¡Hola! Tal como les dije, aquí está la continuación del primer capítulo.

¡Espero que lo disfruten!

Disclaimer: Los Jóvenes Titanes no me pertenecen.


'A Starfire le favorecía su vestido verde.'

'Muy bien, Dick. Respira.'

'Se veía completamente hermosa.'

'1,2…'

'Sus curvas se marcaban a la perfección y ese gran trase-'

'¡Respira!'

'¡Ya hazlo!'

'Está bien. 1, 2… ¡3!'

Robin tocó la puerta perteneciente a la habitación de la alienígena. Se escuchó "¡Un momento por favor!" desde su interior. Él movía impaciente el objeto entre sus manos.

Decir que estaba nervioso era poco. No era que estuviera a punto de declararle amor eterno, pero tampoco era algo que hiciera todos los días. Además, esperaba que le gustara su regalo, el cual acababa de terminar de hacer unas cuantas horas atrás. Nunca había hecho un obsequio a mano y sus habilidades para las manualidades no eran las mejores. Si tan solo hubiera recordado un día antes…

Sus pensamientos se fugaron cuando Starfire abrió la puerta e inmediatamente escondió el regalo detrás de él. Ella ya se había cambiado una camiseta rosa con un mini short rayado blanco con rosa. Gracias a la máscara, pudo observar por completo su atuendo, tratando a duras penas de no quedarse viendo a sus senos o a sus piernas. Malditas hormonas adolescentes.

"¡Robin!" exclamó la tamaraneana, "¿Qué te trae a mi habitación?"

"Uhh, ¿puedo pasar?" preguntó.

"¡Oh, claro! Pasa."

Robin entró al cuarto y se sentó en la cama. Miró a su lado y vio que Sedita estaba dormido en una versión miniatura de la cama de Starfire. Sólo rezaba para que esa larva mutante no se despertara y arruinara el momento.

La princesa tamaraniana se sentó a su lado. "¿Hay algo de lo que quieras hablar?"

"Uhh sí," Robin le mostró el regalo y se lo entregó, "Feliz navidad, Star."

Ella se miraba confundida, "Gracias, pero, ¿qué los regalos no se abren hasta en la mañana?"

Él sonrió. "Quería dártelo antes. Además, es algo que prefiero que lo abras en privado."

"Tengo curiosidad." Dijo Starfire. Usando su 'mirada de perrito' y sonriéndole le preguntó, "¿Puedo abrirlo ya?"

Robin le sonrió. "Sí tú quieres."

"Está bien." Contestó ella regresándole la sonrisa.

El regalo era rectangular. No tan grande ni tan chiquito. Estaba envuelto en papel rojo con un moño verde, y traía una nota que decía '¡Feliz navidad! De: Robin Para: Starfire'. Colores navideños clásicos. Starfire no tenía idea de qué podría ser y estaba encantada por saber.

Con mucho cuidado, empezó a remover la cinta adhesiva de los laterales, tratando al papel como si fuera lo más delicado que hubiese. Por lo que podía ver en su lateral ya descubierta, era una caja lila. ¿Qué era? Estaba claro que esa era sólo la cubierta para algo, porque cuando movía el regalo para remover la cinta se escuchaba algo adentro.

"Creo que está muy bien pegado…" Dijo Starfire haciendo énfasis en 'muy'.

Robin se rió. "Probablemente me volví loco con la cinta."

Ella lo miró y se rió, continuando con lo que estaba haciendo. Robin se ponía más nervioso cada vez que ella quitaba un trozo de cinta del regalo. ¡¿Qué iba a decir?! No había ni practicado sus palabras para lo parecer un gran idiota. 'Eso es todo, Dick. Bravo.' Dios debía de tener un buen espectáculo cada vez que él se paraba enfrente de Starfire y balbuceaba como si no pudiera hablar.

La caja quedó al descubierto. Era lila y en su cara superior tenía su nombre. Starfire sonrió otra vez.

"¡Qué bonita, Robin!"

"Eso no es todo," reuniendo valor, continuó, "Ábrela."

Starfire abrió la caja y su rostro se iluminó por completo, llevándose los dedos a sus labios. En su interior había un marco completamente fuscia en acabado mate. Lo que la sorprendió fue lo que venía en el centro: una frase formada con teclas de un teclado de computadora. 'Nadie podría ocupar tú lugar.' ¿Acaso era lo que él le había…?

Ella sacó el marco y acarició el borde con sus dedos. "¿Tú hiciste esto?" Le preguntó.

"Sí," hizo una breve pausa y continuó, "Este año quería darte algo más significativo, ¿sabes? Algo que te hiciera recordar que eres un parte importante del equipo y también para mí."

Vas bien, Grayson.

Unas cuantas lágrimas se le comenzaron a formar en los ojos a Starfire y tuvo que parpadear varias veces para alejarlas. "Oh X'Hal, Robin, no sé qué decir… gracias."

"De nada." Él se puso de pie y extendiendo sus brazos dijo, "Feliz navidad, Star."

La tamaraniana lo imitó y lo abrazó. "Feliz navidad, Robin."

Su abrazo duró más de lo que un abrazo normal duraba. Ninguno de los dos quería soltarse, como si le fuera a pasar algo al otro si se llegaban a separar.

Ambos respiraron la esencia que el otro portaba. Robin pudo disfrutar del clásico olor a fresas frescas que ella siempre irradiaba, mientras que Starfire grababa en su memoria el olor de su perfume, a notas ahumadas de cuero y tabaco con una nota agradable de limón.

Al tiempo de separarse, los dos se miraban a los ojos. Starfire derramó una lágrima de felicidad, lo que hizo que Robin llevara su mano al rostro de ella y le secara la lágrima.

"Gracias." Ella dijo suavemente.

"No hay problema." Él le contestó, con su mano todavía en su rostro.

¡Hazlo, Grayson, hazlo!

Sólo se le quedó viendo.

"Me alegra que te haya gustado." Bajó su mano, "Feliz navidad."

"Igualmente." Starfire le contestó sonriendo.

Él le sonrió y se fue apartando poco a poco, para luego llegar a la puerta y salir del cuarto. Una vez afuera, se llevó sus manos a su cabeza recargándose en la pared. ¡Le había gustado su regalo! Robin realmente no creía que fuera capaz de dormir por estar recordando cada una de las expresiones que su querida 'amiga' hacía. Y también imaginar cómo hubiera sido haberla besado en ese instante…

'Para todo hay tiempo. Algún día pasará…'

Robin volvió a sonreír por la milésima vez en esa noche. Para las próximas ocasiones se iba a tomar su tiempo escogiendo, pero siendo sincero, él se sentía muy orgulloso de su regalo hecho a la última hora.


¿Cómo estuvo? Como siempre, dejen sus comentarios sobre sus partes favoritas, cosas que cambiarían, errores ortográficos o gramaticales… todo es bienvenido.

Dios, hace años que no escribo una historia de más de un capítulo. Espero algún día escribir más de este tipo.

¡Espero que hayan tenido una muy feliz navidad! ¡Gracias por leer!

Love always and believe in yourself.

- M.A.