¡Hola a todos! Como siempre muchas gracias a todos por sus comentarios, sé qué he estado desaparecida y no había actualizado ninguna historia, una sincera disculpa por eso, como persona que ha decidido compartir esta historia, me debo a ustedes y a su paciencia por esperar cada actualización, así que por favor espero que disfruten este capítulo, y si pueden lean las notas finales porque quiero decirles algunas cosas :)
Los personajes de Sakura Card Captor le pertenecen a las chicas de CLAMP, yo solo los uso para compartir esta historia.
PD. ¿Hay alguna fan de Yuri! On ice por aquí? A mí me gustó mucho la historia.
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Capítulo 8
28 de diciembre.
La alarma de su celular empezó a sonar, avisando las 7:30am, abrió sus ojos ámbares con pesadez ya que aún tenía mucho sueño y todo era culpa de cierta chica que dormía plácidamente a su lado, la castaña no parecía inmutarse por ningún ruido, posiblemente igual estaría exhausta.
Los últimos tres días habían pasado llenos de placer y pasión desbordada, ni siquiera se había presentado en la oficina el ambarino por lo que ahora a pesar de estar cansado, no podía seguir posponiendo el papeleo pendiente, así que se levantó estirando todo su cuerpo dejando su desnudez a la vista para luego entrar a la ducha.
Luego de varios minutos regresó a la habitación donde encontró a su compañera en el borde de la cama mostrando su espalda descubierta; una sensación de calidez recorrió su interior acelerando su corazón al instante, todavía no concebía del todo que ella estuviera ahí aceptando sus sentimientos, agradecía ahora todo lo que había vivido…si la recompensa era aquella imagen perfecta…todo, absolutamente todo había valido la pena.
Ella volteó mirándolo con una ligera sonrisa y su cabello alborotado —Buenos días Shaoran— Le dijo alegre.
—Buenos días Sakura— Respondió al tiempo que se acercaba para darle un beso en la mejilla — ¿Qué haces despierta?— Deberías seguir durmiendo…— Abrazándola por la espalda.
—Yo pensé que podríamos desayunar juntos antes de que fueras a la oficina…— Sintiendo la fría piel de él sobre su espalda.
—Claro que podemos, me daré prisa para ayudarte—
—Está bien— Poniéndose solo una playera que dejaba ver sus pantis de encaje.
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—Sakura… ¿Te gustaría salir hoy?— Tomando un sorbo a su taza de café— Saldré como a las 6:00 p.m., pero podríamos ir al cine y cenar—
—Pero ¿No estarás muy cansado? Ayer dormimos tarde—
—No te preocupes, estoy bien…todavía soy joven— Respondió entre risas.
— ¿Pero qué dices? Si ya vas a cumplir treinta— Riendo con él.
—Creo que ya debería irme— Habló el ambarino después de terminar el desayuno y antes de que el deseo de volver a la cama con ella creciera más— Vendré por ti a las 18:30—
—Claro, te estaré esperando— Acompañándolo hasta la puerta, donde un corto beso fue su despedida.
La castaña se levantó del comedor, limpiando y ordenando el departamento, una vez que terminó se metió a la ducha, tarareando y cantando, sentía mariposas en el estómago de solo pensar en su cita.
Salió del baño dirigiéndose directamente al closet, buscando entre su ropa el atuendo adecuado para la tarde, su celular empezó a sonar así que fue a revisarlo, el numero era desconocido, pero supuso de quien se trataba, la llamada se cortó y unos segundos después un mensaje llegó a su bandeja de entrada "¿Por qué no contestas mis llamadas y mensajes? Tenemos que hablar— Yukito." esto decía el mensaje, Sakura suspiró pensando sobre lo que quería hablar con ella, si ya había dejado en claro que no se iban a casar. Una segunda llamada volvió a entrar del mismo número, descolgó dudosa de hablar — ¿Hola?—
—Sakura ¿Por qué no respondes mis llamadas? He venido a tu apartamento y tampoco te encuentro ¿Hasta dónde piensas llevar esto?—
—Ya te dije que no voy a casarme contigo—
—Entiende que no me puedes hacer eso, mis padres están furiosos y exigen que des la cara para aclarar esta situación—
—Me disculparé con ellos en su momento, pero no ahora—
—No quieren disculpas, quieren que cumplas lo que ya estaba planeado—
—No lo haré…—
— ¿Aún te estás viendo con aquel sujeto?—
—Sí y estamos bien—
—Lo de ustedes no va a funcionar, estaré en casa de mis padres hasta año nuevo, después de eso hablaremos, te encontraré de una u otra forma— Cortando la comunicación.
La chica se sentó en la cama sintiéndose un poco nerviosa y asustada ¿Realmente sería capaz de hacerle algo? Pensó por un momento agitando su cabeza para ahuyentar sus pensamientos, después de todo hoy sería un día especial.
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Eran apenas las 5:00pm cuando la castaña se paraba frente al edificio Li, había decidido darle una sorpresa al ambarino, de esta forma no tendría que buscarla hasta el departamento, se paró frente a la puerta llamando la atención del oficial que se acercó a abrir la puerta.
—Señorita Kinomoto, buenas tardes—
—Buenas tardes ¿Puedo subir a ver a Shaoran?—
—Sí, adelante…el Señor Li está en su oficina—
—Gracias—Entrando al edificio.
Sakura paró frente a la puerta de madera, tocando un par de veces, se arregló la falda que usaba y esperó hasta que la puerta se abrió.
—Sakura…— Pronunció sorprendido el ambarino, buscando su celular para ver la hora.
—Hola Shaoran—
—Por un momento pensé que se me había hecho tarde—
—No, es que yo pensé que tal vez era mejor venir para que no tuvieras que ir por mí hasta el departamento— Bajando la cabeza.
—Gracias, ha sido un lindo gesto— Sintiéndose nervioso, justo pensaba en ella y de repente aparecía frente a él— Ya casi termino ¿Quieres acompañarme?— Invitándola a sentarse.
—Si— Respondió con una sonrisa mientras entraba a la oficina.
—No hace mucho frío afuera ¿Verdad?— Viendo que estaba usando una falda.
—Bueno…en realidad si hace frio— Viendo de reojo como fruncía ligeramente el ceño.
— ¿Y entonces por qué te pusiste eso?— Reprochándole, no quería que pescara un resfriado.
—Es que yo quería verme linda para ti— Sonrojándose cada vez más— Porque hoy vamos a tener una cita—
—Eres una tooonta— Sonrojándose también— Siempre te ves linda— Tomándole una mano— Es verdad hoy tendremos una cita— Sonriendo —Debí arreglarme mejor—
— ¿Pero qué dices? Los trajes te quedan de maravilla— Mirándolo de arriba abajo— En verdad te ves bien— El teléfono de la oficina sonó, yendo el ambarino a contestar —¿Qué ocurre oficial?— Escuchando su respuesta— Está bien…la recibiré— Suspirando resignado —Gracias—
— ¿Vas a ver a alguien?— Preguntó curiosa la castaña.
—Si…Noriko quiere hablar conmigo sobre un proyecto ¿La recuerdas?— El corazón de la chica se encogió al escuchar ese nombre ¿Por qué justamente hoy? Pensó.
—Si…la recuerdo—
—¡Hola Shao!— Interrumpiendo en el lugar—Oh…pensé que estabas solo— Sonriendo de forma forzada al ver a la castaña, mientras caminaba hasta el castaño con sus tacones haciendo ruido sobre el piso de madera, para luego saludarlo con un beso en la mejilla que duró más de lo necesario.
—Sakura… ¿Puedes esperar afuera por favor?— Sintiéndose incomodo por la presencia de la rubia tan cerca de él.
—Claro…— Respondió mientras salía rápidamente, caminó hasta la recepción y se sentó, suspirando porque esperaba que no se demoraran mucho.
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La esmeralda miró de nuevo su celular, ya casi eran las siete y media de la noche, se asomó por las grandes ventanas que daban hacia la calle observando el paisaje nocturno, ya ni siquiera alcanzarían la película. Caminó de un lado a otro por unos minutos hasta que escuchó la puerta abrirse, miró a la oficina observando como Noriko salía rápidamente con evidente enojo, entró a la oficina yendo hasta el escritorio donde el hombre ya guardaba sus cosas.
—Si nos damos prisa, tal vez alcancemos la película— Tomando de la mano a la chica saliendo a prisa.
—Espera Shaoran— Tratando de detenerse —La película, ya empezó— Deteniendo por fin al chico—Al menos tiene como 15 minutos que comenzó— Mirando su rostro molesto.
—Lo siento Sakura…a pesar de que sería nuestra cita en mucho tiempo— Mirando a la chica que lucía un poco decaída —Te lo compensaré—
—Tal vez…deberíamos cambiarlo para otro día— Sonriendo de forma forzada— Podemos preparar algo en casa o pedir un pizza— Mirando el ascensor.
— ¿Estás molesta?— Aunque realmente ya sabía la respuesta.
—Si…un poco— Entrando con dificultad al pequeño espacio.
—Lo siento— Le dijo entrando con ella —No tenía previsto que Noriko tardara tanto en entender el proyecto—
— ¿Por eso salió molesta?—
—No…— Si no le decía todo, ella se enojaría aún más —En realidad intentó besarme y la rechacé…de nuevo—
—Lo supuse…— Sintiéndose celosa y aliviada —Ella me dijo en la cena que yo nunca sería su rival, en ese momento me sentí mal…pero ahora la que está saliendo contigo y la que dormirá contigo esta noche y muchas más, seré yo— Dando un ligero gritillo al sentir el elevador detenerse.
— ¿Ella te dijo eso?— Saliendo del ascensor.
—Sí, me imagino que ser tu exnovia le da seguridad—
—Espera un momento…yo nunca he salido con ella, está loca— Abrazando a la chica.
— ¿En serio?— Alegrándose internamente
—Si no fuera una inversionista, evitaría todo contacto— Alejándose para hablar con el guardia, dándole instrucciones antes de irse.
El auto de Shaoran ya esperaba afuera, así que los castaños entraron en él — ¿De verdad quieres ir al departamento?— Encendiendo el motor.
—No, yo quisiera salir contigo…todavía podemos ir al centro comercial donde está el cine, hay una pista de hielo ahí ¿Qué te parece?—
— ¿Pista de hielo? No sé patinar en hielo—
—Será divertido, yo te puedo enseñar— Sonriendo maliciosamente.
— ¿Estás pensando en todas las veces que me caeré, verdad?— Suponía que ese sería su castigo.
— ¿Lo crees? Ver a un casi treintañero con traje intentar patinar sobre el hielo y caer en el intento no creo que sea gracioso— Delatándose al reírse de tan solo imaginarlo.
—Ese pequeño cuerpo almacena mucha maldad— Riendo también.
Shaoran buscó estacionamiento y pronto los dos estuvieron en la pista de hielo; Sakura entró primero, dando algunas vueltas, aquello del patinaje se le daba muy bien — ¡Vamos Shaoran! Te perderás toda la diversión— Le gritaba desde el medio de la pista.
El ambarino por su parte estaba realmente avergonzado, muchas personas los miraban atentamente en tanto él caminaba hacia la pista con dificultad, colocó la primera cuchilla sobre el hielo con movimientos torpes y al poner la segunda cuchilla pasó exactamente lo que se esperaba, su trasero tocó de forma abrupta el hielo, las risillas de algunas personas no se hicieron esperar en tanto la castaña se acercaba riendo a carcajadas deteniéndose frente a él.
— ¿Estás bien?— Conteniendo la risa — Vamos, levántate…no puedes perder contra el hielo—
—Es fácil para ti decirlo— Poniéndose de pie con dificultad.
—Eres bueno para los deportes, seguro aprendes rápido— Ayudándole a dar sus primeros deslizamientos.
—Hace tiempo que no practico ningún deporte, solo me dedico a ir al gimnasio, así que debo estar muy rígido para esto—
—Tal vez, pero no creo que el orgullo del gran Shaoran Li se quiera ver afectado porque una chica mucho más pequeña le está ayudando a no caerse, deteniéndole de las manos— Desafiándolo como en los viejos tiempos.
Eso sin duda fue el motivo perfecto para que en tiempo record, el castaño aprendiera lo básico de tan difícil deporte, disminuyendo drásticamente sus caídas…siguiéndole el paso a la dulce mujer.
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La hermosa vista que le brindaba el último piso de aquel edifico hacía soportable el aire frío que embatia su rostro, haciéndole enrojecer las mejillas y enfriando su aliento hasta hacerse visible —Shaoran, ven a ver el paisaje…creo que pronto nevará— Refiriéndose al chico que permanecía sentado a un lado de ella sobre una banca.
Él solo se levantó mirándola a ella con el paisaje detrás, dibujando una sonrisa en su rostro al concordar con que era una vista realmente embelesadora, se acercó tomándole la mano, sintiendo la gran diferencia de temperatura al sentirla tan fría —Tus manos están heladas— Envolviéndolas con las suyas para proporcionarles calor, su corazón comenzó a acelerarse, se estaba poniendo nervioso…había algo que quería aclarar con ella y por alguna razón se le estaba haciendo difícil —Sakura— Le llamó para captar su atención—Hay algo que quiero aclarar contigo…— La chica lo miró confundida— Yo… no he sido claro y es un poco tarde para esto…pero, Sal conmigo por favor, sé mi pareja…— Contuvo la respiración, observando la reacción de la chica, ella sólo lo miró con una ligera sonrisa mientras unas lágrimas salían de sus ojos esmeralda, solo asintió ante la propuesta para después ocultar su rostro en el pecho de él.
Sakura no había pensado en esa propuesta…le tomó por sorpresa y sus emociones se desbordaron en forma de lágrimas, no podía evitarlo así que simplemente se refugió en su pecho, lo abrazó muy fuerte sintiendo la calidez de su cuerpo —Shaoran, si quiero salir contigo— Respondió más tranquila.
—Volvamos a casa— Respirando aliviado, caminando de la mano…tímidos, como dos personas que tienen una cita por primera vez.
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Las luces de la habitación estaban apagadas, apenas se veía algo gracias al pequeño haz de luz que se filtraba por las cortinas, sus ojos esmeraldas brillaban intensamente, mirando fijamente aquel par de ámbares, que se movían por la extensión de su rostro deteniéndose sobre sus labios, demostrando el anhelo de querer besarlos…ella se acercó despacio aprobando su deseo, sintiendo suavemente el roce entre ambos.
La tranquilidad de sus caricias, elevaba más su deseo…los días anteriores habían desbordado su pasión con cada encuentro, pero hoy…en ese momento, demostraban el sentimiento que compartían, no había prisa.
Lentamente se despojaron de sus ropas, contemplando sus cuerpos desnudos…no había pudor, solo el sentimiento de entregarse, complacerse…amarse. La más joven se acercó besando y mordiendo ligeramente el cuello del él, bajando lentamente por su torso dejando algunas marcas húmedas, el ambarino se dejaba llevar por cada gesto hacia su cuerpo, la castaña bajó sus manos por sus caderas hasta llegar a su erección frotándola suavemente entre sus dedos, arrancando un leve gemido de su compañero, sin previo aviso fue bajando su cuerpo hasta que su cabeza quedó a la misma altura de sus manos, sonrojándose completamente al ver la erección tan de cerca, pero antes de poder acercarse el ambarino la detuvo —No es necesario que lo hagas, no te fuerces— Le dijo aunque por dentro realmente quería que ella continuara.
—Sé que no soy buena porque nunca lo he hecho pero… ¿Puedo intentarlo?— Mirando suplicante.
— ¿De verdad quieres intentarlo?—
—Si…— Él solo sonrió dando su aprobación, Sakura lentamente retomó su labor, lamiendo la punta, acostumbrándose a la sensación, poco a poco fue introduciéndolo en su boca notando que era difícil debido al tamaño, apenas cubría una parte por lo que con ayuda de sus manos empezó lentamente el vaivén, sintiendo la completa reacción positiva por parte del ambarino que no dejaba de gruñir con cada embestida y no es que la chica fuera muy buena, pero el hecho que fuera ella quien lo hiciera lo excitaba de sobremanera, verla entre sus piernas totalmente vulnerable estaba acabando con su resistencia, cada movimiento inexperto, cada caricia, cada embestida, ella estaba saboreando ese lugar íntimo de su cuerpo, realmente disfrutando el darle placer.
—Debes detenerte, pronto terminaré…— Poniendo su mano entre los cabellos castaños, tratando de frenar sus movimientos, no logrando su cometido —En serio Sakura…si no te detienes, terminaré en tu boca…— Pero no había indicios de que fuera a detenerse, el ambarino sujetó con más fuerza de su cabello sin poder contenerse más, dejando salir aquel caliente fluido dentro de su boca, su respiración estaba agitada mientras sentía los remanentes de su orgasmo. La castaña se sentó a su lado igualmente agitada mirando como el ambarino tomaba un par de pañuelos desechables —Escúpelo aquí…—
—Yo…lo tragué— Respondió preocupada de haber hecho algo mal
— ¿Por qué lo hiciste?— Preguntó sorprendido, ya que no debería tener muy buen sabor.
— ¿No debí hacerlo?—
—No es eso… ¿No te supo mal?—
—Bueno…su sabor no es del todo agradable, pero no es como si no lo pudiera tragar—
—Me sorprendes— La besó sintiendo un ligero sabor en sus labios que supondría era de él, más no le importó, ahora era su turno de disfrutar. Lentamente y con pasión empezó a devorar el cuerpo de la chica, degustando cada rincón de su cuerpo hasta llegar a su intimidad tocando suavemente con sus dedos, deslizándose entre los pliegues sintiendo el calor y humedad que desprendía, escuchando los leves gemidos que ella le regalaba.
—Detente…Shaoran—
— ¿No te gusta?— Sus labios decían algo que no iba acorde a los movimientos de su cuerpo.
—No es…eso, no…estoy acostumbrada, es vergonzoso— Trataba de decir.
—No me has dejado volver a hacerlo…realmente me gusta complacerte, me excita saborearte, besarte, escucharte…— Dándole ligeros mordiscos a sus muslos —Déjame hacerlo— Suplicó.
—Está bien…— Respondió, no podía negar que aquello se sentía realmente bien.
Sin pedir una confirmación sustituyó sus dedos por sus labios y lengua, dando suaves caricias que derretían a la castaña, su clítoris palpitaba debido a la excitación que se acumulaba cada vez más, la lengua del ambarino no dejaba de masajear acompañado de sus dedos que palpaban el interior húmedo e hinchado, era un manjar tan delicioso que su miembro estaba completamente erguido, palpitante y caliente, impaciente por satisfacerse. Un gemido ahogado y una tensión momentánea le hizo saber que el cometido había sido logrado, saboreando por última vez el néctar que le regalaba la completa excitación de su pareja.
Shaoran se enderezó viendo las pequeñas gotitas que salían de las esmeraldas producto de todo el placer —Acomódate de lado— Le dijo con una sonrisa y un aura sensual a la cual ella no se pudo oponer, avergonzada y curiosa de saber lo que haría se giró sobre su lado derecho sintiendo como él hacía lo mismo pegando completamente sus cuerpos. El ambarino levantó la pierna izquierda de la más pequeña acomodando sus cuerpos para después penetrarla lentamente, sintiendo como el placer recorría cada centímetro. El vaivén era lento y marcado, el chapoteo proveniente de la parte donde sus cuerpos se unían era la perfecta evidencia de que aquello era realmente placentero, el lugar se ahogaba con los gemidos de la chica que enaltecían la hombría de su compañero —Eres música para mis oídos— Le susurró cerca de su oído, sintiendo como inmediatamente ella se apretaba más alrededor de su miembro —Te gusta que te hablé cosas al oído— Volvió a susurrarle, obteniendo el mismo resultado —Eres realmente hermosa…—
—Basta Shao…— Intentó defenderse cuando la segunda oleada de placer se liberó de su cuerpo, masajeando con sus espasmos la erección del ambarino quien aumentó el ritmo al verse presa de tanto placer, apenas pasaron varios segundos cuando de nuevo la castaña lo envolvió en una serie de espasmo todavía más notorios que los anteriores, aquello fue suficiente para hacerlos desesperar por lo que en una forma ágil colocó a ambos sobre sus rodillas tomándola a ella desde sus caderas para empujar de forma cada vez más rápida, aquel cambio les brindó el doble de placer sacando de la chica sus últimas fuerzas, convirtiéndolas en su tercer orgasmo seguido que condujo al hombre que la poseía a llegar al clímax también, dejando salir el semen en su interior.
Sintiendo aún los efectos de tan fuertes orgasmos, Shaoran se recostó a un lado de ella abrazándola, sin dejar que sus cuerpos se separaran, sus respiraciones agitadas fueron recuperando la cordura mientras se llenaban de caricias reconfortantes que tranquilizaban sus corazones.
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31 de diciembre 19:00 horas
El banquete de fin de año estaba casi listo, la familia Hiraguizawa había insistido en que los castaños asistieran a la gran cena que ofrecerían, así de esta forma Sakura y Shaoran asistieron a su primer evento formal como una pareja.
— ¡Sakura! ¡Shaoran! Bienvenidos— Habló la pelinegra de ojos amatista al verlos entrar al salón—
—Hola Tomoyo— Respondieron ambos.
—Gracias por invitarnos— Añadió la castaña.
—Sakura, te has cortado el cabello— Mirando a la joven que ahora lo tenía a la altura de los hombros siendo más corto en la nuca.
—Pensé que me vendría bien el cambio— Sosteniendo un mechón.
—En realidad te queda muy bien, ¿no es así Shaoran?—
—Sí…se ve realmente hermosa— Besándole la mano.
La amatista sonrió al verlos tan felices, era como verse a ella misma cuando conoció a su esposo —Eriol se encuentra por allá— Apuntando al fondo del salón— ¿Por qué no aprovechamos para que conozcan al resto de la familia?—
—Claro que sí— Respondieron los otros dos.
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El banquete fue servido y todos los invitados tomaron sus lugares, la comida era deliciosa al igual que el vino, las personas reían y se divertían, había una gran calidez en el ambiente. La pareja anfitriona; Tomoyo y Eriol se pusieron de pie invitando a todos a dedicarles unos minutos de su atención —Muchas a gracias a todos por estar aquí hoy— Habló el pelinegro —Como líder actual de la familia Hiraguizawa me es grato informarles que mi esposa y yo estamos esperando nuestro primer hijo— La euforia no se hizo esperar y pronto el lugar se llenó de aplausos, el ambarino estaba realmente sorprendido ya que su amiga en ningún momento le había dicho nada.
—Me alegro mucho por ellos— Sonrió Shaoran dirigiéndose a su compañera— Son una buena pareja, criarán bien a su descendencia—
—Por supuesto que sí— Añadió la esmeralda.
El resto de la velada transcurrió de forma tranquila, el baile continuó hasta media noche, cuando las campanas del reloj anunciaban el inicio de un nuevo año, el salón se llenó de abrazos y buenas bendiciones.
—Feliz año nuevo— Abrazó sonriente al hombre que tenía enfrente —Jamás esperé que este año terminaría de esta forma— Acurrucándose en su pecho— Espero que a partir de ahora creemos muchos más buenos recuerdos—
—Así será— Respondió mirándola con sus orbes color ámbar que ahora parecían estar llenas de calidez al tiempo que correspondía su abrazo.
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12 de enero 17:40 horas.
La castaña se encontraba sentada en una plaza enfrente del edificio Li, esperaba por el ambarino para ir a su departamento, hoy prepararían la cena juntos. Miraba su celular mientras tomaba de un vaso con té caliente que había comprado en el camino, la presencia de una persona muy cerca de ella la hizo girar su cabeza, asustándose ligeramente al reconocerle.
—Hola Sakurita— Saludó primero la persona.
—Yukito…— Respondió algo temerosa.
—Te ves hermosa— Le dijo sentándose a su lado, viendo su cara ligeramente maquillada, su cabello corto y el par de aretes que le había dado el castaño en navidad —El cabello corto te sienta bien—
—Gracias…— Sintiéndose incómoda al tenerlo cerca y más porque Shaoran no tardaría en llegar— ¿Cómo me encontraste?—
—Casualmente pasaba por aquí y no podía desaprovechar la oportunidad— Sonriéndole—Necesitamos hablar…—
—Ya hemos hablado, no me voy a casar contigo…—
— ¿Todavía sigues pensando lo mismo?—
—Sí…—
—Entonces me imagino que tienes el dinero para cancelar la boda ¿verdad?—
—No…pero ya te dije que te lo voy a pagar—
—Bueno, no tengo más opción, tú vas a venir conmigo — Tomándola del antebrazo, obligándola a levantarse.
—Esp-¡Espera! Detente— Forcejeó inmediatamente.
—No lo hagas más difícil— Ella oponía resistencia pero era significativamente más fuerte, además de que las personas alrededor solo miraban la escena sin intervenir.
—No quiero ir contigo ¡No puedes obligarme!— Tirándole encima el té con la esperanza de que la soltara, pero aquello no funcionó ya que solo le hizo enfurecer más.
— ¡¿Qué carajos está pasando aquí?!— Interrumpió el ambarino con una mirada realmente aterradora y conteniéndose lo más que podía.
—Este asunto es entre ella y yo, no te metas— Le respondió Yukito sin pensar realmente en quien era.
—Claro que sí, ella es mi pareja y evidentemente no quiere ir contigo… ¡suéltala si no quieres que te rompa el brazo!— Aquello que decía no era broma.
El peli plateado le hizo caso al sentir su integridad en riesgo —Así que este es el tipo por el que me dejaste— Sintiéndose ligeramente intimidado ya que era más alto y fornido que él— Ella me debe dinero, de lo contrario no aceptaré la ruptura del compromiso— Reclamó.
—Eres una basura…— Bufó molesto — ¿Cuánto?— Preguntó mirándole con los ojos llenos de rabia.
— ¿Qué?...—
— ¡La cantidad! ¿Cuánto dinero es?—
—$50,000 dólares— Aquello era mentira, solo quería asustarlo.
— ¡Maldita rata mentirosa!— Exclamó para luego sacar su chequera anotando la cantidad en uno de los cheques.
—Shaoran no lo hagas— Intentó pedir la chica.
—No digas nada Sakura— Le dijo con tono firme, acallando cualquier súplica de la chica— Y tú…— Refiriéndose a Yukito —Con esto la deuda ha sido saldada— Casi arrojándole el cheque—
— ¿Quién…diablos eres tú?— Viendo el cheque en sus manos.
—Soy Shaoran Li, dueño de la corporación Li— Sonriendo de forma soberbia al ver la cara de sorpresa del peli plateado —No te vuelvas a acercar a Sakura, de lo contrario me encargaré de llevar la ruina a ti y tu familia— Terminando la conversación, tomando de la mano a la joven para llevarla lejos de ahí, dejando a Yukito inmóvil en aquel sitio.
Los dos caminaron hasta el auto de Shaoran de forma rápida, mientras Sakura intentaba seguirle el paso sin caerse —Entra al auto Sakura— Hablando de forma seria y cortante. La castaña no dijo nada, solo observó el paisaje del recorrido hasta que llegaron al estacionamiento del complejo de departamentos.
Los dos permanecieron en silencio varios minutos, ella lo miraba de reojo sin saber muy bien cómo reaccionar —Gracias por lo de hoy…— Habló primero —Yo te p…—
—No te atrevas a decirlo— La interrumpió abruptamente, haciendo que ella solo agachara su cabeza — Sé que parece que estoy molesto contigo, pero no es así— Mirándola todavía con sus ojos fríos y tensos —Me dio mucha rabia ver cómo te estaba tratando…si me hubiera tardado solo un poco más tal vez habría logrado su cometido, no sé qué hubiera hecho…— Suspirando fuertemente —De solo pensar que ibas a casarte con "eso" me hace sentir nauseas, si no te hubiera abandonado ni siquiera lo hubieras conocido…pero me alegro de haber regresado antes de que fuera tarde…— Tomándole de la mano—Sé que no debería pedirte esto, pero ¿me dejarías reclamarte en este momento?— Mirándola con algo de súplica —Déjame saborear el placer de saber que me escogiste a mí…— Estremeciendo el vientre de la joven con aquellas palabras que salían de su áspera voz.
—Subamos al apart…— Él la interrumpió con un beso.
—Si no es aquí…será en el ascensor y prefiero que sea aquí— Mirando como las mejillas de la castaña se encendían mientras su rostro asentía ligeramente ante su petición.
Rápidamente le robó un beso, uno agresivo y posesivo que dejó a la esmeralda rápidamente sin aliento, con dificultad reclinó el asiento recorriéndolo lo más posible, de esta forma se brincó la palanca de las velocidades colocándose sobre la chica de forma torpe al no tener mucho espacio para moverse. Desesperado le quitó el ajustado pantalón de mezclilla junto con su ropa interior, desabotonando su blusa para poder mirar sus pechos, aunque quisiera no podía desnudarla completamente.
Besaba y lamía cada parte de piel descubierta al tiempo que con una de sus manos masajeaba hábilmente su entrepierna para que pudiera recibirlo, ambos estaban ansiosos; después de todo el periodo de la chica se había atravesado y por más que intentó convencerla ella se rehusó en cada momento, además el trabajo había estado muy pesado por lo que quedó en abstinencia obligatoria por al menos dos semanas. Se quitó el sacó y aflojó su corbata, estaba aumentando la temperatura en aquel pequeño espacio, desabrochó y bajó su pantalón lo suficiente para dejar su erección fuera, buscó su cartera para sacar un preservativo que inmediatamente le fue arrebatado por la castaña.
— ¿P-pasa algo?— Preguntó confundido.
—No tienes…que usarlo, yo he empezado…a cuidarme— Respondió cubriéndose los ojos al sentirse avergonzada por la situación.
— ¿E-estás segura?—
—Si…es más seguro que el preservativo, siempre que no me engañes…— Riendo ligeramente ante lo último.
—Soy solo tuyo…no lo olvides— Le dijo al oído mientras lentamente se hundía en su cuerpo sintiendo el tan añorado placer de que sus cuerpos estuvieran unidos, aquella sensación era realmente buena, estar dentro del auto sin duda aumentaba el placer y la adrenalina de ser descubiertos.
Sus cabellos estaban humedecidos al igual que sus ropas —Siempre quise hacerlo en el auto contigo— Confesó el ambarino sintiendo como inmediatamente su compañera lo apretaba con más intensidad —Me estás apretando más…tú también llegaste a pensarlo…— Acercándose a su oído para lamerlo, agradeciendo la flexibilidad de la castaña.
—Sí…— Respondió sin rodeos —Shaoran…— Repitió varias veces tratando de aferrarse a él, su cuerpo estaba a punto de llegar al clímax.
—Se escucha tan bien cuando dices mi nombre…— Aumentó las embestidas, sintiendo su cuerpo derretirse a causa de ella.
—Shaoran esto a punto de…—
—Yo también…— Justo en ese instante, entrelazó sus manos al tiempo que buscó sus labios, sintiendo como se liberaba el placer de sus cuerpos, el orgasmo que tuvieron fue realmente intenso agotando las energías de ambos.
Un beso lleno de ternura marcó el final de la unión de sus cuerpos, Shaoran volvió a brincar de vuelta al otro asiento, encendiendo el aire acondicionado para tratar de desempañar las ventanas.
Al cabo de un rato bajaron del auto, yendo hasta el apartamento, donde tomaron una ducha juntos que demoró bastante — ¿Hoy te quedarás?— Preguntó el ambarino luego de qué salieron del baño, aunque más que preguntar aquello parecía más una súplica.
— ¿No te estoy causando muchas molestias?— Respondió de forma "inocente" quería que él rogara solo un poco más.
—Pasa la noche conmigo— Tomándole de la barbilla —Por favor— Dándole un corto beso luego.
—Me quedaré…— Respondió feliz.
—Me adelantaré a preparar la cena— Le dijo antes de salir de la habitación.
Luego de algunos minutos Sakura se incorporó en la cocina y juntos terminaron la cena, sentándose en el comedor — ¿Cómo te fue en el trabajo hoy?— Preguntó el castaño.
—Bien, desde que se fue Yamasaki, todo ha estado más tranquilo—
—Me alegra escucharlo—
—Pero sabes, mi madre me llamó cuando recién salí del trabajo, al parecer la madre de Yukito le llamó y le contó parte de lo que había pasado— Riendo nerviosa— Tuve que explicarle lo que había pasado—
— ¿Hubo algún problema?—
—Al principio la escuché molesta, pero luego se fue tranquilizando me hizo varias preguntas y al final, me dijo que platicaría con mi padre, así que tal vez ellos quieran conocerte pronto—
—Está bien, inclusive podemos invitarlos a una cena aquí—
— ¿Está bien para ti?— No pensó que accedería tan fácil.
—Claro que sí, la forma en la que empezamos no fue la mejor así que entre más rápido me pueda ganar a tu familia mejor— Guiñándole un ojo.
—Está bien— Sonriéndole.
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—Shaoran…— Le habló estando acostados en la cama, las luces ya estaban apagadas y ahora solo la luz de la luna y la ciudad se colaban entre las cortinas.
—Dime…— Le respondió girándose para poder mirarla.
—Estoy muy feliz de estar contigo—
—Yo también— Besándole una última vez antes de dormir.
—Te amo—
—Yo también te amo—
Shaoran se acercó a ella para envolverla en un abrazo quedando de esta forma, perdidos en sus sueños y tal vez soñando uno con el otro.
FIN
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Hola otra vez, si llegaron hasta aquí es que acaban de leer el "último" capítulo de esta historia y lo pongo entre comillas por lo siguiente, básicamente cuando escribí el primer capítulo que tuvo un final triste fue porque lo soñé así tal cual por lo cual pensé en escribir un segundo capítulo solo para que al final quedaran juntos, que es lo que leyeron en el capítulo anterior y este, pero como hubo buena aceptación de la historia se extendió por varios más capítulos…y bueno a lo que quiero llegar es que todavía quedaron algunas ideas en mi cabeza, pero no están ligadas directamente más bien son como historias aisladas de situaciones especificas entre las que menciono un poco sobre la boda, su primera pelea fuerte estando casados y su primer embarazo. Estos capítulos definitivamente los añadiré, pero por ahora le daré prioridad a mi otra historia que tampoco he actualizado.
De corazón espero que este trabajo les haya gustado leerlo tanto como a mí me gustó escribirlo, estás son las primeras dos historias que escribo y decido compartir para ser sujetas a la crítica de ustedes mis lectores, yo realmente trato de que se pueda transmitir los sentimientos de la historia, sé que no soy muy buena pero me he esforzado en darles lo mejor que puedo ofrecer
Definitivamente repito que no abandonaré esto, me podré tardar debido a que mis problemas psicológicos no me dejan avanzar pero téngame fe, lento pero seguro tendrán actualizaciones, por lo que también los invito a pasearse por mi otra historia.
No me queda nada más que darles las gracias por regalarme lo más valioso que tienen que es su tiempo, no es un adiós sino un hasta pronto.
¡Muchas gracias por leerme!