Los personajes no son de mi autoría. Derechos reservados a su autor, el señor Akira Amano.


Sonrisas (con garras)

I

El primer asomo

Hibari tiene ocho años la primera vez que ve al herbívoro pequeño, un espectáculo esponjoso y patético de mejillas regordetas y ojos llorosos, aferrándose a su columpio en medio de un grupo de otros herbívoros algo más grandes pero igual de comedores de pasto como él –aunque intenten parecer lo contrario.

Hibari es el único carnívoro alrededor, después de todo, por lo que se desliza en su dirección no para "rescatar" o "ayudar" al pequeño herbívoro sino porque están hacinando el mismo lugar y él odia el hacinamiento. Así que va a enseñarles una lección.

Al final no es necesario.

El diminuto, tímido coso es lo suficientemente rápido y decidido a proteger su lugar como para morder la mano del que lo intenta empujar y conectar un golpe sólido con su cabeza en la barbilla del agresor, quien chilla y llora como todo el herbívoro lamentable que es.

— Woa.

El resto de ellos huye como si el mismo diablo de Namimori los persiguiese, demasiado asustados con el desarrollo de lo que parecía una escena habitual.

Hibari se acerca hacia él, quién se encoge y "sniff" desde detrás de su columpio, pero es perfectamente capaz de ver el brillo salvaje en los grandes ojos marrones de gacela. Sonríe, porque es una imagen tan inofensiva y su mente recuerda uno de los animales que también lo es, que esconde su naturaleza predatoria bajo una capa de pelo suave y ternura.

— Soy Kyoya Hibari. ¿Cuál es tu nombre, pequeño animal?

Parpadeando, él inclina su cabeza y logra verse dos veces más esponjoso y suave, como un gatito, pero sus manos se aferran a la madera con fuerza. Obviamente, reconoce el peligro. Hibari aprueba— Tsuna…—murmura al fin, una vocecita baja que acompaña su aspecto— solo Tsuna.

Kyoya asiente, y se da la vuelta— Vamos, animalito—ordena, comenzando a caminar.

Y Tsuna duda, solo por un momento.

Kyoya escucha sus pasos suaves siguiéndolo y sonríe aún más.


Como depredador más grande, es su deber guiar a las crías carnívoro.

(Se siente bien tener a alguien de su misma especie también.)


Kyoya es un maestro duro pero Tsuna es un buen alumno que se esfuerza en no fallarle al único que cree en él.

(Él es feliz de haber obedecido la "voz" en su cabeza que le instó a seguir al niño extraño.)


(No tan en el fondo, ambos se alegran que ya no estén solos en ese mundo tan grande.)


Dime que te pareció ;)