Disclaimer: Samurai X y todos sus personajes pertenecen a Nobuhiro Watsuki.

El Grinch pertenece a Dr. Seuss


…Y así es como cada 24 de Diciembre, mientras los niños buenos duermen, Santa Claus recorre el mundo entero volando en su trineo guiado por mágicos renos para entregarles lindos obsequios a quienes se hayan portado bien en todo el año.

—¡Qué bonito!

—¡Si, si, que bonito!

—¡Bah, esas son pamplinas! ¡Santa Claus no existe!

El ameno momento que se vivía en el Dojo Kamiya fue abruptamente cortado por el pequeño y amargado pre puberto que había escuchado toda la historia que Kaoru le contaba a las niñas sin poder creer que fuese tan ingenua como para creer en eso.

—¡Cállate Yahiko!

¡Por favor Kaoru! ¿En verdad creen que un tipo regordete del otro lado del mundo vendrá a entregarles regalos solo porque se han tomado su sopa? ¿Son tontas o qué?

Indicó con amarga ironía, pero al ver los ojos de las niñas cristalizarse y sentir el aura fúrica de Kaoru incrementándose supo que se había pasado de la raya y que pagaría por eso.

—¡Yahiko Myojin Ve a tu habitación sin cenar, AHORA!

El muchacho se fue refunfuñando mentalmente pero sin decir nada audible ya que por la mirada de la kendoka supo la seriedad del caso.

Dobló la esquina y se quedó allí escuchando un rato para escuchar las palabras que Kaoru le daba a las tiernas niñas para calmar sus sollozos mientras secaba sus lágrimas.

—Ayame, Suzume, tranquilas lindas, el solo está amargado porque como siempre se porta mal Santa Claus nunca lo ha visitado… ¡Mas bien debería dar gracias de que no le dejara pilas de carbón al pie de su futon cada año!

Las niñas rieron siendo abrazadas por la mayor y con mayor fastidio sin hacer ruido el muchacho se marchó. No fue a su cuarto como lo habían mandado, sino que subió al techo para pensar mientras la fría brisa invernal golpeaba su rostro; en cualquier momento nevaría… era normal. Ya había llegado la época del año que menos le gustaba, llena de estúpidos adornos e hipocresía, gente fingiendo ser feliz y sonriendo, creyendo en cosas tontas como renos voladores y duendes bonachones mientras ejercían el extremo consumismo por doquier… si, definitivamente la gente se ponía más estúpida en esa época del año.

—Maldita sea la navidad.

Blasfemó al viento, no gritando pero si lo suficientemente alto como para que la sombra de cabellos rojos que sin el percatarse lo observaba detrás de un árbol lo escuchara antes de marcharse dejando al pre adolescente solo con sus pensamientos.


—¡Al fin se durmieron! Costó calmarlas y volverlas a convencer sobre Santa Claus.

Indicó la Kendoka mientras se sentaba a la mesilla frente al Samurai que con amable sonrisa le sirvió té para acto seguido tomar el también.

—¿Por qué tanta insistencia de su parte en que las niñas crean en ese tal "San táclus" Kaoru-dono?

—Es Santa Claus, Kenshin y pues verás… no lo sé en realidad, solo me parece lindo tener algo así en lo cual creer, La navidad de por si es una época de paz y amor… no creo que Santa sea algo malo ¿Todos necesitamos una ilusión en la cual creer verdad? No es malo, no es engaño, simplemente hace el mundo un poco más bonito.

El pelirrojo asintió sonriendo ante las palabras de la joven, ella tenía, para vista propia un muy valedero punto.

—Usted es muy buena Kaoru-dono.

La mujer negó lentamente, cogió su taza de té y bebió un poco.

—Simplemente… –indicó mientras observaba el té aún en sus manos, comenzaba a sentir frío y así se calentaba un poco- simplemente yo hubiese querido creer en algo así a su edad cuando mi madre dejó este mundo… por eso lo hago.

El ojivioleta terminó su té y, mientras la pelinegra estaba absorta en sus recuerdos, se levantó para coger una frazada y colocársela encima con delicadeza mientras se sentaba a su lado.

La kendoka reaccionó ante la linda acción dejando la taza en la mesilla y ruborizándose ante la cercanía del hombre.

—Lo siento Kenshin… quizás pienses que es una idea un poco tonta… tienes una prometida con ideas bobas…

Kenshin negó con la cabeza mientras cogía con delicadeza las manos de su futura esposa observando en ellas el discreto pero elegante anillo que con mucho esfuerzo le había logrado comprar.

—Sessha… yo… -corrigió recordando que había prometido a su amada tratar de cambiar poco a poco su forma tan "lejana" de hablar, aunque el "dono" lo usaría hasta la noche nupcial- no creo eso Kaoru-dono… me parece muy hermosa su idea así como el motivo por la cual la realiza, gustoso la ayudaré en lo que usted quiera.

Bajando la cabeza el pelirrojo besó la mano de su prometida ruborizándola aún más, le parecía increíble aún ya ser pareja… ¡Ni que decir estar próximos a casarse!

Sonrió tratando de ordenar sus pensamientos, Era uno de diciembre y la boda sería en febrero, ya tendría tiempo para eso. Por ahora lo importante era la navidad y su reciente idea de promulgar con algarabía la festividad con sus creencias incluyendo a Santa Claus…. Solo había un problema que tenía nombre y apellido.

—Yahiko… -indicó apretando por reacción las manos del samurái que tuvo que ahogar un gritillo de dolor- ¡ese niño me sacará canas verdes! ¡No cree en santa Claus!

—Me parece que no solo es santa, la navidad en si no le gusta –acotó con una gotilla en la sien aguantando aún el dolor del apretón que Kaoru mantenía… y pensando que su prometida sí que era fuerte- No hay que ser tan duros con él, sé que hizo mal pero quizás pasó en años anteriores tiempos duros en esta época y le traen malos recuerdos.

Kaoru escuchó y comenzó a meditar las palabras de su futuro esposo, aflojando finalmente su agarre al calmarse un poco… era cierto; Yahiko no tenía padre ni madre, y si bien recordaba lo poco que el niño había contado, la madre había fallecido justamente por épocas de nieve como esta.

Siguió cavilando cuando de repente se levantó gritando al venir una gran idea a su mente

—¡Eureka, eso es Kenshin!

—¿Oro? ¿Qué es qué?

—No hay que enojarnos con el… ¡Hay que hacer que crea en la navidad!

El samurái se rascó la coronilla estando un poco inseguro al respecto.

—Pues lo veo difícil Kaoru-dono… una cosa es Ayame y Suzume, son pequeñas y dulces; otra muy diferente Yahiko, que es tan tozudo como uste…. ¡Como una cabra! –Cambió rápidamente ante la mirada matadora de la mujer- ¡Tan tozudo como una cabra y no con un hermoso temperamento como el suyo!

La mujer refunfuñó para sus adentros ante la corrección nerviosa del Samurai pero lo dejó pasar.

—Si, será un reto Kenshin pero lo podremos lograr… ¡¿Estás conmigo Kenshin?!

—Oro… pues si pero…

—¡Estás conmigo!

—¡Si Kaoru-dono!-indicó levantándose y poniéndose en posición de soldado.

—Entonces está decidido: ¡Haremos que el Grinch de la era Meiji crea en la navidad!


Nota:Esta no es una adaptación del cuento navideño "¡Cómo el Grinch robó la navidad!" pero es probable que tome algunos elementos o referencias del mismo.

¡Buenos días/tardes/noches!

Comenzó diciembre y ya que quería escribir un fanfic ruroken navideño esta idea surgió en mi mente, un pequeño proyecto que espero concretar.

Nada es seguro, ni la fecha de las actualizaciones ni el número de capítulos, solo sé que serán pocos, cortos y que espero terminar el fic máximo hasta el 25 de diciembre. Puede que actualice pasando un día o dos veces a la semana, no lo tengo planeado todavía.

Es una idea en proceso, no sé en qué dirección fluya solo tengo rasgos generales imaginados

Tendrá comedia, un poco de sentimentalismo de la época que tanto me gusta e incoherencias históricas como todo lo mío.

¿Hacer un fanfic así en estas épocas que hay ajetreo por doquier? Sí, estoy loca.

Es la segunda vez que escribo con guiones en FF, no se hacerlo muy bien espero me tengan paciencia. Si hago futuros fanfics en este fandom no aseguro que sean con guiones o como diálogos de teatro, depende de cómo me fluya en el momento la creatividad xD; pero en este si comienzo así termino así.

Espero les gustase