CHAPTER VI
Tomoya cerró la puerta de su habitación con una gran sonrisa de satisfacción plasmada en su rostro y con los latidos de su corazón a mil por hora. Dejo la maleta sobre su cama, se desvistió rápidamente dejando su ropa regada por doquier y a la velocidad de un rayo se encontraba en la ducha pues su novia le había dado una orden que con gusto cumpliría y aunque no era la bienvenida que él había imaginado Mari-chan había actuado de esa manera que lo volvía loco.
- "¡Ve a darte un baño, ya te alcanzo luego!"- recordó el joven mientras se aplicaba champú en sus cabellos – En tu cara Sugiyama Ren jajajaja …
Matsun empezó a cantar mientras pasaba el jabón por su cuerpo y procedió a enjuagarse bajo el chorro de agua tibia. Los vidrios del parante de la ducha se habían empañado, los minutos pasaban y la pequeña diabla no daba señales de vida.
- ¿Porque demora tanto? ¿Todavía no se ha ido el amargado hombre de leyes? ¡Diablos, que manera de arruinar la noche! – exclamo el joven mientras más preguntas aparecían en su mente.
Las interrogantes sin respuesta estaban haciendo que perdiera la poca paciencia que poseía así que tomo una toalla de las que siempre había en el baño para secarse a medias, tomo otra toalla y aunque era corta la anudo fuertemente alrededor de su ingle para salir de su habitación con rumbo a donde se encontraba su pareja.
Camino despacio por el pasillo que dirigía a la parte principal del departamento dejando pequeñas gotas a su paso del departamento, era bueno que la calefacción mantenía la casa con una buena temperatura de lo contrario terminaría por enfermarse y eso definitivamente no estaba en sus planes.
La encontró en la cocina fregando los platos enérgicamente y la observo detenidamente de espaldas. Ese vestido de corte imperio acentuaba su esbelta figura, no era muy largo por lo que podía observar sus largas piernas y su largo cabello ondulado se encontraba sujeto en una coleta alta que deseaba desatar y una picara idea apareció provocando que sus ojos brillaran y una sonrisa ladina marcara su rostro.
En el momento en que empezó a caminar, ella giro y deseo tener una cámara en mano para grabar su expresión. Sin más que hacer dejo que los ojos de su chica viajaran de arriba hacia abajo, analizando su esculpido cuerpo. Su rostro sonrojado, su mirada avergonzada, sus manos sobre su pecho y sus labios que intentaban articular alguna palabra lo estaban tentando a costa de que ella reaccionara y los platos terminaran sobre él.
- ¿Por qué estas paseándote de esa manera? ¡Pervertido, me incomodas! – exclamo con todas sus fuerzas la joven, recuperándose de la impresión.
- No parecías muy incómoda hace un momento – respondió el joven alzando una de sus cejas y en pose de galán.
- ¿Qué dices? – bufo molesta - ¡No lo puedo creer!
- ¿En verdad te incomodo, Mari-chan?- pregunto el joven acercándose a ella.
- ¡Ugh! - sin poder responder se volteo y empezó a acomodar lo que había lavado en el buro de la cocina.
La jovencita se mordió su labio inferior cuando el desvergonzado se acercó por detrás y le rodeo el pecho con los brazos, bajándolos hasta llegar a su cintura mientras la ceñía contra sí. Siguió en lo suyo, tratando de ignorar el hecho de que su torso a medio secar la estaba mojando, sintiendo su respiración en su nuca y luego esos pequeños besos provocando que sus piernas temblaran y que el calor que empezaba a sentir la avergonzase.
Tratando de concentrase, termino su labor y apoyo sus manos en la colorida mayólica del buro con Tomoya pegado a su espalda, besando con adoración su cuello y sus manos soltando su cabello. Ella intento retener las manos traviesas que empezaban a bajar el cierre de su vestido pero perdió la batalla cuando él la giro y sin más la beso.
Cerró sus ojos disfrutando de las caricias en su espalda y del beso cargado de sentimientos que compartían. Las manos de Mari descendieron por la musculosa espalda provocando que el joven sonriera en medio del beso y la acercase más hacia él.
Sin dejar de besarse, caminaron torpemente hacia la sala para recostarse en uno de los mullidos sofás y continuar mimándose cómodamente. Ella se encontraba sobre el para cuando el apasionado y largo beso termino, se miraron, ella con una pequeña sonrisa sonrojada y el con su característica sonrisa coqueta. El modelo acerco a la abogada hacia su pecho para luego rodearla con sus brazos.
Ambos trataban de normalizar sus respiraciones y recuperar el aire perdido, haciendo impulso la pelimorada se levantó y se sentó en el sofá permitiendo que el muchacho se acomodase de la mejor forma posible. Sin poder contenerse Matsun volvió a atacar los labios de Mari-chan y haciendo uso de su fuerza la sentó sobre sus piernas, ella intento alejarse pero él no se lo permitió haciendo más intenso el beso y logrando que la joven de a poco acariciase su rostro con sus suaves manos.
Aquellas caricias empezaban a encender ese deseo oculto en ambos, deseo que Mari sintió entre sus piernas y que provoco que diera un pequeño gritito que motivo al ojiverde a continuar con su labor. Tan concentrada se encontraba en las sensaciones de su cuerpo que cuando abrió los ojos se encontró sobre el sofá con su vestido a medio sacar y el besando sus pechos por sobre su brasier de encaje azul.
- "Es un milagro que no se le haya caído la toalla" – pensó la joven y a su mente volvieron aquellas preguntas – "¿Cómo fue? Placentero … ¿Dónde fue? En el sofá … ¿Cuándo fue? No estoy segura que día es … ¿Dolió? … Ummm … ¡Ah! ¡To … mo … Tomoya!
Pronuncio la joven al sentir los labios de su amante besar sus pechos y sus manos recorriendo sus piernas, al poco tiempo volvió a besarla.
- Te he extrañado como no tienes idea – decía él entre besos.
- Yo también.
- ¿Qué hacia el aquí?
- ¿Quién?
- No importa – respondió para seguir con su trabajo.
En esos momentos Mari se sentía como la protagonista de un video que había visto días atrás y cuya melodía pegajosa se había convertido en el tono de llamadas de su celular.
Work, work, work, work, work, work
He said me haffi
A medida que pasaban los segundos la melodía se volvía más perceptible a sus oídos y cayó en la realidad.
Work, work, work, work, work, work!
He see me do mi
- No vayas - suplico el joven entre besos desesperados.
Dirt, dirt, dirt, dirt, dirt, dirt!
So me put in
- Puede ser urgente - respondió la joven luchando por liberarse.
Work, work, work, work, work, work
- No quieres seguir trabajando - propuso con su mirada más irresistible.
When you ah guh
Learn, learn, learn, learn, learn
Pese a querer continuar, empujo al muchacho que cayó de pompis al suelo y corrió a contestar su celular que se encontraba en el centro de mesa de la sala.
Meh nuh cyar if him
Hurt, hurt, hurt, hurt, hurting
- ¡Anna! ¿Cómo estás? …
Matsun se sintió derrotado una vez más por Kobayakawa Anna y fue a la ducha a bajar la calentura del momento.
- ¿Por qué las mujeres se demoran tanto conversando?
Se preguntaba el joven, duchado y en pijama, acostado en la cama del cuarto ajeno ya que el suyo estaba hecho un desastre, que luego arreglaría.
El sueño empezaba a ganar terreno y sus planes de continuar con lo que una hora atrás habían empezado se desvanecían conforme los minutos pasaban. En ese momento ingreso a la habitación la dueña de sus pensamientos, al verlo dormitar, sin hacer demasiado ruido ingresó al baño, luego de unos minutos salió y procedió a acostarse luego de apagar la luz.
- ¿Por qué tardaste tanto? – Preguntó abrazándola por la cintura.
- Pensé que dormías
- Estaba esperándote para seguir trabajando jajaja … ¡Auch! ¿Porque me golpeas?
- ¡Por ser tan desvergonzado!
¿Qué conversaron? - respondió sobándose el abdomen.
- Cosas de chicas y también todos quieren que nos reunamos una semana antes de navidad, ya que algunos tienen planes para ese día.
- ¡Ahh! – exclamo el joven volviendo a quedarse dormido.
- ¿Pervertido? … Bienvenido a casa Tomoya – pronuncio suavemente la joven acariciando los cabellos del durmiente y perdiéndose entre los brazos de Morfeo.
En ese momento en algún lugar de los elegantes barrios de Tokio, Sugiyama Ren se encontraba sentado en la sala de su departamento observando el contenido de una cajita de terciopelo.
- ¿Lo aceptara? ¿Su respuesta será afirmativa?
Preguntas que se quedaron sin respuesta pero que sin duda alguna el haría que se volviera realidad.
Matsun tiene más apodos para Ren.
¡No puedo dejar de escuchar esa canción!
Sugerencias para los momentos super amorosos son bien recibidos :)
Nos leemos.
LeloCathy