12 de septiembre 2007

El insistente timbre hizo que parara mis quehaceres matutinos, abrí la puerta y conseguí una linda pareja, Serena y Darién estaban en el pasillo del edificio, la rubia cargaba a su pequeña hija, quien apenas tiene dos meses y medio, su cabeza estaba adornada de una pelusa rosada de cabello, pero me sorprendió de sobremanera la pequeña maleta de conejitos rosas que sostenía el pelinegro.

-¡Buenos días, Mina!-dijo mi amiga entusiasta-¡Mi amiga querida, tan genial como yo!

-Buenos días-dijo Darién-¿Se encuentra Kunzite?-Lo miré y no pude evitar elevar mi ceja, observando nuevamente la maleta que traía y asentí en forma de respuesta, mientras permitía que ambos chicos entraran.

-¡Kun!-me acerqué a la biblioteca después de ubicar a los futuros reyes en la sala de estar del apartamento; en el estudio estaba mi flamante novio absorto en su lectura, él volteó al sentir mi presencia en la estancia.

-¿Quién era, Mina?-dijo al tiempo que colocaba un marca libro en la página donde quedó.

-Darién y Serena-dije, notando la pregunta en su expresión continué:-Darién preguntó por ti-él silenciosamente se levantó de su silla y juntos fuimos a la sala de estar.

-Buenos días-dijo Kunzite a los jóvenes, los cuales instalaban una cuna en una esquina. Una mañana llena de sorpresas.

-Kunzite-dijo Darién, dejando de lado su tarea para darle la mano al peliplata-Mi viejo amigo-dijo con una sonrisa sincera.

-Chicos-dijo Serena-Queríamos hacerles partícipes de una buena noticia… Ganamos unos pasajes con todo pago por dos días en un resort de Asahi, es para pareja y no podremos llevar a Rini.

-Entonces, pensamos que ustedes que son sus padrinos y quieren tanto a Rini-continuó el pelinegro- La podrían cuidar y volveremos mañana por ella.

-¿Nosotros la cuidaremos?-dije algo espantada, observando a mi novio-Serena, sabes que mis conocimientos sobre bebés son inexistentes… Pero Amy sabe mucho sobre todo, seguro la cuidaría mejor que yo

-Ya lo habíamos pensado, pero ella hoy saldrá con Zoi por su cumpleaños-dijo mi amiga, al tiempo que la fulminaba con la mirada.

-Ósea, no fui tu primera opción… amiga querida

-Kunzite ¿Tendrías problema?-interrumpió Darién-Es que el vuelo sale en una hora…

-¿Por qué no la cuida Samuel?-los padres de Serena se habían mudado de región, ahora que ninguno de sus hijos vivía con ellos y considerando lo costoso que es el pago por metro cuadrado en Japón.

-Sigue algo sentido por no ser el padrino-dijo Darién observando a Serena.

-Te dije que debía ser él-replicó Kunzite.

-Él no vivirá igual que nosotros por tantos años, es mejor que legalmente el cuidado de la pequeña quede en manos de personas que puedan velar por ella por siempre, en caso que nos pase algo-comentó, seriamente, Darién.

-Si a ustedes les llega a pasar algo, será porque nosotros no pudimos defenderlos-dijo Kunzite-Siendo probable que nosotros fallezcamos antes.

-No digas eso, Kunzite-interrumpió mi amiga-Hay otras formas de morir que no sea en batalla…

-Mejor no pensemos en eso-interrumpí-Cuidaremos a la pequeña dama-Los chicos sonrieron, terminaron de armar la cunita y entregaron la bebé envuelta en un pañito rosa a Kunzite, quien se veía chistoso cargando con extrema delicadeza el bultico entre sus brazos. Me encargué de despedir a los chicos en la puerta, en la cara de Serena se notaba la preocupación al abandonar a su pequeña, mientras Darién intentaba convencerla que todo saldría bien, que Kun y yo no dejaríamos que pasara nada, yo intentaba sonreírle con confianza a mi amiga, pero estaba tan preocupada como ella.

-Ya se fueron ¿Lista para un fin de semana diferente, Rini?-dije a la pequeña que estaba despertando.

-Ésta es la cuarta vez que le cargo-dijo, hasta ese momento noté lo incómodo que se notaba mi osito, así que cargue a la bebita.

-Bueno, piensa que es nuestra hija por este fin de semana, debes cargarla con más seguridad, estoy segura que ella nota tu incomodidad-dije al tiempo que me dirigía a nuestra habitación.

-Yo no quiero tener hijos, Mina-lo miré extrañada.

-¿Por qué no?-dije mientras colocaba a la beba boca abajo sobre la cama, rodeándola de almohadas y me dispuse a cambiar mi atuendo para salir-La sacaré al parque.

-No creo que sea buena idea…

-¿Tener un bebé?

-Además de sacarla al parque-lo miré extrañado, la bebita en ese momento empezó a llorar-Está muy pequeña todavía.

-¡Ah!-dejé la ropa que pretendía colocarme para acercarme a la niña y cogerla en brazos, arrullándola-¿Tendrá hambre?

-Serena dejó el refrigerador repleto de biberones servidos-dijo mientras buscaba uno en la cocina, yo le seguí y pude comprobar lo que decía-Tuve que poner mis cervezas en una cava, para que no contamine la bebida de la niña-Acercó uno a la boca de la pequeña, ella lo rechazó y siguió su llanto, volví a mecerla para calmarla.

-Otro de los motivos que no quiero un hijo, la etapa de ser bebé y nadie entiende que tienes-en ese momento me llegó un fuerte olor-Uff… es eso-dijo señalando el trasero de la beba.

-Hay que cambiarle el pañal-dije acercándole a la niña.

-No, preciosa… Yo nunca lo he hecho-dijo alejándose, hasta quedar acorralado entre la despensa y la niña.

-Yo tampoco-dije algo nerviosa-Tienes una hermana menor, debes saber más que yo.

-Mina, tenía seis años cuando mi hermana nació. Nunca he cambiado un pañal…-dijo, al tiempo que tapaba su nariz con su mano.

-Por favor…-dije acercándole más a la niña, él la tomó y se retiró de la cocina, mientras yo sentía la frescura del aire "sin contaminación"

-Mina-escuché que llamaba, no esperó mi respuesta para continuar-Trae la maleta, ahí deben haber pañales…-efectivamente habían dos paquetes de pañales de 32 unidades ¿usaríamos todos? Le extendí uno a mi esposo, el cual había descubierto a la bebita, dejándola con el pañal sucio.

Por increíble que parezca, Kunzite era todo un profesional, limpió a Rini mejor a que yo lo hubiese hecho, utilizó unas toallitas húmedas y unas cremitas, todo sacado del maletín. Otra sorpresa para el día.

-¿Cómo sabes tanto?-pregunté a mi esposo

-El otro día Darién la cambió y yo estaba con él-dijo con simplicidad. Le llevé un juguete a la pelirosa para que se entretuviera.

-Osito… ¿Por qué no quieres hijos?

-Bueno, además de representar una responsabilidad que no deseo cargar, siento que el mundo está caótico, no solo por los enemigos (que será mi tercera razón para no tener hijos) el calentamiento global, armas nucleares y guerras entre naciones… Y bueno, el hecho que seguro, tendremos una niña que seguirá con nuestro legado y tendrá el deber de cuidar de Serena-dijo observando a la bebé que chupaba el juguete verde, pareció sentirse observada, así que con una sonrisa de pura encía nos ofreció el objeto, pero mis ojos miraron discretamente a Kun, el gesto le había robado una sonrisa…

Nota Mental: Convenceré a Kunzite de tener un hijo… Será un excelente padre

Muchas gracias a todos aquellos que me han seguido hasta aquí.
Quiero agradecerle a mi sol (mi novio) por inspirarme en varios capítulos, además de leerlos aun cuando no ha visto Sailor Moon.
Muchísimas gracias por los reviews: Naira Moon, minako aino, Beto, Nadesiko-hime, Dans, Manuela, Lita Wllington, dinas'moon353, Rosangel, Ujiro, , Cecilia695, megumisakura y torresleslie.
Por último quiero invitarlos a leer el último capítulo, que lo he separado de la historia, "Embarazo en siglo XXX"