Fireproof

Advertencia: tanto los personajes como las situaciones aquí descritas son propiedad intelectual de Cassandra Clare.

Este relato participa en el reto "Christamas Tree" del foro [Cazadores de Sombras].

Es un regalo para la bonita de LadyChocolateLover, de parte de la Moderación. ¡Esperamos que te guste!

Y, como siempre, cualquier crítica es bien recibida.

¡Gracias por leer!


Sus ojos son de un verde profundo y, cuando se miran, estallan en luces y matices que no sabe describir. Cuando está a su lado es una persona mejor, es más fuerte, más osada, más descarada y divertida. No teme a nada, pero junto a él se siente libre, como si pudiera volar.

En sus pupilas puede ver todo lo que él siente, lo que no puede ocultar; cada gota de sus sentimientos vertido en su mirar. Tan claros como una pálida mañana en Londres, con el sol pintando el cielo de rojo y naranja, el azul batallando por estallar sobre todo. Un incendio que no se puede controlar, que la arrulla y mece cuando lo recorda, porque nadie jamás la ha amado de esa manera, con tanta intensidad, con tanta devoción, haciéndole sentir que merece la pena cada segundo de su vida.

Porque Gabriel no la envolvía en sedas, ni pretendía adornar su cuerpo con perlas, sino que la adoraba por quien ella era, por su persistencia, por su personalidad; sin importarle si era femenina o correcto siquiera que hablase sin pensar. No la protegía si no era necesario porque él sabía de qué era capaz, había visto su fuerza, el talento innato que corría por sus venas, la manera en la que no temía luchar, manchar sus vestidos de sangre e icor, de arrojarse al vacío y no saber si iba a regresar y, aun así, volviendo de nuevo cada día a sus brazos, a su hogar.

Porque en Gabriel había encontrado aquello que nunca había sabido que iba a necesitar; la alegría desbordante de reírse a su lado, de poder decirle la verdad, de no tener que ocultarse y ser ella misma, de que, a pesar de sus errores, él la amaba y que era algo que no iba a cambiar, por mucho que pasasen los años.

Su amor había pasado por fuego y hielo, porque habían peleado juntos y habían ganado, porque habían perdido tanto cuando lo habían tenido todo, porque eran tan parecidos y a la vez tan lejanos que sólo podían quererse, porque era imposible resistirse, porque eran fuego y tenían que fundirse o morir en el intento. Porque sus ojos eran verdes y la estaban mirando cuando dormía acurrucada en su pecho, porque él era cálido y dulce, pero también era serio y decidido. Porque era su amor y su amigo y su familia todo a la vez. Y lo único que quería era lo que ya tenía, a Gabriel Lightwood.