Género: Romance / Angustia
Personajes Principales: Sasuke Uchiha, Hinata Hyūga.
Autor: Sasha545
Rank: M y seguramente haya bastante lemon
Cantidad de Capítulos:
¿?
DISCLAIMER: Los Personajes de Naruto y el mundo creado en él pertenecen a Masashi Kishimoto. Se utilizan sin ningún fin comercial.


Broken Innocence

Capitulo 1

La Apuesta

Por Sasha545


Venía notándolo todo el día. No, de hecho, lo había visto toda la semana.

―Y entonces fui y le di un golpe en su tonta cabeza pelirroja y le grité, "¡Maldición Gaara! ¡Vendrás conmigo te guste o no!" y él sólo suspiró y asintió. Entonces…

En cada oportunidad que se detenía a mirar sobre su hombro, de reojo hacia un costado o disimuladamente hacia adelante, la veía. No era difícil dejar de prestarle atención a los comentarios tediosos de Naruto sobre lo que hacía durante las tardes que no tenían que estudiar, y cuando su mente divagaba en cualquier cosa que no fuese la irritante voz del perdedor, sus ojos se encontraban con su patética figura.

―… Y yo pedí mizo ramen y lo obligué a sentarse conmigo. En un comienzo él no quería probarlo, pues lo miró con cara de pocos amigos, pero yo le metí a la fuerza un trozo de cerdo a la boca y no vas a creer que…

Mejillas sonrojadas, mirada nerviosa, labios fruncidos, cejas temblorosas. Escondida detrás de los casilleros, a la vuelta de los corredores, al lado de los árboles. Tez blanca, ojos nacarados, cabello largo, azulado, alisado perfectamente; hacía juego con su uniforme. A diferencia de las otras chicas de último año que utilizaban sólo la camiseta blanca con el escudo de la secundaria y la falda tan corta que dejaba muy poco para la imaginación, ella aún seguía vistiendo la tradicional blusa con el corbatín rojo y el blazer del mismo tono, falda plegada que llegaba justo a la altura de sus rodillas y calcetas que escondían el resto de su piel. Una presentación perfecta, al menos a los ojos de los profesores y quizás sus padres. No llamaba demasiado la atención a simple vista. A decir verdad, lucía un tanto ñoña; sólo le faltaban lentes de marco grueso para convertirse en el estereotipo de rantoncito de biblioteca.

―…pues si no podía comer en Ichiraku's, ¿Cómo esperaba poder comer en un lugar con más gente cuando vayamos a la universidad? Y entonces pareció entender lo que decía y tomó los palillos y comenzó a…

Su nombre era Hinata Hyuga, al menos sabía eso. Habían sido compañeros de clase por cuatro años ya (en total doce, si se contaba la escuela primaria). Era una más del salón a quien no solía prestarle demasiada atención, pues nada de lo que hacía parecía sobresalir. Casi nunca hablaba ni se juntaba demasiado con los otros, resumiendo su vida social a sentarse sola en el recreo a leer alguna cosa o quedarse en el salón para terminar algún trabajo o guía práctica. Durante los primeros tres años de secundaria solía verla en compañía de Neji Hyuga. Al parecer, estaba emparentado con ella. Quizás eran hermanos.

El único motivo por el cuál la recordaba era precisamente porque consideraba a Neji un rival en cuanto a las calificaciones que obtenía y cuando almorzaba en el patio delantero junto a Naruto, solía verlos sentados juntos bajo uno de los árboles de la entrada. Neji había compartido junto a él el primer lugar en el Cuadro de Honor por tres años, y era admirado por todos en la secundaria.

No obstante, cuando Neji Hyuga se gradúo hacía un año ya, la joven desapareció por completo de su radar. La verdad, se había olvidado un poco de ella.

―…¡Será genial! Ya estoy comenzando a planear cómo le pediré a Sakura-chan que sea mi cita para el baile de graduación. Oka-san dijo que seguramente me iba a rechazar, pero ¡Haré mi mejor esfuerzo para que esta vez sí acepte ser…!

Lo estaba comenzando a irritar. Era común que las jóvenes de la secundaria hicieran ese tipo de cosas. Le había pasado a Itachi durante sus cuatro años en ese lugar y ahora también a él. Se había sentido aliviado durante ese último mes pensando que ya no tendría que soportar más a sus acosadoras. Sólo faltaban dos semanas para que se graduaran y cada quien seguiría su camino en la vida.

Ya ni si quiera le molestaba recibir cartas de confesión, bentos con su comida favorita, invitaciones, dulces, muñecos de felpa y todas las otras cantidades de cosas que dejaban en su casillero (sólo tres días atrás habían dejado un muy insinuador brasier de seda negra que Naruto usó sobre la cabeza durante todo el periodo de almuerzo).

No obstante, era diferente cuando sus acosadoras lo seguían. Sentía que cruzaban un límite que sólo Naruto se había atrevido a cruzar.

Era extraño. En algunas ocasiones Sakura se había acercado a dicha línea también, pero nunca llegó a cruzarla; a diferencia del perdedor, sabía cuál era su lugar. No obstante, cuando alguien lo seguía todo el día, conociendo sus hábitos, sus gustos, sus temas de conversación, sentía como si estuviesen violando su intimidad y eso era algo preciado para él. Claro, siempre lo halagaba que una mujer atractiva lo siguiera y quisiera confesársele, pero esa chica llevaba cuatro días siguiéndolo sin dejarlo en paz.

―¿Sasuke, me estás escuchando? ―le preguntó de pronto Naruto.

―¿Me podrías repetir por qué tenemos que ir a ese baile? ―contestó él con desgano, metiendo las manos en el bolsillo mientras acomodaba su bolso en la espalda.

―¡Todos irán! ¡Será divertido! Además, es una tradición ―respondió el Uzumaki con su mejor sonrisa― Sin mencionar que será todo un desafío encontrar pareja ―suspiró completamente deprimido.

―No para mí porq… ―iba a decir que él no iría a ese ridículo baile, cuando Naruto lo interrumpió.

―¡Cierra la boca! ―le gritó apuntándolo con el dedo índice― Te crees gran cosa porque casi todas las mujeres de la secundaria se mueren por ir contigo al baile de graduación. Te demostraré que puedo conseguir una pareja más bonita, inteligente, agraciada y elegante que la tuya.

―¿Casi? ―Sasuke subió una ceja con lentitud. No era como si le importasen ese tipo de cosas, sin embargo, había algo que le llamó la atención en las palabras de Naruto. En la mente del rubio, había alguien dentro del alumnado femenino del colegio que no se moría por él y aquello lo llenó de curiosidad― ¿Quién, de acuerdo contigo, rechazaría mi invitación al baile?

Naruto pareció tragar saliva entonces y Sasuke percibió que estaba haciendo crujir hasta la última neurona de su cerebro. Estaba en una encrucijada y Sasuke lo sabía, lo cual le divirtió observar.

―Pues la hermana mayor de Gaara no iría contigo, pues Shikamaru la invitó y al parecer aceptó ―dijo Naruto cruzándose de brazos y asintiendo―, ni Anko sensei…

―No hablo de las graduadas ni las profesoras ―respondió Sasuke rodando los ojos― Dijiste casi. ¿Quién no querría? ―Naruto observó a Sasuke como si no tuviese idea de lo que estaba hablando― Te facilito la pregunta. De acuerdo contigo, ¿Quién dentro de toda la secundaria no querría salir conmigo?

Naruto pareció estar en problemas entonces. La sonrisa de Sasuke se amplió al notar que no lograba encontrar una respuesta a su interrogante y pese a las palabras que balbuceaba, no salía ningún nombre inteligible de su boca.

El Uzumaki comenzó a sudar mientras buscaba la respuesta y cada segundo que pasaba sin que le respondiera sólo hacía que Sasuke se sintiera un poco más divertido por toda aquella situación. De hecho, estuvo a punto de lanzarse a reír cuando de pronto los ojos de Naruto se posaron en alguien que pasaba caminando un tanto apurada delante de ellos, casi corriendo, dejando un agradable aroma a lilas que seguramente se desprendía de su cabello.

―Hinata ―dijo entonces Naruto con suavidad, su mirada fija en la esbelta figura de la joven que se encontraba con un hombre en la entrada de la secundaria, quien parecía ser el chofer de la limosina que la esperaba―. Hinata no iría contigo al baile. Mucho menos saldría con alguien como tú.

Sasuke se preguntó a sí mismo si Naruto hablaría en serio o no. La chica venía siguiéndolo por días ya para entregarle una carta, que seguramente contenía una confesión. No obstante, viéndose en una situación tan ventajosa, pensó que sacarle un par de billetes al rubio no le vendría nada mal, sobre todo ahora que estaban a punto de ir a comer algo.

―¿Estás seguro de ello? ―le preguntó disimulando seriedad.

―Claro. Hinata está completamente fuera de tu alcance―dijo Naruto asintiendo mientras cruzaba los brazos.

―¿Y qué te hace pensar eso? ―lo cuestionó Sasuke con curiosidad fingida.

―Pues, para empezar, su aterrador primo ―dijo Naruto con la misma voz que utilizaba cuando entraban a la caverna de terror en el parque de Diversiones Naka y veía fantasmas o cuando Iruka Sensei estaba por pasarles sus libretas de calificaciones―. Dicen que no deja que nadie si quiera la mire cuando salen juntos y que mandó a un tipo al hospital sólo por haberle silbado en la calle. Además, cuando ese tal Neji no está con ella, siempre la acompaña ese sujeto y al menos tres guardaespaldas ―Naruto apuntó al tipo que abría la puerta de la limosina para que Hinata pudiese subirse a ella―. No ha salido con nadie en los cuatro años que llevábamos en la secundaria. Una vez, mientras hablábamos de las chicas del salón durante el horario de almuerzo, Kiba dijo que Hinata nunca saldría en una cita a menos que fuese con el hombre del cual está enamorada ―Sasuke tuvo la tentación de preguntarle a Naruto quién era la persona de la cual Kiba se refería, pero no tuvo que hacerlo. Lo había acosado por una semana ya, persiguiéndolo con su carta de confesión. Además, él no se metía en los chismes del resto―. Mírala Sasuke, es la única chica en toda la secundaria a quien la viene a buscar una limosina.

―Si dices que está fuera de mi alcance porque su familia tiene dinero, te recuerdo que la mía también lo tiene ―sí, quizás no tanto como para que viniera alguien en una limosina a buscarlo, pero sí para poder comprarse un auto deportivo clásico que su padre le había regalado esa navidad.

―¡No me refiero a eso! ―Naruto parecía estar en conflicto consigo mismo.

―¿Entonces?

―Es distinta al resto Sasuke. No es como las demás chicas. Ella es gentil. Genuinamente gentil ―Sasuke miró un tanto extrañado a Naruto, pues hasta entonces no se había dado cuenta que tuviese una relación lo suficientemente cercana con ella como para saber eso―. A veces comparte el almuerzo conmigo cuando no traigo y me ayuda a terminar los ejercicios de matemáticas cuando se me olvida. Cuando estoy en problemas y no sé qué responder en una prueba, siempre acerca la suya un poco más a la derecha para que pueda ver las respuestas correctas. Incluso, un día cuando me caía jugando futbol porque el estúpido de Kiba me hizo una falta, Hinata me regaló un ungüento para que no me doliera la herida. Te lo digo Sasuke, ella es distinta a las demás personas.

―No sabía que ella era tu amiga ―dijo casualmente mientras salían por el portón de entrada del colegio.

―¡Claro! ¡Hinata es genial! ―dijo Naruto sonriendo.

―Pues si es que realmente lo es, estoy seguro de que iría al baile conmigo si la invitara ―dijo Sasuke, esperando que Naruto cayera en su trampa. Conocía demasiado bien a su mejor amigo.

―¡Claro que no! No le interesas ―se quejó Naruto.

―¿Qué tan seguro estás de eso?

―Segurísimo ―respondió tajantemente.

―¿Tanto como para darme 1000 ryos? ―y ahí estaba.

Naruto había ahorrado todos los años de secundaria trabajando medio turno en Ichiraku para comprarse una motocicleta ahora que se iban a ir a la universidad, y verlo quejarse de que no tendría suficiente para comprarla sería divertido. Al menos durante el verano.

―¿1000 ryos? ―preguntó nervioso, mirando en dirección a Hinata.

―Claro. Si acepta ir conmigo al baile quiero 1000 ryos ―le dijo Sasuke― ¿Qué sucede? ¿Tienes miedo a perder?

―¿Y si no acepta? ¿Qué gano yo? ―le preguntó Naruto un tanto nervioso.

―¿Qué te parece… 2000 ryos?

―¿Es en serio? ¿Me darás tanto dinero? ―le respondió sonriente.

―Sí.

―¡Acepto! ―gritó Naruto chocando puños con Sasuke.

―Observa ahora como un Uchiha gana una apuesta.

Sasuke caminó despreocupadamente hacia la limosina en donde Hinata se encontraba. Al parecer estaban esperando que el autobús escolar saliera del camino para poder marcharse. De forma casual y desinteresada tocó la ventana, la cual no demoró en abrirse.

―¿Uchiha-san? ―le preguntó Hinata confundida― ¿S-Sucede algo?

―Irás conmigo al baile de graduación. Te pasaré a buscar a las ocho a tu casa ―le informó sin espacio a dudas, no obstante la confusión en Hinata se hizo bastante presente y antes de que Sasuke pudiese marcharse a decirle a su amigo que había ganado la apuesta, la joven lo detuvo.

―Lo siento, eso no será posible ―le respondió impávida―. Pero le agradezco la invitación.

Y entonces la ventanilla se cerró y antes de que Sasuke pudiese decir alguna cosa, la limosina ya había comenzado su trayectoria.

¿Qué demonios había ocurrido? ¿De verdad acababa de invitar a una chica que se moría por él al baile y lo había rechazado? Eso era imposible.

―¿Y? ¿Dónde está mi dinero? ―le preguntó Naruto con la mayor de las sonrisas para después morirse de la risa.

¿Naruto riéndose de él? Era la peor humillación que había pasado en su vida. La primera vez que invitaba a una chica a algo como eso y lo rechazaban sin si quiera darle una explicación. Además, era ella quien lo había seguido toda la semana con su tonta carta de confesión, ¿Quién se creía que era esa estúpida Hinata Hyuga? ¿De verdad creía que se podía burlar de él así como así?

―El baile es la próxima semana. Haré que vaya conmigo hasta entonces ―dijo Sasuke caminando dejando a Naruto atrás, visiblemente molesto.

―¡Es inútil, Hinata no irá contigo! ―exclamó Naruto― Quiero mi dinero ahora.

―Subamos las apuestas entonces ―dijo molesto, deteniéndose en seco―. Te daré mi Jaguar deportivo del 61' si me rechaza, pero quiero tu motocicleta si llega conmigo a ese estúpido baile.

―¿Estás loco? Yo no creo que…

―¿Tanto temes perder frente a mí?

―No le temo a nada, menos a ti.

―¿Entonces? Acepta, perdedor.

―Muy bien, acepto.

Y entonces estrecharon manos. No iba a perder su auto ante Naruto, pero lo que más le importaba en ese momento era enseñarle a esa Hyuga una lección. No iba a jugar con él de esa manera y quien terminaría arrepintiéndose por haberlo rechazado sería ella.

Con un Uchiha no se jugaba.