Tocaba con la uñas sobre su escritorio, siguiendo un ritmo que apenas reconocía, esperaba ansiosa que el teléfono en su central sonara, desde el despido de Maddy este sonaba con más frecuencia, pero aun no las suficientes veces como para que Charlotte una alma encantada de ayudar se sintiera satisfecha.

Cuando el teléfono al fin sonó y ella respondió la llamada olvido todo lo que la rodeaba, apenas y presto atención cuando Markov entro acompañando a un nuevo becario, y ni se dio por enterada cuando el chico ocupo el puesto vació de Maddy, finalizo la llamada con una gran sonrisa, porque como Markov decía estaba aportando su pequeño granito de arena, si ser consciente sus uñas volvieron a tamborilear la mesa.

- Oye conozco esa canción - Dijo una voz a su lado y con gran curiosidad Charlotte busco al chico del que provenía la frase, pues no reconoció en ella la voz de alguno de sus compañeros.

- ¿Disculpa? - Murmuro mientras sus ojos se encontraban recorriendo una chaqueta de cuero negro, en cuanto alcanzo su mirada cubierta por unas gafas Ray-Ban Wayfarer, su inexistente corazón pareció palpitar.

- Si, la canción que tocas es Evil de interpol - Respondió seguro de si mismo y con una melodiosa voz cantó - Hey wait, Great smile, Sensitive to fate, not denial* Es una canción fenomenal - La sonrisa de Charlotte se ensancho, y percibió como su interlocutor sonreía de vuelta.

- Mi nombre es Charlotte - Si la sangre aun recorriera sus venas ella estaba segura de que esta se abría juntado en sus mejillas.

- Yo soy Eric - Respondió sin dejar de mirar los ojos de la hermosa chica que estaba frente a él, en un gesto varonil y rápido quito un mechon de cabello de su frente mientras sentía que la electricidad que lo había asesinado lo recorría de una forma diferente - Me gustas - Dijo guiñando un ojo de forma coqueta, así fue como Charlotte lo supo, él podría ser su nuevo amor.

Los planes en su cabeza se comenzaron a formar mientras Eric se giraba a contestar una llamada.

Hey, espera

Gran sonrisa

Sensible a la suerte, no la negación