Hace mucho tiempo, cuando los planetas apenas empezaban a ser aptos para soportar la vida existían seres inmortales de infinita belleza y hermosos corazones.

Unos pocos elegidos poseían poderes espectaculares más allá aun de los que poseían los otros.

El valiente Marte, quien dominaba la guerra y congeniaba con los fuegos, quienes en alguna ocasiones le mostraban el por venir.

La Pura Mercurio, a quien las aguas le mostraban cualquier cosa del presente que ella quisiera ver y cuya inteligencia no tenia rival.

El Feroz Júpiter, de quien se decía no tenía rival en batalla y los truenos rompían cualquier cosa que osara interponerse en el camino elegido por él.

La Durmiente Saturno, quien siempre mantenía los ojos cerrados, manteniendo su poder guardado para el momento en que fuera necesario la muerte y destrucción para que el renacimiento pudiese llegar.

El Audaz Urano, a quien los vientos guiaban y le otorgaban el control de los cielos en cualquier lugar.

La elegante Neptune, a quien las aguas le mostraban el futuro y quien logro hacer de las apacibles aguas su mortal arma.

El sabio Pluton, quien conocía todo lo sucedido y todo lo que habría de pasar y con ojos vigilantes velaba por la paz.

La inocente Luna, a quien el sol le otorgaba el poder que no era suyo para usar, confiando en la luna para usarlo correctamente, haciendo de ella una de los mas poderosas.

La maternal Gaia, quien había sido la primera en dar vida, a quien todos los cuatro elementos le habían ofrecido su poder en señal de respeto.

Y de entre todos ellos la mas hermosa era Venus cuya belleza se decía podía hacer llorar a quienes había pecado contra la vida.

Quizás Venus podría parecer débil en comparación con los demás, pero era ella quien velaba por el amor del universo y no hay fuerza más poderosa que la que brinda el amor.

Muchos buscaban a Venus pidiendo su ayuda para determinar el camino a seguir para encontrar la verdadera felicidad.

Pero Venus era incapaz de decidir quién era mejor para quien y dudaba de sus elecciones, pues no quería arruinar la felicidad de nadie.

Así que un día rogo, a quien pudiese escucharla, el poder para guiar en el amor a los demás.

"Te lo daré -una suave voz contesto- desde el día de hoy serás capaz de ver el hilo rojo que conectan a aquellos cuyo vinculo está destinado a volverse más fuerte"

Venus estaba feliz ya que de inmediato fue capaz de ver un delicado hilo atado a su dedo meñique.

"Sin embargo – la voz continuo y es que todo poder siempre viene con alguna advertencia- Me has pedido el poder para guiar a tus compañeros, y te lo he otorgado. Nunca debes seguir el hilo que se ata a tu propio dedo o la desgracia te sobrevendrá"

Venus asintió y desde ese día se dispuso a guiar a todo quien se lo pidiera, hasta que estuvo rodeada solo de felicidad.

Pero la impaciencia la invadió por cada día que tuvo que esperar porque su propio amor apareciera y así desafío la advertencia que se le había dado y siguió su propio hilo.

Encontró a su contraparte en un ser de belleza fría, pero cuyos hermosos y brillantes ojos azules desmentían la frialdad de su apariencia.

Y allí, por primera vez amo.

Sin embargo la advertencia resulto ser una prevención de algo terrible pues la impaciencia de Venus destrozo su felicidad.

Un día despertó para encontrar que los ojos de aquel que había amado se habían vuelto de un gris aburrido y seco, donde no se podía encontrar ni una pizca de amor.

"te pedí que esperaras –aquella voz suave resonó con tristeza- Ni tú, ni el estaban listo para el otro y este es el resultado, ha sido tu poder sobre el amor lo que ha robado el amor entre ustedes, si hubieses esperado solo un poco mas…"

Y por primera vez en el mundo un corazón se rompió, amargada por el pesar Venus se escondió de todos y todas queriendo descansar y olvidar, se quedo dormida dejando que todos tuvieran que vagar sin rumbo en busca del amor.

Y el mundo sufrió, la mentira y el engaño aparecieron ferozmente, rompiendo lo que el amor había atado y dejando pesar y destrucción atrás.

Cuando Venus despertó se dio cuenta con horror de lo que había sucedido.

-¿Por qué?- se pregunto, el amor debía de haber florecido aun sin ella.

"Tú eres el amor en esta galaxia –la voz susurro- sin ti muchos se perdieron"

Venus lloro al entender que su propio corazón roto había hecho esto.

A pesar de que muchos de aquellos hermosos hilos se habían roto, algunos otros brillaban de rojo intenso, fortalecidos por las duras pruebas que se les había puesto.

Al ver esto Venus sonrio decidida a dejar atrás su propio dolor por la pérdida de su amor, ofreció su guía.

No paso un día en que no recordara la frialdad de aquellos ojos grises, no paso un día en que no sufriera por la pérdida de aquel hilo rojo que otrora la había unido con otro ser.

Desgraciadamente con el pasar del tiempo Venus finalmente se canso al igual que muchos otros, dejo su alma dormir… solo renaciendo en intervalos.

Pero sin importar cuantas veces renació el hilo rojo del destino nunca volvió a aparecer.

"Aquellos con el poder del amor están destinados a nunca probar la dulzura del mismo"


Yay, aquí yo, he estado trabajando en esta historia desde hace un rato y me pareció un momento tan bueno como cualquier otro, en especial porque después de terminar el one-shot para el reto me dieron ganas de escribir romance entre Kunzite y Mina.

Este fic tien capítulos que debería subir antes de terminar el año :D

Gracias por leer y espero que lo hayan disfrutado.