Hola de nuevo queridos lectores. Aquí Metal Warrion 190 nuevamente trayéndoles más fics y por así decirlo compensando lo que se debería de haber visto en diciembre. Sin embargo, aquello quedo en el año pasado y ahora debemos seguir adelante y caminar hacia el futuro. ¿Mmmm donde abre escuchado eso?

De cualquier forma y ya en referencia al futuro, aquí les traigo una idea creada en mi mente después de muchas noches pensando sobre diversos shippings que son por mas decirlo, poco comunes o en algunos casos; tomados por alto, es normal y casi tradición, emparejar a Ash con la coprotagonista en turno, si…suena muy frio sobre todo al tratarse de chicas como Serena y May que han sido a mi parecer estupendas compañeras del azabache. Pero como se decía, esa tradición no siempre es la única opción, personalmente pienso que Pokemon, el anime; más allá de ser un kodomo recién ascendido a shonen parece más un shojo o ya de plano un pseudo ecchi, pero bueno, eso ultimo puede deberse a mi atrofiada mente. Lo anterior tiene fundamentos y es que piénsenlo, parece que el número de chicas participantes puede sin lugar a dudas sobrepasar al de protagonistas varones, eso si contamos desde inicios del anime y hasta la actualidad y ya ni mencionar los mangas o videojuegos, que bien que bien...aportan su porción de chicas o pokegirls.

Tras lo anterior, ustedes ahora se preguntaran el porqué de toda esta recopilación Sencillo; porque después de tanto tiempo eh decidido ampliar horizontes y comenzar a escribir pequeñas historias basadas en otros shippings de pokemon. El único prescindente que rompe la norma Advance y Amour es el one shot sitrunnashipping que escribí hace unos meses, ahora; les dejo este pequeño one shot con dinámica lemon y algo entretenido argumento, basándose como piedra angular…en el increíble "Rayshipping" (Véase; la relación entre Ash/Satoshi y Cynthia/Shyirona). Si aún no lo terminan de procesar, no se preocupen…solo siéntense, relájense y déjense llevar por la escritura. Sera breve y apetecible.

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Rayshipping: Vinculos.

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By Metal Warrion.

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Las cosas no pudieron ser más duras para el aun infantil Ash Ketchum, después de todo…la noticia de perder a un familiar…a tu propia madre, es algo que no importa que tan grande y maduro seas, no podrás asimilar tan fácilmente. Pregúntense entonces; ¿Cómo quieren que lo asimile un niño de 9 años? Esa era la edad que Ash había cumplido hacía apenas un par de meses a lo mucho, sin embargo el destino injusto le había jugado mal; tras arrebatarle quizá lo más preciado que alguna vez hubiese tenido; su querida madre.

En efecto, el devastador resultado era palpable, el pequeño niño que en algún momento se había mostrado quizá el más feliz del mundo ahora, se encontraba totalmente destrozado, sin ánimos siquiera de levantar la mirada por sobre el altar que había quedado en su casa tras haber concluido el funeral. Muy indiferente de lo que sería su destino, el joven azabache se preguntaba porque mama se había ido. Si ella misma le había dicho que nunca lo dejaría, que estarían juntos por siempre… ¿Entonces porque ahora? ¿Por qué tuvo que irse ahora? Indudablemente el jovencito no sabía mucho de los males y calamidades que aún siguen asolando al mundo. Independientemente de que tan prósperos se viva hoy día, la tragedia siempre puede estar presente.

Y nuevamente tocábamos el tema de…su porvenir, Ash se había quedado en la orfandad, sin su madre. Prácticamente no tenía familia. Algo raro pues por lo poco que sabía; las familias siempre estaban compuestas por mama, papa y los hijos, más allá de estos, estaban los abuelos y los tíos o en algunos casos solo los abuelos. Pero en su caso, solo había sabido de su madre y nadie más. Quizá en momentos como este, sería bueno saber acerca de papa, pero la verdad es que el pobre azabache estaba más abrumado por la irrealidad de haberse quedado sin que querida madre. Tan irreal…y tan confuso como pueda uno imaginarlo.

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La imagen de un Ash de nueve años, vestido con un conjunto de color negro, pantalón y camisa de vestir debajo de un saco a su medida, se encontraba de pie como una estatua frente al altar donde además de flores destinadas a ello, apreciábamos la fotografía de una mujer de respetable belleza, que seguramente por lo aparente, rondaría en una edad de mínimo; la treintena de años, esbelta figura fémina que se negaba a perder la belleza, radiante en sus días de más juventud. De largo cabello castaño pulcro y bien cuidado, ojos del mismo color que junto con su bello y refinado rostro, indicaban una frescura y vigor propios de una persona que si bien ya no era tan joven por lo menos tampoco parecía estar enferma.

El recinto era un respetable salón de arquitectura y usanza muy tradicional japonés. Paredes decoradas y un suelo de madera pulida que en conjunto parecían indicar que aquella mujer y su hijo tenían un respetable nivel de vida. Quizá eso y los ropajes casuales mostrados en dicha fotografía lo ameritaban así. Sin embargo; Qué era el dinero para el joven Ash si en estos momentos era la pérdida de su madre lo que en verdad le importaba, el dinero no le traería de vuelta a la autora de sus días, y francamente tampoco le conseguiría algo cercano a una familia.

Una puerta se abrió, dejando ver al pequeño infante desde un enfoque distinto, sin embargo pese al notable sonido de la puerta abriéndose, no causo ninguna reacción o mutabilidad en el pequeño que seguía mirando la foto de su madre. Tampoco presto atención a la presencia visitante que en silencio se hizo presente en la habitación. Unos pasos fueron escuchados por Ash, indicándole que aquel visitante se había acercado hasta un par de pasos a su derecha, quizá por una pizca de curiosidad o por otra razón a saber; el joven azabache s digno en voltear la vista hacia donde aquella persona estaba, para así descubrir su identidad.

A quien encontró a su derecha no fue nadie más ni menos que un rostro bastante familiar, sin vinculo sanguíneo pero bastante familiar; una respetable mujer de algunos años ya sobre sus hombros, alguien que el sin mucho problemas pudo reconocer como –Señora Carolina. –fueron las palabras que salieron de los labios hasta entonces enmudecidos de Ash.

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-Hola Ash…yo…lo lamento mucho en verdad. –La mujer de años, presente ante él, era nadie más ni menos que una gran amistad de su madre y ciertamente una buena mujer a ojos del chico. Por todo lo que parecía indicar, esta gran amistad había tenido sus problemas para venir a tiempo. –La verdad no tengo palabras de consuelo…estoy…tan impactada con todo esto. Solo… –La mujer no pudo continuar, debido a la situación afrontada; Ash se lanzó a su regazo a llorar. Carolina tuvo que usar todo su reflejo para no irse de sentón contra el suelo debido a la reacción del chico, quien al parecer se había lanzado a llorar en su regazo. – ¿Ash? –Ella cuestiono sorprendida.

-Mama…mama se fue…se fue se…señora…seño…se… -La verdad es que el azabache no encontraba palabras para continuar. Simplemente se largó a llorar y desfogar así todo su dolor. Carolina no se lo impidió.

-Entiendo Ash, lo entiendo. Ella…ella se fue. –Carolina dijo en derrota. No servía de nada darle vueltas al asunto si el pequeño ya sabía más que bien, que su madre había muerto, muerto en una tragedia. De tal modo que resultaba increíble para ambos tratar de asimilar tal noticia. Sin embargo y a beneficio del joven azabache, aquella mujer Carolina, venía con otro asunto aparte del de darle el pésame, solo…esperaba que el chico pudiera comprenderlo.

-Y ahora… –Recién Ash ganaba algo de respiro. – ¿Ahora…que hare? ¿Qué hare sin mama? –Ash cuestionaba de su futuro sin su madre, realmente difícil de imaginar para él.

-Ash…sé que no es fácil. Pero eh venido a pedirte…a darte la oportunidad. De continuar adelante. –Carolina intento explicárselo de una forma mucho más diplomática aunque ante la expresión confusa del niño, prefirió optar por algo mucho más directo. –Te estoy ofreciendo unirte a mi familia. Se…que esto…esto es muy rápido e inesperado para ti, pero es lo mejor que puedo hacer…por ti y por la memoria de tu madre. –Carolina le explicaba. –No te pido que me digas madre, nunca…y te lo digo con el corazón en la mano, sé que nunca poder ocupar el lugar de tu madre, pero al menos…permítenos ayudarte, ofrecerte un futuro tal cual ella lo habría deseado. –Carolina encaro al pequeño quien le miraba conmocionado, al parecer estaba aun procesando toda esta información y si tan solo pudiera darle una respuesta concisa a la mujer, algo tan certero como un… –Esta bien… –Efectivamente, así como lo acababa de decir.

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La puerta volvió a abrirse, en esta ocasión siendo observada desde el pasillo de afuera, donde podíamos apreciar como Carolina salía caminando para luego virar la vista a su derecha, como Ash lo hizo en su momento. Esperando por ella se encontraba una jovencita, de al menos unos catorce años, de respetable porte, figura ágil e imponente, vestida con un atuendo formal negro, como la situación lo ameritaba y contrastando esto con su tersa piel paralelamente pálida, sus ojos platinados y su radiante cabello rubio, tan largo que ya le llegaba poco más de media espalda, el cual era sujeto por dos peculiares broches que asimilaban las crines de un Lucario. Esta joven se mostraba serena y pasiva, aunque el semblante en su rostro, indicaba cierta preocupación que ahora demostraba a su familiar, sin embargo, antes de irrumpir, prefirió aguardar por la respuesta de Carolina.

-Cynthia… –La mayor hablo refiriéndose a la joven rubia.

-Abuela Carolina. Ehhh… ¿Todo salió bien? –Cynthia pregunto quizá haciendo referencia al asunto que su abuela había hablado con Ash.

-Todo salió como mejor debía de ser hija. ¿Ahora Ash…quieres salir por favor? –Carolina se hizo a un lado de la puerta mientras dirigía la mirada al pequeño Ash quien, algo temeroso, salió por el umbral de esta, mientras precavido…caminaba hacia donde la mujer mayor se encontraba, manteniendo la mirada gacha ante cierto nerviosismo de ser visto por los presentes, aunque quizá la única presenta a excepción de Carolina, era solo Cynthia.

-Cynthia. Acércate por favor. –Solicito la mujer mayor. A lo que la joven obedeció. –Cynthia. ¿Recuerdas a Ash? ¿El hijo de mi socia Delia Ketchum? –Ella pregunto a la adolescente. Quien de igual modo, respondió asintiendo mientras miraba al pequeño Ash en un semblante precavido, Ash por su parte ni siquiera la había visto. Seguía con la mirada clavada al suelo, incapaz de asimilar la realidad frete suyo. –Bien…Ash…pequeño, por favor levanta la mirada. Quiero que conozcas a mi nieta; Cynthia. –Dijo la mayor presente.

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Ash reacciono cuando Carolina le llamo, lo siguiente que le dijo fue sobre alguien una chica, nieta de aquella mujer que lo había adoptado. Posteriormente, mientras levantaba la mirada, pudo hallar dos zapatos lustrados muy bonitos, propios de una chica, medias negras cubrían aquellas piernas un poco torneadas pero sutiles y juveniles. En cuanto escucho un nombre, el azabache incorporo la vista por completo, para toparse con aquella jovencita que a sus ojos le resultaba realmente bonita, tanto o incluso más que su madre. Sin embargo también nacía en él, algo desconocido…bueno quizá no tanto…asombro, eso era lo que sentía, ver su rostro un poco preocupado y con una sonrisa sincera de presentación, aquel ángel amplio más su sonrisa y se presentó formalmente ante él.

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-Hola Ash. Yo soy Cynthia Shirona, mucho gusto. –La chica se mostró en su mejor faceta a tratar con el chico, como solo una joven de su edad podía hacerlo; con ese toque tierno y sutil que hábilmente buscaba sacar al chico de su estado lamentable, darle ese toque para animarlo. Ciertamente tuvo mucho efecto en el pobre Ash que aun con el sentimiento de pérdida, no podía dejar de admirar a aquel ángel que le sonreía.

-¿Eh…Cynthia…? –Ash pregunto, totalmente impresionado, aun había lágrimas en sus ojos y sus gimoteos eran más que perceptibles. – ¿Es…es tu nombre? –Pregunto nuevamente.

-Así es. Así me llamo yo. –Ella se inclinó a saludarlo, a lo que el chico instintivamente se mostró un poco conmocionado y trabajaba en automático. Realmente parecía que algo en la actitud de Cynthia había atrapado la atención del pequeño Ash.

-Es…es…muy bonito. –Ash dijo mostrándose realmente apenado por haber dicho esto último, aunque realmente en algún lugar de su cabeza, se preguntaba porque había dicho eso y porque se sentía así. Cynthia por su parte se había asombrado ante el cumplido que un chico como Ash le había hecho, no pudo evitar que un leve sonrojo invadiera sus mejillas.

-Vaya…ehh bueno…muchas gracias por eso Ash. –Cynthia reacciono de igual forma que su juvenil mente de adolescente pudo hacer; casi caer enamorada pero antes de eso, fue traída de vuelta a la realidad por su abuela Carolina.

-Me alegra que ya se traten tan bien. Porque tengo excelentes noticias para ambos. De ahora en adelante…Ash formara parte de nuestra familia y ustedes serán hermanos políticos. –Declaro con cierto ánimo, claro que si Carolina se convierte en la tutora legal de Ash, eso la hace su madre política por lo que Cynthia vendría siendo algo así como su sobrina, pese a la diferencia de edades. Pero para no ir a los detalles angustiosos. Dejémoslo así. –Ahora. Ash…esto será difícil para ti, pero tendrás que mudarte con nosotras y por lo tanto, dejar tu antiguo hogar.

-¿Dejar mi hogar? –Ash reacciono algo intimidado. – ¿Entonces…ya no poder vivir aquí? –Declaro el pequeño, realmente tomado con la guardia baja.

-Me temo que no. Al menos no por ahora. –Declaro la mujer mirando al chico con gesto preocupado.

-¿Y porque no vivimos aquí? –Ash llego a una respuesta simple pero inviable.

-El problema es que nosotras vivimos en Sinnoh y allá tenemos la mayoría de nuestras vidas realizadas, además Cynthia estudia allá y no sería justo obligarla a cambiar de escuela. Espero que lo entiendas. –Argumento unas de las muchas razones por las cuales no podrían hacer eso.

-Entiendo… –Finalmente Ash admitió rendido que esto significaba el adiós a lo que era su antigua vida, sin duda alguna las cosas no serían iguales a partir de ahora.

-No te preocupes Ash. Sé que es duro, pero danos la oportunidad, esto segura que entre más rápido lleguemos, más rápido te acostumbraras…aunque sé que segura siendo difícil. –Cynthia se inclinó a tomar su mano mientras hablaba con él. –Solo inténtalo. –Ella termino alentándolo a dar el siguiente paso.

-Tienes…tienes razón Cynthia. Ehh perdón…ehh nesan. –Ash se corrigió a sí mismo, recordando que ahora ella sería su "hermana mayor" Cynthia no pudo evitar sentirse sobre-pasada por esto. Uso todo su autocontrol para poder controlarse, finalmente dio un suspiro y tras sacudir un poco la cabeza para despejarse le dio una sonrisa como ella sabía.

-Así es Ash. ¿Vamos…? –Ella le extendió la mano. A lo que el chico acepto y la sujeto con cierta fuerza. Al final, ambos iniciaron su marcha por el corredor, siendo seguidos por Carolina. Quien internamente se sentía muy aliviada de que el pequeño Ash aceptase querer ser adoptado por ella y su nieta. Si, quizá ellas no eran en si una familia, bueno…más bien esta sería una familia rota por la tragedia, como el caso de Ash, quizá entre rotura y rotura ella, sus nietas y Ash podrían encontrar manera de remendarlo. Encontrar un futuro para el pobre Ash y quizá contribuir así a la deuda que Carolina sentía para con Delia. Era sin duda algo muy optimista. Eso lo admitía.

Sin embargo, para los dos chicos que iban adelante tomados de la mano, quizá era este el inicio de un nuevo sinfín de experiencias y vivencias que darían giros nuevos a sus respectivas vidas. Cierto, Cynthia tenia razón. Quizá las cosas serían diferentes a partir de ahora, viendo a Ash quien le regalo una sonrisa sincera, le decía claro que las cosas cambiarían MUCHO a partir de hoy.

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Continuara…

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Bueno queridos lectores hasta aquí llega este rápido trabajo, originalmente pensaba en un one shot, sin embargo; como estoy trabajando contra reloj y esos proyectos estaban preparados para fechas anteriores, decidí dar corte hasta aquí y proseguir en la siguiente continuación.

Bueno la premisa de este trabajo es sencilla si se le puede decir así; Ash Ketchum ha quedado huérfano debido a la trágica muerte de su madre; Delia Ketchum, sin embargo…un brillo de esperanza llega a su vida. Su madre, quien era modelo trabajaba para cierta ejecutiva de moda en Sinnoh, su nombre…lo adivinan; Carolina, quien en su tiempo libre estudia sobre los pokemons legendarios y la historia antigua. (Jodida lógica ¿Verdad?) Pero eso es lo de menos, ya que en esta AU, Cynthia quien es entonces una jovencita parece haber despertado cierto interés en Ash y a su vez…el pequeño azabache y su siempre pulcro corazón, cautivaron a la colegiala Cynthia que bueno parece mostrar una actitud muy abierta y cariñosa. Listos; ya tenemos la antesala de lo que podríamos ver en algunos doujins de temática similar, ahora a echar a andar las ideas pervertidas. Y ahí es donde entran ustedes queridos lectores.

Bien solo para aclarar de lo que se tratara esto, diré que hablamos de las mil y un posibilidades en las cuales, un potencial romance no solo nacerá sino que también se demostrara y que mejor forma de demostrarse entre ambos…que con y cito a Homero Simpson: RESULTADOS SEXUALES. Si. Sexo parcialmente incestuoso ya que de hermanos solo el título.

En la siguiente entrega podrán ver el primer encuentro de esta categoría y en seguimiento a otras potenciales continuaciones, se basaran en las ideas que USTEDES me darán en los reviews que vayan surgiendo, así es. Para hacer esto algo mas interactivo si es que se puede hacer, que mejor que opiniones e ideas de lo que podría ser un buen móvil que lleve a estos dos chicos a situación con RESULTADOS SEXUALES. Puede que me esté EXCEDIENDO puede que no, o simplemente puedo hacer de la siguiente continuación; un lemon con shipping definido y lo dejamos ahí. Vale…eso lo definiremos luego, por el momento espero que les guste la idea de escribir sobre otros shippings aparte del Amour y el Advance, aunque eso si, de momento serian algo pequeños, para ir lidiando con otros trabajos ya publicados.

Bien creo que con esto es suficiente por hoy, se despide Metal Warrion deseándoles buenas noches. Y pórtense bien que ya solo nos faltan DOS días para el seis de enero; día de reyes.