Disclaimer: Assassination Classroom no me pertenece & tampoco la asombrosa portada que se ve~. Todo es sin fines de lucro(8).

Hey! Y whoa... Último día... En verdad llegó el último día o/ó... No sé si prepararme para estar de duelo o celebrarlo alocadamente (?).

»Aclaración&Advertencia: Conjunto de viñetas/OneShots sobre BL, sin conexión y variando por lo que toque en el día~. Como era de prever, algo de dulce OoC que... digamos que se acopla a la situación 7v7(8).

Y sin nada más con que retrasarlos... ¡A Leer!


#30;
Not a happy ending.


Salvo el promedio académico que, pese a los años, seguía siendo perfecto, nada estaba bien consigo, y ni siquiera tenía noción alguna de desde cuando esa sensación se había apoderado de él. Lo único de lo que estaba seguro era de que no podía despegar la vista de aquel culpable de orbes doradas que, sonriendo entre dientes, dejaba caer sobre la fina mesa de vidrio una bolsa, de apariencia incomprensiblemente barata a comparación del calzado Gucci que había presumido la noche anterior.

— ¿Esto qué significa, Akabane? —pudo preguntar una vez sus labios fueron liberados del típico beso que quería decir «hola» tras un largo día. Si Karma había querido que se extendiese por algún motivo poco conveniente, era su momento para explicar, detallar y rezar por su vida.

— ¿Tienes idea alguna de cuán difícil me fue encontrar esta cosa?

—Mi padre ya tiene la cena de hoy preparada, como de costumbre…

—A pesar de que insista con encargarme de eso una y otra vez —concordó al continuar hablando, ganándose una resentida mirada por culpa de su tono exasperantemente burlón—. Sé cuánto se pueden costear ustedes porque yo mismo sigo comprobándolo…

—Ya que sigues almorzando y/o cenando con nosotros, como si estuvieras en tu propia casa —le recordó Gakushū con sonrisa altanera—, aún cuando estás muy cercano a tener una…

— ¿Qué puedo decir? Prefiero mi propia comida, pero no rechazaré un buen filete como recompensa por tener que hacer de oso de felpa y de muñeca infla… —No terminó por el determinado codazo recibido—. Entendido, sigues sensible con el tema a pesar de que ya es historia vieja —comentó con una nueva sonrisa, divertido a pesar de frotarse el brazo afectado—; ¿pasó algo interesante en tu día, Asano-kun?

Pero el nombrado no dijo nada. Manteniendo la vista perdida en aquella bolsa, quería distraer sus pensamientos centrándolos en calcular cuánto desperdicio había condensado el pelirrojo ahí durante aquellos momentos. Sin embargo, al cabo de unos minutos —que le serían recriminados más adelante— terminó por notar por qué el estúpido, desgastado y estampado logo (que con costo se distinguía) se le hacía tan familiar.

Sin molestarse en disimularlo, corrigió la vaga postura que tenía sobre el sofá para ver más de cerca qué era lo que tenía aquella bolsa vieja, entrecerrando la mirada violácea.

—No pudiste…

— ¿No pude qué? —preguntó del modo más inocente que podía entonar, sabiendo perfectamente bien a qué se refería el rubio y por qué el inicio de su desconcierto.

¿Trajiste bentō a la casa?

Sí; Karma lo tenía donde lo quería, y empezaría a disfrutarlo.

—Al menos, eso me dijeron en la tienda donde lo compré —contestó de forma simple, sentándose a su par para recostarse cómodamente contra él.

—Pero no es uno común y corriente —precisó con más desconfianza, elevando y bajando la bolsa para comprobar su peso, ya que el recipiente no parecía ser una simple bandeja recubierta de plástico, como lo había sido lo que le compró hacía… unos dos o tres años—; además, es demasiado liviano para lo que parece ser y… ¿tiene algo flojo?

—Si no te convence, puedo pedir que me den otro a cambio —sugirió, amagando a ponerse de pie tras señalar con el pulgar donde debía de estar la puerta de entrada— y en una bolsa mejor para…

—No huyas —ordenó, tomándolo de la mano apenas la vista del pelirrojo volvía a situarse en la suya.

— ¿Por qué debería hacerlo? —Enarcando una ceja, rodó los ojos y resopló, todo por disimular o retrasar la sonrisa que quería dibujarse en su rostro—. No me has dado ningún motivo para querer esconderme detrás de algo o refugiarme en alguien más.

—Eso se debe a que mi hijo es bastante lento a la hora de asimilar ciertos aspectos de la vida, especialmente cuando son referente a lo amoroso —comentó casualmente Gakuhō al acercarse por la parte trasera del mueble, provocando que el respectivo muchacho enrojeciera luego del esperado respingo—. Para haber llegado a estas instancias, deberías saberlo casi tan bien como yo, Karma-kun.

—Ah, sí. —Sonriendo en complicidad con aquel castaño, el nombrado pasó a depositar y estrechar su mano sobre sus piernas—. Olvidé mencionarte que hace unas horas hablé con Asano-san por algunas… recomendaciones, Shū-kun

—Si ustedes dos se aliaron, ya puedo darme por muerto —dijo para sí mismo, encogiéndose levemente en el lugar cuando el frío empezó a remplazar— pero puedo contra eso... ¿Ésta vez cómo planean esclavizarme o humillarme delante de todos?

Sin embargo, en vez de toparse con un par de rostros ensombrecidos y con sonrisas igual de tétricas como alegres, la expresión de su padre y la de su novio era de sorpresa tan pura que, por un mísero instante, le causaron culpabilidad.

—Según parece, el tiempo empeoró considerablemente la capacidad de reacción de alguien —bromeó Karma, recibiendo un predecible empujón del otro—. ¿Qué? No estoy diciendo nada que no sea cierto…

A muestra de lo mucho que podía mantener su madurez, Gakushū apartó la vista conforme extendía la mano libre hacia la bolsa.

—No pudiste guardarla desde que te compré ese feo bentō —masculló, sin dejar en claro si es que pensaba en voz alta o se lo reclamaba al pelirrojo presente—, ¿cierto?

—Quedó olvidada en un rincón de mi cuarto —mintió con naturalidad y picardía, volviendo a esperar el momento en el que el Asano menor dejase a un lado su terquedad y revisara el contenido en cuestión— y era traer un bentō en ella o en algo más llamativo, como lo habría sido una bolsa de Hugo Boss.

—Por un momento pensé que dirías algo de Prada —empezó a desafiar con sorna, atento al mirar de Karma una vez olvidó por completo la presencia de su padre; no obstante, su voz quedó vagando en el ambiente cuando sus dedos terminaron por dar con un simple envase metalizado.

Viéndose obligado a bajar la vista para ver de qué se trataba, no supo cómo sentirse al notar que todo el escándalo se debía a un infantil bentōbako blanco con zanahorias estampadas y predeterminadamente situadas.

—Debes ver lo que hay dentro, Shū-kun —le recordó antes de que el rubio armara alguna escena por el patético intento de broma que le jugaban, apoyando ambas manos por detrás de sus hombros y volviendo a sonreír de forma juguetona al alentarle—. Sigues sacando conclusiones muy apresuradas.

— ¿Y la bala y la sortija dentro de un recipiente de comida no se consideran como algo apresurado?

—Lo primero era para recordarte cuán divertido era sacarte de tus casillas con todo el lío de la Clase E y al pulpo que teníamos escondido como profesor… Pero apresurado fue el que me hicieses usar una correa para exhibirme frente a todos durante tercero —rememoró, sagazmente arrogante—; en cambio, esto fue más predeterminado.

¿Tomando una bolsa vieja y poniendo un anillo (rodeando a una bala) dentro de un bentōbako que compraste en alguna juguetería que quedase de camino a aquí?

¡¿A-Acaso te parece que…?!

—Karma-kun, Gakushū-kun sólo trata de despistarte —volvió a intervenir el mayor, simpático y restándole importancia a la situación por prevenir la cercana pelea que estaban por tener—. Realmente aprecia todas las molestias que te has tomado con un malcriado como él durante todo este tiempo…

— ¡Pero me seguiré reusando a casarme con Akabane! —soltó al ponerse de pie, tan tenso como avergonzado por lo mismo, cuando el sonrojado debería ser otro.

— ¿"Seguiré"?

—Terminó rechazando una propuesta similar cuando pasó unos días en la Clase E… sólo que yo no le propuse nada y él terminó bastante ofendido hasta que, por supuesto, lo solucionamos escondidos detrás de la maquinaria de Ritsu —le contestó casualmente a su futuro suegro, con los brazos cruzados tras la nuca y la vista puesta en el tercero restante, al cual las mejillas se mantenían débilmente encendidas por más de que su mirada siguiese afilada—, aunque si todavía no me lanzó nada a la cara, supongo que podría tomarlo como un pequeño avance… o el indicio de un sí; ¿usted qué cree, Asano-san?

La respuesta se vio postergada cuando el rubio se puso de pie, dándole la espalda a ambos —sin dar explicación alguna— mientras comenzaba a distanciarse más y más hasta llegar al pasillo que conducía hasta la cocina, siempre con el rostro ensombrecido por el flequillo y arrastrando sus pasos.

A pesar de lo que pudiese parecer en un principio luego de tomar en cuenta el carácter moderadamente extremista que tenía el menor, Karma y Gakuhō se quedaron viendo, expectantes, hasta que el segundo se dignó a contestar finalmente:

—Que mi hijo no es el único que tarda en darse cuenta de las indirectas.

Para lo confundido que quedó el pelirrojo, lo único con lo que podía darse a entender resumidamente era indicarle cómo el recipiente del bentō estaba vacío y que, por ende… ¿Gakushū había aceptado esa —para nada— cutre sortija de compromiso?

Ignorando toda la pena que eso pudiese generarle, la sonrisa boba se instaló en su rostro del mismo modo que un leve rosa se apoderaba de sus mejillas. A pesar de ser consciente de lo infalible que aquel plan había pasado a ser tras una insignificante charla con el padre de su novio, la sensación de ese momento era de un orgullo demasiado diferente al del orgullo con el que solía vanagloriarse por fastidiarlo; gratificante, satisfecho, pleno… como un idiota enamorado que logró ser notado y, merecidamente, aceptado…

— ¿Qué puedo decir? Las costumbres se contagian —quiso excusarse, sonando calmado como nunca antes.

—Y algunas hay que celebrarlas —apuntó el castaño, apoyando una mano sobre su hombro y señalándole con la otra cómo el chico de ojos violetas apenas se acercaba, arrastrando los pasos y cargando con una botella del mejor shampain que pudo encontrar en todo el repertorio de Gakuhō.

Porque la única manera en la que sentía que podría ser sincero y decir algo tan simple como un «acepto» sólo podría ser estando ebrio; lo mismo se aplicaba para exigir conocer a sus padres cuando regresaran de viaje, ya que necesitaba una retribución así de justa.

—Karma cocinará y acompañaremos la comida con esto —determinó, todavía serio cuando les dedicaba una sonrisa completamente soberbia a ambos— ya que, después de todo, él será mi ama de casa.

Ni con cambiar esa mueca por una de genuina alegría y dulzura —en lo que cabían las expresiones de Gakushū— el ceño fruncido y los improperios del pelirrojo cedieron, cuestionándole a esos oídos sordos quién se creía como para darse tales derechos o ajustar su correa de ese modo.

¿Final feliz? Primero deberían terminar su historia para tratar de conciliar si había sido feliz o, únicamente, propia de ellos.


Hey de nuevo! ¿Alguien más se esperaba eso :'3? Yo... no, de hecho x'D ya que, por los últimos títulos, podía irse a algo más siniestro que... a fin de cuentas, quedaba más desubicado que esa propuesta :'D (?). Igualmente, espero que haya alcanzado las expectativas del momento final del conjunto, porque debía ser especial x3.
BTW~ The devils wears Prada, y no podía dejar pasar esa alusión~.

Y como soy pésima a la hora de finales... En serio, mil gracias a Mokona lover, Merce Edelstein, Cynthia y todos aquellos que, al menos, le dieron un vistazo anónimo y/o agregaron a favs/follows por lo mismo u/ú(L); no tengo más palabras que no sean sinónimos para ello :'3 porque... sigo sin creer que esto ya haya terminado 9/9; fue demasiado pronto (?).

¿Mañana~? No creo que haya nada nuevo ;3;... ¿La semana que viene~? Si la inspiración sigue de buen humor, podría haber algo... ya que a Karma le hicieron falta venganzas, bromas y, a más pares, lucirse de forma secundaria :'D... sin contar que el amor al Asakaru/Karushuu nunca será suficiente 7u7 (?).

Y sin ninguna tontería más que decir... ¡Ciao-Ciao nvn7! ¡& grazie siempre por leer :'3!

PD: Sammie, de nuevo gracias por darle un vistazo antes de sacarlo 'a luz' 7v7(8).

PD2: Ah! It's a wonderful cat life~... sólo debía dejarlo salir (?).