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Siendo nosotros mismos

Resfrió

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El intérprete del vicecomandante había logrado que lo corrieran del set y lo obligaran a ir al médico, debido a su resfrió, arruinó incontables escenas del episodio. La pelirroja solo podía verlo desde lejos, aunque sus personajes asistieran al "funeral del dueño de la tienda de comida" no cruzaban palabras entre ellos. Una de las razones por las que debía suprimir sus ganas de abofetearlo y echarle en cara que era por culpa de su "nuevo trabajo". El intérprete de Hijikata con una participación ocasional en Gintama, simultáneamente era el protagonista de una novela que tendría un estreno próximo, se trataba de un drama policíaco, en el cual las escenas subidas de tono y la piel expuesta estaban presentes en cada episodio, ya fuera al principio o al final de este; sobre todo luego que el detective sobreviviera a tiroteos, hallará nuevas pistas o simplemente si su compañera lo seducía para liberar algo de la tensión sexual que mantenían sus respectivos personajes. Este último realmente era un detalle que despertaba el instinto asesino de la joven actriz, lo peor es que en un par de días iniciarían las grabaciones del arco Renhou y precisamente la misma mujer que era manoseada en cada capítulo por el "detective", sería la estrella invitada en Gintama dando vida a Fumiko. Sería bastante difícil actuar amigable cuando hace un par de días vio una foto en Twitter de ellos dos recreando la icónica escena del Titanic.

La joven de envidiables ojos azules, mordiéndose la parte interna de la mejilla mientras se cambiaba el vestuario y veía como las redes sociales de su novio eran invadidas por su coestrella, decidió que era tiempo de dejar a un lado sus celos enfermos. Su novio solo se ganaba la vida y aunque le costará aceptarlo, lo que ocurría en la pantalla no era real, técnicamente durante el rodaje de ese tipo de cuadros había aproximadamente veinte personas observando y guiándolos, sin mencionar que él mismo le comentaba que se sentía bastante incómodo realizando esas escenas ya que también debía preocuparse de que su compañera estuviera cómoda.

Se despidió de todos sus colegas y en compañía del intérprete de Sougo fue hasta el estacionamiento donde se despidieron con un beso en la mejilla.

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La pelirroja presionó el botón del timbre una, dos, tres y en el cuarto toque el actor de oscuros cabellos, con una notable molestia por el ruido abrió la puerta. La joven observó de inmediato las coloridas mejillas y la roja nariz del hombre, quien estaba tan abrigado como si se estuviera preparando para ir a esquiar, no estaba acostumbrada a verlo usando gorro y bufanda dentro de un lugar calefaccionado.

La chica vio el desorden de la sala, el dueño del departamento trabajaba bastante y con frecuencia tenía escenas nocturnas que no le dejaban demasiado tiempo para labores domésticas.

—Seguro que es porque te sacas la ropa en cualquier parte —dijo con un deje de diversión.

—Ja ja ja. Que divertida, te escribí y no respondiste.

—Estoy aquí puedes decírmelo.

—Era para decirte que no iría hoy, no me siento bien.

—Si lo vi, por eso vine —sonrió— estaba preocupada después de todo salgo con una nena que no tolera las inyecciones, ni los doctores.

El actor frunció los labios, deseando no haber contado su vergonzosa experiencia en pleno rodaje de Gintama.

—Suena sospechoso ¿Qué intentas? —estrechó los ojos escudriñando con sumo cuidado a la pelirroja.

—¡Ve a la cama antes que cambié de opinión! —terminó gritando.

El actor que daba vida a Hijikata, como el hombre que era malinterpretó totalmente las intenciones de su novia, no estaba seguro de cómo explicarle que "no tenía ganas" sin hacer que ella se molestará o se hiciera una de sus novelas mentales donde creía que ya tenía otra.

Los minutos pasaron y mientras la esperaba en su habitación, se sorprendió al verla entrar con una taza de la cual se desprendía una dulce esencia. La pelirroja antes de ofrecerle la taza, besó suavemente la frente del hombre comprobando la fiebre que lo consumía en esos momentos.

—Es té con miel y unas gotitas de limón —confesó al ver la extrañeza en el rostro de su pareja— mi mamá lo preparaba para mí cuando era pequeña.

—No había nada de eso en la cocina.

—Traje aspirinas. Deberías tomar una ahora y dormir un poco —dijo mostrándole las píldoras que tenía en la mano izquierda.

El muchacho recibió la taza con gusto, mientras veía a la chica peleando con el sobre de pastillas, aunque no se rindió hasta conseguirle una. La nostalgia lo abatió de inmediato, extrañaba que su madre lo mimará en ese tipo de situaciones. Dejo escarpar un suspiro y bebió el último sorbo del dulce té, dejo la taza sobre el mueble junto a la cama y se acurruco entre los cálidos brazos de pelirroja, ella acarició suavemente su cabello oscuro hasta que él logró conciliar el sueño.


Bienvenido invierno y bienvenidos refrios (?) :'v

Espero que les gustará en ese caso no se vayan sin comentar :D

Saludos n.n