¡Hola! :D

Siento la demora, les traigo un nuevo y esta vez el último capítulo de Atrapada entre Uchihas, aún recuerdo cuando empecé esta historia por primera vez *-* , sé que esta historia no es perfecta y pueda que tenga muchos errores pero lo hice con el corazón :3

Espero que disfruten este último capítulo y espero con entusiasmo sus comentarios. Nuevamente gracias por sus follows, favoritos y por dedicar un pedacito de su tiempo a comentar mi historia. Les agradezco a todas de corazón por seguir este humilde proyecto y espero verlas nuevamente en mis otras historias, el SasuSaku no acaba señoras y señores :D jajajaja.

Sin mas que decir las dejo que disfruten.

¡A leer!


CAPÍTULO FINAL

~.Itachi.~

Luego de varios meses después, la vida de Itachi se volvió algo triste, le perturbaba ver la felicidad de su tonto hermano cada semana de cada día de trabajo. Era imposible no sentir algo en el estómago cada vez que tenía reuniones con Sakura, le era difícil apartar los ojos de ella y evitar tocarla. De tan solo sentir su perfume sentía unas ganas tremendas de querer acercarse más a ella, y aquella necesidad de querer estar a su lado debía terminar, al igual que los repentinos celos que sentía con su hermano cada vez que este le tocaba la mano o la miraba más de lo debido frente a él, ella no era suya pese a que jamás lo fue y definitivamente Sakura disfrutaba la atención que le brindaba Sasuke. Como no iba de disfrutarlo si ambos se correspondían.

Itachi no podía llegar más frustrado a su casa cada vez que se encontraba con ellos, necesitaba olvidarla y debía ser rápido y ojala indoloro, así que decidió llamar a sus amigos para distraerse y escuchar algún sabio consejo si este aparecía o tal vez simplemente alejarse un poco de tanta soledad que lo consumía cada vez que llegaba a casa.

- Jamás te había visto tan triste, Itachi - le comentó Sasori, bebiendo de su Whisky.

- Yo tampoco, parece que fueras otro - decía Deidara, mirándolo con preocupación.

- Lo sé, no vine aquí para que me dijeran como luzco - dijo molesto, apretando un poco su copa.

- Bien ¿Al final que pasó con esa mujer? - Deidara bebió y miró a Itachi mientras Sasori hizo un gesto con su dedo frente a su boca para hacerlo callar, pero su rubio amigo jamás lo vio.

- Nada… - suspiró.

- ¿Nada de nada? ¿Ni si quiera algún beso? - Deidara apoyó el codo en la mesa, esperando una respuesta.

- No…bueno…tal vez algo pero no les comentaré esas cosas a ustedes, pervertidos.

- ¿¡Pervertidos!? - exclamó Sasori - El único pervertido aquí es Deidara.

- ¿Yo? - se apuntó - Oigan chicos, no me odien por llamar la atención de las chicas - se encogió de hombros - Itachi, te dije que no fueras un caballero con esa mujer, las chicas sienten que eso ya pasó de moda…

- ¡Eso no es verdad! a las mujeres les gusta que las traten como princesas, oír cumplidos, que le dediquen canciones… - Deidara abría y cerraba la mano, imitando a Sasori hablar - …que las abraces, que seamos corteses y nunca propasarse con ellas…

- Si, si, si - Deidara lo codeó para impedir que hablara más de lo debido, ya lo estaba aburriendo - Si crees que a las chicas les gustan los chicos románticos ¿por qué diablos sigues soltero? - Sasori abrió la boca para responderle pero Deidara lo interrumpió - Te diré el por qué, porque a las mujeres les gusta algo más, quieren más de nosotros, algo rudo pero a la vez gentil. Deben mezclar el romanticismo con lo erótico.

Itachi levantó una ceja al ver lo entusiasmado que estaba su amigo.

- No creo que esa sea….

- Si, lo es - Deidara miró a Sasori con ojos brillantes - ¿Cuánto apostamos?

- ¿Qué?

- Vamos, te reto a que seduzcas a esa mujer sin siquiera tocarla - él apuntó con su mentón a una mujer que estaba en la barra del lugar - Veamos si tus cursilerías funcionan - lo desafió.

- Chicos…esto no me ayuda en nada, no quiero ver quién gana en estas estupideces, solo quiero distraerme y dejar de pensar en mujeres…

- Mmm…Bien - murmuró Deidara con decepción, hizo una pequeña pausa para beber y retomó nuevamente el tema principal de aquella salida entre amigos - Quizás necesites alejarte, y no me refiero a que no intervengas en la relación que ahora tiene esa mujer, sino que de verdad te alejes esta vez.

- ¿Sugieres un viaje? - preguntó Itachi con una ceja enarcada, considerando su propuesta.

- ¡Sí! - Deidara parecía emocionado - Es lo mejor que puedes hacer ahora.

- Odio admitirlo pero Deidara tiene un buen punto. Mientras más la veas será peor para ti, es mejor que te olvides de ella si vas a un lugar desconocido y así te distraerás sin hacer el mayor esfuerzo.

- Te sugiero que vayas a Rusia, ¿has visto a las mujeres que están allá? - Deidara se mordió su labio inferior - Vaya que son lindas…o…

- Deidara… - Itachi lo miró seriamente y negó con su cabeza para que no siguiera, si viajaría debería ser él quien eligiera el lugar.

- Bien, me calló. Basta de mujeres, eso no va con ustedes.

- Sí, claro - resopló Sasori.

- Esperemos que viajar sea una buena idea, no puedo sacármela de la cabeza… - Itachi sobó su frente al acordarse nuevamente del rostro de Sakura y su sonrisa.

- Se cómo se siente eso, es difícil… pero eres fuerte, además que tú tienes más posibilidades de encontrar a alguien más con el tiempo - Sasori le apoyó su mano en su hombro - Vamos, hombre, hay que divertirse ahora. Llamé a los demás para que nos acompañaran, esta noche será noche de chicos.

- ¡Salud! - exclamó Deidara animando a sus amigos para que chocaran sus copas.

- ¡Salud! - dijeron Itachi y Sasori al unísono.

.

.

[Itachi]

Ir de viaje durante un mes fue más fácil de lo que pensé, Sasuke no tuvo problemas en dejarme ir y además aprovechó de decirme que Sakura tomaría mi lugar sin problemas. Sé que la empresa funcionara, ya que ella es capaz de sacar adelante los futuros negocios que tendrá la empresa. No quise despedirme de ella antes de irme, la sola idea de imaginar que debía abrazarla o besarla antes de partir me rompía el corazón, además que no deseaba recordar su perfume en mi ropa mientras viajaba, eso sería peor y terminaría lastimándome aun mas y el viaje hubiera sido en vano.

Luego de varios días de pensar en algún lugar a donde ir me decidí por Suecia, quería conocer lugares nuevos y una cultura diferente, tendría tiempo de sobra para eso y un período suficiente para distraerme de todo y poder olvidar a Sakura de una buena vez.

Tan solo pase dos semanas cuando, por cosas del destino, me tope con una mujer en una de mis tantas salidas nocturnas al bar, era una chica alta y de cabello largo con una mirada dulce y angelical. Me quede como un tonto observándola de lejos mientras tomaba un trago, en ese mismo instante supe que debía acercarme a ella, era tan hermosa no podía salir de allí sin antes hablarle. Rogué para que esta bella mujer fuese real y no una ilusión creada por mi imaginación.

La vi sonreír y pude notar que no estaba sola, había otra mujer con ella. Algo que no sería ningún problema, ya que al menos eso me decía de que estaba soltera, era una probabilidad bastante alta y además me sentía optimista.

Decidido me acerque a ella, a pesar de lo poco que había aprendido en mi estadía en Suecia me animé a hablarle, pero al hacerlo creo que no pronuncie bien las palabras o tal vez dije algo extraño porque ellas de inmediato rieron. La quede mirando más de lo debido mientras ella le hacía gestos a su amiga, era radiante y lucia bellísima, sin hablar de lo hermosa que era sonriendo.

Con un gesto de manos me indico que no me entendía, luego su amiga pronunció que eran de Japón, algo que de inmediato me sorprendió y comencé a hablar en japonés para que me entendieran.

- Lo siento, pensé que eran de aquí.

- ¿Hablas japonés? - me preguntó ella, invitándome a que me sentara junto a la barra - Nosotras somos de Osaka, estamos de vacaciones - comentó.

- Que bien, yo…también estoy de vacaciones, solo me quedare un mes - ella asintió.

- Oigan, iré a bailar, espero que no sea un inconveniente - vi que su amiga se acercó al oído de ella mientras que por dentro grité de emoción a saber que la tendría sola.

- Ella es Akane, mi mejor amiga - sonrió, me parecía irreal lo hermosa que era - Lo siento, soy tan distraída que ni si quiera te he dado mi nombre - rió ella, colocando el trago en la barra - Soy Izumi - me ofreció su mano para saludarla pero pensé en algo más atrevido, quizás los consejos de Deidara no son tan malos. Tome su mano con delicadeza y la bese en el dorso, mirándola a los ojos. Vi que se ruborizó y luego sonrió. Quizás el idiota de Deidara tuviera algo de razón después de todo.

- Encantado, me llamo Itachi.

- Qué lindo nombre para alguien tan guapo - no pude evitar ruborizarme ante sus palabras, ella se encogió y sonrió tímidamente - Lo siento, no quise incomodarte.

- No…para nada - le sonreí - Pero la guapa eres tu - Izumi sonrió algo tímida, un gesto hermoso y cautivador que me hizo enloquecer un poco mas por ella.

- ¿Te gustaría bailar?

- Claro, aunque…no bailo muy bien - comenté, esbozando una sonrisa.

- No lo creo - sonrió - Ven - tomó mis manos con suavidad y como si fuera un hombre embobado la seguí, oliendo el rico aroma de su pelo. En el momento exacto cuando nos pusimos a bailar ya ni rastro de Sakura había en mi interior, ahora solo pensaba en ella, en Izumi y en lo bella que lucía.


...

~.Deidara & Sasori.~

- Te lo diré una vez más, acércate a ella le hablas, la tomas suavemente de su cintura y la invitas a bailar - comentó Deidara.

- No lo sé…¿Y si con eso recibo un golpe?

- ¡Claro que no, además cuando hablaste con ella no dejó de mirarte, está loca por ti, hombre!

- Pero…

- Bien, déjame arreglar unos detalles - dijo Deidara, desordenándole el cabello un poco y arreglando su camisa - Ahora ve e invítala a bailar ¿Cuál es el problema con eso?

- ¡El problema es que de verdad me gusta la chica, Deidara!

- ¡Pues mejor aún! Solo háblale despacio, que no note que estas nervioso, le tomas su mano, sonríes y la invitas a bailar - lo animo - Mírala, no ha dejado de mirarte desde que le invitaste ese trago.

- ¿Tú crees? - preguntó indeciso.

- Aichs… - Deidara le dio un empujón y este salió adelante, caminando con seguridad hasta la chica.

- Veo que ambos estamos aquí para ayudar a nuestros amigos - comentó una mujer de cabello castaño - Mi nombre es Hanami.

Deidara vaciló por unos momentos, la mujer era hermosa y a la vez sexy con un toque conservador. Su labio inferior tiritó de los nervios y tragó saliva.

- Dei…Deidara - la chica sonrió - Es primera vez que te veo aquí.

- Lo dices como si conocieras a cada mujer que viene a este bar.

- Ehh…si - Deidara sonrió y la mujer se sorprendió.

- Vaya…

Deidara le hizo un gesto con su cabeza al escuchar tal respuesta, asumiendo de inmediato que la mujeres perdería el interés por él, y quien no lo haría, decir que conocía a cada mujer en ese lugar daba a inferir que él había estado con muchas mujeres. Era obvio para él que tarde o temprano lo rechazarían cuando buscara algo serio pero ella siguió allí, mirándolo.

- ¿Quieres algo de beber? - pronuncio emocionado.

- Me encantaría, Deidara - su nombre se escucho deliciosamente sensual con su voz, algo que le hicieron sentir mariposas en su estómago. Era extraño, ya que ninguna mujer lo hizo sentirse así. Él siempre era el que dominaba en el arte de la seducción y no al revés.

- Pensé que te alejarías cuando te dije que venía aquí a diario - comentó él mientras pedía un trago. La chica se coloco a su lado mirándolo de vez en cuando.

- No deseo hacer prejuicios sin antes conocer a las personas - él asintió aliviado por sus palabras.

- Disculpa la intromisión pero se me hace difícil pensar que una chica como tú venga sola a un lugar como este.

- No estoy sola - ella miró en cierta dirección - Bueno, tal vez ahora si - sonrió - Aquella es mi amiga - Deidara miró hacia su dirección y vio a la chica con la que Sasori estaba bailando muy animadamente - Veo que ese es tu amigo ¿no? - comentó.

- Lo es…aprende rápido - aquello se le escapó de sus labios en un susurro que no paso desapercibido por Hanami.

- Si, así es - asintió, captando la atención de Deidara - Ella es muy tímida y rara vez baila, me alegro que al menos tu amigo sea un caballero con ella.

Deidara apretó su mandíbula con nerviosismo, pensando en las palabras que le había dicho a Sasori y como debía tratar de ser más osado con una mujer.

- Si…. - dijo inseguro.

- ¿Bailas? - preguntó.

- Hmp…yo soy experto en bailar - le guiñó el ojo, algo que la hizo sonreír.

- ¿Estas tratando de coquetear conmigo, Deidara? - preguntó ella con curiosidad, mirándolo de abajo hasta arriba, deteniéndose en sus labios y luego en su mirada.

- Ehh..¿sí?, ¿no? - decía indeciso - Lo siento no quería comportarme así contigo…tu eres…diferente.

- Pero me gusta… - musitó ella cerca de su oído. Y con una mirada seductora lo invitó a que la siguiera a la pista de baile.

Deidara se ruborizó y se enderezó aun más, deseaba agradarle por primera vez a una mujer, cambiar su manera de ser y tratarla diferente. Algo en ella era distinto y cautivador como si ella también escondiera su sensualidad pero que solo le hacía saber eso a él.

Al momento en que él se dirigió a la pista de baile, Deidara empujo a Sasori para llamar su atención y decirle con señas que olvidara lo que le había dicho.

~.Karin & Suigetsu.~

Luego de pocos meses estos tortolos no pudieron resistir a dar un gran paso en sus vidas, ambos decidieron que vivir separados, pero a la vez tan cerca, era ridículo, por lo que decidieron vender sus departamentos y comprar una casa cerca del parque, donde ambos habían tenido una de sus primeras citas.

Pero con esta pareja no todo era miel sobre hojuelas, ya que las peleas era pan de cada día pero Suigetsu sabía cómo dominarla y ninguna pelea había sido tan fuerte como para separar lo que ambos estaban comenzando.

- Karin…¿Cuántas veces debo decirte que esa mujer no estaba coqueteándome? - Suigetsu la miraba con diversión al verla tan enfurecida.

- Hmp…eres un idiota, ¡cualquiera diría que ustedes tenían algo!

- ¿Algo? - preguntó él, acercándose con cautela hacia ella - ¿Algo cómo qué?

- Te quieres burlar de mí, ¿¡no!? - chilló ella, enfrentándolo.

- Karin, mi trabajo consiste en ayudar a los pacientes con terapias de ejercicios, sabes muy bien como son las cosas.

- ¡Pero la estabas tocando! - gruñó.

- Soy kinesiólogo, eso es lo que hago - Suigetsu sonrió al notar aquella escena de celos - No puedo creer que mi hermosa pelirroja sienta celos - él colocó sus manos en las caderas, observándola.

- ¿Celos?...¿De ti?, por favor - dijo ella, caminando hacia la habitación donde él la siguió con una sonrisa.

- Si, sientes celos - la retó - Eso me gusta… - él se acercó más a ella, posando sus manos en su cintura. Karin estaba de espaldas a él, mirando hacia la ventana con ojos furiosos y el ceño fruncido - Te ves sexy cuando te enojas, cariño.

- ¡No me llames así! - refutó ella, liberándose de su agarre, pero Suigetsu volvió a atraparla con sus brazos - ¡Suéltame, idiota! - él la abrazó por detrás.

- No, no pienso hacerlo - él acarició su cuello con sus labios tibios - Nunca pienso hacerlo, jamás - Suigetsu se acercó a su oído para susurrarle - Eres mía, y solo mía - su voz ronca y seductora la hicieron estremecerse.

- ¿Y tú lo eres…? - preguntó ella entristecida.

- Por supuesto que lo soy, todo mi ser te pertenece a ti - él volvió a acariciarla, debilitándola poco a poco hasta que cediera ante él - Mi cuerpo es tuyo, y puedes hacer lo que desees con el…si eso quieres - él la beso en su mejilla notando como se ruborizaba.

- N-No t-te creo - titubeó nerviosa al sentir las manos de Suigetsu bajo su polera.

- Mmm…¿Cómo puedo hacer para que te quede claro? - él la dio vuelta para mirarla a los ojos y colocó sus manos en sus mejillas, mirándola con deseo - Eres tan hermosa, Karin. Me encanta que sientas celos por mí, eso me demuestra que te preocupas por nuestra relación y que sientes que vas a perderme…

- E-Eso n-no es cierto…

- Si que lo es - la acarició - Nadie se compara ante ti, eres hermosa, sexy, traviesa - él beso sus labios suavemente hasta dejarla jadeando - Jamás me cansaría de ti - le susurró él con voz ronca.

- Pero si…

- No - él besó nuevamente su boca, chupando su labio inferior - Te amo a ti, Karin - Karin aguantó la respiración por segundos y quedo en silencio - Y también a ti… - dijo él posando su mano en la pequeña barriga de Karin.

- Esto no me hace sentir sexy - musitó ella, caminando hasta sentarse en su cama.

- Lo eres para mi, enojona - Suigetsu se hincó en el piso, rodeando a Karin con sus brazos en su cintura mientras la miraba hacia arriba.

- Lo dices porque aún no me veo tan gorda - se quejó ella, acariciándole su melena blanca mientras este sonreía.

- Bien, veo que no me dejas más opción - Suigetsu se levantó del piso y se sacó la camisa tirándola con fuerza al suelo sin dejar de mirarla con ojos serios pero a la vez llenos de pasión y lujuria. Se sacó sus pantalones y sus zapatos hasta quedar solo en ropa interior - El siguiente movimiento es tuyo - dijo coqueto mirando sus boxers mientras se acercaba a ella para besarla, tumbándola en la cama con gentileza, besando cada parte de su cuerpo hasta sacarle toda la ropa - Veo que esta es la única manera para que mi mujer entienda lo loco que estoy por ella - decía, haciéndola gemir con cada beso que este le daba.

Karin lo abrazaba con ansias, sintiendo cada parte de su musculoso cuerpo sobre ella, quitándole con sus manos la ultima prenda de él.

- Suigetsu… - gimió al sentir su virilidad rosar su bajo vientre, pero él estaba ocupado lamiendo sus pechos - Sui… - jadeó.

- ¿Mmm?... - suspiró, deteniendo sus movimientos.

- El bebé… - Suigetsu sonrió con diversión

- Recuerda lo que te recomendaron en el hospital, mientras más sexo tengamos es mejor para la madre - Karin se ruborizó al escucharlo tan sexy, sintiendo como este se apoderaba de sus labios. Karin, al sentir el fuego recorrer cada poro de su piel, reaccionó de manera eufórica, besándolo y abriendo sus piernas para que entrara en ella.

Sus labios se besaban sin tregua y ella abriendo mas su boca recibió con avidez la lengua de Suigetsu con un amplio movimiento de la suya, haciendo que a él le hirviera la sangre, haciendo que ambos se perdieran bajo el deseo mutuo de su amor.

~.Sasuke & Sakura.~

La feliz pareja continuaba trabajando en la empresa Uchiha, ambos habían cooperado para que el trabajo no interviniera con su relación aunque la amenaza de que los demás comenzaran a notar su amorío era cada vez mas inminente. Sakura sabía perfectamente que si los descubrían todo podría terminar en desastre.

Cada vez que ella bajaba hacia los estacionamientos para esperar a Sasuke, escuchaba rumores y susurros de aquellos trabajadores que al parecer lo único que hacían era espiarlos. La peli rosa tenía cada vez más miedo de que esto arruinara la dedicación que ambos estaban teniendo con su relación. Lo menos que necesitaban ahora era que la catalogaran como una caza fortunas y que solo se acostaba con el jefe para ganar mejor sueldo y ser la dueña de todo. Aquellos pensamientos la deprimían y no le hacían nada de bien.

- Sasuke, necesito hablar contigo de algo serio - comentó ella en un suspiro. Sasuke la miró preocupado y tomó de su mano para tranquilizarla - Me preocupa que esto se sepa y piensen mal de nosotros, y de mi. No quiero que me digan que soy una oportunista o algo peor.

- No prestes atención a los demás, esas personas no tienen nada mejor que hacer más que inventar cosas - Sasuke le besó el dorso de su mano y le sonrió con tranquilidad.

- Prefiero renunciar, Sasuke, es lo mejor. Sabes que esto me afecta a pesar de que deseo no darle importancia - insistió.

- No creo que sea necesaria tu renuncia - le sonrió - Ven aquí - Sakura obedeció y lo siguió hacia aquel jardín que tanto le gustaba, el sonido relajante del agua cayendo le daba un toque mágico al ambiente, la pequeña cascada que tenía Sasuke siempre fue lo primero que ella admiraba al llegar.

- ¿Por qué dices eso? Mi renuncia significara menos problemas en la empresa - Sakura miró el lugar para relajarse - Además…estoy cansada de escondernos.

- No te preocupes, tengo algo en mente que pondrá fin a todos esos comentarios - Sasuke sonrió algo nervioso, apretó sus labios un momento y la miró nuevamente a los ojos - Cásate conmigo, Sakura - dijo con voz ronca. Sakura ahogó una exclamación, tratando de asimilar sus palabras.

- ¿Qué…? - su corazón comenzó a latir a mil por hora, sus mejillas se enrojecieron y de repente sus manos temblaron por los nervios.

Sasuke le brindó una cálida y amplia sonrisa. Se aclaró su garganta para continuar y lentamente comenzó a sacar una cajita de terciopelo rojo de su bolsillo.

[Sakura]

Sus ojos negros me miraron con ternura, algo que muy pocas veces podía apreciar. Sin dejar de mirarme se acercó hacia mí con suma delicadeza y se apoyó en una pierna para luego mirarme directamente a mis ojos, ofreciéndome la cajita la cual abrió lentamente. Mis ojos dejaron los suyos para ver aquel resplandeciente anillo de oro blanco con diamantes, simplemente no lo podía creer, me lleve una mano a mi mejilla debido a la sorpresa y sentí como una cálida lagrima bajaba desde mi rostro, esta vez no era de tristeza sino de felicidad. Sasuke me miro con una sonrisa hermosa que hacía que su rostro luciera aun mas jovial y mucho más atractivo.

- ¿Sakura? - gemí por lo bajo y cerré mis ojos por breves momentos, mi nombre se oía exquisito cuando su voz lo pronunciaba, me pregunte varias veces si esto de verdad estaba sucediendo y al verlo nuevamente en aquella posición lloré de felicidad y sin dejarlo esperando por más tiempo mis labios pronunciaron el tal esperado "Si".

Salte casi eufórica hacia a él y se levantó sonriendo para luego atajarme en sus fuertes brazos, estrechándome contra su cuerpo mientras yo me perdía en su aroma. Jamás pensé que algo así nos pasaría después de todo el infierno que tuvimos que pasar, después de todo esto de verdad parecía como un sueño hecho realidad.

- Por un momento pensé que correrías - me dijo algo nervioso, mirándome los labios para besarlos cálidamente.

- Solo quise asustarte un poco - sonreí divertida.

- ¿Ah sí? - sonrió divertido y me besó nuevamente - Ten - su mano tomó la mía y con delicadeza me coloco el radiante anillo, el cual brilló ante la luz de la luna - No sabes lo mucho que significas para mi, de ahora en adelante no quiero más que pasar el resto de mi vida contigo.

- Lo mismo digo - lo besé nuevamente, rodeando su cuello con mis manos, aprovechando de acariciar su suave melena mientras profundizaba el beso que poco a poco se intensificaba, perdí la noción del tiempo cuando su lengua tocó la mía de forma embriagadora, sintiendo como sus manos tocaban mis caderas con gran ansiedad y urgencia.

- ¿Qué te parece si celebramos como corresponde…señora Uchiha? - sentí un fuerte cosquilleo recorrer mi espalda y estómago al escucharlo decirme así - Suena bien ¿no crees? por fin eres mía - dijo él, apretando mi trasero de manera juguetona.

- Aún no - me mordí el labio y note la pasión que había en sus ojos, pero luego aquel brillo de deseo se apaciguo y una ternura lo reemplazo en su lugar.

- Te tengo una sorpresa arriba, ven, quiero ver tu expresión cuando la veas - Sasuke tomó de mi mano y la apretó tiernamente.

Una vez que estuvimos en su casa, la cual pronto se convertiría en nuestra, me tapó los ojos con sus manos guiándome lentamente hasta mi sorpresa. Me sentía tan llena y plena que pensaba que en cualquier momento explotaría de felicidad.

Sentí que nos detuvimos y sus manos me dejaron, abrí los ojos con entusiasmo, maravillándome del hermoso detalle que había en la terraza. Sasuke había preparado todo desde antes, una cena romántica para ambos, decorada pulcramente a la luz de las velas que resaltaban ante la oscuridad de la noche. Pude ver que habían copas y una champaña sobre un mesón, hasta los platos estaban decorados, en nuestra mesa había un lindo ramo de rosas rojas y un vino que esperaba ser bebido.

- Espero que te guste la comida, me esmeré mucho en hacerla - sonrió.

- Sasuke esto es…hermoso - admití - Aunque…no se qué hubieras hecho si te hubiera dicho que no - lo mire, fingiendo seriedad.

- Sabía que me dirías que si - me guiñó un ojo con suficiencia y se acercó a mí, besando mi frente con dulzura para luego abrazarme profundamente.

En esos momentos solo sentí paz y tranquilad, ya nada podría separarnos, solo éramos él y yo. Aquel abrazo que nos dábamos era tan profundo que podría asegurar que en ese momento nuestros corazones por fin latían como uno solo.

...


~.:Fin:.~


...

¡Hola de nuevo!

Al fin llegó el tal esperado final :O ¿Qué les pareció este capítulo?, espero que les haya gustado, me dio algo de pena terminarlo y.y jajajaja. Sé que es corto pero espero no haberlas decepcionado en cuanto a la trama.

Bueno, toda historia debe acabar, pero esto no será el fin de mis historias en el mundo de Naruto, espero verlas en mis próximos fics sobre esta interesante pareja :)

Una vez mas gracias a todas por seguir este proyecto y mil gracias por su constante apoyo y sobretodo para aquellos que siempre dedicaron un poco de su tiempo a comentar en cada capítulo ^^ ustedes saben quienes son ;)

Sin nada mas que decir me despido y nos estamos leyendo :D

Un abrazo grande y espero sus comentarios n_n