Disclaimer: Shingeki no Kyojin y sus personajes no son de mi propiedad, son de Hayime Isayama... a no ser~

Relación: Erwin Smith/Armin Arlert

Adv: Universo alterno || contiene OOC || Fandom: «Winmin/Erumin/Eruaru» || Riren más adelante || Personajes originales || mpreg ||

Bueno, este es un nuevo proyecto, si, se que tengo otros por terminar, pero ya saben como es esto xD

En primera, gracias por abrir la pagina para leer esto, espero les guste y compartan mi amor por esta pareja tan ASDFGHJKLÑ 3 3 3

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No creí que tuviera la necesidad de escribir todo lo que he vivido hasta ahora, pero es algo que surgió de la nada, como si quisiera que supieran como fue mi vida, esa que en un principio comenzó con un juego para molestar a esa persona, luego un amor desenfrenado, puro y sincero, después con un matrimonio arreglado y una traición, para terminar con quien siempre quise tener a mi lado.

Primero me presentaré, me llamo Erwin Smith, mi padre, Alexander Smith era el rey de Sina, misma que estaba ligada a otros dos reinos, Rose y María. Yo, al ser el hijo único del rey y heredero legítimo del trono tuve responsabilidades desde que era un niño. No debía holgazanear y debía estudiar más; política, economía, geografía, matemáticas, etc. era todo lo que tenía que tener en la cabeza, todo el conocimiento que un futuro rey debía tener. Eso hizo estragos en mi forma de ser, veía a todos como seres inferiores, ya que muchos no tenían la educación que yo tuve, mis ojos siempre estaban evaluando y examinando el grado que la gente tenía, era una persona fría y calculadora.

Los que rebasaban todas esas expectativas eran los únicos que consideraba amigos, Levi Ackerman, una persona pequeña y seria, de cabello negro y ojos plateados, era hijo del rey de Rose y hermano mayor de Mikasa Ackerman, la pequeña princesa nacida hace medio año, y con quien mi padre estaba dispuesto a casarme, pero ¡Dios mío, no! ¡La diferencia de edad era demasiada! ¡Doce años son muchos!, además Levi me mataría, sus ojos lo decían.

La segunda persona era la persona más extravagante que podías conocer, una persona que tacharías por loca y maniática, excéntrica en todos los sentidos, su nombre era Hanji Zoe, segunda hija de la reina del reino Rose, ella no tenía mayor importancia en su reino, pues su hermano Mike es el principal heredero -cosa que a ella le da igual-, su cabello era castaño rojizo, el cual siempre llevaba amarrado en una coleta, usaba lentes, lentes extremadamente gruesos, cuando la conocí y se los quitó esperaba ver que sus ojos eran chiquitos, como mucha gente que conocía, pero no, sus ojos eran grandes y castaños, tanto Levi como yo no supimos que decir, los dos esperábamos ver lo mismo.

Levi, Hanji y yo éramos amigos desde niños, recuerdo que cuando llegué a preescolar ellos ya estaban a mi lado, sabía quienes eran, traté de alejarlos por que sabía que no eran lo suficientemente buenos para ser cercanos a pesar de que Levi fuera príncipe y Hanji princesa, pero mientras más los alejaba más se pegaban a mi, así que dejé que hicieran lo que quisieran, y bueno, esto a durado hasta la fecha.

Cuando cumplí los dieciséis años todo el reino lo celebró, ya que aparte de que entraba a «la adultez» sería mi coronación, sí, mi padre decidió convertirme en rey a esa edad, pero no tomaría mayor responsabilidad hasta que cumpliera los dieciocho. Tanto como Levi como Hanji me felicitaron, y decidieron que saldríamos al pueblo a «divertirnos» por un rato, yo ya sabía sus ideas de diversión, pero bueno, era algo que yo también hacía, así que salimos. Ocultábamos lo que éramos, ya que sería un gran problema ser descubiertos, sobre todo por los guardias que vigilaban que todo estuviera en orden, y ser descubierto y regañado el día de mi cumpleaños y coronación era algo que mancharía mi reputación a niveles extremos, más si nos veían entrar a donde íbamos en nuestros cumpleaños y otras fiestas: un burdel.

Ahora que lo pienso, seguía siendo un niño, hacía todo lo que quería, y siempre pensaba que lo merecía, ya que mi padre jamás me había dejado ser un mocoso normal, además tenía los recursos para hacerlo, tenía el dinero para comprar todo lo que quisiera.

El dueño sabía quienes éramos, pero a él lo que le importaba era el dinero solamente, cuando íbamos le dábamos sumas enormes de dinero si el cerraba la boca, el dijo que jamás diría algo, y así fue, nunca nos descubrieron en esas salidas, incluso nos ayudó varias veces para que no nos descubrieran, a mi me ayudo más cuando salí del reino para buscar a mi ahora esposo, pero eso lo diré después.

Saltemos un poco el tiempo.

Tenía veinte años, justo como mi padre había dicho, fui rey oficialmente a los dieciocho, mi padre se la pasaba diciéndome que me confiaba todo y bla bla, no le presté atención en ese momento, aún con la edad que tenía me importaba poco lo que el viejo decía, ahora se que todo fue por el bien del reino y el mío, hoy en día cada vez que habla, le presto la atención correspondiente, de verdad no se que haré cuando se vaya, ya es demasiado anciano, lamento no haber tomado todas esas veces que trató de hablar conmigo. El se había retirado anunciando que yo quedaría a cargo del reino, y que confiaba en mí para llevar al reino a una prosperidad que dure años. Y así fue, llevé al reino a su máxima gloria, incluso ahora todo va como cuando empezó, y de eso ya van mas de diez años.

Ahora quiero empezar lo importante, en donde comenzó todo lo que me hizo cambiar, y no solo a mí, si no a Levi también, fue increíble como caímos por ellos, pero eso es algo que ya no importaba nada, no importa pues ya estamos casados y viviendo una vida sin complicaciones con aquella persona especial y única que nos robo el aliento.

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La primera vez que lo vi, fue en un otoño, Levi, Hanji y yo habíamos dejado las jugadas de niños atrás y nos habíamos concentrado en lo que era el futuro, sin embargo seguíamos siendo tan malcriados como queríamos, yo en especial seguía teniendo una actitud bastante calculadora, no soportaba ver que todos me vieran como alguien que traería desgracia al reino, ahora he dejado callados a todos y cada uno que dudo de mi. Salí del castillo a dar un paseo por el pueblo; no se si a eso se le llamaba paseo, pues siempre iba en la carroza y guardias a mi lado. Esa vez me aburrí, no había nada que hacer y siempre veía lo mismo, además que si quería algo podía pedirlo y lo llevaban al castillo dejándolo en mis manos.

Había cumplido los veintiocho años, y ya todos hablaban del por qué no me había casado, incluso rumoreaban que había dejado embarazada a una campesina y cuando fuera el momento me casaría con ella, otra gente hablaba de que estaba comprometido con una princesa de un reino lejano y que era increíblemente hermosa, pero el hecho de que no me había casado era que no tenía interés alguno, incluso mi padre me llenaba de preguntas, él quería ya un nieto para mantener la sangre y esas cosas, pero simplemente a mí no me interesaba nada de eso.

Había dicho a los guardias que quería que me dejaran solo, ellos obedecieron dejándome cerca de una florería, les ordené que a las siete en punto fueran a recogerme al mismo lugar, se fueron y yo me quede ahí, había vestido como una persona del pueblo así que no tuve inconveniente, la ropa siempre consistía en una gorra café para ocultar mi rubio cabello unos lentes de armazón grueso, obsequio de Hanji, lo cuales no tenían aumento alguno, eran perfectos para salir. Pantalones negros, camisa blanca y chaleco gris, era afortunado el que la gente no vistiera con harapos y ropa tan poco elegante, pero eso es gracias al trabajo del rey, o sea, yo.

Tenía el dinero suficiente para comprar y entretenerme. Mientras caminaba pensaba seriamente el qué hacer, si ir a un lado a perder el tiempo o ir al burdel; siempre me daba mis escapadas y eso era bueno, iba cuando no soportaba el estar encerrado y estresado.

Opté por ir a beber algo caliente en una pastelería cerca de ahí, esa fue mi primera buena decisión de aquel día, caminé hasta ahí pero me detuve al ver que al lado de aquel lugar había un local de comida, no me llamaba mucho la atención el comer algo que no fuera preparado en el castillo, pero tenía un poco de hambre y el olor hizo que entrara en aquel lugar, esa fue la segunda buena decisión que hice.

Al entrar un chico de no más de quince o dieciséis años me atendió, su cabello era castaño, tenía piel canela y bonitos ojos aguamarina, me miró tan fijamente y me habló con toda la amabilidad posible que creí que me había descubierto, me sonrió y suspiré de alivio al saber que no fue así, pedí una mesa para mí solo, éste asintió y me llevó a una mesa apartada del ruido, me tendió un menú con una presentación bonita, eso hizo que pensara bien del lugar, me dijo que en unos minutos iría alguien por mi orden.

Leí lo que servían, así que elegí lo que quería comer y beber, esperé sólo un rato a que el mesero llegara y mientras lo hacía leí los postres, estaba por elegir entre un pastel de chocolate o un muffin de mora cuando sentí que alguien se paraba frente a mi, levante la vista del menú, en ese momento no reaccioné inmediatamente, simplemente lo miré, tragué fuertemente, la persona parada frente a mi me sonrió, sus ojos azules eran tan grandes y bonitos, como si el cielo se reflejara en ellos, su cabello rubio estaba atado en una pequeña coleta y varios mechones se revelaban a estar en su lugar, sus labios eran delgados y rosas, y su piel blanca se veía tersa. Era pequeño, pero su figura era maravillosa.

―Buenas tardes, ¿Puedo tomar su orden? ― vi en sus manos una pequeña libreta y un bolígrafo.

―Y-Yo… ― no sabía que hacer, no podía ni formar una oración. La persona frente a mi me miró curioso, luego vi como sus ojos temblaban un poco.

―S-Si aún no esta listo, puedo venir en un rato más, con permiso. ― Sonrió incomodo haciendo una leve reverencia, cuando reaccioné él ya se había ido. Me quedé un rato pensando el lo que acababa de pasar, fue como si todo dejara de existir, sentí una corriente pasar por todo mi cuerpo y mi corazón se acelero, sentí mi cara arder.

Cuando me tranquilicé pensé que iba a enfermarme, era tan idiota que eso creí, ahora que lo recuerdo me río, fui un total imbécil. Ya que todo estuvo en orden llegó un mesero diferente a mi mesa, se me hizo extraño y miré alrededor para saber si el anterior estaba ocupado en otra mesa.

― ¿Qué pasó con el otro mesero? ― me miró y sonrió un poco.

―Dijo que no se sentía bien, pero que pasaría en un rato, así que me mandaron por su orden, de cualquier manera tiene que estar bien para las canciones de esta noche. ― Lo miré interrogante.

― ¿Canciones? ― Sonrió.

― ¿No lo sabe? Bueno, supongo que hay gente que aun no conoce este lugar. ― Alcé la ceja. ― Cada miércoles alguno de nosotros canta para el entretenimiento de los clientes, esta semana le tocó a Armin. «Armin» sentí algo al saber su nombre.

―Vaya, no lo sabía. ― Le dije mi orden y de inmediato se fue. Veía a la gente del lugar, se les veía bien, si mi padre viera esto seguramente se pondría feliz. Cinco minutos después había llegado mi orden, mientras comía observé que más gente entraba y se acomodaba en algún lugar de las mesas, incluso se quedaban pegados a la pared, estaba a punto de terminar cuando vi al segundo mesero, lo llamé para que se acercara.

― ¿Desea algo más señor? ― Sacó su libreta y bolígrafo.

―En realidad no, sólo quería preguntar que esta pasando. ― El chico guardo sus cosas y me sonrió.

― ¿Recuerda que le dije que Armin iba a cantar? ― Asentí. ― Bueno, toda esta gente es fan, cuando le toca a el vienen a escucharlo. ― Asentí, y antes de que se fuera le pedí un pedazo de pastel. Cuando se fue respiré hondo, algo me molestaba pero no sabía el que. El chico llegó con mi orden, justo cuando vi como iluminaban un balcón, escuché susurros de gente ansiosa. Vi el reloj, el cual marcaba las cinco y media, sólo me comía el pastel y me iba, de pronto escuche como todos se animaban, voltee a ver que sucedía cuando lo vi de nuevo, su cabello ahora estaba suelto y caía hasta sus hombros, tragué fuertemente, mi corazón volvió a acelerarse y sentí la misma corriente eléctrica por mi cuerpo.

Lo vi detenerse frente a todos, sonrió e hizo una reverencia, miró a toda la gente, respiro hondo y cerró sus ojos, un piano empezó a sonar.

«I could lose my heart tonight
If you don't turn and walk away
'cause the way I feel I might
Lose control and let you stay
'cause I could take you in my arms
And never let go»

I could fall in love with you
I could fall in love with you»

Me sorprendí, no esperaba que nadie en el reino supiera inglés, me sentí aturdido, él no era alguien que se viera de buena familia, es decir ¿siquiera ha estudiado o leído algún libro? Si no era ese el caso entonces venía de otro lugar, por que era imposible que ese niño hablara tal idioma y a la perfección.

Miré con el ceño fruncido a aquel niño a más no poder, podía asegurar que en esos momentos me parecía a Levi. Miré a toda la gente de aquel lugar, todos lo miraban maravillados, reí, aposté a que ni siquiera sabían que quería decir esa canción. Puse mi ojos en blanco, si seguía ahí me enojaría mas, y sinceramente no podía encontrar una razón para que me hiciera rabiar, ¿era por ese niño? Si hasta de lejos parecía una simple persona, nada especial, pero algo en él y en la actitud de la gente me hizo enojar, tanto que ya ni pude disfrutar de la comida, vi a aquel niño y mi estomago dio un vuelco, me miraba, a mí, suspiré hondo de nuevo, mantuvimos miradas por un buen rato, hasta que él la apartó y miró a la demás gente.

Recuerdo que pensé que sus ojos eran tan puros y brillantes; volví a mirarlo, entonces me di cuenta de algo, el por qué de su reacción cuando me miró y el por qué ya no quiso atenderme, sabía quien era yo, sabía que yo era el rey. Pero ¿Por qué no había dicho nada? ¿Sabía que iría? Imposible, entonces ¿Cómo lo supo? Me quebré la cabeza pensando en que había hecho para ser descubierto, pero no encontré nada, si todos se hubieran dado cuenta de quien era yo ya habrían hecho un escándalo, pero el único que sabía quien era yo era ese niño. Dejé que la canción se llevara mis pensamientos, la letra era clara y buena, se escuchaba muy bien con su voz.

I can only wonder how
Touching you would make me feel
But if i take that chance right now
Tomorrow will you want me still
so I should keep this to myself
And never let you know

I could fall in love with you
I could fall in love with you

And i know it's not right
so I guess i should try
To do what I should do
But I could fall in love with you
I could fall in love with you

So I should keep this to myself
And never let you know

I could fall in love with you
I could fall in love with you.

I could fall in love

I could fall in love

with you

I could fall

Fall in love

Whit you

I could fall

In love

Sin darme cuenta la canción terminó y el lugar se llenó de de aplausos, mis manos se movieron solas, e hicieron lo mismo que los demás, el chiquillo dio otra reverencia y dijo que en unos minutos mas habría otra canción. Bajó del balcón donde estaba, camino a paso rápido hacía donde el chico castaño que me recibió estaba, ambos rieron, no podía evitar seguirlo con la mirada, pero fue involuntario, en ese momento no sabía lo que me pasaba. De repente otro chico, de cabellos castaños y un poco mas oscuros en la mitad del cabello se acercó y abrazó al niño para luego darle un beso en la mejilla e irse a atender a los clientes, seguí a ese sujeto con la mirada, no tenía nada especial, además de que tenía la cara algo alargada, me di cuenta que lo veía con mi ceño fruncido, desvié la mirada y miré al chico rubio seguir hablando con el chico castaño de bonitos ojos, pero su cara estaba increíblemente roja, volví a mi labor de terminar mi postre pero oh sorpresa, la cuchara esta torcida ¿Cuándo la doble así? No recuerdo siquiera haberla tenido en mi mano todo este tiempo ¿Por qué lo hice? Sabía que algo me molestaba pero no creí que a tal grado. La regresé a su forma normal para terminar de comer; cinco minutos después el pastel había desaparecido del plato, quise irme pero por alguna razón no podía hacerlo, ¿Qué me estaba reteniendo?

De repente empecé a oír otra vez murmullos, giré la vista hacia el balcón y vi a Armin de nuevo ahí, presté atención, ¿ahora que cantaría? ¿Seguiría cantando en un idioma desconocido para los demás? No vi el violín si no hasta que lo llevo a su cuello, ¿Qué? ¿Ahora también sabía tocar ese instrumento? Era imposible que un don nadie lo supiera hacer, esas cosas eran para reyes, vizcondes, duques, etc. o sea, para familias con dinero y poder, algo que a ese niño le faltaba, de otro modo no estaría trabajando en ese lugar.

La melodía era triste, melancólica, pero al mismo tiempo desprendía un aire de felicidad, de libertad, una melodía bastante única, ni siquiera los maestros de violín que conocía podían hacer eso. Seguía observando al mocoso ahí parado, me daba curiosidad saber quien era, ¿escondería su estatus para no causar alboroto? Lo dudo, ni siquiera tenía un estatus del cual presumir. Sonreí burlón, estaba prestando demasiada atención a ese niño, la melodía terminó y pedí mi cuenta escuchando los aplausos, pagué lo correspondiente y caminé hacia la salida, voltee de nuevo hacia el balcón pero Armin ya no estaba, vi de nuevo al chico castaño de cara alargada, ese tipo me molestaba. Vi a ese sujeto con mi ceño fruncido y salí del lugar.

Caminé hacia la florería en donde se suponía que iban a recogerme, miré el reloj de una panadería, eran las seis con quince minutos, todavía quedaba tiempo para la hora acordada. Decidí dar una vuelta por un parque cerca, perdería los cuarenta y cinco minutos viendo pasar a la gente, estaba aburrido, quería hacer algo pero no sabía exactamente qué. Me quede sentado en una banca unos quince minutos más, lo supe por que oí a un hombre decir que eran las seis y media, me levanté y empecé a caminar para ir a la florería, sin embargo algo me detuvo, fije mi vista hacia la persona que venía hacia mí, no prestaba atención al camino ya que estaba demasiado centrado leyendo un libro «por lo menos sabe leer» pensé, venía a paso lento, me quedé parado pensando que hacer, me hice a un lado y me recargué en un árbol, no quería topármelo de frente, esperé hasta que pasó frente a mí, lo seguí con la vista, algo me llamaba la atención en él y no sabía que era, sonreí de lado, un poco de abuso de poder no hacía mal, a mi por supuesto, esperé hasta que estuviera algo alejado y emprendí el camino hacia el, sí, lo estaba siguiendo, era ilegal, lo sé, pero podía deshacerme de cualquier acusación en mi contra.

Lo seguí hasta una zona de casas bastantes deterioradas, eran viejas, la pintura estaba cayéndose dejando ver los ladrillos grises y feos de la estructura, aunque algunas se veían mas o menos decentes y en pie, miré como el niño entraba a una casa mas deteriorada que las otras. Era un edificio de tres pisos, la pintura ya no existía en ese lugar, había ventanas rotas y otras cubiertas por algo negro, me quede observando la zona, ese seguramente era el lugar que mi padre decía, dijo que había un lugar en el reino especialmente para gente que no tenía que ver con nosotros, o sea, con el reino; dijo que eran personas que no merecían nada de apoyo simplemente por el hecho de no tener los recursos suficientes para pagar impuestos.

Bueno, son personas inferiores, es obvio que no pueden pagar nada, seguiré las palabras de mi padre. ― Recuerdo que pensé; hice una cara de total desagrado, en cuanto llegara al castillo lo primero que haría sería darme un largo baño caliente. Justo al darme la vuelta vi como el niño rubio salía de ese edificio, se había cambiado de ropa, ya no llevaba el uniforme de su trabajo, ahora llevaba un pantalón color azul, una camisa negra y una chaqueta y botas negras, su cabello estaba suelto, justo como cuando estaba parado en frente de todos, y llevaba lentes, antes de bajar las escaleras de la entrada lo vi suspirar, se lamió los labios y avanzó hacia mi, no me vio, pues iba mirando al suelo, me quedé recargado en la pared, tenía los brazos cruzados y la mirada en algún punto, pasó de largo y se detuvo un instante, me había visto, miró hacia atrás y me observó, retuvimos miradas una vez mas.

― ¿Esta siguiéndome? ― Preguntó y yo bufé, que descarado era.

― ¿Por qué debería? ― Lo reté.

― ¿Entonces qué hace «su majestad» en un suburbio tan bajo como este? ― Suspiré, entonces si me había descubierto.

― ¿Es que acaso no puedo pasear por mi propio reino? ― Armin pareció dudar de esa respuesta.

―Entonces disfrute su estancia, majestad. ― Se dio otra vez vuelta empezando a caminar. Suspiré. Lo miré alejarse y caminé también, quería jugar un poco, lo seguiría hasta ver que hacía, de vez en cuando miraba hacia atrás, yo solo reía cuando lo hacía, se detuvo en un pequeño puesto de flores, eso me hizo recordar que tenía que estar en la florería a las siete, pero que se jodan los guardias, esto era divertido. Vi que compró margaritas, pagó y caminó de nuevo.

Caminamos un tramo mas, conocía el camino, íbamos al hospital, vi que se detenía y volteaba a verme con un ceño fruncido. ― Oiga esto no es divertido, siga a otra persona que yo no estoy dispuesto a jugar.

―Wow, tranquilo, pequeña fiera, no es para tanto, además ¿Quién dice que te sigo? Solo voy a ver el hospital, es todo. Debes hacer algo con tus delirios de persecución, y debo recordarte que esa no es manera de tratar a tu rey. ― Eso seguramente lo jodió mas, ya que se puso rojo, pero de ira.

―Usted no es un rey, un rey se preocupa por todos, usted y su padre son iguales, abandonan a los que no tienen ni un quinto para dárselos, me dan asco.

―Si no te parece bien te puedes ir del reino, nadie te detendrá.

―Lo haré, y espero no volver a verlo jamás en mi vida. ― Entró al hospital, no tenía mas tiempo que perder con ese niño, me di la vuelta para llegar hasta la florería, en donde ya estaba la carroza esperándome, en cuanto me vieron abrieron la puerta inmediatamente. En el camino iba pensando en qué hacer para seguir jugando con ese niño. No cualquiera me encaraba -nadie- y salía sin recibir castigo alguno.

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¿Qué tal el primer capitulo? Espero les haya gustado, la verdad es que esta pareja me tiene loca, la amo, casi como amo el Riren jajaja xDD

¿Cómo les pareció el carácter de Erwin? Como dije, esto tendrá bastante OOC, así que espero no incomodarlas con su forma de ser. Empezara siendo egoísta y bastante tonto «aunque el diga que es inteligente» pero bueno, ya verán en los siguientes capítulos.

Se que comenzó un poco flojo, pero los siguientes ya serán mejores, así que no se preocupen c:

Si tengo errores, díganmelos, así sabré que debo dormirme temprano y no publicar en la madrugada xDDD

Ojalá le den una oportunidad, yo sé que hay chicas que aman esta pareja, las espero por aquí ;)

Por cierto, les dejo la canción traducida, si la quieren buscar es de Selena Quintanilla «I could fall in love» y si quieren escúchenla en «male versión» pensé que le quedaría bien.

Agradeceré sus RW. Nos leemos después.

Yo podría enamorarme

Podría perder mi corazón esta noche
Si no te das la vuelta y te alejas
Por la manera en la que me siento, podría
Perder el control y dejar que te quedes
Porque yo podría tomarte entre mis brazos
Y nunca dejarte ir

Yo podría enamorarme de ti
Yo podría enamorarme de ti

Podría preguntarme cómo
Me haría sentir tocarte
Pero si me arriesgo ahora
¿Mañana me querrías todavía?
Así que debo guardar esto para mi
Y nunca dejarte saber

Yo podría enamorarme de ti
Yo podría enamorarme de ti

Y yo sé que no es correcto
Así que imagino que debería intentar
Hacer lo que debo hacer
Pero yo podría enamorarme de ti
Yo podría enamorarme de ti

Así que debo guardar esto para mi
Y nunca dejarte saber

Yo podría enamorarme de ti
Yo podría enamorarme de ti.