Advertencia: Implícito –o no tanto- maltrato infantil. Desviación del canon (What-if, creo.)

Rojo y oro

IV


Hinata se despertó con el sonido de las armas clavándose y la risa suave fluyendo en la brisa. Supo en ese mismo instante que no se trataba de su hogar, con el aire frío y el silencio asfixiante cargado de la decepción de su familia –de su padre, de su hermana menor-, y el odio de su primo.

Algo cálido tocó su frente— ¿Estás bien, Hinata-san?—la voz era familiar, femenina. ¿Saku… ra-san?

Abrió los ojos para encontrarse con la distintiva cabellera rosada de su compañera, el verde de su mirada preocupado. A su lado –y su corazón se aceleró- era una de las figuras más importantes de su vida –algo que él probablemente nunca sabría-, Naruto—Mmm… yo… sí—contestó, jugueteando con los dedos y pensando en que decir.

Había sido atrapada espiando, después de todo. Probablemente ninguno de ellos querría hablar con alguien tan extraña como ella. Su estómago se atrapó, y antes que pudiese evitarlo, susurró rápidamente— Lo siento.

El niño rubio miró a su amiga sin entender— ¿Eh? ¿Por qué?—cuestionó, creciendo preocupado cuando la niña volvió a enrojecer como si se le estuviese prendiendo fuego la cara.

Sakura suspiró— No hay razón para disculparse, Hinata-san, por favor, tranquilízate. Estás a punto de desmayarte—señaló, la sonrisa suave y sin burla.

— Hai—tartamudeó, intentando apagar el calor en su rostro.

— ¿Hinata-chan quería entrenar también?—Naruto cuestionó, mirando a Sakura por temor a que Hinata volviese a caerse como antes. ¿Tal vez no le caída bien? Con lo poco que le hablaba –casi nada- y como se ponía de ese color que la gente diariamente se pondría cuando se enojaban con él y comenzaban a gritarle –no tanto ahora, no con Sakura-chan que se enojaba y miraba hasta que tenían que irse.

Hinata soltó el más pequeño sonido de sorpresa, aumentando el carmesí en sus mejillas considerablemente ante la propuesta— Yo… mmm…—envió una mirada cautelosa hacia la otra niña, encontrándose con una sonrisa llena de ánimos—, sí—finalmente respondió.

Sakura esbozó una sonrisa brillante— ¡Fantástico! Entonces vamos a entrenar. ¿Tienes tus kunai, Hinata-san?

Ella asintió, mostrando el metal en su bolsillo de la amplia chaqueta que llevaba.

— Ne, ne, ¿cómo lanzas Hinata-chan?—Naruto preguntó, olvidando sus pensamientos anteriores en virtud de la seguridad de la sonrisa de Sakura.

Obligándose a no desmayarse, admitió en voz baja, tropezando un poco con las palabras— No muy bien.

— Bueno, para eso está la práctica—la de cabello rosado señaló, ladeando la cabeza—, ¿ne?

Naruto asintió fervientemente— Yo también era muy malo pero Sakura-chan está enseñándome y ahora estoy mejor, porque voy a ser el Hokage, ¿sabes? Y el Hokage tiene que tener una puntería perfecta, ¡de veras!

Hacía mucho tiempo que Hinata tenía ciertas palabras guardadas en su corazón, así que apoyada por el aura entusiasta declaró— Haz tu mayor esfuerzo, Naruto-kun—y entonces se volvió en un tomate maduro.

Recibió una sonrisa de sol como respuesta.

Valió la pena.

Y… se desmayó.


La luz del interior de la casa no estaba prendida cuando ella llegó a su casa, pero Sakura saltó de todas formas al techo de su vecino y trepó hasta la ventana de su dormitorio, cerrando el vidrio en silencio. Ella no iba a caer en el mismo truco otra vez y creer que él no estaba simplemente por las luces apagadas.

La primera vez es un accidente, la segunda ya es a propósito, pensó, sacando el cuaderno de fuinjutsu que había estado utilizando a favor de seguir su estudio. Los nuevos sellos de silencio funcionaban perfectamente, lo que era la razón por la que estaba durmiendo mejor en el último tiempo –y el mayor enojo de él.

Sacudiendo el pensamiento –más bien recuerdo- se enfocó en esa tarde, sonriendo suavemente en la imagen de una ruborizada Hinata-san y un confundido Naruto. Había ido bien al final, dejando a un lado los desmayos, e incluso habían podido inspirarle algo más de confianza a la Hyuga, que era algo de lo que caería al parecer.

No podía evitar sentirse enojada con su familia. ¿Cómo no atesorarla? Si era dulce y amable y jamás había hecho daño a alguien. Ella tenía la pureza, tal como Naruto, en esos bonitos ojos suyos, y se desperdiciaba en esa falta de autoestima tan notoria.

Los monstruos están en todas partes, una vocecita susurró en su mente, en todas partes.

Bien. Si su familia no cuidaba bien de ella, tal como los servicios sociales no lo hacían con Naruto tomaría el asunto con sus propias manos.

Peces koi deben permanecer juntos, ¿ne?


Había un hombre borracho durmiendo en uno de los sillones de la sala de estar, él señaló, varias botellas dispersas alrededor. Su nariz, que siempre había sido lo más desarrollado gracias a su convocatorio fue capaz de detectar entre el hedor del alcohol y la falta de higiene uno muy particular.

Sangre.

Estaba arraigado al suelo y a las paredes. A los puños y suelas de zapatos del hombre despreciable.

Su estomagó se encogió y la ira bulló. ¿Era ese… pedazo de escoria con quién Rin había vivido sus últimos años?¿Con quién había escogido pasar su vida? ¿Con quién había tenido una hija? Miles de preguntas rondaban su cabeza, oscureciendo su mente. Pero entonces, una más pesada surgió, y en silencio, un pequeño perro apareció a su lado.

Pakkun miró notoriamente sorprendido al encontrarse en esa situación, su expresión confundida— ¿Kakashi…?—cuestionó en voz baja.

— La sangre. Guíame a su dueño.

Asintiendo, olisqueó, los ojos amplios al notar una similitud sorprendente con el hombre de allí y…— ¿Rin?—sacudiendo el pensamiento se enfocó en cumplir la orden, saltando por la ventana rápidamente como el olor se dirigió hacia fuera y por los caminos. Su convocador lo siguió en silencio.

Se detuvieron frente a la Academia y un aula en específico, ambos lo suficientemente sigilosos para que no los viesen desde la ventana. Pakkun olisqueó otra vez, más profundamente por la abertura disponible— La niña de pelo rosa—contestó, seriamente—, es de ella.

Sin decir una palabra, Kakashi dio media vuelta y se alejó velozmente en dirección a los campos de entrenamiento.

Pakkun fue un espectador silencioso de la destrucción de la tierra y el rugir del cielo.

— La hija de Rin…—susurró, en medio de tanto destrozo y furia—, la hija de Rin.

El perro abrió la boca sin saber que decir, pero no fue necesario, porque en ese mismo momento alguien preguntó desde los árboles— Kakashi, ¿de qué estás hablando?

Oh, muchacho…


Sakura no pudo evitar pensar que había un aire extraño cuando salió de la Academia, despidiéndose tanto de Naruto como de Hinata para ir a la biblioteca en búsqueda de nuevo material de lectura. Una sensación persistente en su estómago había estado molestándola desde hacía horas, y aunque había querido dejarlo como hambre sabía que no era eso.

Estás siendo paranoica, se dijo, caminando por las calles con una máscara agradable en su rostro. Llegó sin ningún inconveniente, su atención atrapada rápidamente por los nuevos tomos disponibles. Cogió uno que parecía bastante divertido pero no para ella sino para su amigo rubio, y otro de kunoichi famosas para la niña.

Instalándose en una de las mesas se sumió pronto en una explicación bastante desarrollada sobre las naturalezas del chakra. Era un tema sin duda interesante, por mucho que pensase que no sería la mejor clase de jutsu para ella. ¿Pero qué podía decir? Incluso el más sencillo podría resultar muy útil, como la técnica de decapitación de tierra o el de ocultamiento en el agua. Tantas posibles alternativas de uso…

Estaba tan concentrada en las palabras que cuando notó la presencia extraña ya era demasiado tarde.

— Discúlpame—una voz profunda, de hombre, llamó su atención, y expuso otra vez su estúpido error. Uno es un error, dos es a propósito, tres un pedido de muerte, fluyó en su cabeza cuando el desconocido se situó frente a ella, una sonrisa agradable en su rostro.

Era la primera vez que había visto a un Uchiha sonreír de una forma que no dejase un mensaje de "soy-superior-a-ti-besáme-los-pies".

— Buenas tardes, nin-san—saludó, porque su madre le había enseñado buenos modales y era una de las pocas cosas que podía honrar—, ¿en qué puedo ayudarte?

Él sonrió pero no se acercó más, tomando asiento a un par de asientos de distancia— Me preguntaba si eres pariente de Nohara Rin-san.

— Sí—respondió, parpadeando en la curiosidad—, ¿por qué?

— Mi nombre es Uchiha Obito, soy su antiguo compañero de equipo—le contó.

Sakura negó— Eso no es posible, nin-san. A mi madre no le… gustaban los shinobi—lo sabía muy bien, y era una de las cosas que más le dolía porque ella sería una, y estaba el pensamiento, la duda de "¿me odiará también?". Una pregunta que aplastaba brutalmente al salir. No podía permitirse tambalear, después de todo, ni por el amor de su madre.

Algo atravesó los ojos oscuros del extraño antes de que su rostro se volviese triste— Lo entiendo, y no puedo culparla. Noso- yo no fui un buen compañero, ¿sabes?—él miró sus manos, el cansancio y el arrepentimiento filtrándose en su expresión—, puedo encontrar varias razones por las que Rin-chan no querría volver a vernos jamás. O nombrarnos.

— Estoy segura de que kaa-san te perdonó—dijo, con más confianza de lo que sentía—, ella nunca podía guardar rencor—además, su madre había perdonado muchas cosas a su padre, cosas peores de lo que sea que estos shinobi podrían haberle hecho -¿cierto?-.

— Eres una niña muy dulce—él halagó a cambio, una sonrisa suave dibujándose en su rostro—, tu padre debe estar muy orgulloso de ti—añadió, como quien no quiere la cosa.

Sakura se tensó inmediatamente pero se obligó a sonreír lo más natural posible— Él es—mintió de todo corazón—. Um. Lo siento, nin-san, pero tengo que irme—se incorporó, agradeciendo haber anotado los libros ni bien los había escogido. Perfecto para huir. Ya.

— Muy bien. Si no te importa, te acompañaré a tu casa. Es tarde y los niños no deben ser dejados caminar solos por ahí—comentó, tranquilamente.

Resistiendo el impulso de simplemente echarse a correr ella sacudió la cabeza— Eso no es necesario, nin-san, no quiero ser una molestia. Estoy segura de que tendrá algo más importante que hacer—intentó rechazar la oferta lo más cortésmente posible. Si tan solo Naruto estuviera aquí, pensó, sería más fácil. Su amigo sería muy predispuesto –y vocal- al negar el ofrecimiento por ella.

— Insisto. No podría simplemente irme, aún más teniendo en cuento que eres la hija de mi mejor amiga muy querida a la que debo mucho—por su tono era obvio que por todo lo que Sakura dijese no iba a dimitir.

(No pudo evitar el pinchazo, sin embargo, del "hija de Rin" tan explícito. Por supuesto, como en su vida diaria, todo terminaba en su madre, ¿verdad?)

— Está bien—aceptó a regañadientes, rodeando los libros con sus bracitos como un protector de cuerpo mientras comenzaban a caminar en dirección a su casa.

Él no empezó ningún intento de conversación –gracias a kami por los pequeños favores-, una expresión pensativa en su rostro que se transformó en una sonrisa agradable al llegar a las puertas de su casa.

— Gracias, nin-san, por acompañarme—a pesar que no era necesario ni tampoco quería, completó en su mente.

— Con "Uchiha-san" es suficiente—aseguró, antes de sonreír un poco más nerviosos—, y antes de que me olvide, ¿puedo tener el placer de saber tu nombre, pequeña señorita?

Ella apretó ligeramente los dedos alrededor de sus libros pero respondió de todas formas— Sakura. Haruno Sakura—murmuró, inclinándose—, buenas noches, nin-san—la familiaridad no era algo que quería, después de todo. Y abrió la puerta de la casa, apenas dándose cuenta de la falta de su padre para ir directamente a su habitación.

Estaba cerrada, por supuesto, por los cinco cellos que había puesto. El miedo era demasiado como para pensar si el ninja seguía allí o no, y lo que pensaría al verla entrar por la ventana. Sakura solo quería evitar el dolor, evitarlo. Así que se lanzó por la ventana del costado y rápidamente escaló la pared, empujando el vidrio hacia un costado para poder ingresar.

Ya en la seguridad –relativa- de su dormitorio dejó escapar el aire que no se había dado cuenta estaba manteniendo.

Quería –iba a- olvidar esos últimos minutos. Realmente lo deseaba.


Sube el sol, se oye a los pájaros cantar,

¿cuánto falta, mi amor, para el florecimiento de la vida?

Los rayos cálidos del astro rey, el sonido del amor…

¿Por qué no pueden traer la primavera y su esplendor?

Es que es otoño, cuando las hojas caen y el frío se siente,

las flores no se asomarán aún.

Aquí, aquí en este hueco en el pecho que encuentra la forma de latir,

hay una pared de pétalos marchitos,

impidiendo al tiempo su ruta seguir.


Creo que hay un rincón de mí que tiene el alma de un poeta frustrado. ¿Tal vez mi vida anterior? xDD

¡Muchas gracias por añadir a sus favoritos y por animarse a seguir! :D Los comentarios obviamente me hacen muy feliz también…

Aome-Hime: Hi c: Jajaja, ¡me imagino! De todas formas, no sé si soy muy exitosa en la creación de la "angustia", es la primera vez que lo hago… Sí, ella ya se encontrará con otros más. ¿Quiénes? Um, ¿quién sabe? xD Y simplemente no pude evitar añadir lo de Rin como desviación del canon, aunque me deje un margen apretado :/ Pero bue, ya aparecerán más detalles. Su padre sigue siendo el mismo pero espero encontrar la situación ideal para explicar qué demonios sucedió xDD

No lo sé, tal vez obtenga algo de conocimiento médico pero no estoy muy segura si es a lo que se dedicará. Ya lo averiguaremos…

Mmmm. Me quedé pensando en tu sugerencia, voy a admitirlo. ¿Tal vez más adelante…? ;) ¡Saludos!

bookmaniac849: Al fin alguien que me comprende :') ¡De nada! Shika es genial. Y, bueno, creo que te quedan muchos años de vida xD a lo que voy… Sí a Rin, no a Obito xDD Su padre sigue siendo el mismo, aunque ya se explicarán mejor las cosas más adelante. ¡Me alegra mucho saber que la caracterización te pareció bien! :D :D Y te agradezco mucho por tus palabras ^-^ ¡Sí, soy mujer! Bueno, mi idea es que los lectores también participen un poco. ¡Ustedes son geniales, después de todo! –Lo siento por tu papá xDD-

En realidad, "enserio" –todo junto- viene del verbo "enseriar", "ponerse serio": yo me enserio, me pongo seria. Y "en serio" –separado- es un adverbio, significa que no estás mintiendo, como: Es en serio, no te engaño. Final de la parte educativa xDD ¡Espero te guste el nuevo capí y nos leamos pronto!

NicoleAnimes: Te lo agradezco mucho ^-^, intentó hacerlo lo más ameno posible y no repetir las mismas palabras porque sé que puede fastidiar xD Kakashi volverá a aparecer muy, muy pronto. ¿Qué tal mi interpretación de Obito? ;) Y sí, ya diré algo más sobre esa parte… ¡Amo a Naruto! Por eso intento darles una buena relación. En fin, es genial que te haya gustado. Ojalá sea lo mismo con este nuevo capítulo :D

Dulce-chan: Sí, siempre he creído que Sakura tiene mucho potencial sin desarrollar. No es por nada, pero siento que Kishimoto tomó la ruta fácil en simplemente darle el ninjutsu médico –que no es que no sea genial, pero parece una excusa para no ampliar sus habilidades. ¡Gracias! Y sí, ya volveremos a Neji. Incluso una persona ciega –metafóricamente- tiene que abrir los ojos algún día, ¿cierto? ;)

Naruto es un sol de verdad. En el anime hemos visto que él tiene una cosa de protección para Sakura desde un principio –como compañera, blanco de amor, bla bla- pero pensé que sería genial ver lo opuesto :D ¡Saludos!

Mmm. Y un Obito salvaje aparece xD Kakashi también, por supuesto. Y Pakkun.

En fin, ¿qué tal les pareció? Me gustaría dejarle una frase –bueno, un resumen genial- de una historia de Harry Potter en inglés: "Puedes sacar al niño del armario debajo de las escaleras. Pero no es tan fácil sacar al armario del niño". Lo que es bastante cierto. No con eliminar la amenaza quitas los traumas.

Si alguno les gusta-quiere leer un fic con angustia y les agrada el fandom de Kuroko no Básquet, les recomiendo "Come Morning Light", de Laura of Maychoria. Es muy realista. Y ya está finalizado, con varios extras y una secuela en curso.

Siendo todo… ¡Saludos a todos! ¡Ya nos leemos! :D