legajo para ver de qué se trataba.

"Caso Tigerwild" leyó Judy en voz alta para que Nick le siguiera el ritmo. En la región de la Sabana se habían encontrado muertos en una residencia particular una tigresa joven y un jaguar también joven, con aparente alevosía y ventaja. Todo indicaba que la tigresa y el jaguar eran pareja y habían sido asesinados por el mismo hermano de la occisa.

—Esto está muy mal—dijo Judy—Con todo el revuelto que se está haciendo por la reforma, este caso puede ser muy polémico.

—No perdamos tiempo—Nick cerró el legajo y sacó las llaves de la patrulla—Tenemos que llegar rápido para atrapar al asesino.

Aunque Zootopia era una ciudad muy grande rara vez tenían casos muy graves como aquél, y como Judy y Nick eran muy buen equipo les asignaban siempre los casos más especiales, además de que eran muy queridos por la comunidad y respetados porque jamás habían dejado un caso sin resolver.

—¿Crees que sea un caso de homofobia?—preguntó Judy mientras Nick conducía hasta la dirección del caso.

—Es lo más seguro—Nick se notaba tenso, Judy sabía que ese tipo de casos relacionados con la intolerancia y el abuso siempre movían fibras sensibles en su compañero, aunque él hiciera de todo por no demostrarlo.

—Debemos ser cuidadosos, si se le da mucha propaganda al caso pueden manipularlo para perjudicar la reforma—era una nota perfecta para cualquier noticiera amarillista, que podía ser usado tanto para beneficiar como para perjudicar las posturas tan tensas sobre la dichosa reforma en la ley marital.

—Por eso el alcalde debe estar presionando tanto al jefe, no quiere que el asunto se salga de control—Nick conducía anormalmente rápido, evidentemente enfadado—En el expediente no hay información muy detallada, pero si fue el propio hermano…

—Es una tragedia, lo sé, pero no nos queda mucho por hacer más que atrapar al culpable.

Nick no respondió.

o-o

El caso fue agotador en todos los sentidos. El lugar estaba lleno de evidencias, los cuerpos fueron llevados a la morgue donde posteriormente serían estudiados por forenses, aunque era más que evidente que fueron asesinados, tenían marcas de garras y rasguños demasiado profundos. La casa le pertenecía a una cebra, que la rentaba a dos hermanos mellizos tigres de bengala de dieciocho años, Lori y Michael Tigerwild. Los vecinos confirmaron que los hermanos no se llevaban muy bien y que el jaguar los visitaba muy seguido, sobre todo cuando Michael no estaba.

Siguieron la línea de investigación identificando al jaguar, que resultó ser un joven de veinte años llamado Tobías Wilkes. Los hermanos tigres y el jaguar estudiaban todos juntos en la misma universidad, y presuntamente ahí se conocieron. Buscaron a los familiares y amigos y realizaron entrevistas interminables, todo apuntaba a que Tobías era amigo de Michael pero tenía una relación amorosa con Lori que intentaban mantener en secreto.

Una amiga de Lori lo confirmó, y también les dijo que mantenían la relación en secreto porque la familia Tigerwild era extremadamente homofóbica, firmes conservadores que rechazaban completamente el liberalismo marital, Lori temía que sus padres la alejaran de Tobías, con ayuda de Michael con quien nunca simpatizó a pesar de ser hermanos. Poco después de que recibieron esa declaración a Nick le llegó los resultados de la biopsia, las heridas fueron provocadas por garras de tigre que tenían el ADN de Michael Tigerwild.

Con toda la evidencia armaron el caso y se lo entregaron al jefe en 36 horas. Michael había encontrado a su hermana con su amante y en un arranque homofóbico los asesinó, escapando después. Para horror de Judy y Nick, Michael fue escondido por sus padres quienes lo defendieron, por los cargos de asesinato Michael fue arrestado, pero él y sus padres manifestaron no estar arrepentidos.

"Preferimos que Lori esté muerta antes que con ese repulsivo jaguar, si ella estuviera viva igualmente diría que mi hija ha muerto. Aunque lo que hizo es antinatural y grotesco, al menos con su muerte nos libró de la deshonra" declaró el padre, y aunque la policía hizo todo lo posible por impedirlo, la historia llegó a los medios, desatándose así el infierno.

o-o

—No lo puedo entender—dijo Judy, estaba sentada enfrente de Nick en un pequeño restaurante casi vacío, al terminar el extenuante caso los dos se fueron a cenar, necesitaban un descanso—¿Cómo puede un padre hablar así de su hija?

—Hay criaturas que no merecen tener familia—Nick estaba más tranquilo que su compañera, aunque el caso lo lleno de indignación e impotencia, al menos había cumplido con su trabajo y gracias a él y Hopps el asesino pasaría una larga temporada en prisión.

—No puedo comprenderlo, creo que jamás superaré esto. En mis tres años de policía nunca escuché palabras más desalmadas.

—Cálmate, Zanahorias, son cosas fuera de toda explicación racional.—al menos él trataba de convencerse de lo mismo.

Judy vio que Nick estaba más relajado que antes y sintió envidia, el zorro sabía cómo desprenderse emocionalmente de las situaciones, pero ella aún tardaba varios días en controlar sus sentimientos cuando resolvía casos drásticos o pesados.

—Lo peor es que ni pudimos evitar que la historia llegara a los medios ¡Ya me imagino las notas que escucharé mañana!

—Eso no es culpa nuestra, además, un caso tan fuerte no podía ser escondido tan fácilmente.

—El congreso había dicho que diría su veredicto en dos semanas, con el escándalo que se hará puede que se alargue más la deliberación.

—Puede que sí, pero eso no nos concierne. Somos policías, no políticos.

—Sí, pero estoy cansada de escuchar en donde sea el estúpido debate de siempre con las mismas estúpidas teorías racistas.

—Le das demasiada importancia a personas que no la tienen—Nick tomó de su refresco, obligándose a mantenerse relajado, estaba de acuerdo con Judy pero se negaba a estresarse por situaciones fuera de su control.

—Sí, puede que tengas razón, pero me resulta tedioso y desgastante.

—No escuches la radio y santo remedio ¿Por qué los conejos se complican tanto vida?

—Será que no somos tan escurridizos como los zorros—Judy sabía que cuando Nick hacía ese tipo de bromas era para cambiar el tema de conversación, y aunque seguía firme en su punto de vista estaba muy cansada como para alegar el resto de la noche.

—Ni tan astutos, ni tan inteligentes.

—Pero sí más rápidos.

—Oye, los zorros no pueden ser perfectos, no todos al menos, sabes que soy una excepción—la miró con esa sonrisa pícara bromista de siempre, lo cual calmó a Judy y le permitió relajarse al fin.

—Sigue soñando, zorro tonto—Judy palmeó su pata haciendo un gesto de condolencia, pero los dos se sonreían con mucha simpatía, duraron así en silencio viéndose a los ojos un buen rato, disfrutando de la compañía mutua.

Cuando terminaron la cena los dos se fueron a sus respectivas casas, no vivían muy lejos así que compartieron la mitad del camino hasta que Nick torció a la derecha rumbo a su propio apartamento. Judy lo vio alejarse, caminando despreocupado con las patas en los bolsos del pantalón, perdiéndose en la oscuridad, una enorme sonrisa iluminó su rostro sin que ella entendiera el porqué.

Llegó a su apartamento, que gracias a su nuevo salario y bonos era muy amplio (tenía una cocina, una sala y una recámara con un baño completo) tomó una larga ducha antes de meterse en la cama, pero no pudo dormirse pronto. Mirando al techo, con las orejas levantadas en señal de vigilia, Judy seguía recordando los detalles del caso y la indignación regresaba con violencia a su pequeño ser.

¿Por qué le daba tanto coraje? Era cierto que estaba en contra de la violencia y apoyaba completamente le equidad, pero últimamente consideraba que el debate sobre la reforma la estaba afectando más de lo que debería. La mayoría de los animales eran neutrales, no emitían juicios y parecían desentenderse de la situación. Sólo un grupo de tercos conservadores protestaban enérgicamente en contra, y las parejas de diferentes razas se defendían alegando sus muchos años de lucha para ser reconocidos. De alguna forma, ella que no era parte de ninguna de las dos facciones terminó por adentrarse en el debate político tanto como si fuera ella misma un animal con pareja de otra especie, cuando en realidad estaba soltera y muy lejos de enamorarse ¿Por qué este asunto la afectaba tanto?

Escuchó a su celular sonar anunciándole que tenía un mensaje nuevo, con los ojos entrecerrados por la luz del artefacto leyó el mensaje.

Deberías dormir.

Era de Nick, rio por lo bajo entre halagada y conmovida de que su mejor amigo la conociera lo suficiente como para saber que seguía despierta.

Sigo pensando en el caso. Escribió y pulsó el botón de enviar, no tardó ni un minuto en llegar la respuesta.

Duérmete Zanahorias, ya cumpliste con tu deber.

Técnicamente era cierto, pero ¿Cómo explicarle que se sentía ofendida, como si fuera ella a quien hubieran intentado matar, como si las palabras de ese desalmado padre fueran dirigidas a ella? ¿Siquiera eso tenía lógica?

Intentaré. Gracias Nick.

Cuando quieras. Buenas noches.

Le respondió con otro buenas noches, dejó su celular de lado y se acomodó para dormir. Seguía aún pensando en lo ridículo que era sentirse ofendida por algo que no la involucraba, pero su mente cansada tras horas larguísimas de un caso extenuante, terminó por rendirse y se quedó dormida poco después. La imagen de Nick, sonriéndole y diciéndole que se calmara fue su último recuerdo antes de caer en la inconsciencia.

o-o

"El caso Tigerwild ha causado una completa conmoción en toda la ciudad, siendo interpretado de forma diferente por las diversas facciones que debaten el tema de la reforma a la ley marital, que sigue siendo analizada por el congreso. Conservadores como Andrew Liunferth reiteran lo antinatural de éstas relaciones, y destaca cómo pueden destruir a la familia causando peleas y en casos extremos el asesinato, como ocurrió con Michael Tigerwild. Por otro lado, activistas como Mary Topperwerth declaran que reacciones como éstas son las antinaturales, y que se debe crear conciencia por la homofobia desenfrenada que impide el desarrollo de las libertades individuales de todos los animales. El representante del congreso declaró ésta mañana…"

El jefe Bogo apagó la televisión de la cafetería en el departamento de policías, para alivio de todos los presentes, nadie quería prestarle mucha atención a la situación. Judy dejó caer sus orejas, evidentemente desanimada, ya se esperaba las notas amarillistas pero todo se estaba poniendo peor a como lo había imaginado. Nick, quien comía con ella en la misma mesa, parecía no darle importancia al asunto, algo que la desconcertaba y en cierta forma le molestaba.

No tuvieron casos especiales ese día, así que fue muy tranquilo, llenando papeleos y evadiendo las televisiones y radios. Faltaban veinte minutos para su hora de salida y la pareja estaba terminando de llenar unos reportes, los dos sentados y en silencio en la oficina completamente solos, sin ni un alma cerca. El silencio le parecía insoportable a Judy, pero seguía algo molesta con Nick por su apatía así que mejor puso música en su celular. Todo iba bien hasta que un anuncio se coló en el reproductor avisando que el congreso postergó su ultimátum, el que sería revelado en seis semanas en lugar de dos.

Judy suspiró con enojo, guardando de golpe los archivos en los cajones con una enorme mueca en su pequeña nariz de coneja.

—Te vas a enfermar si sigues molestándote tanto, Zanahoria.

¡Lo que le faltaba! Los poco atinados e imprudentes comentarios del tonto zorro suertudo… pero ese día no estaba de humor.

—Sé que no te importa nadie que no seas tú mismo, pero al menos yo si me preocupo por esos animales que llevan años luchando por sus derechos.

—Wow—Nick dejó des expedientes de lado y encaró a la enfadada conejita—¿A qué viene toda esa amargura? Yo no soy culpable de nada.

—No, pero tu indiferencia me desespera. ¿Es que no puedes actuar como si algo te importara de vez en cuando?

—¡Momento! ¿Qué mi indiferencia te desespera? ¿Pues cómo quieres que esté? No es como si esa reforma me afectara, ni a ti tampoco ¿O es que tienes un novio nutria que me has estado escondiendo estos años?

—Pues no, pero…

—¡No hay peros! ¿Por qué deberíamos preocuparnos y estresarnos si esto no nos afecta?

—¡Quizá si nos afecta!

—¿En qué sentido?

—¡Afecta a bastantes animales todos los días y todo el tiempo!

—Pero no a nosotros ¿O sí?

—No a mí pero no sé tú.

—¿Yo? ¿Y porqué yo?

—Pues… porqué… porqué…..¡No deberías ser tan insensible!

—¿Quieres que sea sensible? Está bien, te diré lo que pienso; pienso que todos esos estúpidos conservadores no conocen el amor, porque si lo conocieran sabrían que cuando amas a alguien todo lo que debería separarte te une más, las diferencias aunque son desesperantes también se vuelven virtudes, cuando amas a alguien no importa que sea una insoportable criatura saltarina y enojona que se preocupa demasiado por todo lo que le rodea, aún así esperas verla todos los días y te diviertes cuando se enoja porque es cuando más adorable se ve aunque pretende verse amenazante, buscas protegerla y animarla y alejarla de todo lo que sea peligroso. Cuando amas a alguien no importa absolutamente nada más que ver al otro feliz, seguro ¿Qué diantres les importa que sean de diferentes especies, o del mismo género? Son personas amargadas que quieren amargar a los demás y lo están consiguiendo contigo. Y eso, Judy, me saca mucho de quicio.

Cuando terminó de hablar la expresión de Nick se volvió tensa, sin querer reveló muchos de sus sentimientos y temía haber metido la pata. Judy estaba impresionada, con las orejas en alto intentando procesar todo lo que su compañero y más cercano amigo le había dicho. Aunque con un tinte desesperado, aquello había parecido una declaración de amor. Nick comenzó a hiperventilar, consciente de que no había forma de retractarse que fuera válida y que seguramente nada volvería a ser igual entre él y Judy. Molesto consigo mismo, el zorro se quitó el gorro policial y se fue de la oficina con pasos muy apresurados, musitando un "hablaremos luego" que Judy no entendió.

La conejita estaba conmocionada ¿cómo podía explicarse a sí misma todas esas palabras? Al final, lo único con sentido que pudo pensar era que necesitaba explicaciones del propio Nick antes de sacar deducciones falsas. Agudizó su oído y escuchó a Nick que aún no salía del edificio, ella corrió para alcanzarlo bendiciendo que era más rápida que él.

—¡Nick, espera!—gritó, su compañero estaba llegando a la puerta y era evidente que la ignoraba.—¡Nick!

Él salió por la puerta y ella saltó saliendo pocos segundos después, apenas iba a interceptarlo cuando un montón de micrófonos los rodearon, unas estresantes luces apuntaron hacia la pareja y el mar de voces de periodistas los atontó. Estaban completamente rodeados por los medios, quienes ansiosos de noticias sobre el caso Tigerwild habían estado esperándolos hace varios minutos.

Sorprendidos y completamente rodeados, ni Judy ni Nick pudieron moverse ante semejante acoso, y menos aclarar lo que hace unos minutos había pasado entre ellos.


Buenooo... sean sinceros ¿Vale la pena que continúe con esto? ¿Es bueno? ¿Es pésimo? ¿No da para más? Comenten por favor para comenzar a pensar en un final xD

¡Muchísimas gracias por leer!

Espero que hayan disfrutado y sino pues tengo muchas historias en mi perfil que quizá les gusten.

chao!