Tras bambalinas


Disclaimer:
Hetalia - RoChu

*Los personajes no me pertenecen todo es obra de Hidekaz Himaruya.


Teatro "Palace" 20:00

Todos los asistentes lucen sus mejores trajes en el debut de un nuevo talento del teatro.

Una pareja de jóvenes con rasgos asiáticos se ubica en uno de los balcones principales.

-¿Pasa algo Wang?-preguntó la chica a su acompañante.

-Estoy revisando el perímetro-respondió sin quitar los ojos de la parte central del teatro.

-Pero lo hiciste antes de venir-puso los ojos en blanco-intenta divertirte un poco ¿sí?

-Estamos en el trabajo, no venimos a flojear. Y será mejor que hagas silencio, la función va a comenzar.

Teatro "Palace" 22:00

Yao Wang revisó por última vez el papel que llevaba en el bolsillo, tenía escrito algo: "Ivan Braginski" Era el nombre de su próxima víctima, el protagonista de la obra y debutante.

El final había llegado y los espectadores aplaudían la excelente interpretación de Ivan y él correspondía con una bella sonrisa discreta.

La pareja alistaba sus armas en la penumbra. De pronto, el teléfono de Yao empezó a sonar:

-Habla Wang-la expresión del chino cambió a los pocos segundos de contestar la llamada-¿Es en serio? ¿¡Cómo se supone que deba trabajar así!? ¡Estábamos a punto de ir por el objetivo!

-¿Podrías hablar más fuerte?-dijo sarcásticamente la chica.

-Será mejor que envíen los datos ahora-cortó la llamada con furia, si hubiera sido un dragón, saldría fuego por su boca. -Perfecto, ahora tenemos a otro tipo y otro rostro-pensó sin quitar la furia de sus ojos.

-¿Sucedió algo?

-Hay un nuevo blanco. Tienen suerte que memoricé al resto del elenco. Es hora del plan "B"-miró a la chica sin mostrar desesperación.

-¿Te refieres...?-abrió la boca levemente-Exacto.

Ambos caminaron por el pasillo, intentando no hacer mucho ruido. Pero un sonido desesperante empezaba a sacar de quicio al chino.

-¡Maldición! Te dije que no deberías usar esos estúpidos zapatos.

-Me costaron mil dólares, debía exhibirlos al menos una vez-dijo entre pucheros.

-Escogiste el lugar equivocado y será mejor que te quites esas cosas-ladró Yao.

-Si algo les pasa, me comprarás otros-la chica lo miró con furia.

-Tendrás suficiente dinero cuando terminemos con esto.

-Bien, aquí nos separamos-susurró la chica.

-Nos vemos en diez...-fue hasta los camerinos, ya que el blanco había cambiado, debía ser el doble de cuidadoso.


Al final de la función todos asistirían a una fiesta y la intersección de tiempo era perfecto para cumplir la misión.

El lugar no era tan silencioso como lo esperaba, después de todo, eran artistas jóvenes... Poco tiempo después, las luces se apagaron y solo bastaron tres disparos al corazón para terminar el trabajo justo antes que las luces de reemplazo se encendieran.

Yao buscó a su acompañante en el baño de damas.

-El trabajo está hecho.

Después de hacer unas llamadas y despedirse de su compañera, fue por unos tragos a un bar.

-¿Lo de siempre señor?-preguntó el cantinero. -Sí-se quitó el saco para estar más cómodo y prendió un cigarrillo.

-¿Un largo día, eh?-murmuró el cliente que estaba al lado derecho de Yao.

Continuará...