Los personajes de Rurouni Kenshin son propiedad de Nobuhiro Watsuki

Este drabble está dedicado a Lica por su participación en "Los amigos invisibles de Yahiko" del foro Sakabattō.

1. Secuencia inicial

Aoshi Shinomori

496 palabras

Aoshi no era de hierro, y aunque podía aparentar su fortaleza y resistencia, habían circunstancias en la cuales su inquebrantable voluntad resultaba alterada al punto de desconcertarlo. No eran muchas las ocasiones en que esto ocurría, ciertamente tenía un dominio de sí digno de admiración, pero eso no significaba que él fuera un hombre de hierro.

Y había ocurrido la noche anterior. Ese muro de cristal, inexpresivo y frío, con el que se envolvía había sido roto. Resquebrajado por una muchachita 10 años menor, y ahora, se sentía avergonzado por haber tomado lo que ella le ofreció.

Conocía a esa muchacha desde que era una pequeña niña. La había querido como a una hermana menor, protegiéndola incluso de lo que podía significar seguir a su lado, razón por la cual un día decidió dejarla atrás. Sin embargo, nunca esperó que ella lo idealizara al punto de dejar todo atrás para recorrer en solitario los caminos del Japón con tal de dar con su paradero. Y cuando al fin estuvieron juntos, ella no se esforzó por ocultar sus sentimientos; intrépida, decidida, enérgica y audaz como sólo la honestidad adolescente y el candor de la juventud le permitían, ella le dejó muy claro que no pensaba en él como el hermano mayor que un día quiso ser para ella; lo quería como hombre y estaba más que dispuesta a mostrarle que ella ya era una mujer.

Repasar la noche anterior lo atormentaba; rememoraba a Misao ofreciéndole su cándido cuerpo color canela mientras lo miraba con sus ojos grandes brillando con anhelo y temor, cubierta solamente por las hebras oscuras de su largo cabello negro que caía libremente por su espalda. Saberse el destinatario de sentimientos tan impetuosos lo desestabilizó; no fue el cuerpo desnudo de una mujer, fue el alma ardiente y pura lo que le hizo imposible rechazar a esa niña que deseaba ser mujer, su mujer.

Estrechó el pequeño cuerpo de la joven y acercó su rostro al de ella, dibujo sus labios acariciándolos con la yema de su índice, acercándose despacio para tomar con su boca el fruto dulce que los labios cereza le ofrecían. Ya no hubo vuelta atrás. Cautivado por su sabor, hechizado por el perfume tenue que desprendía su cuerpo, perdió el poco autocontrol que aún le quedaba. Sus labios, luego sus manos y finalmente su cuerpo entero desmintieron la insistente frialdad de sus ojos.

Primero la besó incontables veces. Luego la acarició, empezando por su cabello donde sus manos se enredaban para acercarla con más fuerza a él, siguiendo por su cuello, su pecho, sus senos y toda la extensión de su cuerpo. Finalmente la tomó, uniéndose a ella mientras le entregaba lo mejor que podía darle; su pasión y su cuidado, haciéndola llegar al clímax entre sus brazos.

Aoshi, no podía evitar pensar con desazón en la noche anterior. Aunque tampoco podía decir que se arrepentía.

Pero sabía que ella esperaba algo más. Algo que él no estaba seguro poder entregar.

...

Querida Lica espero que haya sido de tu agrado.

:)